miércoles, 22 de febrero de 2017

PRÁCTICA SEMANAL - SI CONOCIERAN AL PADRE

La práctica tiene 3 partes, las primeras dos partes las haremos en el tiempo que apartaremos para orar, leyendo la Biblia (Dios hablándome a mi) junto a una oración a través de la Oración Escrita cada día (yo hablándole a Dios), de esta forma nos comunicamos en dos vías.


I parte de la práctica semanal - Palabra de Dios

Diariamente utilizamos un tiempo para retirarnos a la soledad y dedicarnos a la oración en lo siguiente: Silenciándonos, pidiendo la ayuda del Espíritu Santo y leyendo la lectura diaria de la Biblia que se indicó (Dios, mi Padre, me habla a mi).

La lectura de la Biblia se hace con la pregunta ¿Qué me dice a mi? no a mi hermano, no a mi enemigo, ni a los demás, ni que nos dice a nosotros (no estamos preparando una predica para alguien) sino que debemos leerla con especial atención para entender lo que me dice a mi, sólo a mi.

Textos Bíblicos de la semana 2 (uno diario)

Día 1 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Romanos 8 (28-39)

(28) Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. 
(29) Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 
(30) A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó.
(31) ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? 
(32) El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? 
(33) ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. 
(34) ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. 
(35) ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? 
(36) Así está escrito: «Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!  
(37)Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 
(38) Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, 
(39) ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.


Dios me dice a mí en esta lectura, que todas las cosas diarias de la vida que llegan a mí, traen consigo misma muchas bendiciones, pero nosotros mismos no sabemos muchas veces, que es lo que nos conviene y  es por ello entonces que viene en nuestra ayuda el Espíritu Santo porque es a través del Espíritu, que conoceré a Dios como nuestro Padre, aunque a veces pasa que a estas cosas buenas, se adhiere el sufrimiento (cualquiera que sea), ya que éste sirve a un propósito especifico. 

En el texto se enumeran siete dificultades que podemos enfrentar en determinados momentos de nuestras vidas, tales como: tribulación, angustia, persecución, peligro y espada (las primeras cinco (5) son dolores causados por hombres que son hostiles al evangelio), además: hambre y desnudez (estos dos (2) restantes, se sufren al anunciar el evangelio). 


Día 2 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Josué 1 (1-9)
Preparativos para la conquista.

(1) Después de la muerte de Moisés, siervo del Señor, Dios le dijo a Josué hijo de Nun, asistente de Moisés: 
(2) «Mi siervo Moisés ha muerto. Por eso tú y todo este pueblo deberán prepararse para cruzar el río Jordán y entrar a la tierra que les daré a ustedes los israelitas. 
(3) Tal como le prometí a Moisés, yo les entregaré a ustedes todo lugar que toquen sus pies. 
(4) Su territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, y desde el gran río Éufrates, territorio de los hititas, hasta el mar Mediterráneo, que se encuentra al oeste. 
(5) Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré.
(6) »Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados. 
(7) Solo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te ordenó. No te apartes de ella para nada; solo así tendrás éxito dondequiera que vayas. 
(8) Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. 
(9) Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas».


Dios me dice a mí en esta lectura, que debo vivir el diario acontecer de mi vida con obediencia y sin retrasos, porque Dios ha prometido acompañarme y estar siempre a mi lado cada vez que lo necesite para ser constante y hacer que todo esfuerzo, valor moral y valor físico del hombre estén basados en la palabra de Dios, porque el éxito depende de la fe en el Dios de las promesas. 

En el texto logro detallar tres (3) expresiones que denotan órdenes expresas:

La primera orden:
Josué y su pueblo tienen la responsabilidad de entrar y poseer. La expresión: "levántate y pasa este Jordán", implica prisa, obediencia sin retraso. No puede haber dilatación en nuestra voluntad para hacer lo que Dios dice, porque no deberíamos claudicar entre dos pensamientos.

La segunda orden:
Tomar posesión de la tierra, como representante y jefe del pueblo, la promesa incluía no sólo a Josué sino a todos. Las frases: “estaré contigo”, “no te dejaré”, “ni te desampararé” son una misma promesa dicha en tres modos diferentes, debió de ser una tranquilidad para Josué saber que Dios estaba comprometido con su presencia diaria y constante, cada vez que lo necesitara y donde lo necesitara, siempre estaría ahí.

La tercera orden:
Sé fuerte y valiente, meditando en la ley de Dios. Porque el esfuerzo, el valor moral y el valor físico del hombre dependen de ello. No hay otro pan que sostenga y nutra más nuestra vida que el alimento de la palabra de Dios.


Día 3 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Mateo 11 (25-30)

(25) En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. 
(26) Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.
(27) »Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
(28) »Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. 
(29) Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. 
(30) Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana».


Dios me dice a mí en esta lectura, que  me invita a un abandono total en Él, una confianza ilimitada, un dejar atrás, lo que me agobia, y que tal vez ni siquiera está en mi solucionarlo, que no depende de mí, y me preocupo, por puro gusto. 

Haz mi corazón semejante al Tuyo, me invitas a imitarte, a seguir tu ejemplo de mansedumbre y humildad, a tener un Corazón como el tuyo, es que cuando la soberbia me agarra, me zarandea de una forma, que me quita toda serenidad, siendo humildes, como Tú, descansaré y sentiré que tu yugo es suave y la carga ligera. 

Hoy, Señor, imitaré tu corazón, y pondré mis cargas y angustias, en tus manos, hoy te visitaré en la Eucaristía, y ahí haré ese acto de abandono y confianza, te ofreceré ese problema que me angustia, y que hoy se ha convertido en una carga insoportable. Si es algo que no afecta mi alma, estaré tranquilo y en paz. Si es un problema material, confiaré en tu providencia.

Cuántas veces, en cambio, constatamos que construir ignorando a Dios y su voluntad nos lleva a la desilusión, la tristeza y al sentimiento de derrota. La experiencia del pecado como rechazo a seguirle, como ofensa a su amistad, ensombrece nuestro corazón. Pero aunque a veces el camino cristiano no es fácil y el compromiso de fidelidad al amor del Señor encuentra obstáculos o registra caídas, Dios, en su misericordia, no nos abandona, sino que nos ofrece siempre la posibilidad de volver a Él, de reconciliarnos con Él, de experimentar la alegría de su amor que perdona y vuelve a acoger.


Día 4 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Isaías 60 (1-22)

(1) »¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti!
(2) Mira, las tinieblas cubren la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos. Pero la aurora del Señor brillará sobre ti; ¡sobre ti se manifestará su gloria!
(3) Las naciones serán guiadas por tu luz, y los reyes, por tu amanecer esplendoroso.
(4) »Alza los ojos, mira a tu alrededor: todos se reúnen y acuden a ti. Tus hijos llegan desde lejos; a tus hijas las traen en brazos.
(5) Verás esto y te pondrás radiante de alegría; vibrará tu corazón y se henchirá de gozo; porque te traerán los tesoros del mar, y te llegarán las riquezas de las naciones.
(6) Te llenarás con caravanas de camellos, con dromedarios de Madián y de Efa. Vendrán todos los de Sabá, cargando oro e incienso y proclamando las alabanzas del Señor.
(7) En ti se reunirán todos los rebaños de Cedar, te servirán los carneros de Nebayot; subirán como ofrendas agradables sobre mi altar, y yo embelleceré mi templo glorioso.
(8) »¿Quiénes son los que pasan como nubes, y como palomas rumbo a su palomar?
(9) En mí esperarán las costas lejanas; a la cabeza vendrán los barcos de Tarsis trayendo de lejos a tus hijos, y con ellos su oro y su plata, para la honra del Señor tu Dios, el Santo de Israel, porque él te ha llenado de gloria.
(10) »Los extranjeros reconstruirán tus muros, y sus reyes te servirán. Aunque en mi furor te castigué, por mi bondad tendré compasión de ti.
(11) Tus puertas estarán siempre abiertas, ni de día ni de noche se cerrarán; te traerán las riquezas de las naciones; ante ti desfilarán sus reyes derrotados.
(12) La nación o el reino que no te sirva perecerá; quedarán arruinados por completo.
(13) »Te llegará la gloria del Líbano, con el ciprés, el olmo y el abeto, para embellecer el lugar de mi santuario. Glorificaré el lugar donde reposan mis pies.
(14) Ante ti vendrán a inclinarse los hijos de tus opresores; todos los que te desprecian se postrarán a tus pies, y te llamarán “Ciudad del Señor”, “Sión del Santo de Israel”.
(15) »Aunque fuiste abandonada y aborrecida, y nadie transitaba por tus calles, haré de ti el orgullo eterno y la alegría de todas las generaciones.
(16) Te alimentarás con la leche de las naciones, con la riqueza de los reyes serás amamantada. Sabrás entonces que yo, el Señor, soy tu Salvador; que yo, el Poderoso de Jacob, soy tu Redentor.
(17) En vez de bronce te traeré oro; en lugar de hierro, plata. En vez de madera te traeré bronce, y en lugar de piedras, hierro. Haré que la paz te gobierne, y que la justicia te rija.
(18) Ya no se sabrá de violencia en tu tierra, ni de ruina y destrucción en tus fronteras, sino que llamarás a tus muros “Salvación”, y a tus puertas, “Alabanza”.
(19) Ya no será el sol tu luz durante el día, ni con su resplandor te alumbrará la luna, porque el Señor será tu luz eterna; tu Dios será tu gloria.
(20) Tu sol no volverá a ponerse, ni menguará tu luna; será el Señor tu luz eterna, y llegarán a su fin tus días de duelo.
(21) Entonces todo tu pueblo será justo y poseerá la tierra para siempre.
Serán el retoño plantado por mí mismo, la obra maestra que me glorificará.
(22) El más débil se multiplicará por miles, y el menor llegará a ser una nación poderosa. Yo soy el Señor; cuando llegue el momento, actuaré sin demora».


Dios me dice a mí en esta lectura, tres (3) grandes partes, que corresponden a tres etapas distintas de la historia de Israel.

La primera sección (1-39) proviene en su mayor parte del mismo profeta Isaías, aunque también contiene algunos fragmentos de origen diverso, en especial, el llamado "Apocalipsis de Isaías" (24-27) y el epílogo sobre la actividad del profeta en tiempos del rey Ezequías (36-39).

La segunda sección (40-55) tiene un trasfondo histórico muy distinto. Cuando el Pueblo judío estaba desterrado en Babilonia, un profeta anónimo dirigió un mensaje de esperanza a los exiliados, anunciándoles su próxima liberación. Los oráculos de este profeta fueron luego incorporados al libro de Isaías, y a su autor se lo designa habitualmente con el nombre de "Déutero Isaías" o "Segundo Isaías".

La tercera sección (56-66) reúne una colección de oráculos pronunciados por varios profetas de la escuela de Isaías, cuando el "Resto" de Israel ya había regresado del exilio y trataba de instalarse nuevamente en la Tierra de sus antepasados.

Hay ciertos temas que se repiten con insistencia: 
la santidad de Dios, la necesidad de la fe, el resto de Israel, la esperanza mesiánica, la gloria futura de Jerusalén. 

Ningún otro libro del Antiguo Testamento es tan citado como este, para mostrar que Jesús es el Mesías prometido y esperado.


Día 5 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Juan 15 (1-17)

(1) »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 
(2) Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. 
(3) Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado. 
(4) Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.
(5) »Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. 
(6) El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman. 
(7) Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. 
(8) Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos.
(9) »Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. 
(10) Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 
(11) Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa. 
(12) Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. 
(13) Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos. 
(14) Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. 
(15) Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes. 
(16) No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. 
(17) Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.


Dios me dice a mí en esta lectura, ahora el Señor nos va a mostrar el camino: Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor (Jn 15,10). 

El modo de vivir unidos a Él es por medio del amor. Pero un amor hecho obras, real y operante. Un amor de puras palabras o discursos bonitos es un amor platónico y vacío por dentro. Un amor de puros sentimientos, propósitos y buenas intenciones es falso, engañoso y estéril. No es real. 

Es una farsa y una pantomima. Ya lo decían nuestros abuelos con una expresión muy plástica: El camino del infierno está empedrado de buenas intenciones. No bastan los quisieras para ser buenos cristianos y verdaderos discípulos del Señor. Se necesita un quiero rotundo, operante y con todas sus consecuencias.

La permanencia en la palabra de Jesús, es una realidad personal, es como una persona permanece dentro de otra, mediante actos de amor, confianza, fidelidad, intercomunicación y disponibilidad para el sacrificio, dando como fruto el amor fraterno.

Nuestro Señor afirma que nadie tiene un amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que os mando... Y esto os mando: que os améis unos a otros. 


Día 6 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Salmo 103 
(lectura rezada, como se explicó en la semana "DIOS DE LA TERNURA" modalidad de oración)

Canto al amor de Dios

(1) Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre.
(2) Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
(3) Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias;
(4) él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión;
(5) él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas.
(6) El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos.
(7) Dio a conocer sus caminos a Moisés; reveló sus obras al pueblo de Israel.
(8) El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.
(9) No sostiene para siempre su querella ni guarda rencor eternamente.
(10) No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades.
(11) Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra.
(12) Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente.
(13) Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.
(14) Él conoce nuestra condición; sabe que somos de barro.
(15) El hombre es como la hierba, sus días florecen como la flor del campo:
(16) sacudida por el viento, desaparece sin dejar rastro alguno.
(17) Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen;
su justicia está con los hijos de sus hijos,
(18) con los que cumplen su pacto y se acuerdan de sus preceptos
para ponerlos por obra.
(19) El Señor ha establecido su trono en el cielo; su reinado domina sobre todos.
(20) Alaben al Señor, ustedes sus ángeles, paladines que ejecutan su palabra y obedecen su mandato.
(21) Alaben al Señor, todos sus ejércitos, siervos suyos que cumplen su voluntad.
(22) Alaben al Señor, todas sus obras en todos los ámbitos de su dominio.
¡Alaba, alma mía, al Señor!

Dios me dice a mí en esta lectura, que se trata de un comentario poético del relato bíblico de la creación: lo que el autor sacerdotal dice escuetamente sobre la  aparición progresiva de las obras de la creación, el salmista lo embellece  con maravillosos recursos líricos. Para él, la creación es la revelación de  la incomparable majestad de Dios; ¡Señor, Dios mío, qué grande eres!, su  omnipotencia se refleja en la manifestación de las fuerzas de la naturaleza:  los mares son confinados a sus límites; la lluvia fertiliza la tierra; la  luna y el sol señalan las estaciones; los animales viven de la fertilidad de  la tierra. En todo se refleja la mano poderosa y providente del Creador.

El salmista concluye su maravilloso  poema con un canto de alabanza al Dios que obra tales maravillas; ¡Gloria al Señor para siempre,  alégrese el Señor por sus obras! sus criaturas son para su  gloria, y por eso desea que el mismo Dios se goce en sus obras como en el  momento de la creación, cuando veía que todas eran “buenas”. Y  así agradecido plenamente de Dios y lleno de alegría, el Salmista concluye  con un bello canto expresando: Que mi canto le sea agradable, y yo me alegraré en el  Señor.


Día 7 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Salmo 84 
(lectura rezada, como se explicó en la semana "DIOS DE LA TERNURA" modalidad de oración)

En la peregrinación al templo.

(1) Al maestro de coro. Según "La de Gat". Salmo de los hijos de Coré
(2) ¡Cuán hermosas son tus moradas, Señor Todopoderoso!
(3) Anhelo con el alma los atrios del Señor; casi agonizo por estar en ellos. Con el corazón, con todo el cuerpo, canto alegre al Dios de la vida.
(4) Señor Todopoderoso, rey mío y Dios mío, aun el gorrión halla casa cerca de tus altares; también la golondrina hace allí su nido, para poner sus polluelos.
(5) Dichoso el que habita en tu templo, pues siempre te está alabando.
(6) Dichoso el que tiene en ti su fortaleza, que solo piensa en recorrer tus sendas.
(7) Cuando pasa por el valle de las Lágrimas lo convierte en región de manantiales; también las lluvias tempranas cubren de bendiciones el valle.
(8) Según avanzan los peregrinos, cobran más fuerzas, y en Sión se presentan ante el Dios de dioses.
(9) Oye mi oración, Señor, Dios Todopoderoso; escúchame, Dios de Jacob.
(10) Oh Dios, escudo nuestro, pon sobre tu ungido tus ojos bondadosos.
(11) Vale más pasar un día en tus atrios que mil fuera de ellos; prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios que habitar entre los impíos.
(12) El Señor es sol y escudo; Dios nos concede honor y gloria. El Señor brinda generosamente su bondad a los que se conducen sin tacha.
(13) Señor Todopoderoso, ¡dichosos los que en ti confían!


Dios me dice a mí en esta lectura, que es un canto gozoso y lleno de esperanza en el futuro de la salvación. Refleja el momento emocionante del regreso de Israel del exilio de Babilonia en la tierra de los padres.

Salpicada por el tema del regreso con todos los significados que mencionábamos. Se celebra, ante todo, el regreso físico de Israel: Señor..., has restaurado la suerte de Jacob (versículo 2); restáuranos, Dios Salvador nuestro...; ¿No vas a devolvernos la vida? (versículos 5, 7). 

Este es un precioso don de Dios, que se preocupa de liberar a sus hijos de la opresión y se empeña por su prosperidad. Él, de hecho, ama a todos los seres..., Mas tú con todas las cosas eres indulgente, porque son tuyas, Señor que amas la vida (Cf. Sabiduría 11, 24.26), hay otro regreso más interior y espiritual.

Precisamente la liberación del mal, el perdón de las culpas, la purificación de los pecados, crean el nuevo pueblo de Dios. Esto ha sido expresado a través de una invocación que ha entrado también en la liturgia cristiana: Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación (versículo 8).
Pero a este regreso de Dios que perdona le debe corresponder el regreso, es decir, la conversión del hombre que se arrepiente. 

Las palabras del salmista, fueron leídas ya en el siglo II por san Ireneo de Lyón como el anunció de la gestación de Cristo por la Virgen. La venida de Cristo es, de hecho, el manantial de la misericordia, el retoño de la verdad, el florecimiento de la justicia, el esplendor de la paz.
Por este motivo, el salmo, sobre todo en su parte final, es releído en clave navideña por la tradición cristiana. Así lo interpreta san Agustín, en su discurso de Navidad. Dejemos que concluya él nuestra reflexión: La verdad ha surgido de la tierra: Cristo dice: Yo soy la verdad (Juan 14, 6) ha nacido de una Virgen. Y la justicia se ha asomado desde el cielo.


II parte de la práctica semanal - Modalidad

Practicar intensivamente la Oración Escrita en el cuaderno espiritual, hablando con Dios en forma escrita, expresando sentimientos de acción de gracias, adoración, bendición. (Idealmente después de leer el texto de la Biblia cada día)

(1 día) Carta al Padre basada en Romanos 8 (28-39)

Querido Padre

En estos momentos de espiritualidad, quiero dar gracias por todas las bendiciones recibidas durante el día de hoy, por la presencia del Espíritu Santo en cada uno de mis actos que me permitieron entender y comprender mis asignaciones diarias y superar la angustia que me causa la carga de responsabilidades laborales en mi trabajo, por los momentos de alegría que viví al poder ayudar a los demás a resolver inquietudes y necesidades compartiendo mis conocimientos.

Mi fe día a día aumenta y estoy seguro que los sufrimientos que son causados por la angustia, la desesperación, el conflicto, el estrés y la confusión, no pueden separarme de ti Señor, ya que fuiste tu quien primero demostró todo su amor por nosotros, sintiendo y soportando todos los sufrimientos.

Y Siempre recordaré a cada instante que Dios está por encima de mí para bendecirme, debajo para sostenerme, adelante para guiarme, detrás para cuidarme y a mi lado para apoyarme.


(2 día) Carta al Padre basada en Josué 1 (1-9)

Padre misericordioso

Jesús tu hijo, que sufrió en carne propia y en cada paso del camino: la tortura y el castigo, 
nos has devuelto el amor, la ternura y las caricias. 
Siempre sufres por los que no tiene pan, Tú, eres como un hada que ha cobrado vida, porque me enseñó a hablarte todos los días, y a darlo todo por amor a los demás.

Hoy mas que nunca siento tu presencia en mí, sobre todo ese apoyo y esa fuerza que me impulsa a seguir luchando día a día basado en la palabra de Dios.


(3 día) Carta al Padre basada en Mateo 11 (25-30)

Dios, 

Tu que eres un Dios bueno, todo poderoso y misericordioso en momentos de fatiga y sobrecarga, he acudido a ti, para entregar todo el peso que talla y me fatiga. 

He aprendido a ser manso y humilde de corazón, pero a veces no comprendo como Tú has prometido que en mis horas de aflicción siempre andarías conmigo y ahora noto con tristeza que en medio de mis sufrimientos cuando más siento desfallecer, veo en mi sendero sólo un par de huellas y entonces me pregunto dónde están las otras dos huellas que indican tu compañía cuando la tormenta azota sin piedad la vida mía?.

Y he escuchado desde lo mas profundo del interior de mi soledad tu voz que me contestó: Escucha bien, hijo mío, comprendo tu confusión. Siempre te amaré y en tus horas de dolor a tu lado estaré para mostrarte mi amor. 

Más si ves solo dos huellas en la arena al caminar, y no ves las otras dos huellas que se debieran notar, es que en tu hora afligida, cuando flaquean tus pasos, no hay huellas de tus pisadas porque te llevo en mis brazos.


(4 día) Carta al Padre basada en Isaías 60 (1-22)

Señor, 

Por tu infinita gracia recibo el impulso del espíritu santo y me dispongo a comportarme de la mejor manera en cada de mis situaciones.

Te suplico, mi Dios, que me ilumines para saber tomar las mejores decisiones y así construir de la mejor manera mi vida.

Permite que mis emociones sean positivas y me ayuden a comprender a los demás sin miedos e inseguridades.

Gracias por hacerme sentir tu compañía y por darme la seguridad necesaria para no desfallecer ante las situaciones difíciles.

A reconocer la santidad de Dios, la necesidad de la fe y a Jesús como el mesías prometido y esperado.


(5 día) Carta al Padre basada en Juan 15 (1-17)

Dios Padre todo poderoso y eterno

Gracias infinitas te doy por esta esta respuesta para practicar con generosidad el amor sincero y desinteresado hacia nuestros prójimos, porque es aquí, pues, donde encontramos el secreto para ser buenos sarmientos de la Vid, para ser auténticos amigos de Jesús.

Porque Tú eres caridad y amor, tú eres sabiduría.
Tú eres humildad, tú eres paciencia, tú eres seguridad.
Eres quietud, gozo y la alegría que yo necesito.


(6 día) Carta al Padre basada en la Oración 29 del Libro Encuentro - Manual de oración: 
GRATITUD

Padre Celestial.

Aunque nuestra boca estuviera
llena de canto como el mar,
y nuestra lengua de júbilo
como el bramido de las olas,
y nuestros labios de alabanza
como la amplitud del firmamento,
y nuestros ojos resplandeciesen
como el sol y la luna,
y nuestros brazos se extendiesen
como las águilas de los espacios,
y nuestros pies fuesen ligeros
como los de los ciervos.


(7 día) Carta al Padre basada en la Oración 16 del Libro Encuentro - Manual de oración: 
ORACION DE LA ESPERANZA

Padre Celestial.

Haz que comprenda profundamente que,
a pesar del caos de cosas que me rodea,
a pesar de las noches que atravieso, 
a pesar del cansancio de mis días, 
mi futuro está en tus manos.


III Parte de la práctica semanal - Vivencia

a) Ejercitarse frecuentemente durante toda la semana en considerar a los hombres, y a las criaturas en general, como seres amados por Dios, en una actitud de solidaridad, al recordar que Dios ama a esa persona, diré a mi Dios: “también yo la amo”

b) El locutor de radio, el sacerdote que acaba de hablar, el personaje que aparece en la televisión, el político que aparece en el diario, el empleado de la tienda, el conductor del autobús… al recordar que Dios los ama, responderé: “Padre, también yo los amo”.

c) El vecino o la vecina, el político del partido contrario, ese tipo difícil y poco querido del grupo, el hijo grosero y rebelde, el pariente que no me habla, el cónyuge egoísta… al recordar que Dios los ama, responderé: “Padre, también yo los amo”.

d) Al salir de mi casa, ante tantas cosas y personas que ven mis ojos, como esas golondrinas, la dama elegante, esos niños que juegan, las montañas iluminadas, los jardines, esos jóvenes alegres, ese silencioso caballero, la empleada del comercio… al darme cuenta de que el mundo entero es un enorme sacramento de amor, responderé: “Padre, también yo los amo”.

e) Y por encima de todo al recordar gozosamente que también a mí el Padre me mira con ternura infinita, responderé: “Padre, dame la gracia de sentirme amado, saberme amado”.

A propósito del tema en cuestión, me permito sugerir el tema de la película: “Five people you meet in heaven” (versión en Ingles), “Las cinco personas que encontraras en el cielo” (versión en Español). Se puede ver en Netflix, adquirir DVD y Libro en cualquier tienda o descargar el audio para escucharlo en IVOOX.com.


Se muestra la historia de Eddie (83 años), un hombre viudo, quien trabaja en el parque de atracciones y ha pasado toda su vida en este lugar. Su vida acaba de forma trágica al salvar a una niña que está a punto de ser atropellada por un coche de la montaña rusa, pero ahora, Eddie se encuentra en el cielo, paraíso que aparece como el lugar donde, por fin, entendemos el sentido de nuestra vida en la tierra. . . . 

Eddie se encuentra con las cinco personas que más han influido en su vida, de forma directa pero también indirecta, sin que él se diera cuenta. Y entonces surgen dos preguntas: 
1 ¿De qué manera nuestra vida está ligada a la de gente que no conocemos? 
2 ¿Cómo influyen nuestras decisiones en la vida de otras personas?

Primera persona: Hombre azul del circo
Segunda persona: Capitan del ejercito
Tercera persona: El padre de Eddie
Cuarta persona: La esposa
Quinta persona: La niña quemada en la cabaña.


Finalmente, puedo decir: "Padre, si conocieras como te amo", apoyado en la letra de esta canción.

Para ver el video en Youtube (Hermana Glenda Oficial) y escuchar la canción durante la presentación musical en República Dominicana, hacer clic en "SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS" (Hermana Glenda)

Si conocieras como te amo, 
si conocieras como te amo, 
dejarías de vivir sin amor.
si conocieras como te amo,
si conocieras como te amo 
dejarías de mendigar cualquier amor. 

si conocieras, como te amo, 
como te amo serias mas feliz. 



Si conocieras como te busco, 
si conocieras como te busco 
dejarías que te alcanzara mi voz. 

si conocieras como te busco, 
si conocieras como te busco 
dejarías que te hablara al corazón,
si conocieras, como te busco, 
como te busco escucharías mas mi voz. 



Si conocieras como te sueño 
me preguntarías lo que espero de ti. 
si conocieras como te sueño 
buscarías lo que he pensado para ti. 

Si conocieras como te sueño, 
como te sueño pensarías mas en mi.



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