miércoles, 22 de febrero de 2017

SI CONOCIERAN AL PADRE

Conoceremos al padre por nosotros mismos, cuanto nos ama Dios Padre, no para que seamos buenos, ni porque lo seamos, no es como un padre humano que quiere más si se portan bien, sino que es un amor gratuito, infinito, entrañable y maravilloso.

Jesús descubre en Dios, a un Padre, cercano y ya no somos sus siervos, sino sus hijos, hermanos de Jesús en su inmenso amor. Nos muestra además que sin importar que tan lejos hayamos estado de Dios, sin importar que tantas cosas buenas o malas hayamos hecho, sin importar el haber malgastado nuestra herencia o nuestra vida. Dios Padre, nos está esperando, sin reproches, sin regaños, su amor, el verdadero, es sin condiciones, y sólo quiere que volvamos a casa, para abrazarnos, para besarnos, para decirnos que nos ama, y darnos el lugar que nos corresponde como hijos.

A veces estamos cansados de buscar en lugares equivocados el amor verdadero, la noticia es que sólo en Dios podemos encontrar la paz, el amor, la felicidad, y todo lo demás son añadiduras y bendiciones que Él utiliza para brindarnos eso que queremos, eso que desea nuestro corazón, pero es importante no desviar nuestra mirada de Él. Del Padre amoroso que sabe lo que nos conviene, lo que nos es para bien, y a veces le pedimos cosas que no son buenas para nosotros y por eso él no las concede, y a veces pedimos poco pero él tiene mucho para darnos. Y debemos estar atentos a lo que él nos da para tomarlo, el libre albedrío tiene mucho que ver también en recibir las bendiciones que nos pone en el camino.

Nuestra historia acontece junto al pozo del agua viva y solo puede encontrarse en un pozo vivo. Jesús es ese pozo vivo, Jesús es agua viva que Dios ha enviado para derramarla sobre cántaros humanos, cántaros de carne y hueso, e involucra tres  personajes de la historia humana, que en su tiempo y generación, gustaron y bebieron del agua viva.

LA EXPERIENCIA DE JACOB

Jacob quien construyó el pozo, representa la lucha del hombre con su propia naturaleza en su búsqueda de Dios,  y refleja la obra del  Espíritu Santo guiándolo para alcanzar este objetivo divino.

Jacob es  ejemplo de como el hombre procura con su astucia y engaño (habilidades humanas)  erróneamente  alcanzar la bendición de Dios, resistiendo la sabiduría y consejo divino, y prolongando el proceso hasta el pleno quebrantamiento de su alma, que para  Jacob, significaron largos 20 años bajo la disciplina de  su amor.

Este proceso culminará exitosamente para Dios en Peniel, lugar donde lo confrontará consigo mismo y salvará su alma. Desde ese día Jacob será llamado Israel (príncipe de Dios) y pasará  a formar parte del linaje divino sobre esta tierra. En Peniel Jacob tocó fondo en su vida, pero también fue el lugar donde se encontró con Dios cara a cara, y  pudo beber su  AGUA VIVA,  salvar su alma, y ser transformado en un príncipe de Dios. Ese fue  el verdadero Pozo de Jacob,  que dejó como herencia a su hijo José.

LA EXPERIENCIA DE JOSÉ

José fue un hijo amado, deseado y quien heredó el pozo vivo. Fue un joven cercano al corazón de su padre,  soñador y positivo para enfrentar la vida, pero su actitud despertaría la envidia y el celo de sus hermanos, que procurarían su mal y su muerte.

Como consecuencia de ello, José, sería confrontado a  la muerte en un pozo donde experimentaría la misericordia de Dios, fue ese el lugar donde comenzó  a beber de  su agua viva, que lo sostendría, y sustentaría  durante largos y penosos años en Egipto vendido por sus hermanos. Jehová estaría con José.

En Egipto, gustará  las agua turbias del Nilo, aguas de incomprensión, de amarguras, de injusticias y deslealtades, que lo llevarán a padecer en una cárcel. Es en ese lugar donde tocará fondo su vida y valorizará realmente  la herencia de la fe de su padre  el poder disponer de un pozo de agua viva, Agua  que  sustenta  donde quiera que la vida te disponga. Ese Pozo de Agua Viva  fue la verdadera fuente de gracia, sabiduría, e inteligencia, que hizo de José un hombre fructífero, y le guió para alcanzar los designios divinos para su vida y para su pueblo en Egipto.

LA EXPERIENCIA DE LA MUJER SAMARITANA

Creció en la ambigüedad religiosa de su tiempo y su discriminación social.

Su deficiencia de amor y la falta de sentido en su vida, la llevaron a sobrepasar los límites morales de su época, experimentó cinco maridos y un conviviente, que no satisficieron en nada sus expectativas de la vida. 

El  peso de su conciencia, la vergüenza y baja autoestima,  le hacían venir al pozo al intenso calor del  mediodía  para evitar encontrarse con otras personas en búsqueda de agua necesaria para su sobrevivencia,  pero insuficiente para satisfacer las reales necesidades de su alma.

¿Cuántas noches de soledad  y angustia, elevaría con vergüenza sus ojos al cielo en búsqueda de una respuesta para su vida?
¿Cuántas lágrimas derramadas por sus permanentes frustraciones?

Jesús conocía su corazón, y preparó ese momento del cielo para su vida, para brindarle una oportunidad  de conocer el verdadero pozo de Jacob, y la verdadera agua que contiene.
Cómo retumban en medio de los siglos sus palabras: 
“¡SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS!  tú le pedirías agua viva, y Él saciaría de verdad las necesidades de tu vida”. Esas palabras partieron su alma, como una espada penetraron en su corazón. Eran palabras de agua viva, el pozo del cielo se abría frente a sus ojos y podía beber lo que nunca había bebido y saciar su alma en Dios.

Esa mujer nunca volvió a ser la misma, porque  quién bebe de esa agua nunca vuelve a tener sed, es en él una fuente que salta para vida eterna. Salió corriendo, dejó su cántaro, porque ahora ella era el cántaro que contenía esta verdadera agua viva, para compartir y contar la maravillosa experiencia vivida.

Objetivo: Dejarse amar y saberse amados por el Padre Bueno

Solo los amados aman y solo los felices hacen feliz a los demás y comenzamos diciendo: 

Te pido Señor tu presencia y ayuda, iniciando esta lectura y 
atención en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Nota: siempre será aconsejable  limpiar nuestra casa interior, porque sólo estando vacía pueda ser llenada por Dios. En concentración y soledad, dispongámonos a silenciar nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro corazón.

Ejercicio de Silencio Interior: 
Soltar los frenos

Con frecuencia, sin darte cuenta, te encontrarás con la frente arrugada, los hombros encogidos, el estómago apretado, los brazos rígidos, todo el cuerpo tenso. Eres exactamente igual a un automóvil que avanza con los frenos puestos. 

¡Despierta!, toma conciencia de que caminas con los frenos puestos. Ahora mismo suelta todos los frenos, suéltate de un golpe, de arriba abajo, todo entero.

Este acto tan simple como beneficioso pueden hacerlo en cualquier momento, en cualquier lugar: al detenerte ante un semáforo, cuando vas en el metro, durante un espectáculo deportivo, muchísimas veces durante las horas de trabajo, en una entrevista importante, en la cama cuando no puedas dormir, etc. Es tan fácil.


Canto 54 del Libro: Cantoral del Tallerista
VEN, ESPIRITU SANTO

Ven, Espíritu Santo creador,
a visitar nuestro corazón,
repleta con tu gracia viva y celestial,
nuestras almas que Tú creaste por amor.

Tú que eres llamado Consolador,
don del Dios Altísimo y Señor,
vertiente viva, fuego que es la caridad,
y también espiritual y divina unción.

En cada sacramento te nos das,
dedo de la diestra paternal.
Eres Tú la promesa que el Padre nos dio, 
con tu palabra enriqueces nuestro cantar.

Nuestros sentidos has de iluminar,
los corazones enamorar,
y nuestro cuerpo, presa de la tentación,
con tu fuerza continua has de afirmar.

Lejos al enemigo rechazad,
tu paz danos pronto, sin tardar,
y siendo Tú nuestro buen guía y conductor,
evitemos así toda sombra de mal.

Concédenos al Padre conocer,
a Jesús, su hijo comprender,
y a Tí, Espíritu de ambos por amor,
te creamos con ardiente y sólida fe.

Al Padre demos gloria, pues es Dios,
a su hijo que resucitó,
y también al Espíritu consolador
por todos los siglos de los siglos, honor.

Amén.


PALABRA DE DIOS
La palabra de Dios Es luz que ilumina, pan que alimenta, fuego que da calor, camino que guía, es vida eterna. El texto Bíblico es tomado del Evangelio de Lucas, donde se nos muestra el Amor de Dios a través de tres parábolas, abramos nuestros ojos, nuestras mentes y sobre todo nuestros corazones con la ayuda de Dios y acojamos estas palabras:

Lucas 15 (1- 24)

(1) Muchos recaudadores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para oírlo, 
(2) de modo que los fariseos y los maestros de la ley se pusieron a murmurar: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos».
Parábola de la oveja perdida
(3) Él entonces les contó esta parábola: 
(4) «Supongamos que uno de ustedes tiene cien ovejas y pierde una de ellas. ¿No deja las noventa y nueve en el campo, y va en busca de la oveja perdida hasta encontrarla? 
(5) Y, cuando la encuentra, lleno de alegría la carga en los hombros 
(6) y vuelve a la casa. Al llegar, reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo; ya encontré la oveja que se me había perdido”. 
(7) Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.
Parábola de la moneda perdida
(8) »O supongamos que una mujer tiene diez monedas de plata y pierde una. ¿No enciende una lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? 
(9) Y, cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: “Alégrense conmigo; ya encontré la moneda que se me había perdido”. 
(10) Les digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente.
Parábola del hijo perdido
(11) »Un hombre tenía dos hijos —continuó Jesús—. 
(12) El menor de ellos le dijo a su padre: “Papá, dame lo que me toca de la herencia”. Así que el padre repartió sus bienes entre los dos. 
(13) Poco después el hijo menor juntó todo lo que tenía y se fue a un país lejano; allí vivió desenfrenadamente y derrochó su herencia.
(14) »Cuando ya lo había gastado todo, sobrevino una gran escasez en la región, y él comenzó a pasar necesidad. 
(15) Así que fue y consiguió empleo con un ciudadano de aquel país, quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. 
(16) Tanta hambre tenía que hubiera querido llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero aun así nadie le daba nada. 
(17) Por fin recapacitó y se dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre! 
(18) Tengo que volver a mi padre y decirle: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. 
(19) Ya no merezco que se me llame tu hijo; trátame como si fuera uno de tus jornaleros”. 
(20) Así que emprendió el viaje y se fue a su padre. »Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó. 
(21) El joven le dijo: “Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo”. 
(22) Pero el padre ordenó a sus siervos: “¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. 
(23) Traigan el ternero más gordo y mátenlo para celebrar un banquete. 
(24) Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”. Así que empezaron a hacer fiesta.


Reflexión personal:
¿Qué me dice a mi este texto que acabo de leer?

Para los personajes principales (el hombre de la oveja, la mujer de la moneda y el padre del hijo prodigo), de las parábolas de Jesús, sus amigos y vecinos constituían la comunidad amada, a la cual, se acercaron para celebrar la recuperación de la oveja, de la moneda perdida y el regreso del hijo. 

Nuestros hogares deberían ser comunidades en donde se pueda celebrar, compartir y trabajar por el bien del otro, en donde todos tengan la libertad de expresarse y en donde el amor de Jesús esté presente en todos los integrantes del hogar y en todas nuestras actividades.

Los vecindarios, en un deseo muy hermoso, podrían ser verdaderas comunidades de apoyo, en donde todos nos podamos conocer, ayudarnos y alentarnos.

Los lugares de trabajo, aunque la finalidad sea obtener una ganancia o cobrar un salario, deben ser espacios en los que podamos celebrar juntos los logros de la persona a la que le va bien y animar juntos a la persona que fracasa.

Por lo anterior, considero que cada uno de nosotros, estamos llamados a ser:
"las manos de Jesús para ayudar al necesitado, 
los ojos para ver al que está a nuestro lado, 
sus oídos para escuchar a los demás, 
la voz para infundir esperanza a los demás y 
sus pies para llevar paz y bendición a los demás".

Tiempo de orar escribiendo:

Invoquemos al Espíritu Santo y dediquemos al menos 15 minutos para escribirle a nuestro Padre Dios, inspirados en lo que Él nos acaba de decir en la lectura anterior. El amor de Dios es acogedor, nos acepta como somos y desea siempre nuestra felicidad.

Carta al Padre basada en la parábola del hijo pródigo

Señor 
Tu misericordia es infinita como lo muestra Jesus en la parábola del hijo pródigo, porque me deja ver un corazón lleno de amor por parte del padre al recibir y abrazar al hijo que estaba ausente y ahora regresa a casa.

Gracias te doy Señor porque me diste un corazón lleno de amor para desempeñar y cumplir a cabalidad el papel de padre de familia que un día asumí como una responsabilidad,  también por concederme la gracia de entender a mis hijos en cada una de las circunstancias vividas durante su crecimiento con amor de padre para transmitir valores morales y principios éticos, en el marco de un hogar y hoy cuando ya son personas adultas, son seres de bien en la sociedad para orgullo personal de la familia. 


Canto 48 del Libro: Cantoral del Tallerista
SI, ME LEVANTARE

Sí, me levantaré.
Volveré junto a mi Padre.

A ti, Señor, elevo mi alma,
tú eres mi Dios y mi salvador.

Mi corazón busca tu rostro;
¡oye mi voz, Señor, ten piedad!

A ti, Señor, te invoco y te llamo:
¡Tú eres mi roca, oye mi voz!

No pongas fin a tu ternura,
haz que me guarde siempre tu amor.



Oración 2 del Libro Encuentro - Manual de oración: 
PADRE

¿Cómo te llamaré, oh Tú, 
que no tienes nombre? 
Aquel que salió de los abismo de tu soledad, 
tu enviado Jesús, nos dijo 
que eras y te llamabas Padre. 
Fue una gran noticia. 

En la quieta tarde de la eternidad, 
mientras eras vida y fuego en expansión, 
yo vivía en tu mente, 
me acariciabas como en sueño de oro 
y mi nombre lo llevabas escrito 
en la palma de tu mano derecha 
Yo no lo merecía 
pero Tú ya me amabas sin un por qué, 
me amabas como se ama a un hijo único.

Desde la noche de mi soledad 
levanto mis brazos para decirte: oh Amor, 
Padre Santo, mar inagotable de ternura, 
cúbreme con tu Presencia, 
que tengo frío, 
y a veces todo me da miedo. 
Dicen que donde hay amor, no hay temor; 
¿por qué, entonces, estos negros corceles 
me arrastran hacia mundos ignorados 
de ansiedades, miedos y aprensiones? 
Padre querido, ten piedad 
y dame el don de la paz, 
la paz de un atardecer. 

Yo sé que Tu eres la Presencia Amante, 
El Amor envolvente, 
bosque infinito de brazos. 
Eres perdón y comprensión, 
seguridad y certeza, júbilo y libertad.
Salgo a la calle y Tú me acompañas; 
me enfrasco en el trabajo 
y quedas a mi lado; 
en la agonía y más allá 
me dices: aquí estoy, contigo voy.

Aunque intentara evadir tu cerco de amor 
aunque escalara montañas o estrellas, 
aunque volara con alas de luz, 
es inútil...
en un acoso ineludible 
me circundas, inundas y transfiguras. 

Me dicen que tus pies caminaron 
por los mundos y los siglos 
detrás de mi sombra huidiza 
y que cuando me encontraste 
el cielo se deshizo en canciones. 
Con tanta buena noticia 
me has tornado 
en un hijo prodigiosamente libre. 
Gracias. 

Y ahora derriba mis viejos castillos, 
las altas murallas de mis egoísmos 
hasta que no quede en mí 
ni polvo de mí mismo, 
y pueda así ser transparencia 
para mis hermanos. 

Y entonces, al pasar 
por los desolados mundos 
también yo seré ternura y acogida, 
alumbraré las noches de los peregrinos, 
diré a los huérfanos: “Yo soy tu madre”, 
daré sombra a los extenuados, 
patria a los fugitivos, 
y los que carecen de hogar 
se cobijarán bajo el alero de mi tejado.

Tú eres mi Hogar y mi Patria. 
En ese hogar quiero descansar 
al término del combate. 
Tú velarás definitivamente mi sueño, 
oh Padre, eternamente amante y amado. 
Amén. 



MODALIDAD DE ORACIÓN
Oración Escrita 

Se ora escribiendo, se escribe orando, comenzando con la invocación al Espíritu Santo y pidiendo su ayuda. Simplemente escribir lo que quiero decirle al Señor

Hablar con Dios escribiéndole ¿y cómo se hace? Como escribiendo una carta Y no cualquier carta, sino una carta a quien amamos. Si hemos estado enamorados, tratemos de imitar esa misma modalidad, escribámosle a quien nos ama, diciéndole lo que queremos decirle, siendo naturales y escribiéndole poco o mucho, pero diciéndole todo lo que queremos decirle a quien ya sabemos que nos ama y está esperando esa carta con entusiasmo e interés.

Utilicemos nuestro cuaderno espiritual (aunque en estos tiempos modernos también pueden utilizar otros medios electrónicos, escribiéndole un email a Dios), es más bonito tomar papel y lápiz, y escribir a mano.

Esta modalidad se recomienda utilizarla cuando existe mucha dispersión en nuestra mente, ya que escribir ayuda a concentrarnos:
a) leer el texto bíblico del mensaje de hoy preguntándonos ¿Qué me dice a mi?, 
b) Invocar al Espíritu Santo, 
c) Escribir la primera carta u oración escrita para Dios inmediatamente después.


Oración 46 del Libro Encuentro - Manual de oración:  
TRANSFIGURACIÓN

Señor, una vez más estamos juntos. 
Juntos estamos Tú y yo, Tú y mis hermanos. 
Tu vida ha penetrado en mi vida. 
Mi historia es tan banal, tan vacía, 
tan mediocre. 
Y ni siquiera tengo historia. 

A veces, hasta me pregunto 
si mi vida tiene sentido. 
¡Tanto vacío, tanta complicación, 
tanta infidelidad! 
Pero cuando estoy contigo es como 
si el entusiasmo, 
el ánimo, renacieran, revivieran. 

Y hoy he visto con mis hermanos, 
con Pedro, Santiago y Juan, 
tu semblante transfigurado, 
iluminado, resplandeciente. 
Tú, Señor Jesús, Tú eres el Dios de toda luz. 
Tú el Dios de toda claridad y belleza.

Es bueno estar a tu lado, 
es bueno convivir contigo. 
Pero, mejor aún, Señor. 
mejor aún es tener la certeza de que 
estás conmigo en la vida, 
por tu gracia, por tu amor. 
Es bueno estar seguro 
de que también mi rostro 
ha de ser un rostro transfigurado, 
iluminado, resplandeciente , 
en la medida en que Tú 
me vas transformando. 

Libremente, alegremente, 
jubilosamente te suplico, que yo me vaya 
identificando cada vez más contigo, 
hasta el punto de poder decir 
con los apóstoles: 
“ ¡Qué bien estamos aquí, Señor!”. 


Hacer clic en "SI CONOCIERAN AL PADRE", para ver el video en Youtube (Regalos 40) y escuchar el mensaje en la voz del Padre Ignacio Larrañaga, presentando las siguientes ideas:

a) Jesús nos revela el amor del Padre
b) Comparaciones y parábolas
c) No sé de qué otra manera decirles
d) Así habló Jesucristo
e) Profunda nostalgia por el Padre
f) Al final todo será AMOR

Esta semana probablemente hemos dedicado un poco más de tiempo, ya que al escribir nos concentramos en ello, y no todos escribimos rápido, y mientras más amamos, más nos tardamos, más queremos escribirle, saludarlo, contarle cosas nuestras, pedirle también, y se nos va el tiempo en esa carta con amor a quien sabemos que nos ama inmensamente y que está esperando esa carta (o ese momento a solas con nosotros en nuestra oración).

Un ejemplo para la práctica de esta semana 2, de como mi Padre y Buen Dios me habló en la Biblia y como Yo respondí con una carta diaria, sería el siguiente:

Yo leí el texto Romanos 8 (26-29)

Dios me dijo que es su Espíritu quien me va a ayudar en mi debilidad, que no sé pedir lo que me conviene, pero es su Espíritu divino quien me ayudará en esto y es quien intercede por mí, ya que es Dios quien sabe lo que más desea mi corazón y conforme a su voluntad va a interceder por mí.

Me dijo que todo me ayudará para bien (aún las cosas que yo veo como malas), sobre todo si Él me ha escogido, y yo quiero ser escogido. Para ser llamado a seguir la imagen de Jesús como hijo, para ser justificado (de todos mis pecados) ante Dios que es bueno! Para que él este conmigo, y para que Jesús interceda por mí!. Nada podrá separarme del amor de Dios!

Después de esto, escribí una carta a mi Padre y buen Dios, diciéndole:

Cristo Jesús, fuiste Tú el primer solidario. Renunciando a los esplendores de la divinidad, te hiciste solidario del hombre, pobre peregrino con su soledad a cuestas, participando en la caravana de la existencia humana hasta las últimas consecuencias. 


Canto 16 del Libro: Cantoral del Tallerista
ESCUCHA, HERMANO

Escucha hermano, la canción de la alegría,
el canto alegre del que espera un nuevo día.

Ven canta, sueña cantando,
vive soñando el nuevo sol.
En que los hombres volverán
a ser hermanos.

Busca en tu vida un nuevo rumbo cada día
para que juntos canten todos de alegría.

Siembra en la vida una nueva melodía,
que aquí en la tierra 
has de encontrar el nuevo día.



Oración 50 del Libro Encuentro - Manual de oración:  
ESTÁS CON NOSOTROS

Estás con nosotros todos los días 
hasta el fin del mundo. 
Estás con nosotros, Omnipotencia divina, 
con nuestra fragilidad.

Estás con nosotros, amor infinito, 
que nos acompañas en todos nuestros pasos.

Estás con nosotros, protección soberana 
y garantía de éxito en las tentaciones.

Estás con nosotros, energía que sostiene 
nuestra vacilante generosidad. 

Estás con nosotros, 
en nuestras luchas y fracasos, 
en nuestras dificultades y pruebas. 

Estás con nosotros 
en nuestras decepciones y ansiedades 
para devolvernos el coraje. 

Estás con nosotros en las tristezas 
para comunicarnos el entusiasmo 
de tu alegría. 

Estás con nosotros en la soledad 
como compañero que nunca falla. 

Estás con nosotros 
en nuestra misión apostólica 
para guiarnos y sostenernos. 

Estás con nosotros 
para conducirnos al Padre 
por el camino de la sabiduría 
y de la eternidad. 
Amén.



Reflexion

MODO PRÁCTICO Y SENCILLO DE ORAR

1 - Orar es la aproximación al misterio de Dios. Y Dios es amor. El orante se sabe esperado por el Amor. La oración se convierte en una relación amistosa y frecuente con quien nos ama.

Orar es posible para todos. El ser humano tiene una capacitación radical para orar, pues la tiene para amar. Por eso urge encontrar tiempo, darle prioridad. Y «el tiempo del amor se mide por horas» (Diego Hernández, SD).

Lo que importa no es el qué, sino el quién con quién. No es trato de asuntos, sino de personas. Comienza tomando conciencia de quién es Él y quién eres tú. Esto diferencia al rezador ocasional del orante. Caer en la cuenta del quién de Dios te ayudará a comprender el quién propio. Así nace la humildad. Y así comienza todo. La oración es la puerta de la vida interior. La única puerta que da acceso al encuentro con Dios, cuya cita es dentro de ti.

Te diré una cosa: «eres lo que oras» (Santa. Teresa) ¿No oras? Ya sé, no eres. Sólo estar con Dios te construye para todo lo que después debes realizar. Si te parece más comprensible te lo diré de otro modo: «eres lo que amas. Amas cosa, eres cosa. Amas Dios, eres Dios». (San Juan de la Cruz). Has sido hecho para tratar con Dios. Ese trato te hace persona.

2 - Ya estás en oración. Basta ESTAR. Buscar la buena compañía del Señor. Caer en la cuenta de que Él está presente, vuelto hacia ti. Presencia de todo el ser. Y ésto dentro, donde se dan los verdaderos encuentros. Cualquier otro encuentro que no sea dentro se hace banal. En la intimidad. En la mismidad. Orar es estar. Abre todo tu ser y vuélvete a su presencia.

3 - Estar con Dios es sencillo. Pero a los principios cuesta. Añádele el querer. QUERER ESTAR. Lo sé porque a mí también me ha pasado. Te pones inquieto, se endurece el asiento, te comen los nervios. Parece que has pasado mucho tiempo fuera de casa y no sabes regresar.

Te propongo acentuar la voluntad. QUERER ESTAR. Sí, desear e intentar estar con el Señor. Esta es la esencia de la oración. Si la voluntad quiere estar, aseguramos la oración. Del mismo modo desear ser bueno es comenzar a serlo. Dios valora mucho esos ratos a solas con Él, aunque parezcan un poco inadvertidos, que no arrastran a toda la persona, por despistado que estés. En la voluntad está el bien y el mal. Desea querer estar con Dios y lo estarás.

4 - Una cosa más. MIRAR. No te disperses en razonamientos ni consideraciones. El amar es el fin del pensar. Y se llega más pronto al amor mirando que pensando. Hay que llegar cuanto antes, con la mayor sencillez y hondura al acto de orar, que es encontrarme con Él. Pues eso, mírale. Que no es otra cosa que devolverle la mirada. Los que oran están viendo que Dios les mira amorosamente. Advierte la presencia de Dios que vive atento y vuelto hacia ti.

Para mirar puedes utilizar los ojos de la cara o los del alma. ¡Cuánto dice sin hablar el Niño del pesebre de Belén! ¡Cuánto dice la contemplación del crucificado! ¿De qué te habla la puerta del Sagrario?

Sabes que mirar es contemplar. Carlos de Foucauld, un contemplativo, dice: «Yo no sé si alguien puede contemplarte desnudo y pobre en Belén y en la cruz y seguir siendo rico. Yo sólo sé que yo no puedo». Es decir que, si le miras mucho el resultado es un cambio transformativo de tu corazón.

Y ¿Sabes una cosa? A Jesús no le da igual que estés o no con Él. Lo desea mucho más que tú. Se goza con tu compañía. Y, sin darte cuenta, el trato con Dios te diviniza. Y los hermanos te encontrarán muy suyo por ser tan de Dios.



Bendición 
Números 6 (24-26):

El Señor nos bendiga y nos guarde
Ilumine su rostro sobre nosotros,
Y se apiade de nosotros.
Nos muestre su rostro y nos conceda la Paz.


En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.


Hacer clic en cada uno, para leer otros temas complementarios:


PRÁCTICA SEMANAL - SI CONOCIERAN AL PADRE
SER AMADOS Y AMAR
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