sábado, 4 de marzo de 2017

PEREGRINOS DE LA FE

Aprenderemos por experiencia propia, no porque nos cuenten, lo que implica la fe. Y si Dios quiere nos dará la gracia de la fe. Debo decir que Dios no da las cosas por arte de magia, sino que da oportunidades para adquirir la fe.

“De cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: pásate de aquí allá y se pasara y nada os será imposible”

Dios reparte una medida de fe a cada individuo por diseño divino, pero por causa del pecado el hombre pierde su dimensión espiritual y solo puede aplicar su fe en el plano natural conforme a sus cinco sentidos.

Si así no fuera, ¿Trabajarías todo un mes, sino creyeras que al final recibirás el pago correspondiente?
Si así no fuera, ¿Aceptarías un tratamiento médico y medicamentos que desconoces completamente?
Todo eso obedece a una fe natural.

Cuando nacemos de Dios, espiritualmente, Dios nos imparte su fe, como un fruto y un don de su Espíritu, que nos permite ver, entrar y tocar lo sobrenatural. Porque es en ese plano donde están todos los recursos divinos para vivir y cumplir su propósito sobre esta tierra, es en Cristo, en los lugares celestiales, donde  Dios nos ha sentado y bendecido. No olvidemos que todo lo que fue hecho y vemos, fue hecho de lo que no se ve.

La fe, es ese sexto sentido que nos permite conocer y experimentar todo lo de Dios sobre esta tierra. Lo que recibimos y vivimos en Dios es proporcional al nivel de crecimiento de nuestra fe.

Todos recibimos una medida de fe, una semilla de fe de Dios. Dios sembró su simiente en nuestro corazón.

“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” Romanos 12 (3)

Pero al igual que la parábola de los talentos, es responsabilidad de cada uno cultivarla, desarrollarla y hacerla crecer, porque: “el reino de Dios es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomo y sembró en su campo, el cual a la verdad es la mas pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, es la mayor de las hortalizas y se hace árbol de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas” Mateo 13 (31-32).

Así también la fe, Dios  siembra una semilla, una medida en nuestro corazón, y esta debe crecer como la semilla de mostaza, debe llegar a ser fuerte, sólida como un gran árbol, y generar refugio y multiplicación de la vida de Dios en sus ramas. 

Como Dios declaró a Abraham y por fe lo alcanzó: “De cierto te bendeciré y serás bendición” 

¿Podrían las aves anidar en una semilla?
¿Podrían las aves hacer nido en una pequeña hortaliza?
¿Podría una fe pequeña afectar el reino de las tinieblas, producir y multiplicar la vida de Dios para los demás?

Un ejemplo de esto es lo que ocurrió con los discípulos en Mateo 17 (14-21) donde no pudieron ayudar a un padre desesperado por su hijo poseído por un demonio que le atormentaba, tirándole al fuego y al agua.

Jesús declaró: "Oh generación incrédula? ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros?. Jesús le dijo a ese padre: "Si puedes creer, al que cree todo le es posible" a lo que el padre respondió: Creo, ayuda mi incredulidad.

Una vez que Jesús le libera los discípulos le preguntan, ¿Porqué  nosotros no pudimos echarlo fuera?. La respuesta de Jesús fue simple: por vuestra poca fe. Una fe pequeña no puede manifestar el reino de Dios, no puede traer el bien de Dios sobre esta tierra, como tampoco puede hacer retroceder las tinieblas.

Sin duda una fe pequeña, no moverá ningún monte, que representa los problemas y dificultades que la vida nos depara. Se necesita una fe crecida, fuerte y sólida, para resistir las acechanzas del diablo y apagar todo dardo de fuego del maligno. Entendiendo que nuestra verdadera lucha en la vida es contra principados, potestades, gobernadores de las tinieblas y huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Una fe pequeña solo produce confusión en las crisis, nos ciega respecto al verdadero blanco de nuestra lucha espiritual, produce religiosidad.

Cuando los discípulos entendieron esta verdad, le pidieron a Jesús que les aumentara la fe, a lo que Jesús una vez más reitera su enseñanza: “Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podrías decir a este sicómoro: Desarráigate, plántate en el mar; y os obedecería”. Lucas 17 (5-6).

¿Cómo podemos crecer en la fe?

Jesús le dijo a sus discípulos que sin Oración y ayuno este  género, esta generación, no será afectada por el Reino de Dios. Necesitamos orar y ayunar. Sin una relación y comunión con el Señor ¿Cómo podría crecer nuestra fe?  Si Él es la fuente, si Él es nuestra fe.

Una relación es oración, una relación es comunión con Él. “Si permanecen en mí y Yo permanezco en ustedes, entonces llevarán fruto y ese fruto permanecerá, porque sin mí nada podrán hacer”

Para poder tener una relación con el Señor, tú necesitas ayunar, necesitas ayunar de aquellas cosas que ocupan tu tiempo y te apartan del Señor. Ayunar de la TV, ayunar de los amigos, del deporte, ayunar del trabajo que nos absorbe, ayunar del Internet, de todas las redes sociales y tecnologías actuales, etc., que nos roban el tiempo y la vida, y nos impiden pasar  tiempo con el Señor y su Palabra. No digas entonces, no tengo tiempo, porque todos tenemos 24 horas al día, el problema es qué hacemos, y cómo administramos nuestro tiempo, y qué o quién es nuestra prioridad o tesoro en la vida.

Objetivo: Creo, pero aumenta mi fe

* Creer es entregarse
* La fe se vive entre penumbras y silencio
* Sólo se entiende de rodillas y a Dios no se le puede ver Cara a Cara
* Adicción personal

Comenzamos siempre con lo más importante diciendo: 

Te pido Señor tu presencia y ayuda, iniciando esta lectura y 
atención en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Antes de comenzar cualquier oración diaria y todas las lecturas semanales, siempre será aconsejable limpiar nuestra casa interior, porque sólo estando la casa vacía pueda ser llenada por Dios.


Ejercicio de Silencio Interior: 

En soledad, dispongámonos a silenciar nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro corazón, este día a través de un canto en nuestra mente, lentamente 2 o 3 veces cantamos con los ojos cerrados:

Hacer clic en "BAUTIZAME SEÑOR CON TU ESPIRITU" para ver video en Youtube (Faba Marin) con subtítulos de la letra de la canción:

Inúndame Señor con tu espíritu, 
Inúndame Señor con tu espíritu, Inúndame Señor con tu espíritu
Inúndame Señor con tu espíritu 
y déjame sentir el fuego de tu amor, aquí en mi corazón Señor, 
y déjame sentir el fuego de tu amor, aquí en mi corazón Señor. 


Bautízame Señor con tu espíritu, 
Bautízame Señor con tu espíritu, Bautízame Señor con tu espíritu 
Bautízame Señor con tu espíritu 
y déjame sentir, el fuego de tu amor, aquí en mi corazón Señor, 
y déjame sentir, el fuego de tu amor, aquí en mi corazón Señor. 

Transfórmame Señor con tu espíritu, 
Transfórmame Señor con tu espíritu, Transfórmame Señor con tu espíritu, Transfórmame Señor con tu espíritu  
y déjame sentir, el fuego de tu amor, 
aquí en mi corazón Señor, 
y déjame sentir, el fuego de tu amor, aquí en mi corazón Señor. 


Cuando vuelva a abrir sus ojos hágalo lentamente, ya que si lo hace muy rápido puede dolerle la cabeza y el ejercicio será contraproducente.


Canto 27 del Libro: Cantoral del Tallerista
INÚNDAME, SEÑOR, CON TU ESPIRITU

Inúndame, Señor, con tu Espíritu
Inúndame, Señor, con tu Espíritu
Inúndame, Señor, con tu Espíritu
Inúndame, Señor, con tu Espíritu

y déjame sentir
el fuego de tu amor
aquí en mi corazón Señor.

y déjame sentir
el fuego de tu amor
aquí en mi corazón Señor.



Oración 11 del Libro Encuentro - Manual de oración: 
LOS QUE CREEN

Felices lo que no te vieron, y creyeron en Ti. 
Felices los que no contemplaron, 
tu semblante 
y confesaron tu divinidad. 
Felices los que, al leer el Evangelio, 
reconocieron en Ti a Aquel que esperaban. 
Felices los que, en tus Enviados, 
divisaron tu divina presencia. 

Felices los que, en el secreto de su corazón, 
escucharon tu voz y respondieron. 
Felices los que, 
animados por el deseo de palpar a Dios, 
te encontraron en el misterio. 
Felices los que, 
en los momentos de oscuridad, 
se adhirieron más fuertemente a tu luz. 

Felices los que, 
desconcertados por la prueba, 
mantienen su confianza en Ti. 
Felices los que, 
bajo la impresión de tu ausencia, 
continúan creyendo en tu proximidad. 
Felices los que, no habiéndote visto, 
viven la firme esperanza de verte un día. 
Amén. 


PALABRA DE DIOS

La palabra de Dios es luz que ilumina, pan que alimenta, fuego que da calor, camino que guía, es vida eterna. El texto Bíblico es tomado esta semana del Éxodo, donde se nos muestra la fe, es un texto lleno de simbolos y significados en torno al misterio de la fe. Se muestra la presencia de Dios mediante una nube que cubría la tienda. Moisés hablaba con Dios con confianza, habiendo obtenido una predilección especial, con gracia ante sus ojos, abramos nuestros ojos, nuestras mentes y sobre todo nuestros corazones con la ayuda de Dios y acojamos estas palabras:

Éxodo 33 (7-23)

(7) Moisés tomó una tienda de campaña y la armó a cierta distancia fuera del campamento. La llamó «la Tienda de la reunión con el Señor». Cuando alguien quería consultar al Señor, tenía que salir del campamento e ir a esa tienda. 
(8) Siempre que Moisés se dirigía a ella, todo el pueblo se quedaba de pie a la entrada de su carpa y seguía a Moisés con la mirada, hasta que este entraba en la Tienda de reunión. 
(9) En cuanto Moisés entraba en ella, la columna de nube descendía y tapaba la entrada, mientras el Señor hablaba con Moisés. 
(10) Cuando los israelitas veían que la columna de nube se detenía a la entrada de la Tienda de reunión, todos ellos se inclinaban a la entrada de su carpa y adoraban al Señor. 
(11) Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo. Después de eso, Moisés regresaba al campamento; pero Josué, su joven asistente, nunca se apartaba de la Tienda de reunión.
(12) Moisés le dijo al Señor: ―Tú insistes en que yo debo guiar a este pueblo, pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. También me has dicho que soy tu amigo y que cuento con tu favor. 
(13) Pues si realmente es así, dime qué quieres que haga. Así sabré que en verdad cuento con tu favor. Ten presente que los israelitas son tu pueblo.
(14) ―Yo mismo iré contigo y te daré descanso —respondió el Señor. 
(15) ―O vas con todos nosotros —replicó Moisés—, o mejor no nos hagas salir de aquí. 
(16) Si no vienes con nosotros, ¿cómo vamos a saber, tu pueblo y yo, que contamos con tu favor? ¿En qué seríamos diferentes de los demás pueblos de la tierra?
(17) ―Está bien, haré lo que me pides —le dijo el Señor a Moisés—, pues cuentas con mi favor y te considero mi amigo.
(18) ―Déjame verte en todo tu esplendor —insistió Moisés.
(19) Y el Señor le respondió: ―Voy a darte pruebas de mi bondad, y te daré a conocer mi nombre. Y verás que tengo clemencia de quien quiero tenerla, y soy compasivo con quien quiero serlo. 
(20) Pero debo aclararte que no podrás ver mi rostro, porque nadie puede verme y seguir con vida.
(21) »Cerca de mí hay un lugar sobre una roca —añadió el Señor—. Puedes quedarte allí. 
(22) Cuando yo pase en todo mi esplendor, te pondré en una hendidura de la roca y te cubriré con mi mano, hasta que haya pasado. 
(23) Luego, retiraré la mano y podrás verme la espalda. Pero mi rostro no lo verás».


Reflexión personal:
¿Qué me dice a mi este texto que acabo de leer?

A mi me dijo que existe un lugar apropiado para la comunicación espiritual y cuando las circunstancias alrededor están dadas, como lo son: el momento adecuado y el motivo justo, puedo tener la seguridad y el entendimiento adecuado para saber como actuar frente a ciertas situaciones de la vida. 

En el momento que Yo hablo con Dios como un amigo, presto mucha atención a todas las indicaciones que me muestra en el diario vivir y como Dios no se muestra totalmente, porque no se puede ver, solo hay que reconocerlo dando gracias, ya que el reconocimiento es otra forma de tener fe y estar decididos a colaborar con él, ya que de todas formas nos acompaña.

Oración 16 del Libro Encuentro - Manual de oración: 
ORACIÓN DE LA ESPERANZA

Señor, 
Una vez más estoy delante de tu Misterio. 
Estoy constantemente envuelto 
en tu Presencia 
que tantas veces se torna en ausencia. 
Busco tu Presencia 
en la ausencia de tu Presencia.

Echando una mirada al inmenso mundo 
de la tierra de los hombres, 
tengo la impresión 
de que muchos ya no esperan en Ti. 
Yo mismo hago mis planes, trazo mis metas 
y pongo las piedras de un edificio 
del cual el único arquitecto 
parezco ser yo mismo. 

Hoy día los hombres somos, muchas veces, 
unas criaturas que nos constituimos 
en esperanza de nosotros mismos. 
Dame, Señor, la convicción más profunda 
de que estaré destruyendo mi futuro 
siempre que la esperanza en Ti 
no estuviere presente. 

Haz que comprenda profundamente que, 
a pesar del caos de cosas que me rodea, 
a pesar de las noches que atravieso, 
a pesar del cansancio de mis días, 
mi futuro está en tus manos 
y que la tierra que me muestras 
en el horizonte de mi mañana 
será más bella y mejor. 

Depósito en tu Misterio mis pasos y mis días 
porque sé que tu Hijo 
y mi Hermano 
venció la desesperanza 
y garantizó un futuro nuevo 
porque pasó de la muerte a la vida. 
Amén. 


Canto 9 del Libro: Cantoral del Tallerista
CREO

Creo, aunque todo te oculte a mi fe.
Creo, aunque todo me diga que no.
Porque he basado mi fe
en un Dios inmutable,
en un Dios que no cambia,
en un Dios que es Amor.

Creo, aunque todo subleve mi ser.
Creo, aunque sienta muy solo el dolor.
Porque he fundado mi vida
en palabra sincera,
en palabra de amigo,
en palabra de Dios.

Creo, aunque todo parezca morir.
Creo, aunque ya no quisiera vivir.
Porque el cristiano que tiene
a Dios por amigo, no vacila en la duda,
se mantiene en la fe.

Creo, aunque veo a los hombres odiar.
Creo, aunque veo a los niños llorar.
Porque aprendí con certeza que El
sale al encuentro
en las horas más duras, 
con su amor y su luz.

Creo, pero aumenta mi fe.



MODALIDAD DE ORACIÓN
Oración Auditiva

Se toma una expresión muy evocadora, tiene que ser una frase corta que me diga mucho a mi, algo que haya marcado mi fe, donde he sentido mucho, por ejemplo:
Mi Dios, mi todo
Padre mío, creo en ti
Jesús yo me abandono en ti

Se debe quedar sosegado y como explique limpiar nuestra casa interior (repetir un ejercicio para silenciarse o el canto lento para invocar la presencia del Espíritu Santo)

Pronunciar con mucha concentración la expresión que ha escogido cada 15 segundos (con sonido si está solo, o moviendo sus labios sin sonido si no quiere ser escuchado). Poco a poco irá sintiendo a Dios mismo en la medida que sienta esa expresión, profundamente, intensamente.

Se recomienda momento de expulsar el aire (expirar), cuando nuestro cuerpo queda mas relajado y es por ello, que debemos expresar la palabra, frase o expresión evocadora, que previamente hemos escogido para el ejercicio de la oración auditiva.

El objetivo es sentir su presencia divina, su dulzura, inundándonos.

Si se siente bien, continúe pronunciando haciendo pausas cada vez más largas (30 o 45 segundos), hasta quedarse poco a poco en silencio en la presencia

Si no siente la presencia puede seguir repitiendo

Dios es un caballero, y respeta lo que nosotros queremos, es decir que si no queremos o tememos el sentir su presencia, él no seguirá inundándonos. Pero si lo dejamos él puede llenarnos de mil maneras.
Ahora comience con la primer práctica de ahora (al menos 20 minutos en total: silenciándose, invocando al Espíritu y repitiendo la frase).

Este tipo de oración necesita un silencio real en su mente y su cuerpo para poder llevarse a cabo, por eso se recomienda tomarse su tiempo en llegar al silencio antes de comenzar a orar auditivamente.

Hacer clic en "ORACIÓN AUDITIVA", para ver el video en Youtube (Kefas - Hombres en Cristo) y escuchar el mensaje en la voz del Padre Ignacio Larrañaga. 


Oración 14 del Libro Encuentro - Manual de oración:  
SEÑOR DE LA VICTORIA

Cuando todo se desmorona 
en nuestros proyectos humanos, 
en nuestros apoyos terrestres; 
cuando de nuestros más bellos sueños 
sólo nos queda la desilusión; 
cuando nuestros mejores esfuerzos 
y nuestra más firme voluntad 
no alcanzan el objetivo propuesto; 
cuando la sinceridad y el ardor del amor 
nada consiguen, 
y el frasco está ahí, desolador y cruel, 
frustrando nuestras más bellas esperanzas, 
Tú permaneces, Señor, indestructible 
y fuerte, 
nuestro amigo que todo lo puede.

Tus designios permanecen intactos, 
nada puede impedir 
que tu voluntad se cumpla. 
Tus sueños son más bellos que los nuestros, 
y Tú los realizas. 

Conviertes los fracasos en un triunfo mayor, 
nunca eres vencido. 
Tú, que de la pura nada 
haces surgir el ser y la vida, 
tomas nuestra impotencia 
en tus manos creadoras, 
con infinito amor, 
y la haces producir un fruto, obra tuya, 
mejor que todos nuestros deseos. 

En Ti, nuestra esperanza 
se salva del desastre, 
cumplida en plenitud. 
Amén. 


Hacer clic en "PEREGRINOS DE LA FE", para ver el video en Youtube (Regalos 40) y escuchar el mensaje en la voz del Padre Ignacio Larrañaga, presentando las siguientes ideas:

a) Levantarse y ponerse en camino detrás de Dios
b) Fe adulta, fe infantil
c) Una apuesta
d) Salto en el vacío
e) El silencio de Dios
f) Jesús es el AMÉN

Anotar en el cuaderno las partes del mensaje que más me impácten:

La fe es saber!, no es evidencia, es certeza!, no es un sentimiento, es una convicción!.

Y hay que peregrinar a veces en la fe, porque la fatiga y la incertidumbre son cualidades de un peregrino (no es un turista que tiene evidencia de a donde va), y se camina en la fe: Nadie ha visto a Dios (oscuridad) pero sabemos que existe (certeza), por eso la fe es certeza en la oscuridad. Si hay una sed, debe haber una fuente de agua (antes de mis ansias por El, había un El).

Hay fe inmadura, cuando es poca (cuando la duda asalta, cuando necesito evidencias “hasta no ver, no creer”) y una fe madura es la que confía, y a pesar de cualquier circunstancia o del tiempo que haya pasado saber que Dios actuará! Como María “hágase en mi según tu palabra” (a pesar de lo que decía el Ángel podía implicar la muerte.

Hay que apostar sin ver las cartas, como una apuesta. En una apuesta no hay seguridades de retaguardias…. Se queman los barcos al llegar a tierra firme, en confianza total, sin ver atrás.

La fe es un compromiso vital con Jesús, con Dios!…..Y como en una apuesta se toma o se deja,… y hay que mantener la apuesta por Jesús, por Dios, porque su palabra no pasará!
Solo se vive una vez, solo hay una oportunidad de apostar! —-Aposté mi vida entera por Él… y cuando se mantiene esa apuesta en el corazón es cuando Jesús es el señor de mi corazón, y lo demuestro en mis acciones.

Doy un salto con un Amén (“así sea”), con un hágase, y ese Sacrificio de fé es un acto de amor: Aunque veamos lo que veamos! Debo decir “yo creo en ti Señor”… y pase lo que pase “creo en tu amor y creo en ti Señor”… esta es la que mueve montañas!

La fe es un obsequio, es un don gratuito.

Lo más difícil de la fe es cuando Dios calla, en ese silencio de Dios es cuando ha pasado algo (un accidente, un problema) y ahí surgen las dudas y las preguntas! ¿existes Dios? ¿me escuchas?

Jesús mismo vivió el silencio de Dios, y en la cruz dijo “por qué me has abandonado” y ahí es donde es importante saber y no sentir, y decir como Jesús “en tus manos encomiendo mi espíritu”, para que Dios obre! Y se glorifique con lo que hará! (y esto pasa generalmente cuando todo se ve perdido, pero se sabe! Se le cree a Dios!… Dios trabaja para los que confían!).

Quien a Dios tiene nada le falta!, por experiencia personal digo que en Él está contenido el todo de una manera espiritual más allá de cualquier entendimiento que uno mismo pudiera tener!



Canto 41 del Libro: Cantoral del Tallerista
POR TI, MI DIOS

Por Ti, mi Dios, cantando voy
la alegría de ser tu testigo, Señor.

Es fuego tu palabra que mi boca quemó,
mis labios ya son llamas y cenizas mi voz.
Da miedo proclamarla pero Tú me dices:
No temas, contigo estoy.

Tu palabra es una carga que mi espalda dobló,
es brasa tu mensaje que mi lengua secó;
Déjate quemar si quieres alumbrar,
no temas, contigo estoy.

Me mandas que cante con toda mi voz,
no sé como cantar tu mensaje de amor.
Los hombres me preguntan cuál es mi misión:
les digo: Tu testigo soy.


Oración 12 del Libro Encuentro - Manual de oración: 
MOMENTOS DE OSCURIDAD

Señor, Jesucristo, de la oscuridad de la muerte hiciste surgir la luz. 
En el abismo de la soledad más profunda habita, de ahora en adelante y para siempre, la protección poderosa de tu amor; desde el rincón oscuro ya podemos cantar el aleluya de los que se salvan.

Concédenos la humilde simplicidad de la fe, que no se desvanece cuando nos acosas en las horas de oscuridad y abandono, cuando todo se torna problemático. 

Concédenos en este tiempo en que, en derredor de uno se traba una lucha mortal, la luz suficiente para no perderte de vista; suficiente luz para poder entregarla a los que de ella necesitan más que nosotros.

Haz brillar sobre nosotros el misterio de tu alegría pascual como aurora de la mañana. Concédenos ser personas verdaderamente pascuales en medio del sábado santo de la historia. 

Concédenos que, a través de los días luminosos y oscuros del tiempo en que vivimos, podamos siempre con ánimo alegre, caminar hacia la gloria futura. 
Amén. 



Bendición 
Números 6 (24-26):

El Señor nos bendiga y nos guarde
Ilumine su rostro sobre nosotros,
Y se apiade de nosotros.
Nos muestre su rostro y nos conceda la Paz.


En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.



Hacer clic en cada uno, para leer otros temas complementarios:

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COMO SI VIERAN AL INVISIBLE
BAJO EL SOL DE SATÁN
FRACASO Y CRISIS
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EL PADRE Y YO SOMOS UNA MISMA COSA