jueves, 27 de abril de 2017

PRÁCTICA SEMANAL - EN SILENCIO EN LA PRESENCIA


Tratar de vivir una gran Semana Contemplativa.


- No pronunciar nada, ni mental, ni vocalmente, sino simplemente sentirse envuelto y compenetrado de su Presencia Amorosa.

I parte de la práctica semanal - Palabra de Dios

Iniciamos con el cuaderno espiritual y la Biblia en mano, y se sugieren los siguientes pasos:
a) leer la Biblia y ver lo que Dios me dice a mí
b) pedir al espíritu santo su presencia y el silencio necesario para adorar
d) Y practicar la oración de contemplación (adorando en espíritu y en verdad)


Textos Bíblicos de la semana 9 (uno diario)

Día 1 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Salmo 139

(1) Oh Señor, tú me has escudriñado y conocido. 
(2) Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos comprendes mis pensamientos. 
(3) Tú escudriñas mi senda y mi descanso, y conoces bien todos mis caminos. 
(4) Aun antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda. 
(5) Por detrás y por delante me has cercado, y tu mano pusiste sobre mí. 
(6) Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; es muy elevado, no lo puedo alcanzar.
(7) ¿Adónde me iré de tu Espíritu, o adónde huiré de tu presencia? 
(8) Si subo a los cielos, he aquí, allí estás tú; si bajare al abismo, allí estás tú. 
(9) Si tomo las alas del alba, y si habito en lo más remoto del mar, 
(10) aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. 
(11) Si digo: Ciertamente las tinieblas me envolverán, y la luz en torno mío será noche; 
(12) ni aun las tinieblas son oscuras para ti, y la noche brilla como el día. Las tinieblas y la luz son iguales para ti.
(13) Porque tú formaste mis entrañas; me hiciste en el seno de mi madre. 
(14) Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien. 
(15) No estaba oculto de ti mi cuerpo, cuando en secreto fui formado, y entretejido en las profundidades de la tierra. 
(16) Tus ojos vieron mi embrión, y en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos.
(17) ¡Cuán preciosos también son para mí, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos! 
(18) Si los contara, serían más que la arena; al despertar aún estoy contigo. 
(19) ¡Oh Dios, si tú hicieras morir al impío! Por tanto, apartaos de mí, hombres sanguinarios. 
(20) Porque hablan contra ti perversamente, y tus enemigos toman tu nombre en vano. 
(21) ¿No odio a los que te aborrecen, Señor? ¿Y no me repugnan los que se levantan contra ti? 
(22) Los aborrezco con el más profundo odio; se han convertido en mis enemigos.
(23) Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis inquietudes. 
(24) Y ve si hay en mí camino malo, y guíame en el camino eterno.


Día 2 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Génesis 18 (1-10)

(1) Y el Señor se le apareció a Abrahán junto al encinar de Mambré, mientras él estaba sentado a la puerta de la tienda en el calor del día. 
(2) Cuando alzó los ojos y miró, he aquí, tres hombres estaban parados frente a él; y al verlos corrió de la puerta de la tienda a recibirlos, y se postró en tierra, 
(3) y dijo: Señor mío, si ahora he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que no pases de largo junto a tu siervo. 
(4) Que se traiga ahora un poco de agua y lavaos los pies, y reposad bajo el árbol; 
(5) y yo traeré un pedazo de pan para que os alimentéis, y después sigáis adelante, puesto que habéis visitado a vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho. 
(6) Entonces Abraham fue de prisa a la tienda donde estaba Sara, y dijo: Apresúrate a preparar tres medidas de flor de harina, amásala y haz tortas de pan. 
(7) Corrió también Abraham a la vacada y tomó un becerro tierno y bueno, y se lo dio al criado, que se apresuró a prepararlo. 
(8) Tomó también cuajada y leche y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se quedó de pie junto a ellos bajo el árbol mientras comían.
(9) Entonces ellos le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Allí en la tienda. 
(10) Y aquél dijo: Ciertamente volveré a ti por este tiempo el año próximo; y he aquí, Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara estaba escuchando a la puerta de la tienda que estaba detrás de él


Día 3 de la práctica semanal - Palabra de Dios
1 Reyes 19 (9-15)

(9) Allí entró en una cueva y pasó en ella la noche; y he aquí, vino a él la palabra del Señor, y El le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? 
(10) Y él respondió: He tenido mucho celo por el Señor, Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han abandonado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a espada a tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela. 
(11) Entonces El dijo: Sal y ponte en el monte delante del Señor. Y he aquí que el Señor pasaba. Y un grande y poderoso viento destrozaba los montes y quebraba las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. 
(12) Después del terremoto, un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Y después del fuego, el susurro de una brisa apacible. 
(13) Y sucedió que cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con su manto, y salió y se puso a la entrada de la cueva. Y he aquí, una voz vino a él y le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? 
(14) Y él respondió: He tenido mucho celo por el Señor, Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han abandonado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a espada a tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela.
(15) Y el Señor le dijo: Ve, regresa por tu camino al desierto de Damasco y cuando hayas llegado, ungirás a Hazael por rey sobre Aram; 



Día 4 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Éxodo 3 (1-15)

(1) Y Moisés apacentaba el rebaño de Jetro su suegro, sacerdote de Madián; y condujo el rebaño hacia el lado occidental del desierto, y llegó a Horeb, el monte de Dios. 
(2) Y se le apareció el ángel del Señor en una llama de fuego, en medio de una zarza; y Moisés miró, y he aquí, la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. 
(3) Entonces dijo Moisés: Me acercaré ahora para ver esta maravilla: por qué la zarza no se quema. 
(4) Cuando el Señor vio que él se acercaba para mirar, Dios lo llamó de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. 
(5) Entonces El dijo: No te acerques aquí; quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás parado es tierra santa. 
(6) Y añadió: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tenía temor de mirar a Dios. 
(7) Y el Señor dijo: Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus capataces, pues estoy consciente de sus sufrimientos. 
(8) Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los ferezeos, de los heveos y de los jebuseos. 
(9) Y ahora, he aquí, el clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí, y además he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. 
(10) Ahora pues, ven y te enviaré a Faraón, para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto. 
(11) Pero Moisés dijo a Dios: ¿Quién soy yo para ir a Faraón, y sacar a los hijos de Israel de Egipto? 
(12) Y El dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y la señal para ti de que soy yo el que te ha enviado será ésta: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto adoraréis a Dios en este monte.
(13) Entonces dijo Moisés a Dios: He aquí, si voy a los hijos de Israel, y les digo: "El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros," tal vez me digan: "¿Cuál es su nombre?", ¿qué les responderé? 
(14) Y dijo Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: "YO SOY me ha enviado a vosotros." 
(15) Dijo además Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: "El Señor, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros." Este es mi nombre para siempre, y con él se hará memoria de mí de generación en generación.


Día 5 de la práctica semanal - Palabra de Dios
1 Corintios 3 (16-17)

(16) ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? 
(17) Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y eso es lo que vosotros sois.


Día 6 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Lucas 10 (38-42)



(38) Mientras iban ellos de camino, El entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. 
(39) Y ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. 
(40) Pero Marta se preocupaba con todos los preparativos; y acercándose a El, le dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 
(41) Respondiendo el Señor, le dijo: Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; 
(42) pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.



A mi me dice el texto que, este episodio es algo sorprendente. Los discípulos que acompañan a Jesús han desaparecido de la escena. Lázaro, el hermano de Marta y María, están ausentes. En la casa de la pequeña aldea de Betania, Jesús se encuentra a solas con dos mujeres que adoptan ante su llegada dos actitudes diferentes.

Marta, que sin duda es la hermana mayor, acoge a Jesús como ama de casa, y se pone totalmente a su servicio. Es natural. Según la mentalidad de la época, la dedicación a las faenas del hogar era tarea exclusiva de la mujer. María, por el contrario, la hermana más joven, se sienta a los pies de Jesús para escuchar su palabra. Su actitud es sorprendente pues está ocupando el lugar propio de un “discípulo” que solo correspondía a los varones.

En un momento determinado, Marta, absorbida por el trabajo y desbordada por el cansancio, se siente abandonada por su hermana e incomprendida por Jesús: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano”. ¿Por qué no manda a su hermana que se dedique a las tareas propias de toda mujer y deje de ocupar el lugar reservado a los discípulos varones?

La respuesta de Jesús es de gran importancia. Lucas la redacta pensando probablemente en las desavenencias y pequeños conflictos que se producen en las primeras comunidades a la hora de fijar las diversas tareas: “Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; solo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán”.

En ningún momento critica Jesús a Marta su actitud de servicio, tarea fundamental en todo seguimiento a Jesús, pero le invita a no dejarse absorber por su trabajo hasta el punto de perder la paz. Y recuerda que la escucha de su Palabra ha de ser lo prioritario para todos, también para las mujeres, y no una especie de privilegio de los varones.

Es urgente hoy entender y organizar la comunidad cristiana como un lugar donde se cuida, antes de nada, la acogida del Evangelio en medio de la sociedad secular y plural de nuestros días. Nada hay más importante. Nada más necesario. Hemos de aprender a reunirnos mujeres y varones, creyentes y menos creyentes, en pequeños grupos para escuchar y compartir juntos las palabras de Jesús.

Esta escucha del Evangelio en pequeñas “células” puede ser hoy la “matriz” desde la que se vaya regenerando el tejido de nuestras parroquias en crisis. Si el pueblo sencillo conoce de primera mano el Evangelio de Jesús, lo disfruta y lo reclama a la jerarquía, nos arrastrará a todos hacia Jesús.


Día 7 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Salmo 90

(1) Señor, tú has sido un refugio para nosotros de generación en generación. 
(2) Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios.
(3) Haces que el hombre vuelva a ser polvo, y dices: Volved, hijos de los hombres. 
(4) Porque mil años ante tus ojos son como el día de ayer que ya pasó, y como una vigilia de la noche. 
(5) Tú los has barrido como un torrente, son como un sueño; son como la hierba que por la mañana reverdece; 
(6) por la mañana florece y reverdece; al atardecer se marchita y se seca.
(7) Porque hemos sido consumidos con tu ira, y por tu furor hemos sido conturbados. 
(8) Has puesto nuestras iniquidades delante de ti, nuestros pecados secretos a la luz de tu presencia. 
(9) Porque por tu furor han declinado todos nuestros días; acabamos nuestros años como un suspiro. 
(10) Los días de nuestra vida llegan a setenta años; y en caso de mayor vigor, a ochenta años. Con todo, su orgullo es sólo trabajo y pesar, porque pronto pasa, y volamos. 
(11) ¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu furor conforme al temor que se te debe? 
(12) Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.
(13) Vuelve, Señor; ¿hasta cuándo? y compadécete de tus siervos. 
(14) Sácianos por la mañana con tu misericordia, y cantaremos con gozo y nos alegraremos todos nuestros días. 
(15) Alégranos conforme a los días que nos afligiste, y a los años en que vimos adversidad. 
(16) Manifiéstese tu obra a tus siervos, y tu majestad a sus hijos, 
(17) y sea la gracia del Señor nuestro Dios sobre nosotros. Confirma, pues, sobre nosotros la obra de nuestras manos; sí, la obra de nuestras manos confirma.


II parte de la práctica semanal - Modalidad y Vivencia

Oración de Contemplación
Esta semana la modalidad casi se identifica con la vivencia

- Tratar de vivir una Gran Semana Contemplativa.

- No pronunciar nada, ni mental, ni vocalmente, sino simplemente sentirse envuelto y compenetrado de su Presencia Amorosa.

- Al levantarte te sentirás en su Presencia.

- Mientras te aseas y vistes, mientras arreglas la habitación y te preparas para salir, no dirás jaculatorias ni otras oraciones sino que simplemente te sentirás en Dios, con Dios, compenetrado y envuelto en su Presencia.

- De camino hacia el lugar de trabajo, viajando en el carro, tren, metro, autobús, o caminando por la calle… todo el tiempo sentirse envuelto por su Presencia.

- En la oficina, en la fábrica, en el trabajo de campo, a lo largo de los acontecimientos del día, todo el tiempo sentirse mirado, mimado, amado… 

- En el trabajo doméstico: barrer, lavar, preparar la comida, envuelto de la poderosa Presencia Amante, Envolvente, Omnipresente, Compenetrante.


Reflexión ilustrativa para sentirse envuelto con su Presencia.

¿QUIERES HABLAR CON DIOS?




Dicen que, dentro de poco tiempo el número de teléfonos móviles en el mundo habrá igualado y superado al número de teléfonos fijos. Sí, cada día resulta mas fácil comunicarse con los hombres. Pero, ¿y con Dios?

Aquí tienes ocho reglas para llamarle y contar con Él, cuando desees:

(1) Marca el prefijo correcto, no cualquier número a la loca.

(2) Una conversación telefónica con Dios no es un monólogo, no hables sin parar, escucha al que te habla al otro lado.

(3) Si la conversación se interrumpe, comprueba si has sido tú el causante del corte.

(4) No adoptes la costumbre de llamar sólo en casos de urgencia. Eso no es trato de amigos.

(5) No seas tacaño. No llames sólo a las horas de «tarifa reducida»; es decir, cuando toca o en los fines de semana. Una llamada breve en cualquier momento del día sería ideal.

(6) Las llamadas son gratuitas y no pagan impuestos.

(7) No olvides decirle a Dios que te deje en el contestador todos los mensajes que quiera y cuando quiera.

(8) Toma nota de las indicaciones más importantes que Él te diga para que no las eches en olvido.

OBSERVACIONES

- Si a pesar del cumplimiento de estas reglas, la comunicación se torna difícil, dirígete con toda confianza a las oficinas del Espíritu Santo. Él restablecerá la comunicación.

- Si tu teléfono no funciona, llévalo al taller de reparación que lleva por nombre «Sacramento del Perdón». Allí todas las reparaciones son gratuitas y tienen una garantía de por vida.

(Texto de un empleado de TELECOM en Francia)


Recomiendo ver la película CHRISTIAN MINGLE The movie (disponible en NETFLIX), donde Gwyneth Hayden es una alta ejecutiva en una empresa de mercadeo, de unos 30 años y algo, con una carrera académica de primera categoría, un apartamento de sueños y grandes amigos con vida social deseable para muchos. 



Ella piensa que la única cosa que falta es un hombre para encontrar la felicidad puesto que todo lo que posee no le satisface y en un momento de desesperación, al sentir la soledad que le provoca esa carencia espiritual, se inspira para llenar un formato con datos acerca de su perfil en el sitio de internet de citas llamado: ChristianMingle.com con la esperanza de encontrar al hombre perfecto, porque había visto entre sus asociados, varios candidatos que cumplían algunos de los requisitos que ella exigía. 

Acordada la primera cita para tener un contacto personal e iniciar la relación con Paul, ella debe empezar a incorporar dentro de sus actividades cotidianas y a improvisar varios actos para demostrar su condición de cristiana, tal como lo exigían los estatutos del sitio de la internet. Conocer a la familia de su enamorado Paul, le trae consigo, muchas batallas que vencer, pruebas por demostrar que ella realmente tiene una fe basada en Cristo, porque ellos ademas de profesar el evangelio, son practicantes de las obras de misericordia y ayudan a la reconstrucción de una pequeña aldea en ubicación, remodelación y capacitación a los pobres. 
Proverbios 19 (17) “Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones”

Sin embargo, los intentos de Gwyneth en impresionar al chico de su sueño termina en desastre cuando Paul la descubre, porque encontraron debajo del colchón de su cama, un libro para principiantes cristianos donde indican los principales actos de comportamiento para aparentar y le dice en voz alta que su "fe es falsa". En una actitud honesta, ella ve que su vida es mas superficial de lo que realmente es, y decide crear una relación personal con Dios, “Conocer al Padre”, asistiendo a una iglesia que encuentra en su camino y donde siente que a pesar de las pocas comodidades y muchas necesidades estructurales de la edificación, encuentra agua para saciar su sed espiritual, armonía, paz y sosiego para entender la palabra de Dios y practicarla.
Juan 4 (7-8): “Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. En eso llegó a sacar agua una mujer de Samaria, y Jesús le dijo: ―Dame un poco de agua.”

Al final, Paul cumple con los verdaderos deseos de su corazón: el amor "cambio de vida”, al abandonar a su prometida novia que mas bien era impuesta por el deseo de su madre, que por la voluntad del amor del mismo y entonces decide abandonar todo y buscar a Gwyneth, quien para este momento, después del cambio de vida, decidió regresar al pequeño pueblo como maestra de escuela de los niños.

Mateo 7 (8): “Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.”








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