martes, 6 de junio de 2017

PRÁCTICA SEMANAL - PRINCIPIO, CENTRO, META


Practicar la oración de acogida, imaginando a Jesús resucitado y presente, con la siguiente frase: 
“Jesús, inúndame completamente de tu presencia; 
ilumina ese mundo oscuro de mi inconsciente”. 


I parte de la práctica semanal - Palabra de Dios

Textos Bíblicos de la semana 10 (uno diario)
Anotar lo que Dios me dice a mi, en mi cuaderno espiritual.

Día 1 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Lucas 7 (36-49)

(36) Uno de los fariseos le pedía que comiera con él; y entrando en la casa del fariseo, se sentó a la mesa. 
(37) Y he aquí, había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; 
(38) y poniéndose detrás de El a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba sus pies y los ungía con el perfume. 
(39) Pero al ver esto el fariseo que le había invitado, dijo para sí: Si éste fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, que es una pecadora. 
(40) Y respondiendo Jesús, le dijo: Simón, tengo algo que decirte: Y él dijo: Di, Maestro. 
(41) Cierto prestamista tenía dos deudores; uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta; 
(42) y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó generosamente a los dos. ¿Cuál de ellos, entonces, le amará más? 
(43) Simón respondió, y dijo: Supongo que aquel a quien le perdonó más. Y Jesús le dijo: Has juzgado correctamente. 
(44) Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa y no me diste agua para los pies, pero ella ha regado mis pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. 
(45) No me diste beso, pero ella, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 
(46) No ungiste mi cabeza con aceite, pero ella ungió mis pies con perfume. 
(47) Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama. 
(48) Y a ella le dijo: Tus pecados han sido perdonados. 
(49) Los que estaban sentados a la mesa con El comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste que hasta perdona pecados?

A mi me dice que se trata de un hermoso relato de amor, misericordia y gratitud, porque pone de relieve el perdón de Dios y cuál debe ser nuestra actitud frente a él.

En aquel entonces era costumbre que, cuando entraba en la casa un invitado, el anfitrión lo saludara con un beso en la mejilla o en la mano. Seguidamente se traía agua y aceite de oliva para lavarle las manos y los pies. En aquella época el aceite de oliva se usaba, entre otras cosas, como jabón. En algunos casos, el anfitrión ungía con aceite la cabeza de su invitado. Simón no tuvo con Jesús ninguna de esas muestras de cortesía. Eso fue una gran falta de educación y buenos modales.

Los fariseos consideraban que la mesa del comedor era como el altar del templo y se esmeraban por mantener en su casa y entre sus comensales el estado de pureza ritual que se requería de los sacerdotes en el templo. Solo comían con los que estaban, como ellos, en un estado de pureza ritual. La invitación que le hizo Simón a Jesús para que comiera con él pone en evidencia que consideraba que Jesús se encontraba en dicho estado.

La mujer —que era una conocida pecadora en la ciudad— se enteró de que Jesús iba a comer en casa de Simón aquel día y ya estaba presente cuando llegó el Maestro. Puede que ella hubiera oído hablar de que a Jesús no le importaba juntarse con pecadores. Probablemente lo escuchó hablar del perdón de los pecados, de que Dios la amaba a ella y a sus semejantes, y de que la gracia divina estaba a su disposición por muy pecadora que fuese. Ella aceptó Sus palabras y se transformó. Estaba contenta de que sus pecados hubiesen sido perdonados y de haber sido liberada, y fue a la casa para manifestar su gratitud para con la persona que le había dado a conocer esa buena noticia.
El acto de lavarle los pies con sus lágrimas y secárselos con su cabello muy probablemente fue una respuesta espontánea ante la falta de civilidad del anfitrión para con Jesús. Como no le habían dado agua para lavarse los pies, ella se los lavó con sus lágrimas y se los secó con su cabello.


Día 2 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Mateo 14 (13-20)

(13) Al oír esto, Jesús se retiró de allí en una barca, solo, a un lugar desierto; y cuando las multitudes lo supieron, le siguieron a pie desde las ciudades. 
(14) Y al desembarcar, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos y sanó a sus enfermos. 
(15) Al atardecer se le acercaron los discípulos, diciendo: El lugar está desierto y la hora es ya avanzada; despide, pues, a las multitudes para que vayan a las aldeas y se compren alimentos. 
(16) Pero Jesús les dijo: No hay necesidad de que se vayan; dadles vosotros de comer. 
(17) Entonces ellos le dijeron: No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces. 
(18) El les dijo: Traédmelos acá. 
(19) Y ordenando a la muchedumbre que se recostara sobre la hierba, tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo los alimentos , y partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la multitud. 
(20) Y comieron todos y se saciaron. Y recogieron lo que sobró de los pedazos: doce cestas llenas.


A mi me dice que la misión de todo cristiano es compartir, dar, ofrecer y se utiliza la parábola para que caigamos en la cuenta que por poco que haya siempre podemos compartir y hacer que lo poco se convierta en mucho. Sólo tenían 5 panes  y 2 peces (dos números que no tienen un significado importante en la simbología, sin embargo si sumamos los panes y peces nos dan 7 el número de la plenitud, de la perfección).

Con siete alimentos consiguió que sobrase comida, doce cestos (otro número simbólico: doce eran las tribus de Israel).  Jesús primero se pone en oración con el Padre, bendice la comida y reparte, pero ¿como pudo sobrar tanta comida?

Simplemente porque cuando se comparte, por poco que tengamos, recordemos la viuda que dio lo único que poseía: una moneda, todos tienen, todos sacian su hambre y al final sobra.

¿Te esfuerzas por realizar gestos de solidaridad hacia los que están cerca de tí compartiendo el camino de la vida? Ante los problemas concretos de tus amigos o parientes, ¿sabes ofrecer tu ayuda y tu disponibilidad a colaborar para encontrar vías de solución?
Jesús, antes de partir el pan, eleva los ojos al cielo: ¿sabes tú dar gracias al Señor por el don diario del pan? ¿Sabes compartir tus bienes con los demás, especialmente con los pobres?

No podemos decir que lo solucionen sus familiares, que los ricos les den que para eso tienen más, que lo arreglen los gobiernos, si no que es competencia de todos, cada uno según su poder, pero todos, todos sin excepción, podemos contribuir para que el mundo sea cada vez más equitativo, más solidario y sobre todo no haya estas diferencias tan enorme: unos tiramos la comida a los contenedores, mientras otros mueren porque no tienen nada que llevarse a la boca.


Día 3 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Marcos 2 (13-17)

(13) Y El salió de nuevo a la orilla del mar, y toda la multitud venía a El, y les enseñaba. 
(14) Y al pasar, vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en la oficina de los tributos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.
(15) Y sucedió que estando Jesús sentado a la mesa en casa de Leví, muchos recaudadores de impuestos y pecadores estaban comiendo con Jesús y sus discípulos; porque había muchos de ellos que le seguían. 
(16) Al ver los escribas de los fariseos que El comía con pecadores y recaudadores de impuestos, decían a sus discípulos: ¿Por qué El come y bebe con recaudadores de impuestos y pecadores? 
(17) Al oír esto, Jesús les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.


A mi me dice que Jesús les enseñaba hablando de Dios, pero hablaba de él de forma nueva, diferente. Hablaba a partir de la experiencia que él mismo tenía de Dios y de la vida. Jesús vivía en Dios. Debe haber tocado el corazón de la gente a quienes les gustaba oírle (Mc 1,22.27). Dios, en vez de ser un Juez severo que de lejos amenazaba con castigo e infierno, volvía a ser, de nuevo, una presencia amiga, una Buena Nueva para el pueblo.  

Jesús no vino para los justos, sino para los pecadores. Este gesto de Jesús provocó la rabia de las autoridades religiosas. Estaba prohibido sentarse a la mesa con publicanos y pecadores, ¡ya que sentarse a la mesa con alguien era lo mismo que tratarlo como hermano! 

En vez de hablar directamente con Jesús, los escribas de los fariseos hablaban con los discípulos: ¿Qué es eso? ¿Come con publicanos y pecadores? Jesús responde: No son los sanos los que necesitan al médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores! Como anteriormente con los discípulos (Mc 1,38), también ahora es la conciencia de su misión lo que ayuda a Jesús a que encuentre una respuesta y a indicar el rumbo para el anuncio de la Buena Nueva de Dios.


Día 4 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Salmo 118

(1) Dad gracias al Señor, porque El es bueno; porque para siempre es su misericordia. 
(2) Diga ahora Israel: Para siempre es su misericordia. 
(3) Diga ahora la casa de Aarón: Para siempre es su misericordia. 
(4) Digan ahora los que temen al Señor: Para siempre es su misericordia.
(5) En medio de mi angustia invoqué al Señor; el Señor me respondió y me puso en un lugar espacioso. 
(6) El Señor está a mi favor; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? 
(7) El Señor está por mí entre los que me ayudan; por tanto, miraré triunfante sobre los que me aborrecen. 
(8) Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre. 
(9) Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en príncipes.
(10) Todas las naciones me rodearon; en el nombre del Señor ciertamente las destruí. 
(11) Me rodearon, sí, me rodearon; en el nombre del Señor ciertamente las destruí. 
(12) Me rodearon como abejas; fueron extinguidas como fuego de espinos; en el nombre del Señor ciertamente las destruí. 
(13) Me empujaste con violencia para que cayera, pero el Señor me ayudó. 
(14) El Señor es mi fortaleza y mi canción, y ha sido salvación para mí.
(15) Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos; la diestra del Señor hace proezas. 
(16) La diestra del Señor es exaltada; la diestra del Señor hace proezas. 
(17) No moriré, sino que viviré, y contaré las obras del Señor. 
(18) El Señor me ha reprendido severamente, pero no me ha entregado a la muerte.
(19) Abridme las puertas de la justicia; entraré por ellas y daré gracias al Señor. 
(20) Esta es la puerta del Señor; los justos entrarán por ella. 
(21) Te daré gracias porque me has respondido, y has sido mi salvación.
(22) La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra principal del ángulo. 
(23) Obra del Señor es esto; admirable a nuestros ojos. 
(24) Este es el día que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él. 
(25) Te rogamos, oh Señor: sálvanos ahora; te rogamos, oh Señor: prospéranos ahora. 
(26) Bendito el que viene en el nombre del Señor; desde la casa del Señor os bendecimos. 
(27) El Señor es Dios y nos ha dado luz; atad el sacrificio de la fiesta con cuerdas a los cuernos del altar. 
(28) Tú eres mi Dios, y gracias te doy; tú eres mi Dios, yo te exalto. 
(29) Dad gracias al Señor, porque El es bueno; porque para siempre es su misericordia.


Día 5 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Mateo 11 (1-6)

(1) Y sucedió que cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y predicar en las ciudades de ellos.
(2) Y al oír Juan en la cárcel de las obras de Cristo, mandó por medio de sus discípulos 
(3) a decirle: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperaremos a otro? 
(4) Y respondiendo Jesús, les dijo: Id y contad a Juan lo que oís y veis: 
(5) los ciegos reciben la vista y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres se les anuncia el evangelio. 
(6) Y bienaventurado es el que no se escandaliza de mí.


Día 6 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Marcos 1 (40-45)

(40) Y vino a El un leproso rogándole, y arrodillándose le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 
(41) Movido a compasión, extendiendo Jesús la mano, lo tocó, y le dijo: Quiero; sé limpio. 
(42) Y al instante la lepra lo dejó y quedó limpio. 
(43) Entonces Jesús lo amonestó severamente y enseguida lo despidió, 
(44) y le dijo: Mira, no digas nada a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó, para testimonio a ellos. 
(45) Pero él, en cuanto salió, comenzó a proclamarlo abiertamente y a divulgar el hecho, a tal punto que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que se quedaba fuera en lugares despoblados; y venían a El de todas partes.


Día 7 de la práctica semanal - Palabra de Dios
Salmo 91

(1) El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. 
(2) Diré yo al Señor: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío. 
(3) Porque El te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal. 
(4) Con sus plumas te cubre, y bajo sus alas hallas refugio; escudo y baluarte es su fidelidad.
(5) No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, 
(6) ni la pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace estragos en medio del día. 
(7) Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará. 
(8) Con tus ojos mirarás y verás la paga de los impíos. 
(9) Porque has puesto al Señor, que es mi refugio, al Altísimo, por tu habitación. 
(10) No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada.
(11) Pues El dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos. 
(12) En sus manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. 
(13) Sobre el león y la cobra pisarás; hollarás al cachorro de león y a la serpiente.
(14) Porque en mí ha puesto su amor, yo entonces lo libraré; lo exaltaré, porque ha conocido mi nombre. 
(15) Me invocará, y le responderé; yo estaré con él en la angustia; lo rescataré y lo honraré; 
(16) lo saciaré de larga vida, y le haré ver mi salvación.


II parte de la práctica semanal - Modalidad

Oración de Acogida

Dedíquese durante toda la semana, a preguntarse en cada nueva situación ¿Qué haría Jesús en mi lugar?, y durante la sagrada hora de oración, o el sagrado tiempo que dedique a orar, dedíquese a practicar la oración de acogida con el audio o utilice las frases listadas a continuación (leyéndolas o memorizándolas) y orándolas en su práctica.

Ejercicio diario para práctica Oración de Acogida:
Silenciar nuestra mente, el cuerpo con respiración lenta por 2 a 4 minutos y en posición orante, con las palmas de las manos hacia arriba, apoyadas en los muslos (en señal de apertura y acogida) realice la invocación del espíritu santo pidiendo su ayuda para orar. 

Imagínese a Jesús resucitado, aquí, vivo, presente, comience a decir cada frase y después de cada expresión guarde silencio sintiendo la frase que acaba de decir, durante un minuto o el tiempo que necesite:

1. Mi Señor Jesús, asúmeme.
2. Jesús, entra dentro de mí. 
3. Señor, toma posesión completa de todo mi ser, de todo lo que soy, lo que pienso, lo que siento, lo que tengo. 
4. Mi señor Jesucristo, toma lo más intimo de mi ser. 
5. Jesús, inúndame completamente de tu presencia; ilumina ese mundo oscuro de mi inconsciente. 
6. Mi Jesús, sana esa herida que tanto me duele. 
7. Apaga, Señor, ese rencor que me quema. 
8. Mi Señor Jesucristo, ahuyenta de mi alma las nubes de mis miedos, ansiedades y aprensiones, y déjame un cielo azul como el tuyo. 
9. Mi Señor, retira de mi ser las tendencias egoístas, irascibles, rencorosas, envidiosas, y déjame tu corazón pobre y humilde. 
10. Mi Señor Jesucristo, ahora que estoy revestido de tu presencia y figura, ahora que yo ya no soy yo, ahora que Tú vives en mi, vamos a casa, al trabajo.
11. ¿Cómo mirarías Tú a aquella persona? Quiero mirarla con tus ojos. 
12. ¿Cómo reaccionarias ante aquella mala noticia? Yo, como Tú.
13. ¿Cómo te comportarías ante aquella situación conflictiva? 
14. ¿Qué dirías, Jesús, si te dijeran lo que a mí me dijeron? 
15. ¿Qué harías, Jesús, si te hicieran lo que a mí me hicieron? 
16. Mi Señor, que tus reacciones sean mis reacciones. 
17. Quiero que los que me ven, te vean a Ti, Señor. 
18. No sea yo más yo, sino que seas Tú quien vivas en mí, a través de todo mi ser. 
19. Señor, que llego yo a ser una fotografía de tu figura. 

Y al finalizar, lentamente sin agitación, salir de ese momento de intimidad, volver al estado normal.


III parte de la práctica semanal - Vivencia

Vivir la semana entera con una sola pregunta, hecha obsesión, clavada en la mente y en el corazón: ¿Qué haría Jesús en mi lugar?

1. ¡Qué persona más desagradable! Voy a mirarla con los ojos de Jesús.
2. Alguien me ofendió! No merece mi saludo: ¿Qué haría Jesús en mi lugar?
3. Puedo visitar a esta familia rica o esta familia pobre: ¿Qué haría Jesús en mi lugar?
4. Tengo que afrontar en este día ese fuerte conflicto: ¿Cómo lo haría Jesús: cómo sería su semblante, la serenidad de su mirada, su voz, su presencia de ánimo?
5. ¡Aquí viene ese antipático!: ¿Cómo lo acogería Jesús?
6. ¿Qué respondería Jesús si le dijeran lo que a mi me dijeron? ¿Palabras explosivas? ¿Cómo sería el control de sus nervios?
7. ¿Con qué ternura recibiría a esta persona pobre, a esta ancianita, a este mendigo?
8. ¡Cómo visitaría a este enfermo, consolaría a esa viuda, alentaría a aquel fracasado!
9. ¡Cómo pondría armonía entre estas dos personas enemistadas!
10. ¡Cómo defendería a estos oprimidos!, ¡ayudaría a solucionar esas necesidades!

La semana completa la viví con la pregunta: ¿Qué haría Jesús en mi lugar? y me parece que la respuesta es: Amar, Perdonar y Devolver bien por todo mal que nos causen los demás, orando antes y después de cada acción. 


Una vez ocurrió que, un desconocido al momento de cruzar su camino con el mío, mientras caminábamos en una calle de la ciudad, empezó a decir malas palabras y a ofender en voz alta. 
Con la mayor calma y paciencia posible, me imagine ¿Qué haría Jesús en mi lugar? y entonces, empecé a rezar en voz alta: . . . “Dios te salve María, llena eres de gracia” . . . mientras él seguía profiriendo insultos y hablaba desordenadamente, pero cuando esta persona escuchó mi oración se detuvo y titubeando dijo: . . . “No se porque lo hice, perdone, perdone” . . . y continuo hacia su destino en completo silencio. 

El amor y la misericordia de Dios todo lo puede y todo lo da.

Otro caso, ocurrió en mi lugar de trabajo, donde a una compañera de trabajo se le murió la hija mayor en un ataque de asma mientras estaba en el salón de clases donde estaba estudiando en la secundaria y próximamente comenzaría sus estudios universitarios. Nuestra manager regional, en muestra de agradecimiento para con todos los empleados de la compañía que voluntariamente dimos una colaboración económica para ser entregada a nuestra compañera, decidió entregar a cada uno de ellos, una tarjeta para comprar en nuestra propia compañía. Situación que Yo rechace, una vez pensé en la pregunta ¿Qué haría Jesús en mi lugar? y critique con fundamentos en medio de la reunión administrativa que se hace con todos los directores de departamentos, porque era mas el afán de protagonismo de la funcionaria en aparecer como "muy caritativa", que su verdadero sentir por el dolor y angustia que le causo a la compañera la muerte de su hija, ya que esa plata no seria merecida por nosotros, sino por la compañera que atravesaba la angustia.


¿Cómo vivió Jesús?

Primero, Jesús vivió para agradar a Dios. Él pudo decir, yo siempre hago lo que le agrada (Juan 8:29). Pablo añade ni aun Cristo se agradó a sí mismo (Romanos 15:3). Jesús agradó a Dios su Padre en lugar de agradarse a Sí mismo. De hecho, Dios reconoció, Este es mi Hijo amado en quien me he complacido (Mateo 17:5). Nosotros también debemos agradar a Dios y a Cristo. Debemos examinar qué es lo que agrada al Señor (Efesios 5:10). Ambicionamos serle agradables (2 Corintios 5:9; comparar Colosenses 1:10).

Si estamos seriamente comprometidos a seguir los pasos de Jesús y preguntar, ¿Qué haría Jesús?, debemos decidirnos a agradar a Dios en todo lo que pensamos, decimos y hacemos. Debemos estar dispuestos a decir No a nosotros mismos y Sí a Dios en todas las cosas. Debemos estar dispuestos a agradar a Dios aun si esto significa negarnos a nosotros mismos, nuestros deseos, nuestros intereses, y nuestros placeres en la vida (Marcos 8:34; 2 Corintios 5:14-15).

Segundo, Jesús vivió para obedecer a Dios. Cristo Jesús sabía que Él no podría agradar a Dios a menos que le obedeciera.  Este era el propósito que Jesús ansiaba más en la vida. Él declaró claramente, no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió (Juan 5:30). Esta fue la motivación para su venida a la tierra: he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió (Juan 6:38). Al hacer la voluntad de Dios, Jesús obedeció todos los mandamientos del Padre: Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor (Juan 15:10; comparar 14:31).

Si deseamos seguir los pasos de Jesús y saber lo que Él haría, también nosotros debemos obedecer a Dios. Debemos seguir sus mandamientos y hacer Su voluntad en lugar de la nuestra. ¿Estamos sinceramente comprometidos a obedecer totalmente la voluntad de Dios en nuestras vidas? Sólo el que hace la voluntad de Dios entrará en el Reino de los cielos (Mateo 7:21; Hebreos 10:36).  el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre (1 Juan 2:17).

Tercero, Jesús vivió para hacer la obra de Dios. La mayoría de nosotros estamos totalmente inmersos en nuestras agendas, planes, propósitos, y sueños. Jesús mantuvo el trabajo del Señor claramente delante de Él. Él afirmó, Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra (Juan 4:34; comparar 10:37-38). Él dijo, Nosotros debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día (Juan 9:4). A lo largo de su vida, Jesús hizo de la obra de Dios, su prioridad. Al final de Su vida, pudo decir que Él había culminado el trabajo que Dios le había encargado hacer (Juan 17:4).

Aunque Jesús tenía un trabajo especial que hacer, que era morir por nuestros pecados, nosotros también tenemos un trabajo que hacer para Dios en la vida. Pablo enfatiza lo siguiente: estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano (1 Corintios 15:58).  Cada uno de nosotros debe trabajar para Dios en su vida diaria.

¿Estamos atrapados en los afanes mundanos de la vida y las distracciones del mundo de modo que perdemos la visión de la obra de Dios? (Marcos 4:18-19; Lucas 21:34) ¿Podemos asumir que hemos sido colocados aquí para divertirnos, para disfrutar, y buscar placeres pasajeros? (Hebreos 10:25) No, hemos sido colocados en la tierra para llevar a cabo el trabajo de Dios sirviéndolo, bendiciendo la vida de otros, y trayendo a otros hacia Él.

Cuarto, Jesús sabía que Él iba a estar con Dios. Su mirada apuntaba hacia el cielo. En lugar de buscar preservar su vida en la tierra, Jesús se concentró constantemente en Su hogar celestial y Su destino celestial. Él dijo, de nuevo, dejo el mundo y voy al Padre (Juan 16:28; comparar 13:3; 16:10; 14:2-3); Por un poco más de tiempo estoy con vosotros; después voy al que me envió (Juan 7:33). Aquellos que siguen los pasos de Jesús tendrán la misma perspectiva. Pablo deja este enfoque celestial en claro: Si habéis, pues, resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra (Colosenses 3:1-2).

¿Estamos tan ocupados en los asuntos de nuestra vida diaria que perdemos nuestro enfoque celestial?  ¿Fijamos nuestras mentes en las cosas de la tierra (Filipenses  3:19) o en las cosas de arriba? ¿Pensamos en los placeres en la tierra o en los placeres del cielo? ¿Nos hacemos tesoros en la tierra o en el cielo? (Mateo 6:19-21) ¿Pensamos y hablamos de las cosas del mundo o de las cosas de Dios? ¿Amamos al mundo o amamos a Dios que está en el cielo? (1 Juan 2:15-17).

Finalmente, Jesús vivió para dar Gloria a Dios.  En todo lo que Él pensó, dijo, e hizo, Jesús quería que el Padre fuera glorificado (Juan 7:18; 13:31; 14:13; 17:1). Al final de su vida, Él oró al Padre, Yo te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que me diste que hiciera (Juan 17:4). Del mismo modo que el Señor Jesús glorificó a Dios, nosotros también debemos darle gloria. Pablo dice,  glorificad a Dios en vuestro cuerpo (1 Corintios 6:20). ¿Cuánto debemos glorificar a Dios? Pablo responde, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquiera otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). Pedro también dice que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo (1 Pedro 4:11; comparar Romanos 11:36; Efesios 3:21).

Generalmente buscamos nuestra propia gloria (Juan 7:18) o la gloria para otros (Juan 5:44) en lugar de buscar la gloria sólo para Dios, a través de Jesucristo. Nos orientamos hacia nosotros mismos en lugar de orientarnos hacia Dios. Nos centramos en nosotros mismos en lugar de centrarnos en Dios. Estamos muy consumidos en nuestras necesidades, nuestros deseos y nuestros placeres en lugar de buscar traer honor, alabanza y gloria a nuestro bendito Dios.

Sí, Jesús vivió para agradar a Dios, obedecer a Dios, hacer el trabajo de Dios, regresar a Dios, y glorificar a Dios. ¿Cómo llevó a cabo Él estas perspectivas?

¿Qué hizo Jesús?

A medida que leemos en los evangelios y el resto del Nuevo Testamento aprendemos mucho más acerca de lo que hizo Jesús. Tome en cuenta los siguientes detalles de su vida (y contraste con los pasajes bíblicos):

Jesús iba haciendo el bien (Hechos 10:38).
Jesús estaba lleno de compasión (Mateo 9:36).
Jesús lloró con los que lloraban (Juan 11:33-36).
Jesús se privó de comida cuando era necesario (Marcos 3:20).
Jesús se privaba de sueño cuando era necesario (Lucas 6:12).
Jesús sabía trabajar (Marcos 6:3).
Jesús oraba continuamente al Padre (Marcos 1:35).
Jesús conocía bien las Escrituras (Mateo 4:4, 7, 10).
Jesús vino para servir a Dios y a los demás (Mateo 20:28).
Jesús se humilló a sí mismo hasta el punto de la muerte (Filipenses 2:5-8).
Jesús sanó a los enfermos (Mateo 4:23-24).
Jesús enseñaba en la sinagoga (Mateo 4:24).
Jesús enseñaba a las multitudes (Mateo 12:46).
Jesús proclamaba el evangelio (Mateo 9:35).
Jesús bendecía a los pecadores arrepentidos (Lucas 7:37-50).
Jesús aconsejó a los religiosos (Juan 3:1-15).
Jesús aconsejó a los pecadores (Juan 4:3-26).
Jesús ayudó a la gente a interesarse en las prioridades (Lucas 10:38-42).
Jesús tuvo compañerismo con sus discípulos (Marcos 3:14).
Jesús trató a las mujeres con respeto (Lucas 8:1-3).
Jesús enfrentó la hipocresía con osadía (Mateo 22:18).
Jesús pasó tiempo a solas con Dios (Mateo 14:23).
Jesús sabía cuando hablar (Juan 18:33-38).
Jesús sabía cuando guardar silencio (Juan 19:8-9).
Jesús se preocupaba por las necesidades de las personas (Mateo 14:15-21).


Preguntémonos, ¿Qué haría Jesús?, con relación a las siguientes actividades. Examínese a sí mismo en estas actividades. ¿Haría usted lo que Jesús haría?, ¿Haría Jesús lo siguiente?

¿Usaría palabras profanas? (Colosenses 3:8)
¿Se molestaría egoístamente? (Mateo 5:22; Efesios 5:31)
¿Diría una mentira? (Colosenses 3:9)
¿Miraría con ojos indecentes a una mujer? (Mateo 5:27-28)
¿Oraría al Padre regularmente? (Lucas 18:1)
¿Leería la Biblia todos los días? (Mateo 4:4)
¿Se avergonzaría de hablar de Dios? (Marcos 8:38)
¿Buscaría ser rico? (1 Timoteo 6:9-10)
¿Se vestiría inmodestamente o provocativamente? (1 Timoteo 2:9-10)
¿Se divorciaría egoístamente de su esposa? (Lucas 16:18)
¿Se volvería a casar después de divorciarse? (Mateo 19:9)
¿Se drogaría? (1 Corintios 6:9-10; Gálatas 5:19-21)
¿Fumaría cigarros? (Romanos 12:1; 1 Corintios 6:20)
¿Usaría palabras amables y de ayuda? (Efesios 4:29)
¿Se preocuparía por las personas y sería amable con ellos? (Mateo 5:5,7)
¿Trataría a los pobres con respeto? (Lucas 16:19-20; 21:1-4)
¿Vería pornografía? (2 Timoteo 2:22)
¿Jugaría juegos tontos de computadora? (Tito 3:3)
¿Vería programas pecaminosos de televisión? (1 Pedro 2:11)
¿Vería películas pecaminosas de Hollywood? (Filipenses 4:8)
¿Poseería un carro lujoso? (1 Juan 2:16-17)
¿Desperdiciaría su tiempo precioso? (Efesios 5:15-16)
¿Desperdiciaría sus posesiones valiosas? (Juan 6:12)
¿Desperdiciaría el dinero que Dios le ha dado? (Lucas 16:10)
¿Escucharía música rock, salsa, o rap? (Filipenses 4:8)
¿Buscaría una educación mundana? (1 Corintios 3:19-20)
¿Comería mucho o comería comidas dañinas? (1 Corintios 10:31)
¿Conduciría en forma rápida y descuidada? (Romanos 13:1-2)
¿Pagaría impuestos y observaría los reglamentos civiles? (Romanos 13:6-7)
¿Jugaría a la lotería o apostaría de otras formas? (Lucas 6:31)
¿Dormiría mucho? (Romanos 12:11; Hebreos 6:12)
¿Leería literatura tonta y pecaminosa? (Romanos 12:2)
¿Buscaría una casa y muebles lujosos? (Lucas 12:15-21)
¿Caería en homosexualidad? (Romanos 1:26-27)
¿Acumularía dinero en el banco? (Mateo 6:19-21)
¿Pasaría un día en un parque de diversiones? (1 Juan 2:15-17)
¿Estaría más interesado en dar que en recibir? (Hechos 20:35)
¿Expresaría amor hacia los necesitados? (Lucas 10:25-37)
¿Perdonaría a aquellos que pecan en contra de nosotros? (Mateo 18:21-35)
¿Rechazaría a aquellos que pecan? (Lucas 17:3)
¿Tendría un trabajo que comprometa su fe con el pecado? (1 Tesalonicenses 5:22)


Quiero compartir un poco de información, primero porque soy un fanático seguidor del Papa Francisco y como lo dije en la 3 semana, es una persona que le ha dado una apertura global a la iglesia frente al momento actual de nuestras vidas y voy a retomar el tema que se planteó la semana pasada, aclarando que no quiero polemizar, cuando se dijo:
¿Porque no puede ser Papa, una mujer? y aplicando la pregunta de la práctica semanal (sesión 10), ¿Que haría Jesús?, 

Recordé una entrevista que le hicieron al Papa Francisco en su oficina en Roma hace 5 meses, el 12 de Mayo del 2016 y en lo que podría significar un giro extraordinario en la postura de la Iglesia católica y una histórica apertura al clero femenino, el Papa Francisco anunció que creará una comisión para estudiar el diaconado femenino en la Iglesia, al considerar que las mujeres-diácono podrían ser “una posibilidad para el mundo de hoy”.
El diaconado es el primer grado de ordenación en la Iglesia católica, seguido por el sacerdocio y el episcopado. Los diáconos -que pueden ser hombres casados, mayores de 35 años-, no pueden celebrar misa, pero sí pueden administrar algunos sacramentos como el bautismo y el matrimonio. Al parecer, en las primeras comunidades cristianas el diaconado también estaba abierto a las mujeres.

Francisco contó que el profesor que le habló sobre el tema del diaconado femenino, le dijo que las mujeres diáconas ayudaban especialmente a bautizar a las mujeres cuando la práctica del bautismo, en los primero siglos, implicaba sumergirse en el agua con el cuerpo desnudo.

Por otro lado se cree que Jesucristo no escogió mujeres como apóstoles y obró de este modo debido a las costumbres de su tiempo y de su ambiente (el judaísmo) en el que las mujeres no desempeñaban actividades sacerdotales. 

Entre los judíos rígidos, las mujeres sufrían ciertamente una severa discriminación desde el momento de su nacimiento, que se extendía luego a la vida política y religiosa de la nación. “¡Ay de aquél cuya descendencia son hembras!”, dice el Talmud. 
Tristeza y fastidio causaba el nacimiento de una niña; y una vez crecida no tenía acceso al aprendizaje de la Ley. 
Dice la Mishná: “Que las palabras de la Torá (Ley) sean destruidas por el fuego antes que enseñársela a las mujeres... Quien enseña a su hija la Torá es como si le enseñase calamidades”. 
Las mujeres judías carecían frecuentemente de derechos, siendo consideradas como objetos en posesión de los varones. 
Un judío recitaba diariamente esta plegaria: “Bendito sea Dios que no me hizo pagano; bendito sea Dios que no me hizo mujer; bendito sea Dios que no me hizo esclavo”.

Por eso la actitud de Jesús respecto de la mujer contrasta fuertemente con la de los judíos contemporáneos, hasta un punto tal que sus apóstoles se llenaron de maravilla y estupor ante el trato que les brindaba. 
Así: 
–conversa públicamente con la samaritana. Juan 4 (27) 
–no toma en cuenta la impureza legal de la hemorroísa. (Mt 9,20-22), Marcos 5 (25-34), Lucas 8 (43-48)
–deja que una pecadora se le acerque en casa de Simón el fariseo e incluso que lo toque para lavarle los pies. Lucas 7 (37) 
–perdona a la adultera, mostrando de este modo que no se puede ser más severo con el pecado de la mujer que con el del hombre. Juan 8 (11) 
–toma distancia de la ley mosaica para afirmar la igualdad de derechos y deberes del hombre y la mujer respecto del vínculo matrimonial. Mateo 19 (3-9); Marcos 10 (2-11)
–se hace acompañar y sostener en su ministerio itinerante por mujeres. Lucas 8 (2-3) 
–les encarga el primer mensaje pascual, incluso avisa a los Once su Resurrección por medio de ellas. Mt 28 (7-10) 

En una entrevista hecha el Domingo 28 de Julio de 2013, en pleno vuelo de regreso Rio de Janeiro - Roma, el periodista Jean-Marie Guénois, le preguntó al Papa Francisco: “La Iglesia sin la mujer pierde fecundidad ¿Qué medidas concretas tomará? Por ejemplo, ¿el diaconado femenino o una mujer responsable de un dicasterio (se utiliza para referirse a los departamentos u organismos especializados de la Curia Romana)?”.

Y su respuesta fue:
Una Iglesia sin mujeres es como un Colegio apostólico sin María. El papel de la mujer en la Iglesia no es solamente la maternidad, la mamá de la familia, sino que es más fuerte; es precisamente el icono de la Virgen, de María, la que ayuda a crecer a la Iglesia. Pero dense cuenta de que la Virgen es más importante que los Apóstoles. Es más importante. La Iglesia es femenina: es Iglesia, es esposa, es madre. Pero la mujer en la Iglesia no sólo debe… no sé cómo se dice en italiano… el papel de la mujer en la Iglesia no se puede limitar al de mamá, al de trabajadora, limitado… ¡No! Es otra cosa. Los Papas… Pablo VI escribió una cosa hermosísima sobre las mujeres, pero creo que se debe ir más allá en la explicitación de este papel y carisma de la mujer. No se puede entender una Iglesia sin mujeres, pero mujeres activas en la Iglesia, con su estilo, que llevan adelante. Pienso un ejemplo que no tiene nada que ver con la Iglesia, sino que es un ejemplo histórico, en América Latina, en Paraguay. Para mí, la mujer de Paraguay es la mujer más gloriosa de América Latina. ¿Tú eres paraguayo? Después de la guerra, quedaron ocho mujeres por cada hombre, y estas mujeres tomaron una decisión un poco difícil, la decisión de tener hijos para salvar la patria, la cultura, la fe y la lengua. En la Iglesia, se debe pensar en la mujer desde este punto de vista: de decisiones arriesgadas, pero como mujeres. Esto se debe explicitar más. Creo que nosotros no hemos hecho todavía una teología profunda de la mujer, en la Iglesia. Solamente puede hacer esto, puede hacer aquello, ahora hace de monaguilla, ahora lee la lectura, es la presidenta de Caritas… Pero, hay algo más. Es necesario hacer una profunda teología de la mujer. Esto es lo que yo pienso.

El Papa Francisco ha reiterado que la prohibición de la Iglesia Católica a las mujeres sacerdotes permanecerá para siempre y que la última palabra sobre esto fue en 1994 cuando san Juan Pablo II escribió que la iglesia no tenía autoridad para hacer este cambio y que Jesús había elegido sólo a los hombres como sus apóstoles.

Y muy resumidamente, quisiera también retomar la expresión que se mencionó la semana pasada y que causó risa, sobre el derecho establecido en la Decimoquinta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, de los ciudadanos a participar y votar en los procesos electorales, tales como: elecciones federales, estatales y locales, para elegir a los funcionarios del Gobierno en los Estados Unidos, donde los candidatos Presidenciales por el partido Demócrata Hillary Clinton, aprueba el aborto y por el partido Republicano Donald Trump, persigue a los inmigrantes, hostiga a las minorías raciales y ofende verbalmente a las mujeres, cual seria la actitud, ¿Que haría Jesús? y siguiendo los pasos de Jesús, encuentro su respuesta en el texto de Juan 8 (7-11), cuando Jesús se enderezó y dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra y al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer, entonces le dijo: Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado? Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más.

Concluyendo que si realmente queremos seguir los pasos de Jesús, al momento de cuestionar, calificar y señalar, nosotros no podemos ser más severos con el pecado de la mujer que con el pecado del hombre y por tanto, en calidad de Ciudadanos de bien, debemos cumplir primero con el acto moral y en segunda instancia con la norma establecida en nuestra sociedad del voto a conciencia, con criterio y como católicos defender el derecho a la vida durante la concepción y la muerte natural, porque hay estados donde se incluye un referéndum para aprobar el suicidio asistido, como ocurre en Colorado (Co) y casos como en California (Ca), donde se pretende aprobar el consumo de la marihuana como consumo recreacional, no como método medico con lo cual, estamos acabando con la vida de muchos seres humanos.

Nos acaba de demostrar el Papa Francisco al asistir a la reunión de Luteranos y Católicos realizada en Suecia, el 31 de Octubre del 2016, en el evento Ecuménico con la World Lutheran Federation con motivo de los 500 años de la reforma, que el Señor nos acoge a todos, por medio de la ternura, agradeció con palabras y dijo: “como lo haría Jesús”, a todos los gobiernos que han aceptado a los marginados, porque han demostrado solidaridad y reconocen las necesidades de las minorías.

Para entender la pregunta ¿Que haría Jesús? recomiendo:
(1) Leer el libro "En sus pasos ¿Qué haría Jesús?"
Charles Monroe Sheldon
(podrá leer 23 paginas en Español)

(26 de febrero 1857, ­ 24 de febrero 1946) Nació en Wellsville, Nue­va York y murió en Topeka, Kansas, fue, en Estados Unidos, Minis­tro en las iglesias congregacionales y líder del movimiento del Evangelio Social. 

Sheldon se graduó en la Academia Phillips, Andover. Se convirtió en un defensor de la escuela del pensamiento conocida como socialismo cris­tiano. Su perspectiva teológica se centró en los aspectos prác­ticos de la vida moral, con mucho menos énfasis en las tradi­ciones doctrinales de redención personal del pecado en Cristo.

El motivo teológico de Sheldon reflejaba su visión socialista. El propio trabajo parroquial de Sheldon se identificó con el Evangelio Social.

Walter Rauschenbusch , ampliamente considerado como el principal arquitecto del Evangelio Social , reconoció la importancia de Sheldon ubicándolo en la imitación de Jesús. Vio la importancia del trabajo de Sheldon en traer a casa la comprensión de que es difícil vivir una vida como la de Cristo, dadas las tentaciones de la sociedad moderna. Mientras Rauschenbusch encontraron esta valiosa conciencia, vio que no exigió lo que él creía que era necesaria una transformación de las instituciones sociales. Sheldon estaba en contacto con las preocupaciones de la clase media norteamericana a finales de siglo. Vio su papel de comunicación para presentar a su congregación y al público en general las ideas de Lyman Abbott , Richard Ely , George Herron , y Rauschenbusch. Esa era su intención al escribir sus pasos.

Los asuntos sociales que Sheldon defendió apasionadamente durante su vida, eran la igualdad y la prohibición (de la fabricación, almacenamiento en barriles o botellas, transporte, venta, posesión y consumo de alcohol). Creía que todas las personas eran iguales y debían ser tratadas como tales. Fue un pionero entre los ministros protestantes en dar la bienvenida a los negros a una iglesia principal. También estaba comprometido con un trato justo para judíos y católicos, y proclamó la igualdad de hombres y mujeres. Un fuerte defensor de la lucha feminista por la igualdad de derechos, instó a las mujeres a entrar en la política. También impulsó la plena igualdad en el lugar de trabajo.
Sheldon fue también un vegetariano que promovió la compasión hacia los animales tal como lo hizo hacia los seres humanos, incluso criticó circos por su trato a los animales.

En marzo de 1900 Sheldon se convirtió durante una semana en editor del periódico de Topeka “Daily capital” aplicando el concepto: ”¿Qué haría Jesús?" y en ese corto tiempo, la circulación del periódico explotó de poco menos de 12.000 a 387.000, abrumando la planta de impresión del periódico, teniendo que imprimir 120.000 copias cada uno en Chicago, Illinois y Nueva York .

Su novela, “In His Steps”, introdujo el princi­pio de “¿Qué haría Jesús?” articulando un acercamiento a la teología cristiana que se hizo popular a finales del siglo XX y tuvo un resurgimiento casi cien años después.  

Es una novela de ficción religiosa publicada por primera vez en 1896, el libro ha vendido más de 30.000.000 de copias, y se ubica como uno de los libros más vendidos de todos los tiempos .

En 1896, Sheldon pensó que escribiría una historia, que continuaría un capítulo por semana, acerca de varias personas que aplicaban en las actividades de su vida, la expresión: “¿Qué haría Jesús?". Sheldon pronto estaba predicando a una multitud. Cuando la historia había terminado, se publicó en el Advance, un capítulo por semana, y finalmente el Avance imprimir una edición de bolsillo de diez centavos que vendió 100.000 copias en pocas semanas.

La historia se lleva a cabo en la ciudad de Raymond, probablemente situado en el este de Chicago Illinois, Usa (Chicago, IL y la costa de Maine). El personaje principal es el Reverendo Henry Maxwell, pastor de la Primera Iglesia de Raymond, quien desafía a su congregación a no hacer nada durante un año entero sin primero preguntar: "¿Qué haría Jesús?”.
Otros personajes incluyen Ed Norman, El diario Raymond Daily, Rachel Winslow, una talentosa cantante, y Virginia Page, una heredera, por nombrar algunos.

Todo comienza el viernes por la mañana cuando un hombre sin trabajo (más tarde identificado como Jack Manning) aparece en la puerta principal de Henry Maxwell mientras este último se está preparando para el próximo sermón del domingo. Maxwell escucha la súplica impotente del hombre brevemente antes de alejarlo y de cerrar la puerta. El mismo hombre aparece en la iglesia al final del sermón dominical, camina hacia "el espacio abierto frente al púlpito" y enfrenta al pueblo. Nadie lo detiene. Él silenciosa pero francamente se enfrenta a la congregación- "No me quejo; Simplemente diciendo hechos… "- acerca de su compasión, o falta apática de los mismos, para los desempleados como él en Raymond. Al terminar su discurso a la congregación, se derrumba, y muere unos días más tarde. El próximo domingo, Henry Maxwell, profundamente conmovido por los acontecimientos de la semana pasada, presenta un desafío a su congregación: "No hagas nada sin preguntar primero, ¿Qué haría Jesús?” 

Este reto es el tema de la novela y es la fuerza impulsora de la trama. A partir de este momento, el resto de la novela consiste en ciertos episodios que se centran en los personajes individuales y muestra como sus vidas se transforman por el desafío. Norman decide no imprimir y  descontinuar la edición de domingo, dejando un vacío en las suscripciones. Alexander Powers inicia una pequeña reunión para los hombres del ferrocarril, pero también descubre el fraude del ferrocarril contra la CPI. Renuncia a su cargo, y va a trabajar como empleado de telégrafos. Rollin Page propone a Rachel Winslow, que lo rechaza, porque no tiene dirección. Más tarde Rachel y Virginia ayudan al Sr. y la Sra. Gray con reuniones en el Rectángulo (un área rodeada de salones), y Rollin experimenta la conversión. Más tarde, Virginia toma a Laureen, una señora borracha que se convirtió más temprano, a su casa, a la consternación de su abuela que sale para la alta sociedad. Jasper Chase, en contra del voto de "¿Qué haría Jesús?", Decide imprimir su novela de todos modos. Virginia más tarde utiliza su herencia para comprar la propiedad Rectángulo y también para ayudar al periódico de Norman. Rollin, teniendo un propósito para su vida ayudando a la gente, declara amor por Rachel.

Los capítulos 16-24 cambian la acción a Chicago, con el Dr. Calvin Bruce de Chicago visitando a Raymond, y escribiendo lo que vio. El Dr. Bruce hace una promesa similar. Su obispo, el obispo Edward Hampton, también lo visita. Los primos de Rachel, Felicia y Rose están huérfanos cuando su padre se suicida y su madre muere de shock. Van a vivir en Raymond un poco. El Dr. Bruce y el Obispo comienzan un trabajo en el Asentamiento (similar al Rectángulo), con la ayuda de Felicia. El obispo es detenido, pero el ladrón se da cuenta de que el obispo fue la misma persona que lo ayudó, y él se reforma. Algunos de los personajes de los capítulos anteriores, como Henry Maxwell, Rachel Winslow, parecen ver el trabajo en el asentamiento. El último capítulo tiene una visión que Henry Maxwell ve, contando algo del futuro de muchos de los personajes del libro.

Jesús aparece tranquilamente al principio, a una persona y luego a un grupo de personas en expansión en la pequeña ciudad de Raymond. Él gradualmente llama la atención cada vez más, incluyendo multitudes. Jesús va de Raymond a Nueva York y luego a Washington DC, en los puntos que hacen un chapoteo público, incluyendo la atención de los medios. El carácter no estereotipado de Jesús parece plenamente capaz de poder sobrenatural (no aparece en las imágenes, por ejemplo), pero elige un modo indescriptible de presentarse. No parece hacer actos públicos dramáticos como la curación, sino que habla palabras de consuelo o presta ayuda práctica. Lleva ropa de negocios ordinaria, a veces se mezcla en una multitud, y no es memorable en apariencia. Él es humilde, práctico y agradable. Su impacto en las vidas no es a través de obvios milagros, sino la bondad, el cuidado y el estímulo pasados ​​de moda.

En la década de 1990 las pulseras WWJD se convirtieron en un tema popular entre los jóvenes y los editores incrementaron las ventas del libro “en sus pasos” y la comercialización de artículos ”¿Qué haría Jesús? ".
Un mini-serie de diez capítulos con segmentos de una hora de duración, fue producida por KTWU llamada: "Más allá de Teología:? ¿Qué haría Jesús" que examina cómo esta pregunta podría ser considerada en el contexto de los cambios políticos, sociales y culturales que han tenido lugar en Estados Unidos. El programa también echa un vistazo a la forma en que Sheldon aplica el evangelio social en su propia vida y en su comunidad.


(2) Ver la película en Vimeo (subtitulada en Español)
¿Qué haría Jesús? ¿What Would Jesús Do? (WWJD) 2010


Se basa en un clásico de Charles M. Sheldon y la historia se inicia cuando el Pastor de una iglesia se va de viaje, con su hijo y esposa embarazada en carro pero tienen una fatal accidente y solo sobrevive el Pastor, quien a pesar de su tragedia personal sigue dando orientación en la iglesia a su comunidad.

Nada trascendental parece suceder en un pequeño pueblo llamado Raymond en el estado de California (USA) donde hay hambre, desalojos y muy pocas fuentes de trabajo, hasta que un misterioso hombre viajero se aparece de repente pidiendo trabajo, comida y alojamiento a cambio de hacer cualquier oficio pero es rechazado por ser extraño, hasta que un día se aparece en la iglesia tomando el uso de la palabra para hacer reflexionar a la comunidad sobre lo que realmente están haciendo en sus propias vidas y le muestra en realidad lo lejos que están de su fe, es por eso que les propone hacer un cambio radical en sus vidas llevando a la practica una pregunta crucial a la hora de tomar decisiones y la pregunta es ¿qué haría Jesús?.

La respuesta es que lloraría con el dolor de los demás, caminaría junto con la gente pecadora, curaría al enfermo, abrigaría al desnudo, alimentaria al hambriento y perdonaría a los que ofenden.

Se trata sobre la vida de cuatro personas que tienen en común; su fe en Jesús.
Virginia Paige, es la propietaria de una oficina de bienes raíces.
Diana, es la propietaria del periódico del pueblo.
Max, joven músico que vive con su madre en la misma casa.
Henry, es el Pastor de la iglesia.

Cuando Max se da cuenta que su propia amiga Virginia, era la persona que lo estaba presionando para embargar y desalojarlos de la propiedad, se niega a perdonarla, pero con la intervención del Pastor, logra encaminar su pensamiento sobre la pregunta hecha por el desconocido en la iglesia, ¿qué haría Jesús?.

Virginia comenzó a reaccionar sobre su comportamiento y decide acoger en su casa a una joven muchacha que habitaba la calle por sus condiciones económicas y la adopta como su hija, ayudándola con todo lo que ella carecía hasta ese momento. Ademas Virginia se postula como aspirante a la Alcaldía del pueblo con el lema de campaña: “Amor, entendimiento a los demás y ejemplo de como vivir” y gana las elecciones al político tradicional Alex York, quien solo veía la oportunidad de atesorar dinero y bienes raíces a costa del pueblo.

Una vez que el viajero se recupera de su dolencia debido a los cuidados que el Pastor dedicó decide seguir su camino de viajero, en vista que todo en el pueblo ha vuelto a la normalidad.


(3) Ver la película en Youtube (Marriage Supper of the Lamb)
What Would Jesus Do II - The Woodcarver (2012)


El tema se desarrolla, partiendo de la incapacidad creada en Mathew Stevenson de lidiar con las constantes discusiones y peleas entre sus padres Jack y Rita, quienes se separan y con quince años de edad, es un joven con problemas que vandaliza, escribe palabras en las paredes y destroza parte de la iglesia del vecindario donde la familia asiste, pero para reparar el daño a la iglesia y evitar los cargos criminales, Mathew debe trabajar en el taller de Ernest, un viejo tallador de madera quien creó toda la decoración artesanal en madera intrincada en el área que Mateo destruyó, a pesar del rechazo de su padre. 

Jack maltrata permanentemente a su hijo de palabra cuando le llama la atención verbal con gritos y amenazas, lo cual provoca un descontento del joven y decide no vivir mas en casa de sus padres.

El viejo y viudo Ernest, sueña con su difunta esposa Cristine Otto el momento en que ella le cuanta que el resultado de la prueba de cancer es positiva. Ernest proporciona al joven un lugar tranquilo donde tiene tiempo para reflexionar sobre la pregunta WWJD (¿Qué haría Jesús?) en cada uno de sus actos diarios. 
¿Jesús iría a la escuela o no?, ¿Jesús destrozaría la escuela?.

Un día mientras pulía la madera, sintió el sentimiento de aprendizaje y todo lo que podía crear con sus manos en ella y dio respuesta a la primer pregunta y si regresara a estudiar.

El socio de Jack provoca un incendio en el taller de madera tallada lista para la instalación y aunque todas las dudas caen sobre Jack, es el joven quien invita a su mama Rita a trabajar en el taller para ayudar a terminar la obra de reconstrucción en el tiempo del contracto.

Jack toma vacaciones y dedica tiempo a ayudar en el taller junto con todos los miembros de su familia, porque entendió que la familia era mas importante que el trabajo mismo.

La pregunta WWJD reúne de nuevo a sus padres y en el camino, también logran restaurar su fe en Dios y en la vida.






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