martes, 6 de junio de 2017

PRINCIPIO, CENTRO, META

Llegaremos a conocer a Jesús, a ser su amigo y hermano, y además Él nos hará libres para amar en el sentido amplio de la palabra evangélica del amor, sobre todo del Ágape que significa el amor que va acompañado de decisiones (amar al prójimo, por ejemplo al asesino de mi hijo, no significa darle besos, sino perdonarlo, no odiarlo, ni querer su muerte). 


Además comenzaremos a pensar qué haría Jesús en mi lugar: 
- ¿en el problema que estoy?, 
- ¿en la situación de mi oficina?, 
- ¿como actuaría si Jesús tuviera a mi pareja como esposo/esposa?, 
- ¿qué haría con mi enemigo, o con mi vecino?, y un bonito y largo listado de interrogantes, que sólo será posible si el Espíritu Santo nos ayuda porque para eso lo dejó Jesús aquí. Porque sabía que nosotros solos no podemos y es en nuestros defectos y debilidades donde Dios más se manifiesta.

Esta semana nos preparamos para conocer más de Jesús, y saber por qué todo en este mundo fue creado por él, con él y para él, para hacerlo el Señor de Señores! y su reino no tendrá fin jamás! Y cómo eso es lo que nos debe importar en la vida, más allá de caer en las distracciones cotidianas como la búsqueda de éxito, el trabajo, la familia, los quehaceres, la cotidianidad y las rutinas…. 

No seamos como Marta que se perdía la mejor parte! 
Estar con Jesús! (Lucas 10, 38-42)

Canto 55 del Libro: Cantoral del Tallerista
VEN, OH SANTO ESPIRITU

Ven, oh Santo Espíritu,
a inundarnos con tu luz.
Ven, oh Padre de los huérfanos,
fuente de consolación.

De las almas huésped fiel,
y descanso en el afán.
Ven a enjugar nuestras lágrimas,
y mitigar el dolor.

Colma nuestro corazón
con el gozo de tu paz.
Todo el hombre es vaciedad,
si Tú de él ausente estás.

Ven, oh Santo Espíritu,
ven y apaga nuestra sed.
Sana el enfermo corazón
cólmanos de tu plenitud.


Objetivo: Preguntarnos siempre ¿Qué haría Jesús en mi lugar?

Ejercicio de Silencio Interior: 

Ejercicios de respiración

En soledad, dispongámonos a silenciar nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro corazón, con los ojos cerrados y haciendo ejercicios de respiración lenta por 2 minutos.

La respiración no debe ser forzada sino calmada. Los que fuerzan la respiración, elevan los hombros y el tórax. Así respiran los nerviosos. Lo contrario es lo correcto. 

Primero relájate por completo y expulsa el aire a fondo.
Después, sin forzar nada, los pulmones por sí mismos se llenarán de aire. Es conveniente inspirar por la nariz, para que se filtre y se caliente el aire antes de llegar a los pulmones. La aspiración, en cambio, puede hacerse con la boca entreabierta.

La respiración abdominal es la respiración más relajante, trae sosiego y tranquilidad. En síntesis se trata de lo siguiente: se hinchan simultáneamente el abdomen y los pulmones, y se vacían también a la vez. Debe ser una respiración lenta, suave, silenciosa, sumamente tranquila y nunca forzada.

Sentado en un sofá, o en una silla, después de expulsar todo el aire de los pulmones con una fuerte espiración con la boca abierta, comienza la fase de inspiración dilatando el abdomen y, en seguida, casi de modo simultáneo, la parte inferior del pecho y, en seguida, la parte superior como en un "crescendo" (aumento gradual), siguiendo con atención todo ese movimiento. No hay necesidad de alzar los hombros, gesto que denotaría alguna tensión, la columna vertebral se endereza por sí misma y la cabeza también.

Y, ahora, comienza la frase espiradora contrayendo primero el abdomen, después los pulmones hasta la parte más alta del tórax. Se expulsa completamente el aire viciado contrayendo, con lentitud y de manera continua, los músculos del bajo vientre, y éstos impulsan al diafragma que se eleva, ayudando a vaciar por completo los pulmones.
Se mantiene esta contracción por un par de segundos, luego se deja que los músculos del abdomen se relajen suavemente y que el abdomen vuelva a su estado normal.

De nuevo, se comienza a aspirar o inspirar. Todo este ejercicio tendrá una duración de cinco minutos en total. Es esencial seguir con atención el movimiento del aire, al que se siente y se dirige. Es, pues, una respiración sentida, consciente y concentrada. Por eso mismo, podemos afirmar que se trata de un excelente ejercicio de concentración.

Al principio es difícil evitar que se produzca un cierto estado de tensión o de obsesión pero, después de un entrenamiento asiduo, pronto se experimentará apaciguamiento y calma. 

Puede practicarse sentado, acostado o de pie. Recuerda que la espiración es bastante más lenta que la inspiración.

Nota: es obvio que estos ejercicios tienen que ir intercalados de pausas muy largas, largas o breves.


Comenzamos siempre con lo más importante diciendo: 

Te pido Señor tu presencia y ayuda, 
iniciando esta lectura y 
atención en el nombre del Padre, 
del Hijo y del Espíritu Santo.

Inicio esta lectura en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”

Canción: 
El Espíritu de Dios está en este lugar. 


Desde ahora colocamos delante de los ojos a la espléndida figura de Jesús para ir copiando, uno por uno, sus rasgos, a fin de llegar a ser, como El: pacientes y humildes, sensibles y misericordiosos,

Para amar como Jesús amó, para ser comprensivos y misericordiosos como El, para atender preferentemente a los pobres de espiritu;

Desde ahora una sola pregunta guiará nuestros pasos y nuestros días: ¿Qué haría Jesús en mi lugar?

Jesús no es primeramente el hombre “con” los hombres, sino el hombre abierto al Padre

Amó de mil formas y maneras; en el Calvario, el dolor y el amor se abrazaron como dos hermanos. Cristo, y su Iglesia (la que no está hecha con paredes), irá creciendo en la medida en que nosotros encarnemos los sentimientos y actitudes de Jesús.


Canto 3 del Libro: Cantoral del Tallerista
ALEGRIA Y JÚBILO EN CRISTO DIOS

Alegría y júbilo en Cristo Dios,
Cristo Dios, Cristo Dios.
Alegría y júbilo en Cristo Dios,
con su gracia y su perdón.

Estábamos perdidos sin alegría y paz
te hiciste hermano nuestro
Dios y hombre de verdad.

Seguimos caminando, luchando con valor,
Tú vuelves por nosotros
en el día de tu amor.



PALABRA DE DIOS

La palabra de Dios es luz que ilumina, pan que alimenta, fuego que da calor, camino que guía, es vida eterna. 

El texto Bíblico esta semana es del libro de Colosenses, donde:

- Jesús, vivió una sola existencia histórica; marcando nuestra existencia (inclusive los ateos cuentas los años Antes de Cristo y Después de Cristo)

- Pero una vez resucitado, Jesús es constituido como principio, centro y consumación de cuanto existe.

- Sufre con los que sufren, trabaja con los que trabajan, ama con los que aman, asume y resume las mil formas de la actividad humana;

- Todo fue creado en El, por El, con El, para El;

- El existe antes que nada existiera. El tiene la supremacía en todo.

Abramos nuestros ojos, nuestras mentes y sobre todo nuestros corazones, con la ayuda de Dios, y acojamos estas palabras (anotando en nuestro cuaderno aquellas palabras que más me hablen especialmente a mí):

Colosenses 1 (15-20)

(15) Cristo es la imagen visible de Dios, que es invisible; es su Hijo primogénito, anterior a todo lo creado. 
(16) En él Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, tanto lo visible como lo invisible, así como los seres espirituales que tienen dominio, autoridad y poder. Todo fue creado por medio de él y para él. 
(17) Cristo existe antes que todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden. 
(18) Además, Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo. Él, que es el principio, fue el primero en resucitar, para tener así el primer puesto en todo. 
(19) Pues en Cristo quiso residir todo el poder divino, 
(20) y por medio de él Dios reconcilió a todo el universo ordenándolo hacia él, tanto lo que está en la tierra como lo que está en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz.


Reflexión personal:
¿Qué me dice a mi este texto que acabo de leer?
(a cada persona nos dice diferentes cosas) 

A mí me dice que Dios “hace la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz”, diciéndome que todo conflicto mío con él, fue ahí redimido.

Además veo que nada en este mundo importa, nada! yo menos! (debo desapropiarme a las cosas “del mundo”) porque son añadiduras si! Pero no son la finalidad de mi existencia, es Cristo en quien esta todo resumido y asumido! En Jesús!. Y hasta pienso que hubiera querido ser un gusanito en su presencia! o una hoja de grama que Jesús pisó! Me imagino que honor hubiera sido! Pero tengo la esperanza de estar en su presencia un día!


Oración 1 del Libro Encuentro: Manual de Oración 
CENTRO DE GRAVEDAD

Para cantarte, mi Señor Jesús, ¡cómo me gustaría tener ojos de águila, corazón de niño y una lengua bruñida por el silencio!

Toca mi corazón, Señor Jesucristo; tócalo y verás cómo despiertan los sueños enterrados en las raíces humanas desde el principio del mundo.

Todas nuestras voces se agolpan a tus puertas. 
Todas nuestras olas mueren en tus playas. 
Todos nuestros vientos duermen en tus horizontes.
Los deseos más recónditos, sin saberlo, te reclaman y te invocan.
Los anhelos más profundos te buscan impacientemente.
Eres noche estrellada, música de diamantes, vértice del universo, fuego de pedernal.

Allí donde pesas tu planta llagada, allí el planeta arde en sangre y oro.

Caminas sobre las corrientes sonoras y por las cumbres nevadas.
Suspiras en los bosques seculares.
Sonríes en el mirto y la retama.
Respiras en las algas, hongos y líquenes.

Por toda la amplitud del universo mineral y vegetal te siento nacer, crecer, vivir, reír, hablar.
Eres el pulso del mundo, mi Señor Jesucristo. 
Eres Aquel que siempre está viniendo, desde las lejanas galaxias, desde el centro ígneo de la tierra, y desde el fondo del tiempo; vienes desde siempre, desde hace millones de Años Luz.

En tu frente resplandece el destino del mundo y en tu corazón se concentra el fuego de los siglos.

Deslumbrado mi corazón ante tanta maravilla, 
me inclino para decirte: 
Tú serás el rey de mis territorios.

Para Ti será el fuego de mi sangre.
Tú serás mi camino y mi luz, la causa de mi alegría,
la razón de mi existir y el sentido de mi vida, mi brújula y mi horizonte, mi ideal, mi plenitud y mi consumación.
Fuera de Ti no hay nada para mí.

Para Tí será mi última canción.
¡Gloria y honor por siempre a Ti, 
Rey de los Siglos!


JESUS COMO SEÑOR Y SALVADOR

Quiero hacerte una invitación a que cuando estés listo, y por decisión personal, digas audiblemente y sobre todo con el corazón la oración siguiente:

Jesús, estoy aquí, ante tu presencia, arrepentido por mis pecados! Y pidiéndote perdón! reconociendo que no soy nada ni nadie, te amo, y quiero quitarme del trono de mi vida, 
desde donde me gustaba “ganar” “sobresalir” “ser elogiado”, 
y quiero entregártelo a ti! … Reina tu en mi vida Jesús!… 
te acepto como mi Señor y Salvador!, y reconozco que nada soy sin ti.

Creo Señor, por fe, que con tu sangre derramada en la cruz del Calvario me has librado de mis culpas y equivocaciones. 
Gracias Señor! por redimirme y por darme tu paz!.

Ayúdame a permanecer en esa paz y a serte fiel siempre, 
como Tú eres Fiel; y permíteme amarte como Tú me amas, 
Amén.

Para ver el video en Youtube (regalos40), en la voz del Padre Ignacio Larrañaga, hacer clic en: Principio, centro, metaEl mensaje nos hablará de por qué Jesús es principio, centro y meta, basándose en las siguientes ideas principales:

- Abierto enteramente al Padre
- Abierto enteramente a los hermanos
- Al final, “se pasó” en el amor
- Jesús crece incesantemente
- Oración de acogida (explica la modalidad que practicaremos esta sesión)
- ¿Qué haría Jesús en mi lugar?


Canto 28 del Libro: Cantoral del Tallerista
JESUCRISTO

Jesucristo, Jesucristo,
Jesucristo, yo estoy aquí.
Jesucristo, Jesucristo,
Jesucristo, yo estoy aquí.

Miro hacia el cielo y veo
una nube blanca que va pasando;
miro a la tierra y veo
una multitud que va caminando.
Como esta pasa sin dirección.
Y ¿quién podrá mostrarle?
El camino cierto eres Tú, Señor.

Por todas partes veo
gente que clama por comprensión;
buscan con desespero
sacarse espinas del corazón.
Es mi deseo ver
aumentando siempre esta procesión
para que todos canten
las mismas letras de esta canción.


MODALIDAD DE ORACIÓN

Oración de Acogida

Esta oración se hace pensando en Jesucristo, resucitado y presente.
Consta de tres momentos
    1. “Jesús me asume”
    2. “Jesús me sana”
    3. “Jesús me cristifica”

En el primer momento, apoyándonos en las frases que utilizaremos en la práctica, invito a Jesús a entrar dentro de mi, mientras quedo receptivo y acogedor. Escucharemos en el audio (o leeremos) una serie de frases y nos quedaremos en silencio un minuto aproximadamente después de cada frase, tratando de sentir vivamente lo que dice la frase; sintiendo intensamente lo que cada frase significa.

En un segundo momento le pido que me sane, purifique, me redima, que me asuma, imagínese que él se une a usted, y tratando de sentir vivamente lo que la frase dice. En cuanto yo me retiro de mi mismo, Jesús toma mi lugar hasta poder decir como Pablo: ya no soy yo; es Jesús quien vive en mi.

En el tercer momento, ahora que yo ya no soy yo mismo, sino que “yo soy Jesús”, es decir, revestido y armado por dentro de la “disposición interior” y sentimientos de Jesús, ahora regreso mentalmente a mi vida, y trayendo a mi mente situaciones difíciles voy a tratar de solucionarlas con los sentimientos de Jesús: ¿qué sentiría Jesús?, ¿cómo amaría?, ¿cómo miraría esta situación?, ¿cómo reaccionaría?, ¿cómo actuaría?

CONSEJOS:
Silenciar nuestra mente y cuerpo con respiración lenta por dos minutos

En posición orante, con las palmas de las manos hacia arriba y apoyadas en los muslos (en señal de apertura y acogida) realice la invocación del espíritu santo pidiendo su ayuda para orar.

Imagínese a Jesús resucitado, aquí, vivo, presente

Esta modalidad debe tener una real disposición para actuar como Jesús, o al menos para “tratar”, ya que Él es un caballero, y no va a hacer algo que usted no quiera; recuerde que nos ha dado libre albedrío, y aunque Él es Dios, nosotros no siempre hacemos su voluntad. Y esta modalidad es básicamente preguntarle y pedirle a Él su voluntad, y querer llevarla a cabo! Aunque no sea lo que nosotros queramos hacer…. (pero créame que es lo que más nos conviene! Aunque nuestros pensamientos no son sus pensamientos, los de Él son perfectos! y Él no se equivoca!)… es una excelente guía para nuestras acciones en todas las áreas de la vida (en el trabajo, en la familia, en pareja, como padres, como hijos, como amigos, como vecinos, etc o si estamos en una situación difícil: enfermedad incurable, traiciones, muerte de familiares, etc.).

Esta modalidad además es ideal para practicarla al recibir a Cristo Sacramentado a través del pan y vino cuando es convertido en cuerpo y sangre de Jesús y lo comemos y bebemos, en misa, en el servicio religioso, en el culto, etc.

Con los ojos cerrados escuchar el audio del video en Youtube (Oración y Vida, Oración y Vida):
Ejercicio de Acogida (explicación)


Frases para la práctica de la Oración de Acogida (con los tiempos de silencio incluidos en el audio) y práctica de la Oración de Acogida

Cuando termine salga suave y lentamente de la presencia.

Cristo Jesús, fuiste Tú el primer solidario. Renunciando a los esplendores de la divinidad, te hiciste solidario del hombre, pobre peregrino con su soledad a cuestas, participando en la caravana de la existencia humana hasta las últimas consecuencias.


Oración 48 del Libro Encuentro: Manual de Oración 
A LA LUZ DE TU FIGURA

Señor Jesucristo,
que tu presencia inunde por completo mi ser,
y tu imagen se marque a fuego
en mis entrañas,
para que pueda yo caminar
a la luz de tu figura,
y pensar como Tú pensabas,
sentir como Tú sentía,
actuar como Tú actuabas,
hablar como Tú hablabas,
soñar como Tú soñabas,
y amar como Tú amabas.

Pueda yo, como Tú,
despreocuparme de mí mismo
para preocuparme de los demás;
ser insensible para mi y sensible para los demás;
sacrificarme a mí mismo, y ser al mismo tiempo
aliento y esperanza para los demás.

Pueda yo ser, como Tú, 
sensible y misericordioso; 
paciente, manso y humilde; 
sincero y veraz.
Tus predilectos, los pobres, 
sean mis predilectos; 
tus objetivos, mis objetivos.

Los que me ven, te vean,
Y llegue yo a ser una transparencia 
de tu Ser y tu Amor. 

Así sea.


Oración 50 del Libro Encuentro: Manual de Oración
ESTAS CON NOSOTROS

Estás con nosotros todos los días 
hasta el fin del mundo.

Estás con nosotros, Omnipotencia divina, 
con nuestra fragilidad.

Estás con nosotros, amor infinito, 
que nos acompañas en todos nuestros pasos.

Estás con nosotros, protección soberana 
y garantía de éxito en las tentaciones.

Estás con nosotros, energía que sostiene 
nuestra vacilante generosidad.

Estás con nosotros, 
en nuestras luchas y fracasos, 
en nuestras dificultades y pruebas.

Estás con nosotros, 
en nuestras decepciones y ansiedades 
para devolvernos el coraje.

Estás con nosotros en las tristezas 
para comunicarnos el entusiasmo 
de tu alegría.

Estás con nosotros en la soledad 
como compañero que nunca falla.

Estás con nosotros 
en nuestra misión apostólica 
para guiarnos y sostenernos.

Estás con nosotros 
para conducirnos al Padre 
por el camino de la sabiduría 
y de la eternidad. 

Amén.


Bendición (Números 6, 24- 26):

El Señor nos bendiga y nos guarde
Ilumine su rostro sobre nosotros,
Y se apiade de nosotros.
Nos muestre su rostro y nos conceda la Paz.


En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amen.




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