Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación. (Anónimo)
Si te caes siete veces, levántate ocho. (Anónimo)
La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces. (Anónimo)
¿Qué sentido tiene correr cuando estamos en la carretera equivocada? (Anónimo)
Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie. Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta. (Anónimo)
Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio. (Anónimo)
El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él. (Anónimo)
Añorar el pasado es correr tras el viento. (Anónimo)
Cuando el carro se haya roto muchos os dirán por donde no se debía pasar. (Anónimo)
Si eres paciente en un momento de ira, escaparas a cien días de tristeza. (Anónimo)
De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso. (Napoleón I)
Las preguntas no son nunca indiscretas. Las respuestas, a veces sí. (Oscar Wilde)
Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error. (Alessandro Manzoni)
Las ideas no son responsables de lo que los hombres hacen de ellas. (Werner Karl Heisenberg)
Huye de los elogios pero trata de merecerlos. (François Fénelon)
Si la juventud es un defecto, es un defecto del que nos curamos demasiado pronto. (James Russell Lowell)
El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va. (Antoine de Saint-Exupery)
Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria. (Mahatma Gandhi)
En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias. (Robert Green Ingersoll)
Como no tenemos nada más precioso que el tiempo, no hay mayor generosidad que perderlo sin tenerlo en cuenta. (Marcel Jouhandeau)
Deberíamos usar el pasado como trampolín y no como sofá. (Harold MacMillan)