miércoles, 6 de mayo de 2015

EL SUEÑO SOMBRERERO

1893 Hospital de Norwalk _ (Norwalk Library)
Margaret Cavanaugh, era una residente del pueblo y se desempeñaba como cortadora de moldes en la fábrica de sombreros en Norwalk. Un día cuando iba camino a su trabajo se encontró con una escena inquietante y terrorífica, porque un hombre había sido atropellado por un tren y estaba muriendo desangrado en la calle. En aquella época, me refiero al año 1888, no había ningún lugar en Norwalk (Ct) para llevar a los enfermos o lesionados y solo aquellos que tuvieran una considerable riqueza y los medios de transporte necesarios, podrían ser trasladados a la ciudad de Nueva York y/o a la ciudad de New Haven para recibir atención médica adecuada, pero la gente común y corriente, se enfrentaba diariamente a los peligrosos accidentes de los carruajes con caballos, accidentes automovilísticos, accidentes de fábrica, partos, fiebre y neumonía en una ciudad sin un hospital para la respectiva atención médica. 


Aunque devastada por la escena del accidente que había visto y la expresión de dolor del moribundo, Margaret de forma voluntaria reaccionó inmediatamente y se involucró en el caso, solicitándole a los transeúntes ayudar a trasladar al herido a un dispensario improvisado en un local depósito del Sur de Norwalk.

Profundamente preocupada, Margaret se comprometió a encontrar una respuesta para este tipo de trágicas emergencias, entonces ella y algunas de sus compañeras de trabajo fueron hasta la oficina de su capataz, John Mains, y le imploraron ejercer su influencia en la solución de la apremiante necesidad. 
A sugerencia de Margaret, y gracias a su compasión desinteresada, se realizó una reunión a la que asistieron todos los trabajadores de la fábrica de sombreros y de esta forma nace el Fondo pro-hospital, como un movimiento que buscaba crear las bases para establecer un hospital en Norwalk (Ct). La comunidad participó y la gente de todos los ámbitos sociales apoyaron el movimiento, haciendo del sueño una realidad en el año1893. “Hatters Hospital Fund” llegó a recoger $ 6.000 dólares, siendo una asociación temporal de la comunidad que se organizó en una reunión pública.

Su primera recaudación de fondos fue un partido de béisbol amistoso jugado entre los médicos casados vs los médicos solteros, con un total de $ 1,052 dólares (fondos no suficientes). La noticia de que la rudimentaria sala de primeros auxilios improvisada en el local depósito la debían cerrar, se produjo una manifestación pública pro-hospital convocada en las instalaciones de la armería en octubre de 1891. El Boletín Semanal que circulaba en el pueblo, informó sobre la convocatoria con gran titular de encabezamiento, “Reunión Monstruo" llenó cada asiento de la gran sala de armas y además tenía 300 personas de pie, como demostración de apoyo total a la idea. El Rev. William J. Slocum de la iglesia Santa María leyó las promesas propuestas, declarando: "No queremos hablar tanto, nosotros queremos dinero," y la población captó el mensaje. Las trabajadoras de la fábrica de sombreros, las iglesias y las escuelas organizaron un bazar que recaudó $ 2.800, llamando la atención y el apoyo del líder de la ciudadanía, garantizando su éxito.

El 3 de diciembre de 1892, el estado de Connecticut concedió la incorporación de la Asociación del Hospital de Norwalk y en la primera reunión de la asociación, en la oficina del juez John Light, fue elegido presidente a John I. Ferris.

La asociación arrendó el segundo y parte del tercer piso de una casa ubicada en 24 Leonard Street. En el día de apertura, el 20 de julio de 1893, El periódico local (The Norwalk Hour) como una de sus noticias, elogió el alojamiento, describiéndolo como: "escrupulosamente limpio, con salas separadas para hombres y mujeres, tres (3) camas blancas en cada cuarto”. Una cocina transformada y adecuada, sirvió como una sala de operaciones y el hijo del propietario de la casa rentada, se desempeñó como el primer conductor de la ambulancia.

Entre los fundadores originales aparecen, además de ministros, comerciantes y otros próceres cuatro (4) médicos que, según los médicos locales, se habían estado agrupando profesionalmente como la Sociedad Médica de Norwalk desde 1868. Su secretario, William J. Tracey, MD, se convirtió en director médico del hospital, fue el primero de una larga lista de médicos, que continúan sirviendo por más de un siglo, y cuatro (4) generaciones, más adelante. También se incluyen entre los fundadores originales a John Mains, quien era ex-capataz de Margaret Cavanaugh, como el representante estatal.

En la primera reunión de la asociación, Margaret Cavanaugh fue nombrada en la Junta de Señoras Visitantes (Ladies Visiting Board), un grupo creado y dirigido por mujeres prominentes del pueblo, que tiempo más tarde fue rebautizado como la Junta de Mujeres (Woman’s Board) y el grupo fue encargado de suministrar soluciones a muchas necesidades y comodidades básicas para el hospital, una misión difícil y complicada que generó actividades heroicas en las próximas décadas, para lograr el objetivo.

Durante sus seis años de permanencia en esta casa arrendada y sin ascensor, fueron tratados 431 pacientes y rechazaron a muchos más, debido a los límites de la medicina, que para finales de siglo eran evidentes y a partir de los registros clinicos, se comprueba como sólo cinco (5) operaciones se realizaron (1893), todos ellas eran sencillas amputaciones de dedos de las manos y/o dedos de los pies, causadas por accidentes de trabajo ocurridos con la manipulación de máquinas rudimentarias. Antes de las medidas de salud pública y los antibióticos, la fiebre tifoidea y la neumonía aumentaban considerablemente y demoraban mucho tiempo. Un promedio de hospitalización en ese entonces era de 20 días.

El 21 de agosto de 1899, se abrieron las puertas de la segunda nueva sede del hospital, en las instalaciones de la Armería en la colina de la Post Road (Connecticut Avenue, cerca de Stuart). Contaba con 26 camas, ofrecía algunas habitaciones privadas y una “sala esterilizada" para cirugía. Un programa de un musical (1900) habló elogiosamente del "Hospital del Pueblo", y recordó a "los corazones agradecidos" sobre las necesidades actuales. El enlace directo de regalos a la atención médica se ve en agradecimiento del informe anual de 1906 con un tanque de oxígeno, un tubo estomacal y un reloj de la sala de operaciones. Otras donaciones de bienvenida fueron ropa de cama, una fanegada de manzanas, y en un día de mucho calor, helados para todos los pacientes, enfermeras y celadores. Entonces, como ahora, los amigos también ayudaron al hospital a mantenerse al día con los avances científicos. Sólo una década después, Wilhelm Roentgen anunció su descubrimiento de los rayos X en Alemania (1906) y donantes en Norwalk estaban agradecidos por permitir la compra de una máquina de rayos X.

El Hospital de Norwalk comenzó la capacitación sobre enfermería en diciembre de 1905, con una (1) sola enfermera-alumno, hasta convertirse en la vanguardia de las nuevas generaciones de enfermeras durante los años de existencia de la Escuela de Enfermería. Aunque el hospital se amplió a 40 camas, en un par de años fue sobrecargada. Las Madres de familia comenzaron a buscar a los hospitales para dar a luz, pero no había sala de maternidad, entonces la junta se enfrentó la necesidad de construir la sala, una vez más, afortunadamente, surgieron nuevos recursos de liderazgo y filantropía.

John J. Cavanaugh, hermano de Margaret, se destacó en la empresas donde trabajó por ser enérgico y muy entusiasta en el desempeño de sus funciones, pasando de la mesa de trabajo de la fábrica de sombreros a la suite ejecutiva, convirtiéndose en jefe de la empresa Hat Corporation of America por la década de 1920. Elegido alcalde de Norwalk en 1909, donó el sueldo anual de $ 250 dólares al hospital y se convirtió en Director, que pronto, el hospital se convirtió en su cruzada por vida. Cuando se descubrió que un nuevo hospital adecuado costaría $ 100.000 dólares (un costo astronómico en 1915), fue Cavanaugh quien convenció a John H. McMullen, un magnate de la construcción jubilado, para tomar la Presidencia y comenzar a recaudar fondos. Aún más importante, Cavanaugh comprometió a otro digno e ilustre personaje, como: ET Bedford, un financiero, petrolero y filántropo de Greens Farms, en el bienestar del hospital. ET Bedford tuvo la visión para ver lo que es un buen hospital y todo lo que podría hacer por una región, y también la sabiduría para estructurar y dar formas que estimulen los esfuerzos de la comunidad. Durante más de 75 años, la visión y la generosidad de la familia de Bedford ha sido crucial para el crecimiento y la fortaleza del Hospital Norwalk.

La tercera y definitiva ubicación, se da cuando el nuevo edificio de 75 camas, en lo alto de la calle Stevens con vistas a la ciudad, se está preparando para su debut el 3 de diciembre de 1918, precisamente cuando la epidemia de influenza en todo el mundo golpeó mortalmente a la población. El miembro de la Junta Samuel Roodner participó con su propia tripulación para ayudar a terminar la obra, y el 12 de octubre, las puertas se abrieron para los enfermos y 119 pacientes fueron tratados contra la gripe.

Con dos importantes fichas del tablero bien ubicadas, ET Bedford como piloto principal y John J. Cavanaugh segundo al mando, la expansión continuó y para capacitar suficientes enfermeras, la Escuela de Enfermería necesitaba urgentemente su propio edificio. Por medio de una campaña realizada por los Kiwanis Club y los Caballeros de Colón, se obtienen beneficios económicos para iniciar la construcción en 1926 de un lugar para las Enfermeras, llamada La Enfermería Mary A. Bedford (the Mary A. Bedford Nurses Home), que duplicó la capacidad del hospital a 160 en el año 1929.

Los avances médicos también mantienen el ritmo; el primer electrocardiógrafo para la detección de enfermedades del corazón llegó en 1920. A continuación, una científico contratada por la Escuela de Medicina de Cornell creó un laboratorio de patología. Con los dispositivos actualizados, comenzó a funcionar el departamento de rayos X y el diagnóstico de los rayos X se triplicaron en un año. La radioterapia se inició en 1928, y el hospital contrató a su primer médico y pasantes de la casa, un presagio de programa de educación médica importante de hoy.

Durante la Gran Depresión, la supervivencia era una preocupación real para las instituciones, así como individuos; 110 hospitales estadounidenses se vieron obligados a cerrar, sólo en 1932. El Hospital de Norwalk no sólo prevaleció, sino que fue pionero en la prestación del servicio médico con un seguro de grupo: Plan de Servicio del Hospital (1935) y más tarde se unieron a New Haven, para convertirlo en Connecticut Blue Cross.

Innovaciones médicas del Hospital Norwalk incluyen una Clínica de Tumores que se inició en 1934, por delante de la mayoría de los hospitales de la comunidad de la zona. Con consultas semanales para los enfermos de cáncer, independientemente de su capacidad de pago, fueron los primeros pasos hacia el programa de la clínica integral de hoy, que cuenta con más de 30 especialidades que sirven a más de 50.000 pacientes al año.

Una afluencia de trabajo de la Segunda Guerra Mundial tuvo un desborde del hospital ya lleno. Con la ayuda del gobierno, se añadió el ala norte en 1944. Sin embargo, mucho más se necesitaba, cuando la explosión suburbana de la posguerra se triplicaron las demandas sobre el Hospital de Norwalk. Una vez más el pueblo respondió. Campañas en Norwalk y pueblos circundantes hacen posible la construcción del Pabellón de la Comunidad (Dana Pavilion) en una realidad en 1953. En 1961, la generosidad de Charles A. Dana y la señora Romano H. Heyn permitió continuar la construcción y la expansión para agregar más pisos a la torre para seguir el ritmo de crecimiento de la zona.

Norman A. Brady sirvió como presidente (1971-1985) y facilitó muchas nuevas perspectivas médicas y educativas. En 1975, el Hospital formalizó su afiliación con la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale para un programa de residencia de posgrado en medicina interna; hoy en día, cada departamento clínico en Norwalk Hospital cuenta con una asociación educativa con su contraparte en Yale. El hospital introdujo Cirugía Ambulatoria de Connecticut y lanzó por primera vez la residencia de postgrado de la nación exclusivamente para asistentes médicos quirúrgicos. Norwalk se convirtió en uno de los primeros hospitales en el estado para instalar un sistema de información del paciente computarizado en todo el hospital. Y en 1978, una unidad de construcción vigorosa duplicó en pies cuadrados al hospital.

El presidente David W. Osborne llevó al hospital para enfrentarse al reto del cambio en la década de 1990, donde las necesidades de salud de la Comunidad hicieron llamados para la modernización de las instalaciones antiguas. Los tiempos llamados de largo alcance y visión continuan con el fin de mejorar la atención de calidad en todas las áreas. Las cirugías ambulatorias, los tratamientos y las visitas superan más de 100.000 por año.

El Hospital de Norwalk, bajo la dirección del Sr. Osborne, celebró su centenario a principios de 1990 con la finalización de los programas de mejoras en la construcción y la modernización de equipos médicos, gracias, una vez más, a la comunidad entera y a todos los que hicieron posible este éxito, con sus contribuciones.

 HELICOPTERO MEDICO SOBRE HELIPUERTO
Helicóptero Médico en helipuerto del hospital
En 2015, Michael J. Daglio es el actual presidente del Hospital de Norwalk (Ct) con otra nueva edificación que se anexa a la ampliación de sus instalaciones físicas y unidades médicas, dotado con alta tecnologia de punta, (Norwalk Hospital) es un hospital líder en la enseñanza para la comunidad afiliado a la Escuela de Medicina de Yale, y ofrece a los pacientes integral, asistencia sanitaria de calidad en: Servicios cáncer, Servicios cardiovasculares, Enfermedades del Aparato Digestivo Servicios, Servicios de Emergencia, Ortopedia y Servicios Neuro-cervicales, Servicios para la Mujer y Niños, Clínica del desorden del sueño y además de estos programas clínicos de la firma, el Hospital también ofrece una amplia gama de servicios de salud, gimnasio, tiendas de artículos médicos y cafeterías en el lobby que simulan un centro comercial, zona de parqueo por niveles para autos y helipuerto para transporte aéreo de pacientes.



Otros datos históricos en: LO CUENTO Y NO ME CREEN