Comunicador social
empírico, reportero grafico, periodista innato e interpretador narrativo de los
hechos cotidianos, con capacidad mental de soñador, visionero de utopías y
habilidad de expresión verbal, lo describen.
Sus padres en 1940
llegan a La Virginia procedentes de Manizales (Caldas) motivados por tomar
posesión de una propiedad que un familiar fallecido tenía en el área urbana,
ubicada diagonal al café de "Miro", a una cuadra de la bomba de
gasolina de don Ramón Ruiz y posteriormente se mudan a otras casas.
Qué recuerda de su
infancia?
Del estudio primario
recuerdo: al señor Ricardo Zapata Gómez, de vastos conocimientos pedagógicos y de un profundo sentido de civismo, era el rector de la escuela Antonio Ricaurte, ya que
las tareas se decían (recitaban) de memoria y no se escribían en el cuaderno.
A la Asociación Cívica
de estudiantes que dedicaban tiempo a la enseñanza de morales y conceptos cívicos
para el desarrollo personal.
Los descansos en la
escuela Antonio Ricaurte donde se hacían fiestas, concursos como las varas de
premios y a las muchachas de la escuela Gabriela Mistral que para festejar y compartir
el día de las Américas, cada una de ellas traía una bandera y nosotros los
hombres de la escuela Ricaurte debíamos salir a hablar sobre ese país.
Como fue su Juventud?
Empecé a trabajar muy
joven en la trilladora Royal, como marcador de los sacos (costales) donde se
empacaba el café que iba a ser exportado hacia Estados Unidos y otros países
ganando $ 22.40 pesos cada semana. Después de dos años y medio, me retire de la
trilladora en busca de un mejor salario y con el monto total de la liquidación
($ 250 pesos) me fui para Pereira y compre una bicicleta marca monark para
colocar al día siguiente junto con otra bicicleta que ya tenía en casa un
alquiler de bicicletas y me enrole como dirigente deportivo en el ciclismo,
deporte que practicaba con frecuencia y por el cual, tenía mucho interés.
Como se hacía deporte
en su época?
Recuerdo a Efraín
Forero, Ramón Hoyos, Tenorio Rúa, quienes eran parte de ese grupo de ciclistas reconocidos
como la licuadora antioqueña en las vueltas a Colombia en bicicleta, donde la emoción
por la competencia y el esfuerzo físico, era compartido por la alegría que el publico
repartía al paso de la caravana de ciclistas por cada una de las regiones.
En La Virginia se
destacaban por ser competitivos y aguerridos ciclistas los señores: Enoc
Montoya "El Rico", Jorge Arias, Aldemar Restrepo, Tabares entre
otros, quienes participaban en todas las competencias que se realizaban en el
pueblo, como parte de la diversión de la comunidad.
En los años 59 practique
el futbol como integrante del equipo Juventud Virginia en compañía de Oscar Gil
"7 fincas", el hermano de comino, Aldemar Restrepo, Javier Suarez
"marranita", Omar Suarez y Pablo Ríos, entre otros.
Que instrumento
musical interpreto?
Pompilio López era la
persona encargada de tocar el órgano en la iglesia Nuestra Señora del Carmen
durante las misas y actividades religiosas como músico de profesión y me animó
para aprender a tocar el clarinete y hacer parte de la banda parroquial de música
en 1958 que promocionaba el Padre Roberto Naranjo y realizábamos retretas
musicales los domingos en las horas de la mañana en el parque principal como parte
del entretenimiento de todos los asistentes a la misa. La creación como
municipio hace que la banda de música se desintegre y llega el final para el
proyecto auspiciado por el padre Naranjo.
La banda parroquial estaba
compuesta por: (tambor principal) Villa, (platillos) William Acevedo, (tambor
redobles) hijo de Jesús Mejía, (1er. clarinete) Luis Alfonso Patiño Díaz, (2do.
clarinete) Gabriel López, (1ra. trompeta) Quinchia, (2da trompeta) Manuel Ramírez,
(1er. trombón) Aníbal González, (2do. trombón) Jesús Mejía, (bajo) Martínez y
(alto) Tangarife.
Como se vincula al
periodismo?
"Avance"
era el nombre de la segunda hoja periodística e inicio labores el 15 de Octubre
de 1944, es decir diez años después de "Ecos de La Virginia", con la dirección
de don Carlos Ángel Llano y bajo la administración del señor Isaac Rodríguez
que más tarde se convierte en urbanizador y abandonada la nota periodística por
falta de financiación.
Abrí una venta de periódicos
y revistas de circulación regional y nacional como: El Tiempo, El Espectador,
El Siglo, El Occidente, La Republica de Bogotá, La Patria de Manizales, El
Imparcial y El Diario propiedad de un señor Jaramillo de Pereira, lo que motiva
que me convierta en Periodista corresponsal del periódico "La Patria"
de Manizales.
Las noticias se escribían
en una hoja a doble espacio y se enviaban a través del correo nacional, el cual
tardaba unos días en llegar a su destino final y cuando se trataba de alguna noticia urgente
(inmediata) se reportaba telefónicamente al jefe de redacción del periódico, todos
los detalles pertinentes que se quería anunciar.
Cuando aparece el interés
político?
Es la época del
Frente Nacional y en La Virginia habían seis (6) curules para integrar el
Concejo Municipal, divididos en tres (3) para el partido Liberal y tres (3)
para el partido Conservador. Cuando se suicida el
doctor Oscar Soto Montoya, quien era titular de una curul conservadora en el
Concejo, asumo por primera vez en calidad de suplente del doctor Soto, el cargo
de Concejal que en esa época era un cargo ad-honorem, sin ningún tipo de remuneración,
se trabajaba por los intereses del pueblo y para el desarrollo de la comunidad
en general. Existía mucha armonía y mucho civismo entre los miembros del
Concejo. Recuerdo a: Iván Correa Tobón, Arnulfo Caicedo, José Rodríguez,
Fernando Ochoa, Darío Estrada, entre otros.
Muy lamentable fue la
muerte del representante a la Cámara Arnulfo Caicedo y de los dirigentes políticos
Javier Espinosa y Alberto Valencia, por mencionar algunos casos, porque fue una
época de un marcado sectarismo político, de mucha violencia, de poca tolerancia,
que con el paso de los años ha cambiado y en la actualidad se piensa en el
desarrollo socio-económico y político del pueblo.
Que lo hace convertir
en fotógrafo?
Compre una cámara de
fuelle con un formato 6 x 9 como tamaño del negativo, sin visor, era muy
sencilla y popular. Me ubicaba en algunos sitios muy concurridos donde sabia
que las muchachas pasaban y les tomaba fotografías robadas (no había permiso,
ni autorización), que luego pegaba en un cuadro enmarcado y expuesto al público
para todos los transeúntes, curiosos e interesados en ver los rostros de las
mujeres del pueblo y algunas personas las compraban, con lo cual, considere
como opción de trabajo y tome en serio, la decisión de convertirme en fotógrafo
de profesión.
Para esta época, existía
otro fotógrafo (González) quien solo se dedicaba a la toma de fotografías,
entonces convertí mi negocio en un estudio fotográfico con cuarto oscuro para
el proceso de revelado de los negativos y posterior copiado de las fotografías.
El cuarto oscuro consistía en un diminuto lugar totalmente oscuro con tres (3)
cubetas llenas de químicos fotográficos, al cual no podía ingresar ningún rayo
de luz mientras procesaba el revelado porque dañaría todo el trabajo y se
ubican en el siguiente orden:
1. cubeta con
revelador
2. cubeta con tenedor
3. cubeta con fijador
y una cubeta adicional
con agua para limpiar todos los químicos adheridos al negativo, el cual se
colgaba en una cuerda para ser secado al aire libre y al día siguiente en una
maquina copiadora, procesar las fotos.
Luego llega la fotografía
a color y se produce un cambio en el proceso de revelado, debiendo ser enviadas
desde La Virginia a Pereira (foto Víctor), luego a Cali, después a Panamá y por
último a los Estados Unidos, donde existían los laboratorios y toda la tecnología
necesaria para este nuevo sistema, durando hasta dos (2) meses el tiempo
necesario para entregar un trabajo.
Capturar Los gestos,
señales y detalles faciales de las personas o los momentos memorables ocurridos
que luego serán historia, en fotografías, ha sido su actividad profesional por
varias décadas.
Reporteros de la
radio, la televisión y la prensa me entrevistaron acerca de la afición de
coleccionar fotografías de todas las personas que fallecían y exponerlas al público
en cuadros, las cuales son parte del patrimonio histórico y cultural de La
Virginia.
El periodista Jairo
J. Jaramillo G., de la revista VEA: los hechos bien contados, publicó la
siguiente crónica en Agosto 8/15 de 1988, edición No. 877, en las páginas
centrales No. 18 - 19, con el título: "Cuando se cuelga su retrato es
porque ya está en la otra vida".
La noche se apoderó
de las horas. Los cuerpos sin vida, enmarcados en fotografías empiezan a
desfilar por las manos de quien cuidadosamente los pega en el álbum exclusivo
de aquellos que emprendieron el viaje sin regreso.
Luis Alfonso Patiño
Díaz, más conocido en el ambiente pueblerino como: "Patiño el
fotógrafo", emprendió la colección que antes jamás alguien se atrevió. Fue una soleada
mañana del año 1958 cuando en su condición de reportero grafico de un medio
risaraldense, se vio abocado a guardar fotografías de quienes eran muertos sin
importar la circunstancia. Día a día, se fue llenando su residencia de personas
que viajaban fuera de La Virginia y luego regresaban en busca de sus amigos y
familiares muertos aunque fuera en un retrato.
Le llegaban a ofrecer
por una fotografía considerables sumas de dinero las cuales en principio
acepto, luego su afición fue apareciendo y decidió no solo guardarlas, sino
enmarcarlas y exhibirlas en el local que apenas abría como fotógrafo en el
pueblo.
Esto le dio un
carisma de enigmático y hubo quienes en principio corrieron el rumor de que
Patiño hablaba con los muertos en las noches de luna llena y aseguraban que el
misterioso fotógrafo ponía en frente centenares de fotografías y con la sola
luz que provenía de dos velas, iniciaba ritos invocando los espíritus de sus
muertos.
El corrillo de aquel
entonces, no veía en el reportero a una simple persona del pueblo, algunos
hasta lo esquivaban asegurando sus contactos con el otro mundo, aquel que nadie
pretendía pisar advirtiéndolo.
Si usted ha llegado
alguna vez a La Virginia y nunca mas volvió a ver a un pariente o amigo, debe
ser que Patiño lo tiene allí entre "Los Privilegiados", seguramente
no solo le enseña la fotocopia, sino que le indicara los pormenores de su
muerte. Conserva un libro con más de 5 mil hojas en el cual está escrito el
numero de la fotografía del difunto y los detalles de cómo encontró la muerte.
"Caminaba por la
calle 8, con 3ra, cuando lo abordaron dos tipos que sin mediar palabra la
emprendieron a puñaladas contra él", así le explicaba a una señora como
fue muerto José Santiago a quien apodaban "Turbo".
PROBLEMAS CON LOS
MUERTOS
Con los seres humanos
no solo se tienen problemas. Este coleccionista los ha tenido con los muertos.
Hace escasos cinco años, uno de ellos estuvo a punto de convertir su salón de fotografía
en un ring de boxeo: fue hace varios años - relata -, estaba cerrando el local
cuando llego alguien con la noticia de que habían matado al
"amarillo", personaje a quien por su afición al aguardiente de ese
color apodaban de tal manera.
Según el informante,
al "amarillo" lo machetearon y lanzaron al rio Cauca. Toda la
población lo dio por muerto. Del mencionado personaje no se escuchaban sino
lastimas por su deceso.
Como hacía pocos días
se había acercado a tomarse unas fotos para documentos, busque el negativo y al
otro día el "amarillo" engrosaba la galería de extintos.
Lamentablemente su cuerpo no había alcanzado a ser depositado en el campo
santo.
Muchos pensamos que
los peces y las turbulentas aguas lo habían hecho añicos.
La llegada al grupo
de un personaje tan popular atrajo muchos curiosos. Yo contaba la historia que
me había sido señalada.
Prosigue el señor
Patiño. Todos iban a observar el repertorio sin objetar nada, hasta que tiempo
después aparecieron dos señores que se sorprendieron al ver al
"amarillo", en la lista de finados, yo les alcance a oír: "A
este si lo machetearon y lanzaron al rio, pero se recupero en un pueblo vecino,
tiene más vidas que un gato".
Los sujetos salieron
y me quede con la duda, el timbre de sus voces tenía algo de cierto y entonces
opte por despegar la foto, el espacio lo llene con uno que había fallecido esa mañana.
Al otro día, apareció
el "amarillo" vivito y coleando y con unos rasgos en su rostro que
amenazaban fieramente. Que Yo estoy entre sus muertos?. Si es que me quiere ver
así aquí estoy para que haga lo que quiera.
Empezó a buscar en
todos los cuadros, sin éxito, media hora después, más calmado, prometió buscar
a quienes lo habían burlado haciéndolo venir al pueblo que porque "allá
estaba muerto", concluye su historia el aficionado a conservar cadáveres
en fotografías. En verdad nadie sueña con hacer parte de la colección de
Patiño, y él se jacta de que pocos conservan "figuras" que no tiene.
Cuando alguien llega
a tomarse una fotografía para documentos o simple pose, la letra por la cual se
inicia su apellido ocupa cierto lugar entre los negativos. Así, si su muerte es
ese mes o tiempo después no se dificultara encontrarla para que tome su
posición en el "envidiable" álbum.
GUAYABO DE MUERTE
Obreros, empleados
del municipio, concejales, alcaldes y funcionarios del gobierno departamental,
hacen parte del tétrico conjunto.
"Toda vida es un
dolor y la muerte es un descanso", en estas frases se afianza nuestro
personaje para lamentar como hace 10 días se "escapo" un individuo
muy conocido en el municipio, de hacer parte del reservado grupo: "llego a
ver los cuadros y me trajo una cedula a laminar. Como el tipo tenía
antecedentes y estaba amenazado tuve la intención de reproducir la fotografía
que aparecía en su documento, no lo hice y al otro día corrió la noticia de que
lo habían matado. Todavía tengo guayabo, tuve la fotografía en mis manos y la
desperdicie".
COMPITE CON LA MUERTE
Como cualquier
coleccionista de billetes o joyas, Patiño Díaz compite por estar al día. Mas la
única que lo hace mover en busca de rostros, y la única competencia, es la
muerte. Porque nadie quiere imitarlo. Se limitan a pasar por el lugar llevados
por la curiosidad, pero atentos de que Patiño no les vaya a tomar fotografías,
presagio de muerte.
El año pasado un
visitante le poso e inclusive se burlo de las creencias en el pueblo. A los 10
días estaba muerto y sonriendo en las carteleras. Esto ha incidido para pensar
que Patiño es el prototipo de la muerte.
Llega una persona
para una fotografía al estudio, coge su cámara, prende las luces, se afianza en
el lente y sonríe sin que su cliente se dé cuenta preguntándose: Cuando hará
parte de mi reservada colección? Hay quienes se dan cuenta de la sonrisa del
afamado personaje y no vuelven por allí.
Su excusa es que la
misma comunidad lo presiona y le exige estar al día con las fotos de aquellos
que emprendieron la excursión sin regreso.
CEMENTERIO EN TODO
RISARALDA
El cementerio
fotográfico de Patiño es ahora conocido en todo el departamento de Risaralda y
aunque no lo conozcan, las gentes de allí llegan procedentes de otros lugares atraídos
por la rareza.
Van siendo las seis
de la tarde y será mejor concluir esta entrevista. Siempre recordaremos que
cuando en la iglesia el difunto está recibiendo la ultima bendición para luego
ser trasladado al cementerio local, ya Patiño los tiene en la "fosa
transparente" que permitirá seguir observándolos igual a como eran en
vida.
Hay quienes se
preguntan si cuando Patiño muera, su hijo continuara la colección, y lo
principal, si su padre encabezara los cuadros dispuestos para tal fin.
Ya su
"socio", Kiko Tabima, quien era el que hacia las autopsias en el
cementerio y le llevaba datos, muchas veces con fotografías que él no tenía,
dono involuntariamente la suya para estar "superando", en primera fila,
a aquellos quienes les extrajo las viseras.
Considero que algunos
conceptos mencionados por el periodista Jairo J. Jaramillo G., de la revista VEA, en la anterior crónica, están fuera de la realidad y son muy marcados por términos de prensa
amarillista, que lo que buscan es captar el mayor número de lectores y
"vender más la revista", a través del sensacionalismo.
La amplia y famosa
colección de fotografías que durante varios años, permitió alimentar la
curiosidad mórbida de los habitantes de La Virginia, referente a quienes
partieron el viaje sin regreso, no es más que producto del sentimiento afectivo
por recordar y volver a ver a sus seres queridos tal y como ellos fueron en
vida. Muy distante del sentido tétrico y de la formación espiritual o del
carácter místico al culto de los muertos, que algunas personas hacen
referencia, al referirse sobre la actividad que realiza "Patiño".
El
hecho de ser fotógrafo de profesión, le permitía tener disponible todos los
negativos archivados alfabéticamente y por fecha, para cuando eran requeridos
debido al fallecimiento. Noticia que corría rápidamente a manos del
coleccionista de fotos e inclusive en algunos casos, fueron los mismos
familiares del muerto quienes proporcionaban las fotos y la información
necesaria para hacer parte del cuadro.
Y como dato curioso,
ocurrió que al final del texto, el señor Jairo J. Jaramillo G., escribe:
"Hay quienes se preguntan si cuando Patiño muera, su hijo continuara la
colección, y lo principal, si su padre encabezara los cuadros dispuestos para
tal fin" y lamentablemente el señor Jaramillo muere en un accidente de tránsito
y hace parte de la colección de fotos.
En la actualidad, no están
expuestas al público y son muchas las personas que llegan a preguntar que paso
con la colección de fotografías de personas muertas, pues han llegado a ser
consideradas por algunos, como un elemento importante de la historia cultural de
La Virginia.
El honorable Concejo
Municipal acoge el ESCUDO de La Virginia (Risaralda), Colombia, cuyo autor es
LUIS ALFONSO PATIÑO DIAZ, según Acuerdo 007 del 5 de diciembre de 1985.
En el año 2005, la
Alcaldía Municipal en cabeza del Dr. Manuel Gil Soto hace entrega de la medalla
al honor "Merito Cívico" a Luis Alfonso Patiño Díaz, quien fue elegido
entre los candidatos presentados y evaluados al Concejo Municipal de La
Virginia.
El día 29 de Junio
del 2011, el Alcalde James Alberto Álzate Pérez, hace "Reconocimiento"
publico, (Resolución # 297) de todo el aporte que ha hecho al desarrollo
cultural del municipio.
"Entre tinto y tinto tomo nota
sobre tanto que escucho y
dejo que mi imaginación reconstruya
la historia de mi pueblo"
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