martes, 27 de enero de 2015

20. PATIÑO: EL FOTOGRAFO

Comunicador social empírico, reportero grafico, periodista innato e interpretador narrativo de los hechos cotidianos, con capacidad mental de soñador, visionero de utopías y habilidad de expresión verbal, lo describen.

Sus padres en 1940 llegan a La Virginia procedentes de Manizales (Caldas) motivados por tomar posesión de una propiedad que un familiar fallecido tenía en el área urbana, ubicada diagonal al café de "Miro", a una cuadra de la bomba de gasolina de don Ramón Ruiz y posteriormente se mudan a otras casas.

Qué recuerda de su infancia?
Del estudio primario recuerdo: al señor Ricardo Zapata Gómez, de vastos conocimientos pedagógicos y de un profundo sentido de civismo, era el rector de la escuela Antonio Ricaurte, ya que las tareas se decían (recitaban) de memoria y no se escribían en el cuaderno.
A la Asociación Cívica de estudiantes que dedicaban tiempo a la enseñanza de morales y conceptos cívicos para el desarrollo personal.
Los descansos en la escuela Antonio Ricaurte donde se hacían fiestas, concursos como las varas de premios y a las muchachas de la escuela Gabriela Mistral que para festejar y compartir el día de las Américas, cada una de ellas traía una bandera y nosotros los hombres de la escuela Ricaurte debíamos salir a hablar sobre ese país.

Como fue su Juventud?
Empecé a trabajar muy joven en la trilladora Royal, como marcador de los sacos (costales) donde se empacaba el café que iba a ser exportado hacia Estados Unidos y otros países ganando $ 22.40 pesos cada semana. Después de dos años y medio, me retire de la trilladora en busca de un mejor salario y con el monto total de la liquidación ($ 250 pesos) me fui para Pereira y compre una bicicleta marca monark para colocar al día siguiente junto con otra bicicleta que ya tenía en casa un alquiler de bicicletas y me enrole como dirigente deportivo en el ciclismo, deporte que practicaba con frecuencia y por el cual, tenía mucho interés.

Como se hacía deporte en su época?
Recuerdo a Efraín Forero, Ramón Hoyos, Tenorio Rúa, quienes eran parte de ese grupo de ciclistas reconocidos como la licuadora antioqueña en las vueltas a Colombia en bicicleta, donde la emoción por la competencia y el esfuerzo físico, era compartido por la alegría que el publico repartía al paso de la caravana de ciclistas por cada una de las regiones.

En La Virginia se destacaban por ser competitivos y aguerridos ciclistas los señores: Enoc Montoya "El Rico", Jorge Arias, Aldemar Restrepo, Tabares entre otros, quienes participaban en todas las competencias que se realizaban en el pueblo, como parte de la diversión de la comunidad.
En los años 59 practique el futbol como integrante del equipo Juventud Virginia en compañía de Oscar Gil "7 fincas", el hermano de comino, Aldemar Restrepo, Javier Suarez "marranita", Omar Suarez y Pablo Ríos, entre otros.

Que instrumento musical interpreto?
Pompilio López era la persona encargada de tocar el órgano en la iglesia Nuestra Señora del Carmen durante las misas y actividades religiosas como músico de profesión y me animó para aprender a tocar el clarinete y hacer parte de la banda parroquial de música en 1958 que promocionaba el Padre Roberto Naranjo y realizábamos retretas musicales los domingos en las horas de la mañana en el parque principal como parte del entretenimiento de todos los asistentes a la misa. La creación como municipio hace que la banda de música se desintegre y llega el final para el proyecto auspiciado por el padre Naranjo.
La banda parroquial estaba compuesta por: (tambor principal) Villa, (platillos) William Acevedo, (tambor redobles) hijo de Jesús Mejía, (1er. clarinete) Luis Alfonso Patiño Díaz, (2do. clarinete) Gabriel López, (1ra. trompeta) Quinchia, (2da trompeta) Manuel Ramírez, (1er. trombón) Aníbal González, (2do. trombón) Jesús Mejía, (bajo) Martínez y (alto) Tangarife.

Como se vincula al periodismo?
"Avance" era el nombre de la segunda hoja periodística e inicio labores el 15 de Octubre de 1944, es decir diez años después de "Ecos de La Virginia", con la dirección de don Carlos Ángel Llano y bajo la administración del señor Isaac Rodríguez que más tarde se convierte en urbanizador y abandonada la nota periodística por falta de financiación.

Abrí una venta de periódicos y revistas de circulación regional y nacional como: El Tiempo, El Espectador, El Siglo, El Occidente, La Republica de Bogotá, La Patria de Manizales, El Imparcial y El Diario propiedad de un señor Jaramillo de Pereira, lo que motiva que me convierta en Periodista corresponsal del periódico "La Patria" de Manizales.
Las noticias se escribían en una hoja a doble espacio y se enviaban a través del correo nacional, el cual tardaba unos días en llegar a su destino final y  cuando se trataba de alguna noticia urgente (inmediata) se reportaba telefónicamente al jefe de redacción del periódico, todos los detalles pertinentes que se quería anunciar.


Cuando aparece el interés político?
Es la época del Frente Nacional y en La Virginia habían seis (6) curules para integrar el Concejo Municipal, divididos en tres (3) para el partido Liberal y tres (3) para el partido Conservador. Cuando se suicida el doctor Oscar Soto Montoya, quien era titular de una curul conservadora en el Concejo, asumo por primera vez en calidad de suplente del doctor Soto, el cargo de Concejal que en esa época era un cargo ad-honorem, sin ningún tipo de remuneración, se trabajaba por los intereses del pueblo y para el desarrollo de la comunidad en general. Existía mucha armonía y mucho civismo entre los miembros del Concejo. Recuerdo a: Iván Correa Tobón, Arnulfo Caicedo, José Rodríguez, Fernando Ochoa, Darío Estrada, entre otros.

Muy lamentable fue la muerte del representante a la Cámara Arnulfo Caicedo y de los dirigentes políticos Javier Espinosa y Alberto Valencia, por mencionar algunos casos, porque fue una época de un marcado sectarismo político, de mucha violencia, de poca tolerancia, que con el paso de los años ha cambiado y en la actualidad se piensa en el desarrollo socio-económico y político del pueblo.

Que lo hace convertir en fotógrafo?
Compre una cámara de fuelle con un formato 6 x 9 como tamaño del negativo, sin visor, era muy sencilla y popular. Me ubicaba en algunos sitios muy concurridos donde sabia que las muchachas pasaban y les tomaba fotografías robadas (no había permiso, ni autorización), que luego pegaba en un cuadro enmarcado y expuesto al público para todos los transeúntes, curiosos e interesados en ver los rostros de las mujeres del pueblo y algunas personas las compraban, con lo cual, considere como opción de trabajo y tome en serio, la decisión de convertirme en fotógrafo de profesión.

Para esta época, existía otro fotógrafo (González) quien solo se dedicaba a la toma de fotografías, entonces convertí mi negocio en un estudio fotográfico con cuarto oscuro para el proceso de revelado de los negativos y posterior copiado de las fotografías. El cuarto oscuro consistía en un diminuto lugar totalmente oscuro con tres (3) cubetas llenas de químicos fotográficos, al cual no podía ingresar ningún rayo de luz mientras procesaba el revelado porque dañaría todo el trabajo y se ubican en el siguiente orden:
1. cubeta con revelador
2. cubeta con tenedor
3. cubeta con fijador
y una cubeta adicional con agua para limpiar todos los químicos adheridos al negativo, el cual se colgaba en una cuerda para ser secado al aire libre y al día siguiente en una maquina copiadora, procesar las fotos.

Luego llega la fotografía a color y se produce un cambio en el proceso de revelado, debiendo ser enviadas desde La Virginia a Pereira (foto Víctor), luego a Cali, después a Panamá y por último a los Estados Unidos, donde existían los laboratorios y toda la tecnología necesaria para este nuevo sistema, durando hasta dos (2) meses el tiempo necesario para entregar un trabajo.

Capturar Los gestos, señales y detalles faciales de las personas o los momentos memorables ocurridos que luego serán historia, en fotografías, ha sido su actividad profesional por varias décadas.

Reporteros de la radio, la televisión y la prensa me entrevistaron acerca de la afición de coleccionar fotografías de todas las personas que fallecían y exponerlas al público en cuadros, las cuales son parte del patrimonio histórico y cultural de La Virginia.

El periodista Jairo J. Jaramillo G., de la revista VEA: los hechos bien contados, publicó la siguiente crónica en Agosto 8/15 de 1988, edición No. 877, en las páginas centrales No. 18 - 19, con el título: "Cuando se cuelga su retrato es porque ya está en la otra vida".
La noche se apoderó de las horas. Los cuerpos sin vida, enmarcados en fotografías empiezan a desfilar por las manos de quien cuidadosamente los pega en el álbum exclusivo de aquellos que emprendieron el viaje sin regreso.

Luis Alfonso Patiño Díaz, más conocido en el ambiente pueblerino como: "Patiño el fotógrafo", emprendió la colección que antes jamás alguien se atrevió. Fue una soleada mañana del año 1958 cuando en su condición de reportero grafico de un medio risaraldense, se vio abocado a guardar fotografías de quienes eran muertos sin importar la circunstancia. Día a día, se fue llenando su residencia de personas que viajaban fuera de La Virginia y luego regresaban en busca de sus amigos y familiares muertos aunque fuera en un retrato.
Le llegaban a ofrecer por una fotografía considerables sumas de dinero las cuales en principio acepto, luego su afición fue apareciendo y decidió no solo guardarlas, sino enmarcarlas y exhibirlas en el local que apenas abría como fotógrafo en el pueblo.
Esto le dio un carisma de enigmático y hubo quienes en principio corrieron el rumor de que Patiño hablaba con los muertos en las noches de luna llena y aseguraban que el misterioso fotógrafo ponía en frente centenares de fotografías y con la sola luz que provenía de dos velas, iniciaba ritos invocando los espíritus de sus muertos.
El corrillo de aquel entonces, no veía en el reportero a una simple persona del pueblo, algunos hasta lo esquivaban asegurando sus contactos con el otro mundo, aquel que nadie pretendía pisar advirtiéndolo.
Si usted ha llegado alguna vez a La Virginia y nunca mas volvió a ver a un pariente o amigo, debe ser que Patiño lo tiene allí entre "Los Privilegiados", seguramente no solo le enseña la fotocopia, sino que le indicara los pormenores de su muerte. Conserva un libro con más de 5 mil hojas en el cual está escrito el numero de la fotografía del difunto y los detalles de cómo encontró la muerte.
"Caminaba por la calle 8, con 3ra, cuando lo abordaron dos tipos que sin mediar palabra la emprendieron a puñaladas contra él", así le explicaba a una señora como fue muerto José Santiago a quien apodaban "Turbo".

PROBLEMAS CON LOS MUERTOS
Con los seres humanos no solo se tienen problemas. Este coleccionista los ha tenido con los muertos. Hace escasos cinco años, uno de ellos estuvo a punto de convertir su salón de fotografía en un ring de boxeo: fue hace varios años - relata -, estaba cerrando el local cuando llego alguien con la noticia de que habían matado al "amarillo", personaje a quien por su afición al aguardiente de ese color apodaban de tal manera.
Según el informante, al "amarillo" lo machetearon y lanzaron al rio Cauca. Toda la población lo dio por muerto. Del mencionado personaje no se escuchaban sino lastimas por su deceso.
Como hacía pocos días se había acercado a tomarse unas fotos para documentos, busque el negativo y al otro día el "amarillo" engrosaba la galería de extintos. Lamentablemente su cuerpo no había alcanzado a ser depositado en el campo santo.
Muchos pensamos que los peces y las turbulentas aguas lo habían hecho añicos.
La llegada al grupo de un personaje tan popular atrajo muchos curiosos. Yo contaba la historia que me había sido señalada.
Prosigue el señor Patiño. Todos iban a observar el repertorio sin objetar nada, hasta que tiempo después aparecieron dos señores que se sorprendieron al ver al "amarillo", en la lista de finados, yo les alcance a oír: "A este si lo machetearon y lanzaron al rio, pero se recupero en un pueblo vecino, tiene más vidas que un gato".
Los sujetos salieron y me quede con la duda, el timbre de sus voces tenía algo de cierto y entonces opte por despegar la foto, el espacio lo llene con uno que había fallecido esa mañana.
Al otro día, apareció el "amarillo" vivito y coleando y con unos rasgos en su rostro que amenazaban fieramente. Que Yo estoy entre sus muertos?. Si es que me quiere ver así aquí estoy para que haga lo que quiera.
Empezó a buscar en todos los cuadros, sin éxito, media hora después, más calmado, prometió buscar a quienes lo habían burlado haciéndolo venir al pueblo que porque "allá estaba muerto", concluye su historia el aficionado a conservar cadáveres en fotografías. En verdad nadie sueña con hacer parte de la colección de Patiño, y él se jacta de que pocos conservan "figuras" que no tiene.
Cuando alguien llega a tomarse una fotografía para documentos o simple pose, la letra por la cual se inicia su apellido ocupa cierto lugar entre los negativos. Así, si su muerte es ese mes o tiempo después no se dificultara encontrarla para que tome su posición en el "envidiable" álbum.

GUAYABO DE MUERTE
Obreros, empleados del municipio, concejales, alcaldes y funcionarios del gobierno departamental, hacen parte del tétrico conjunto.
"Toda vida es un dolor y la muerte es un descanso", en estas frases se afianza nuestro personaje para lamentar como hace 10 días se "escapo" un individuo muy conocido en el municipio, de hacer parte del reservado grupo: "llego a ver los cuadros y me trajo una cedula a laminar. Como el tipo tenía antecedentes y estaba amenazado tuve la intención de reproducir la fotografía que aparecía en su documento, no lo hice y al otro día corrió la noticia de que lo habían matado. Todavía tengo guayabo, tuve la fotografía en mis manos y la desperdicie".

COMPITE CON LA MUERTE
Como cualquier coleccionista de billetes o joyas, Patiño Díaz compite por estar al día. Mas la única que lo hace mover en busca de rostros, y la única competencia, es la muerte. Porque nadie quiere imitarlo. Se limitan a pasar por el lugar llevados por la curiosidad, pero atentos de que Patiño no les vaya a tomar fotografías, presagio de muerte.
El año pasado un visitante le poso e inclusive se burlo de las creencias en el pueblo. A los 10 días estaba muerto y sonriendo en las carteleras. Esto ha incidido para pensar que Patiño es el prototipo de la muerte.
Llega una persona para una fotografía al estudio, coge su cámara, prende las luces, se afianza en el lente y sonríe sin que su cliente se dé cuenta preguntándose: Cuando hará parte de mi reservada colección? Hay quienes se dan cuenta de la sonrisa del afamado personaje y no vuelven por allí.
Su excusa es que la misma comunidad lo presiona y le exige estar al día con las fotos de aquellos que emprendieron la excursión sin regreso.

CEMENTERIO EN TODO RISARALDA
El cementerio fotográfico de Patiño es ahora conocido en todo el departamento de Risaralda y aunque no lo conozcan, las gentes de allí llegan procedentes de otros lugares atraídos por la rareza.
Van siendo las seis de la tarde y será mejor concluir esta entrevista. Siempre recordaremos que cuando en la iglesia el difunto está recibiendo la ultima bendición para luego ser trasladado al cementerio local, ya Patiño los tiene en la "fosa transparente" que permitirá seguir observándolos igual a como eran en vida.

Hay quienes se preguntan si cuando Patiño muera, su hijo continuara la colección, y lo principal, si su padre encabezara los cuadros dispuestos para tal fin.

Ya su "socio", Kiko Tabima, quien era el que hacia las autopsias en el cementerio y le llevaba datos, muchas veces con fotografías que él no tenía, dono involuntariamente la suya para estar "superando", en primera fila, a aquellos quienes les extrajo las viseras.

Considero que algunos conceptos mencionados por el periodista Jairo J. Jaramillo G., de la revista VEA, en la anterior crónica, están fuera de la realidad y son muy marcados por términos de prensa amarillista, que lo que buscan es captar el mayor número de lectores y "vender más la revista", a través del sensacionalismo.

La amplia y famosa colección de fotografías que durante varios años, permitió alimentar la curiosidad mórbida de los habitantes de La Virginia, referente a quienes partieron el viaje sin regreso, no es más que producto del sentimiento afectivo por recordar y volver a ver a sus seres queridos tal y como ellos fueron en vida. Muy distante del sentido tétrico y de la formación espiritual o del carácter místico al culto de los muertos, que algunas personas hacen referencia, al referirse sobre la actividad que realiza "Patiño". 
El hecho de ser fotógrafo de profesión, le permitía tener disponible todos los negativos archivados alfabéticamente y por fecha, para cuando eran requeridos debido al fallecimiento. Noticia que corría rápidamente a manos del coleccionista de fotos e inclusive en algunos casos, fueron los mismos familiares del muerto quienes proporcionaban las fotos y la información necesaria para hacer parte del cuadro.

Y como dato curioso, ocurrió que al final del texto, el señor Jairo J. Jaramillo G., escribe: "Hay quienes se preguntan si cuando Patiño muera, su hijo continuara la colección, y lo principal, si su padre encabezara los cuadros dispuestos para tal fin" y lamentablemente el señor Jaramillo muere en un accidente de tránsito y hace parte de la colección de fotos.

En la actualidad, no están expuestas al público y son muchas las personas que llegan a preguntar que paso con la colección de fotografías de personas muertas, pues han llegado a ser consideradas por algunos, como un elemento importante de la historia cultural de La Virginia.

El honorable Concejo Municipal acoge el ESCUDO de La Virginia (Risaralda), Colombia, cuyo autor es LUIS ALFONSO PATIÑO DIAZ, según Acuerdo 007 del 5 de diciembre de 1985. 

En el año 2005, la Alcaldía Municipal en cabeza del Dr. Manuel Gil Soto hace entrega de la medalla al honor "Merito Cívico" a Luis Alfonso Patiño Díaz, quien fue elegido entre los candidatos presentados y evaluados al Concejo Municipal de La Virginia. 

El día 29 de Junio del 2011, el Alcalde James Alberto Álzate Pérez, hace "Reconocimiento" publico, (Resolución # 297) de todo el aporte que ha hecho al desarrollo cultural del municipio.



"Entre tinto y tinto tomo nota
sobre tanto que escucho y
dejo que mi imaginación reconstruya
la historia de mi pueblo"

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