La Granada es nativo de Asia, pero también se planta en el Mediterráneo (Islas Canarias), Sudamérica, Australia y Sudáfrica. Las huellas del uso de la granada por los pueblos de las áreas desérticas se han perdurado generación tras generación, debido a que la fruta se conservaba por bastante tiempo y era perfecto en aquellos viajes que duraban semanas.
También es conocido por haber sido utilizada por los antiguos egipcios, para preparar una especie de vino y fue plantada en los jardines colgantes de Babilonia y recomendada por Hipócritas contra la fiebre.
La granada es nombrada en la biblia y fue llevada a Europa por los beréberes. La mitología y las creencias populares alrededor de la granada son muy interesantes. Por ejemplo, en Grecia se dice que el primer árbol fue plantado por Afrodita, en Java el fruto se usa en los rituales del embarazo y en China se ofrece a recién casados para patrocinar a una progenie (descendencia directa de un ser vivo en una generación) grande.
Es nutritiva porque nos da minerales (calcio, hierro y potasio), vitaminas A, C, E, B5 y contiene mucha fibra. Entre los beneficios del jugo de granada se encuentran:
Anticancerígeno
Aunque no es una cura para esta enfermedad ayuda a reducir los síntomas y es un complemento ideal para los tratamientos convencionales. Tiene varios componentes que destruyen o debilitan las células cancerosas y retrasa la progresión del cáncer de próstata en los hombres, al consumir una taza de jugo al día.
Depurativo
Es muy bueno para el hígado porque lo fortalece y ayuda a eliminar las toxinas, lo mismo sucede en la sangre porque desintoxica y purifica. Un vaso de jugo de granada al día durante tres (3) meses, mejora el flujo sanguíneo, debido a su alto contenido de ácido cítrico, potasio y agua, lo cual, favorece la eliminación de líquidos y un buen rendimiento renal. Es muy aconsejable su consumo en personas con hipertensión o cálculos en los riñones.
Anti estrés
Beber jugo de granada en la mañana y el ayuno aumenta las emociones positivas, la vitalidad y el enfoque, también reduce la ansiedad y el estrés. Se utiliza en casos de insomnio o fatiga crónica y nos ayuda a desestresar.
Cardioprotector
Beber varias veces en el transcurso de la semana, reduce los niveles de colesterol en la sangre y así mismo previene el inicio de algunas enfermedades como la hipertensión. Disminuye el riesgo de aterosclerosis y evita la formación de placas de ateroma en las paredes de las arterias y por lo tanto previene el endurecimiento patológico.
Por su alto contenido de potasio, es perfecto para aquellas personas con presión arterial alta y ademas, tiene óxido nítrico que relaja los músculos, permite la vasodilatación y regula el flujo sanguíneo.
Neuroprotector
Estudios realizados por la Universidad de Washington concluyó que el jugo de granada consumido en mujeres embarazadas protege al feto de posibles efectos secundarios (especialmente si el bebé nace prematuramente).
Cuando se avanza el parto no hay suficiente flujo de sangre en el cerebro del niño y el oxígeno disminuye. Al parecer, el jugo de esta fruta reduce el daño cerebral e incluso disyunciones neurológicas como el Alzheimer.
Antiobesidad
Tanto la fruta como el jugo de granada son aliados para perder peso. Es un complemento perfecto para la dieta, ya que elimina las toxinas acumuladas, es diurético y satisface el apetito. A su vez, proporciona la energía que necesitamos para ejercer correctamente.
Antivirulento
Gracias a la gran cantidad de antioxidantes que nos da la granada, fortalece el sistema inmunológico y evita que se inflame, especialmente en invierno. El consumo de jugo de granada en otoño aumenta las defensas de su cuerpo para que pueda tratar la gripe, resfriados e infecciones vitales de la época.
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