Es una fruta con poco azúcar, adecuada para los diabéticos y para las personas con problemas de peso, también es recomendable para las personas con problemas de digestión, gases y diarreas. La granada nos ayuda a bajar el ácido úrico y a combatir las lombrices intestinales. Es una fruta de color rojo que como todos los vegetales de color, nos ayuda a prevenir el cáncer.
La granada (Punica
Granatum) es la fruta carnosa del granado, árbol que se desarrolla en zonas
tropicales y subtropicales. Es un fruto de forma globosa y tamaño algo mayor
que la manzana. Presenta una corteza gruesa de color pardo anaranjado, en cuyo
interior aparecen múltiples semillas rojas separadas por tabiques membranosos.
Estas semillas están embebidas de una pulpa jugosa, refrescante y de sabor
agridulce. A medida que el fruto madura, la cáscara se va agrietando y
mostrando sus simientes. Existen también variedades de menor tamaño que no contienen
semillas en su interior.
A pesar de que
comienzan a verse granadas a mediados de septiembre, su mejor época es
noviembre. En este momento sus granos se encuentran en perfecta maduración,
manteniéndose así hasta finales de enero.
Cuando se vaya a
adquirir granadas en el mercado, hay que elegir ejemplares de buen tamaño y
elevado peso, de color vivo y matices marrones. Se deben rechazar las frutas
arrugadas y con la piel blanda o decolorada.
Las granadas se
conservan a temperatura ambiente durante varios días. Si no van a ser
consumidas inmediatamente, se deben mantener en el frigorífico, donde se
conservarán unas 3 semanas. Los granos separados se pueden congelar fácilmente.
Propiedades
nutricionales:
La granada, como
fruta carnosa que es, posee elevado contenido en agua, siendo su valor
energético muy bajo. Las proteínas representan un porcentaje muy bajo en su
composición, aunque superior al de los lípidos.
Es una fruta rica en
minerales, destacando el potasio, aunque también aporta fósforo, manganeso,
calcio, hierro y magnesio. Entre las vitaminas, contiene principalmente
vitaminas C, B1 y B2, aunque en pequeñas cantidades
La granada es
conocida como una de las superfrutas debido a su gran poder antioxidante y sus
propiedades beneficiosas para la salud. Gracias a estos antioxidantes, la
granada ayuda a frenar el proceso de envejecimiento y a mantener la piel sana.
Además, estos antioxidantes favorecen la circulación sanguínea y reducen la presión
arterial, por lo que la granada ayuda a prevenir enfermedades del corazón y
mantener una buena salud cardiovascular.
Por su contenido en
manganeso, la granada es adecuada en el tratamiento de los trastornos del
metabolismo enzimático, ya que este mineral forma parte de diversas enzimas que
intervienen en el metabolismo de grasas e hidratos de carbono.
Es una fruta muy
diurética, que favorece la eliminación de agua y sales a través de los riñones.
Esta propiedad se debe fundamentalmente a la presencia de potasio, que ayuda a
mantener el equilibrio hidrosalino del organismo.
Un estudio efectuado
por la Universidad Queen Margaret de Edimburgo (Escocia) revela que un vaso de
zumo de granada diario tiene efectos similares a la viagra. Los investigadores
llevaron a cabo diferentes experimentos con un grupo de voluntarios de entre 21
y 64 años de edad y comprobaron que beber un vaso de zumo de granada todos los
días durante 2 semanas aumentaba los niveles de testosterona hasta un 30%.
Según observaron, el zumo de granada incrementaba el deseo sexual tanto en
hombres como en mujeres.
Además, debido al
zumo de granada, en los hombres aumentó el vello facial y su tono de voz se
volvió ligeramente más grave. En el caso de las mujeres, la hormona ayudó a
fortalecer los huesos y músculos.
El aumento de la
testosterona también tuvo otros efectos positivos como mejorar el estado de
ánimo y la memoria, además de reducir la hormona del estrés (cortisol).
Estos investigadores
también han comprobado que el zumo de granada ayuda a combatir el cáncer,
aliviar los síntomas de los trastornos estomacales, la osteoartritis y la
conjuntivitis.
La granada puede
consumirse fresca, o bien emplearse en la elaboración de zumos. En este último
caso, hay que tener cuidado para no presionar demasiado las semillas, ya que al
romperse provocan un sabor desagradable. Además, la granada es
un acompañamiento perfecto para algunos postres, como el yogur, o como
complemento de las ensaladas, aportando color y nutrientes.
Las semillas de esta
fruta se emplean cada vez más en la elaboración de conservas, jaleas,
mermeladas, confituras, jarabes, helados... La granada también se
pueden desecar y utilizar como especia en la condimentación de diversos platos. Un importante
derivado de la granada es la denominada granadina, un jarabe obtenido a partir
de su jugo, muy apreciado en coctelería y repostería, principalmente en el sur
de Europa. La granadina diluida en agua se toma como refresco.
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