jueves, 27 de abril de 2017

PRÁCTICA SEMANAL - EN SILENCIO EN LA PRESENCIA


Tratar de vivir una gran Semana Contemplativa.


- No pronunciar nada, ni mental, ni vocalmente, sino simplemente sentirse envuelto y compenetrado de su Presencia Amorosa.

EN SILENCIO EN LA PRESENCIA

Viviremos un encuentro personal con Dios, si cuando él nos toque a la puerta le abrimos Y además disfrutaremos de su presencia en la oración, y cada uno experimentará de forma diferente esto. Ya que Él no se repite para nadie, es diferente con cada uno.

ANTORCHA AZUL

La mujer samaritana se quedó asombrada al escuchar de su interlocutor la solemne declaración de su identidad mesiánica: la noticia era demasiado sorprendente para continuar el diálogo o hacer nuevas preguntas. 

COLGADA SOBRE UN ABISMO

Fue en este tiempo de desposada cuando se le comunicó a María que iba a concebir del Espíritu Santo. "Y antes de cohabitar con José se encontró en estado de gravidez, con esto María quedaba colgada sobre un abismo.

SE CIERRA EL CERCO

Para llegar al conocimiento de la persona y vida de la Madre, es necesario situarnos en el ambiente cultural y religioso en el que María vivió, tener presente las costumbres de la Palestina de aquellos tiempos. 

FORTALEZA EN LA INTIMIDAD

En las circunstancias en las que se encuentra con la anunciación, cualquier mujer se hubiera dejado llevar por un arrebato emocional.

SILENCIO Y PRESENCIA

Lo que hemos dicho hasta ahora es, de algún modo, contemplación. En mi opinión, todo verdadero encuentro (adoración) es contemplación, y mucho más el encuentro
profundo.

ENCUENTRO PROFUNDO

Hemos dicho que el encuentro es un «trato de amistad» con Dios. Pero seguimos preguntando, ¿qué «pasa» ahí, en ese estado y momento? Por de pronto, hay un darse cuenta, hay un conocimiento. Pero no es un conocimiento analítico sino intuitivo y posesivo.

martes, 4 de abril de 2017

PRÁCTICA SEMANAL - ENCUENTRO



"Solamente una palabra, si es que aun me quedan dos 
y si logro articularla tu presencia, 
no te quiero hacer preguntas solo una petición 
y si puede hacer a solas mucho mejor 
solo déjame mirarte cara a cara 
y perderme como un niño en tu mirada 
y que pase mucho tiempo y que nadie diga nada 
porque estoy viendo al maestro cara a cara."

ENCUENTRO

Viviremos un encuentro personal con Dios, cuando él nos toque a la puerta le abrimos y además disfrutaremos de su presencia en la oración, y cada uno experimentará de forma diferente esto. Ya que Él no se repite para nadie, es diferente con cada uno.

POEMAS DE SAN JUAN DE LA CRUZ

San Juan de la Cruz nació el 24 de junio de 1542 en Fontiveros, un pequeño pueblo de la provincia de Castilla y León (España). A los 17 años ingresó en un Colegio de Jesuitas y, cuatro años más tarde, tomó los hábitos de la orden de las Carmelitas y adoptó el nombre de fray Juan de san Matías. Posteriormente se ordenó sacerdote y adquirió su nombre definitivo, Juan de la Cruz.

UNA MUJER JUNTO AL BROCAL DEL POZO

Tenían prisa. Abriéndose paso dificultosamente entre el hervidero de gente que transitaba por las calles de la ciudad, salieron por la puerta de Damasco y enfilaron hacia el macizo central, en dirección a la región montañosa de Samaría.

EN LA SINAGOGA

El sábado siguiente se presentó Jesús en la sinagoga de Cafarnaún y se sentó entre los hombres, la mayoría de ellos pescadores. Era costumbre que los hombres se situaran a un lado y las mujeres a otro, separados ambos grupos por una hilera de columnas. 

EL ENCUENTRO

La oración de intercesión, también la de alabanza, se hallan pobladas de gentes: roguemos por los enfermos, los misioneros, por el santo Padre. En la adoración desaparece todo el mundo y quedamos solos El y yo. 

ADORAR Y CONTEMPLAR: INTRODUCCIÓN

Un mediodía ardiente, Jesús, cubierto de polvo y sol,
atravesaba la provincia de Samaría por la agreste garganta
que se abre entre los montes Ebal y Garizim. Sobre la cumbre de este último, los cismáticos de Israel que eran los
samaritanos, habían erigido un templo relativamente modesto, como réplica y desafío al templo de Jerusalén, y en
torno a este monte se desarrolla la vida religiosa de los
samaritanos. La rivalidad entre los judíos y los samaritanos
se remontaba a los lejanos días del retorno desde la cautividad de Babilonia.