domingo, 19 de marzo de 2017

PERDÓN - AMOR (RECONCILIACIÓN INTEGRAL)

Además para perdonarnos nosotros y ser felices, para ver los diferentes colores que tiene la vida con Dios en ella. El tema anterior (Por el abandono a la Paz) nos permitió escuchar un mensaje con mucha riqueza espiritual, para que abandonemos todas esas cargas que venimos trayendo de equivocaciones, fracasos, heridas, etc.


Servirá para que dejemos todo el pasado en el pasado, porque puede afectar significativamente nuestro presente y nuestro futuro, y es importante dejar ir las cosas que ya no se pueden cambiar y para que todo lo que nos hayan hecho las personas que amamos y lo que nosotros les hemos hecho, no afecte nuestro presente con ellas, ni nuestro futuro. Es locura querer cambiar el pasado, nadie puede volver ni un minuto atrás, y hay también situaciones en las que no tenemos ningún control, ¿Entonces, Qué hacer? Abandonarse! significa aceptar y dejar ir!

Si hay algo que aún puedo hacer, y aunque todo mi esfuerzo mueva sólo 1 centímetro la situación! Pues haga el 100% de su esfuerzo y mueva ese centímetro que falta!… porque Dios está esperando eso para que Él haga el resto!. Es decir que si está enfermo! Vaya al medico y haga el tratamiento! A veces ese es el medio que Dios utilizará para responder a su oración pidiéndole sanidad! Pero si es algo incurable! Un imposible pues, acepte su enfermedad, y deposítela en las manos del Padre bueno y amoroso, y él tiene un propósito que descubriremos después, Dios puede curar lo incurable, …. Pero recordemos una lectura de la Práctica Semanal a mi me dijo mucho y voy a parafrasear las palabras de Jesús y hacerlas mías:
“Padre, escúchame, yo quiero esto! Tengo miedo de equivocarme una vez más! O de fracasar! O de morir!…. Sé que Tú todo lo puedes, y podrías hacer lo que yo quiero! Y concederme lo que te estoy pidiendo! …. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”

Abandonarse significa aceptar con paz los hechos, acontecimientos, y cosas que Dios da y las cosas que Dios no da…. Porque Él sabe más! Dios sabe el ayer y el mañana! Sabe todo lo que yo no sé!…. a veces no es el momento, quizás en un mes es el tiempo de recibir lo que pedimos! O tiene otra cosa mejor!… no lo sabemos! … confíe en El!, aunque si queremos mucho algo! (que es bueno) …Él también consiente a sus hijos e hijas! Y yo doy testimonio de eso! Que me consiente hasta en cosas que la gente puede pensar que son ridículas (que no las pido en oración, sino que son simples cosas que quería o me faltaban).

Para comprender y buscar la voluntad de Dios, es un complejo aprendizaje dura una vida entera probablemente! Y que sólo se va descubriendo con la oración permanente! Diaria!. A veces esa voluntad de Dios llega a mi vida! pero no la tomé! Y no hice mi parte!… Dios respeta las leyes que él mismo creo, y no interfiere con el libre albedrío de las personas! Y a veces nuestra decisión o nuestra omisión pueden detener la acción de Dios. Es decir, que si yo le he pedido algo a Dios, y me llega, tengo que recibirlo.

Si no lo quiero, Dios respetará el libre albedrío, y probablemente si usted sigue orando, después le dará una nueva oportunidad u otro regalo diferente para ver si ese si lo toma!. Y si lo que venia para mi, alguien me lo quitó!, o lo que alguien me había prometido, al final endureció su corazón y ya no me lo dio!; Dios también va a respetar el libre albedrío de la otra persona,… pero no se preocupe! Que todo lo que está bajo el cielo es de Dios, y él tiene infinitos medios para darle a usted siempre lo que Él tiene para darle…. Y a veces vendrá por otra persona lo mismo! O más! También doy testimonio de eso! Dios es maravilloso!

Esto además se explica mejor en Eclesiastés 3 (15): “Aquello que fue, ya es; y lo que será, fue ya” … que yo entiendo que lo que Dios va a hacer, ya lo determinó desde hace un tiempo! De una forma maravillosa Dios ya tiene un plan de bendición para sus hijos amados! Así que no se resista a los hechos y acontecimientos! Acepte todo con amor! deje a Dios hacer su voluntad! Que es maravillosa! 

Y entreguémonos confiados en sus manos en silencio y paz!! y eso da la felicidad a nuestro corazón!. Digamos hágase tu voluntad! Y aunque veamos que los hechos no salen como uno quisiera! Confiemos en Dios! Mantengámonos en su camino! Y él hará! … y cuando las bendiciones lleguen hagámoslas nuestras! Y demos gracias a Dios desde antes de recibirlas!

En esta sesión se busca la reconciliación y la paz, y para decir no a lo que hubiese querido: no a las venganza, no a los resentimientos, no a la vergüenza, no a la lástima, a todo brote agresivo y negativo que sale del corazón, y para esto debe haber un “morir” a los impulsos o recuerdos, que están en un abismo oscuro en nuestro inconsciente, y saltan a la mayor o menor provocación, y sólo Dios puede ir a ese lugar interior y tomar el control si se lo permitimos!

Es muy importante que en esta sesión estemos en nuestra casa, en silencio y soledad, en privacidad, con el suficiente tiempo (2 horas),


Oración 9 del Libro Encuentro - Manual de oración: 
INVOCACION AL ESPIRITU SANTO

Ven, Espíritu divino, 
manda tu luz desde el cielo
Padre amoroso del pobre; 
don, en tus dones espléndido; 
luz que penetras las almas; 
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, 
descanso de nuestro esfuerzo, 
tregua en el duro trabajo, 
brisa en las horas de fuego, 
gozo que enjuga las lágrimas 
y reconforta en los duelos. 

Entra hasta el fondo del alma, 
divina luz, y enriquécenos. 
Mira el vacío del hombre 
si tú le faltas por dentro; 
mira el poder del pecado 
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, 
sana el corazón enfermo, 
lava las manchas, 
infunde calor de vida en el hielo, 
doma el espíritu indómito, 
guía al que tuerce el sendero. 

Reparte tus siete dones 
según la fe de tus siervos. 
Por tu bondad y tu gracia 
dale al esfuerzo su mérito; 
salva al que busca salvarse 
y danos tu gozo eterno. 
Amén. 


Objetivo: Señor, danos tu paz

Comenzamos siempre con lo más importante diciendo: 

Te pido Señor tu presencia y ayuda, 
iniciando esta lectura y 
atención en el nombre del Padre, 
del Hijo y del Espíritu Santo.


Ejercicio de Silencio Interior: 
Relajación mental

En soledad dispongámonos a silenciar nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro corazón, con los ojos cerrados y haciendo ejercicios de respiración lenta por 2 minutos.

Escoge un lugar tranquilo. Siéntese en una posición cómoda, el tronco y la cabeza rectos, las manos sobre las rodillas, las palmas hacia arriba, los ojos entreabiertos, no tensos sino flojos, fijos en un punto cercano a ti (pueden también estar cerrados). Suelta los hombros y todo el cuerpo varias veces. Suéltate por dentro: corazón, estómago, intestinos..., hasta quedar tranquilo.

Concéntrate en tu respiración, recuerda que la respiración consta de inspiración y espiración. Inspira por la nariz aspirando tanto aire como puedas, no ruidosa sino suavemente. Luego, espira tranquila y lentamente, expulsando el aire hasta vaciar por completo los pulmones.

Al espirar pronuncia con suavidad bocal o mentalmente la palabra "NADA", sintiendo la sensación de nada, de que todo tu ser se vacía al mismo tiempo y de la misma manera que los pulmones. Vuelve a inspirar y vuelve a espirar, pronuncia la palabra "nada" mientras sientes que todo tu ser se relaja.

Durante unos pocos minutos aplica esa "nada" al cerebro, sintiendo un gran vacío cerebral, quedándote sin pensar, sin imaginar, como si tu cerebro estuviese en un profundo sueño, como si fuese una piedra pesada. Esto es lo más importante: permanecer el mayor tiempo posible con la sensación de mente vacía.

Al principio, tu mente no se vaciará tan fácilmente, no intentes expulsar por la fuerza los pensamientos, no les des importancia, déjalos, suéltalos y vuelve a sentir el vacío durante la exhalación. Después, al decir "nada", pensarás en tus brazos como si nada fueran, después en las piernas, después en el corazón, después en la zona gástrica..., sintiéndolos insensibles, pesados, relajados y notarás un profundo descanso. Todo esto durante unos quince minutos.

Si al hacer este ejercicio te sientes tenso o soñoliento, déjalo para el otro día. Puedes hacerlo durante unos quince minutos al levantarte, al acostarte o cuando te sientas cansado o nervioso.


Canto 15 del Libro: Cantoral del Tallerista
ENTRE TUS MANOS

Entre tus manos,
está mi vida Señor
entre tus manos,
pongo mi existir.

Hay que morir, para vivir,
entre tus manos confío mi ser.

Si el grano de trigo no muere,
si no muere, solo quedará,
pero si muere, en abundancia dará
un fruto eterno, que no morirá.


PALABRA DE DIOS

La palabra de Dios es luz que ilumina, pan que alimenta, fuego que da calor, camino que guía, es vida eterna. 

El texto Bíblico es tomado esta semana del libro de Marcos:

1. Se nos presenta la agonía de Getsemaní. Agonía significa combate y del combate nació la Victoria: la redención del mundo

2. Fue una crisis donde hubo sudor, sangre, gritos, tristeza de muerte, angustia!

3. Tener que morir! Y de la peor manera!

4. Pero al final se entregó sin atenuantes ni condiciones “no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieras tú” y añadió resueltamente “basta ya. Llegó la hora. Vámonos”

5. Y se entregó sin violencia a la violencia de los hechos, abandonándose en silencio y paz en las manos de Quien permitió todo eso.

6. Y murió voluntariamente

Abramos nuestros oídos, nuestras mentes y sobre todo nuestros corazones con la ayuda de Dios, y acojamos estas palabras, anotando en nuestro cuaderno espiritual, aquellas palabras que más me hablen especialmente a mí:

Marcos 14 (32-42)
Jesús ora en Getsemaní

(32) Luego fueron a un lugar llamado Getsemaní. Jesús dijo a sus discípulos: —Siéntense aquí, mientras yo voy a orar.
(33) Y se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, y comenzó a sentirse muy afligido y angustiado. 
(34) Les dijo: —Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quédense ustedes aquí, y permanezcan despiertos.
(35) En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y pidió a Dios que, de ser posible, no le llegara ese momento. 
(36) En su oración decía: «Abbá, Padre, para ti todo es posible: líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.»
(37) Luego volvió a donde ellos estaban, y los encontró dormidos. Le dijo a Pedro: —Simón, ¿estás durmiendo? ¿Ni siquiera una hora pudiste mantenerte despierto? 
(38) Manténganse despiertos y oren, para que no caigan en tentación. Ustedes tienen buena voluntad, pero son débiles.
(39) Se fue otra vez, y oró repitiendo las mismas palabras. 
(40) Cuando volvió, encontró otra vez dormidos a los discípulos, porque sus ojos se les cerraban de sueño. Y no sabían qué contestarle. 
(41) Volvió por tercera vez, y les dijo: —¿Siguen ustedes durmiendo y descansando? Ya basta, ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. 
(42) Levántense, vámonos; ya se acerca el que me traiciona.


Reflexión personal:

¿Qué me dice a mi este texto que acabo de leer?
(a cada persona nos dice diferentes cosas)

Dios me dice a mí en esta lectura que, muchas veces debemos enfrentarnos a pruebas, pero ello no significa que Dios nos dejó solos, al contrario, Él está ahí siempre con nosotros en medio de la prueba para ayudarnos, como se demuestra en el siguiente párrafo: “fiel es Dios, que no os dejará  ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla”. 

Sin importar lo que yo quiera, siempre debo pedirle lo que Dios quiera 3 veces, orar para no caer en la tentación y no debo ser como los que duermen que no oran. 

Aunque yo quiera cumplir lo que Dios quiere de mi, mis impulsos son fuertes, debo orar para vencerlos. Debo aceptar con paz cualquier acontecimiento que Dios quiere o permite.


MODALIDAD DE ORACIÓN

Ejercicio de Reconciliación Integral: 
Hoja del Holocausto

1. Invocación del Espíritu Santo

2. Perdón – Amor (introducción)
Tenga a la mano la “HOJA DEL HOLOCAUSTO”

- Aceptar a los Padres (pausar cuando termine esta parte del mensaje)

- Aceptar la figura física (pausar cuando termine esta parte del mensaje)

- Aceptar la enfermedad y la muerte (pausar cuando termine esta parte del mensaje)

- Aceptar mi persona (pausar cuando termine esta parte del mensaje)

- Aceptar la propia historia (pausar cuando termine esta parte del mensaje)

- Perdón en el Espíritu de Jesús (pausar cuando termine esta parte del mensaje)

- Perdón por comprensión (dedique unos minutos para cada persona que se le vino a la mente, con quien tiene conflictos, a veces son sus enemigos, o a veces son las personas que amamos)

3. Termine su carta, y prepárese para entregárselo a Dios y quemarlo, y ese es el holocausto.

4. Finalice diciendo el Padre Nuestro


Canto 27 del Libro: Cantoral del Tallerista
INÚNDAME SEÑOR, CON TU ESPIRITU

Inúndame Señor, con tu Espíritu
Inúndame Señor, con tu Espíritu
Inúndame Señor, con tu Espíritu
Inúndame Señor, con tu Espíritu

Y déjame sentir
el fuego de tu amor
aquí en mi corazón, Señor.

Y déjame sentir
el fuego de tu amor
aquí en mi corazón, Señor.


Hacer clic en "PERDÓN - AMOR" , para ver el video en Youtube (Regalos 40) y escuchar el mensaje en la voz del Padre Ignacio Larrañaga, presentando las ideas de cómo el Perdón y el Amor van juntos!. Y también nos dirigirá en la Modalidad del día de hoy que es un ejercicio de Perdón-Amor

Prepare:
a) Una o dos hojas para escribir y un bolígrafo (debe ser papel físico)
b)Tenga a la mano el texto que se llama “hoja para el holocausto”
c) Tenga un recipiente resistente al fuego (vasija o cubeta) y fósforos.

Explicación:
Primero invocaremos al Espíritu Santo con un Canto! (necesitamos de Él)
Luego escucharemos el mensaje de ahora, que comienza con una descripción dramática que describe la crisis y entrega de Jesús en el Getsemaní que nos ambientará y dispondrá para realizar una gran reconciliación, “perdón-amor”. 

Después sonará una música y usted debe permanecer en soledad y silencio meditando sobre el mensaje, para que usted también diga como Jesús: Basta ya! Y se disponga voluntariamente a entregar esos hechos o recuerdos dolorosos.

Todo el ejercicio de “perdón-amor” son siete momentos o temas que debemos ir superando, y después de cada uno habrá un momento con música para que usted realice la aceptación de su conflicto personal e interno, siguiendo y repitiendo una y otra vez en su mente la oración de ese tema de la hoja “holocausto” aplicándola a su vida, y utilizando el papel y lápiz que ha preparado hará una oración escrita, para entregar voluntariamente a Dios, todos los hechos o recuerdos de le vienen a la mente de cada tema!

Escríbale a Dios todo lo que desea entregarle.
Si inicia el siguiente tema y no ha terminado de escribir, puede pausar. Cuando el audio termine, manteniendo el sentimiento espiritual, tome el papel y entrégueselo a Dios con una oración personal y quémelo.

Recomiendo que le cante a Dios “yo quiero ser como barro del alfarero” mientras quema su holocausto y finalice diciendo el Padre Nuestro.


Canto 15 del Libro: Cantoral del Tallerista
ENTRE TUS MANOS

Entre tus manos,
está mi vida Señor
entre tus manos,
pongo mi existir.

Hay que morir, para vivir,
entre tus manos confío mi ser.

Si el grano de trigo no muere,
si no muere, solo quedará,
pero si muere, en abundancia dará
un fruto eterno, que no morirá.


HOJA PARA EL HOLOCAUSTO

Primero: Aceptar a los Padres

Dios  mío,  si  alguna  vez  sentí  verguenza  o  aversión  por  mis  padres,  en  este  día  yo  los  acojo  con cariño  y  amor.  Pido  perdón  por  mi  ingratitud;  y  de  tus  manos  yo  los acepto  con  gratitud  y emoción.  Si  acaso  ellos  ya  fallecieron,  igualmente  yo  los  acojo,  los  abrazo,  los  amo,  los  acepto profunda y totalmente en el misterio de tu Santa Voluntad. Gracias por el regalo de mis padres y bendita sea su memoria para siempre.

Segundo: Aceptar la figura física

Padre mío, fuente de mi vida. Dame la gracia de hacerme amigo de mi mismo. Si alguna vez sentí verguenza de ser como soy, te pido perdón a ti, autor de mi vida y mi ser. Perdona mi insensatez y mi ingratitud. Desde ahora quiero sentirme contento de ser como soy, feliz de ser como soy. Te
alabo, te admiro y te agradezco por estas manos, este rostro, esta figura general. Bendito seas por haberme hecho tal como me hiciste. En tus manos me entrego, feliz de ser como soy. 

Tercero: Aceptar la enfermedad y la muerte

Padre mío, dueño de mi vida y de mi muerte. Dame la gracia de aceptar el misterio doloroso de la vida,  las  enfermedades,  la  decadencia  y  la  muerte;  acepto  todo  sin  lamentos,  sin  lágrimas,  en silencio y paz. Me acuerdo de que tu Hijo transformó lo más negativo e inútil del mundo, como es el  dolor y  la  muerte,  en  fuente  de  redención y vida eterna.  Yo también  quiere que  desde  hoy mi dolor y mi muerte sean fuente fecunda de redención. A partir de este momento quiero sufrir con Jesús y como Jesús. En tus manos, Padre mío, me abandono con mi vida y mi muerte, mi salud y mi enfermedad. Amén.

Cuarto: Aceptar (perdonar - amar) mi persona

Padre mío, en tus manos me pongo, con lo poco que soy, feliz de ser como soy. Si alguna vez sentí tristeza  y  vergüenza  de  mi  persona,  te  pido  perdón  por  haberme  avergonzado  de  la  obra  de  tus manos.  Te  doy  gracias  por    haberme  hecho  capaz  de  pensar  que  pienso,  portador  de  un  aliento divino  e  inmortal.  Dame  la  gracia  de  perdonar - amar  esta  extraña  personalidad.  En  tu  voluntad perdono - amo tantas cosas muy mías que hasta ahora no me gustaban. En tus manos me pongo y
con lo poco que soy, feliz de ser como soy, amigo de mi mismo. Hágase tu voluntad.

Quinto: Aceptar la propia historia

Dios mío, Señor de mi vida, dame la gracia de transformar el dolor en amor. Aquellos que nunca me  comprendieron,  aquellos  que  nunca  me  aceptaron  y  sierre  me  rechazaron,  aquellos  que  se fueron  detrás  de  mí  con  infundios,  medias  verdades  y  calumnias  enteras, y  me  hicieron  pasar noches sin dormir y días con lágrimas.... Todos esos recuerdos dolientes quiero transformarlos en una ofrenda de amor, y la deposito en silencio en lo profundo de tu voluntad. Hágase tu voluntad.

Resistencias   del   alma,   resentimientos   del   corazón,   rebeldías   de   la   vida,   guerras   interiores, conflictos  íntimos,  aspectos  de personalidad  no  suficientemente  asumidos,  heridas  de  la  vida  no suficientemente curadas, clamores, lágrimas, gritos del alma... todo quiero reducirlo a silencio en homenaje a tu santa y misteriosa voluntad. Hágase.

Todo  aquello  que  fui  y  no  debía  haber  sido;  todo  aquello  que  hice  y  no  debiera  haberlo  hecho; todo  aquello  que  dije  y  no  debía  haberlo  dicho...  todo  eso  lo  deposito  para  siempre  en  el  olvido eterno de tu corazón. Hágase.

Aquellas personas que me hicieron tanto daño...
Aquellas primeras enemistades...
Aquel fracaso y aquél otro que fue el peor de mi vida...
Aquella equivocación que después lamente tanto...
Aquellos proyectos que se fueron al suelo por mi culpa...
Aquellos ideales que no los pude realizar...

Señor, Señor, toda esta masa doliente y sangrante se transforme en este momento en una ofrenda fragante,  depositada  para  siempre  con  amor  en  el  altar  de  tu  Voluntad.  Y  sea  este  momento  el segundo  nacimiento  de  mi  vida,  porque  lo  anterior  de  mi  vida  quedó  para  siempre  olvidado  y borrado, y todo comenzó. Y, como niño recién nacido, comience yo hoy a caminar libre y feliz. En tu nombre, Señor, Amén.

Sexto: Perdón en el espíritu de Jesús

Oh  Espíritu  Santo,  poderosa  fuerza  de  Dios,  haz  en  este  momento  el  prodigio  de  identificar  mis sentimientos con los sentimientos de Jesús.
Mi  señor  Jesucristo,  muerto  y  resucitado,  presente  aquí  en  este  momento,  entra  dentro  de  mi. Toma posesión completa de todo mi ser. Hazte vivamente presente en mi cuerpo y en mi espíritu, y asume completamente lo que siento, lo que pienso, lo que soy, lo que tengo. En este momento, tus  sentimientos  sean  mis  sentimientos,  tus  emociones  mis  emociones,  tus  ojos  mis  ojos,  tus brazos mis brazos. Jesucristo, poderoso y amoroso Señor, calma dentro de mi este tormento de hostilidad que siento contra esa persona. Yo quiero sentir por esa persona lo que tu sientes en este momento por ella, lo que tú sentías al morir en la cruz por ella. Perdónale Tú dentro de mi. Y con mis sentimientos, transformados  en  tus  sentimientos  perdónale  y  ámale  dentro  de  mi,  en  vez  de  mi,  conmigo; quiero  perdonarle  como  tú  le  perdonas;  quiero  mirar  a  ese  ser  con  tus  ojos  y  abrazarlo  con  tus brazos. Yo lo quiero, Yo lo comprendo. Yo lo perdono. Yo lo amo, como Tú, mi Señor.

El, Tú y yo, hechos los tres una unidad; en un estrecho abrazo los tres: él, Tú y yo; yo, Tú y él; Tú, él y yo en un abrazo identificante; más que perdón, yo lo comprendo, yo lo amo, yo lo quiero...

Séptimo: Perdón de comprensión 
Dedique unos minutos para cada persona que se le vino a la mente, con quien tiene conflictos, a veces son sus enemigos, o a veces son las personas que amamos.


Canto 56 del Libro: Cantoral del Tallerista
YO NO SOY NADA Y DEL POLVO NACI

Yo no soy nada y del polvo nací,
pero tú me amas y moriste por mí.
Ante la cruz sólo puedo exclamar
¡tuyo soy, tuyo soy!

Toma mis manos te pido,
toma mis labios te amo
toma mi vida, oh Padre
tuyo soy, tuyo soy.

Cuando de rodillas te miro Jesús,
veo tu grandeza y mi pequeñez.
Qué puedo darte Yo, sólo mi ser,
¡tuyo soy, tuyo soy!


Bendición (Números 6, 24- 26):

El Señor nos bendiga y nos guarde
Ilumine su rostro sobre nosotros,
Y se apiade de nosotros.
Nos muestre su rostro y nos conceda la Paz.

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.


Hacer clic en cada uno, para leer otros temas complementarios:


PRÁCTICA SEMANAL - PERDÓN - AMOR
JESÚS SE ABANDONA
DUELO ENTRE EL DESALIENTO Y LA ESPERANZA
ADÚLTERA
MEMORIA





Tema siguiente: RECAPITULACIÓN