Nace,
en Paso de los Toros, Departamento de Tacuarembó (República Oriental del
Uruguay), el 14 de septiembre de 1920. Sus padres, Brenno Benedetti y Matilde
Farugia lo bautizan con cinco nombres: Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno. A los cuatro años, su
familia se muda a Montevideo, donde cursa sus estudios primarios en el Colegio
Alemán. Termina el colegio secundario en forma libre en el Liceo Miranda. Los
problemas económicos lo obligan a trabajar a la temprana edad de 14 años, en
una casa de repuestos automotores.
En su última obra
"Testigo de uno mismo" (Agosto 2008) presentía ya el final de sus
días, a la vez que insistía en la soledad sin su amada Luz (su esposa,
fallecida en 2006 tras 60 años de matrimonio).
"Acontece la noche y estoy
solo,
cargo conmigo mismo a duras penas,
al buen amor se lo llevó la muerte
y
no sé para quién seguir viviendo".
Fallece el día 17 de mayo de 2009 en Montevideo, a los 88 años. El gobierno
uruguayo decreta duelo nacional para el 18 de mayo.
A ELLOS
Se me han ido
muriendo los amigos
se me han ido cayendo
del abrazo
me he quedado sin
ellos en el día
pero vuelven en uno
que otro sueño
es una nueva forma de
estar solo
de preguntar sin
nadie que responda
queda el recurso de
tomar un trago
sin apelar al brindis
de los padres
iré archivando
cuerdos y recuerdos
si es posible en
desorden alfabético
en aquel rostro
evocaré su temple
en este otro el ancla
de unos ojos
sobrevive el amor y
por fortuna
a esa tentación no se
la llevan
yo por las dudas toco
la mismísima
madera, esa que dicen
que nos salva
pero se van fugando
los amigos
los buenos, los no
tanto, los cabales
me he quedado con las
manos vacías
esperando que alguien
me convoque
sin embargo todos y
cada uno
me han dejado un
legado un regalito
un consuelo, un
sermón, una chacota
un reproche en
capítulos, un premio
si pudiera saber
dónde se ríen
dónde lloran o cantan
o hacen niebla
les haría llegar mis
añoranzas
y una fuente con uvas
y estos versos
A TIENTAS
Se retrocede con
seguridad
pero se avanza a
tientas
uno adelanta manos
como un ciego
ciego imprudente por
añadidura
pero lo absurdo es
que no es ciego
y distingue el
relámpago la lluvia
los rostros
insepultos la ceniza
la sonrisa del necio
las afrentas
un barrunto de pena
en el espejo
la baranda oxidada
con sus pájaros
la opaca
incertidumbre de los otros
enfrentada a la
propia incertidumbre
se avanza a tientas,
lentamente
por lo común a
contramano
de los convictos y
confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de
consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de
nostalgias
se avanza a tientas,
vacilante
no importan la
distancia ni el horario
ni que el futuro sea
una vislumbre
o una pasión
deshabitada
a tientas hasta que
una noche
se queda uno sin
cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y
para siempre
se introduce en un
túnel o destino
que no se sabe dónde
acaba
CARTAS NO ESCRITAS
Las cartas no
escritas son las más tiernas
las más convincentes
las más vivas
son así porque la
vergüenza
se queda en su
frasquito
y no sale a sembrar
el desconcierto
las cartas no
escritas son las más veraces
tan piadosas son y
tan arrepentidas
que pueden
convertirse en sollozos de luna
las cartas no
escritas son las más lacónicas
tan desguarnecidas y
tan modestas
que van dejando
párrafos en las arterias
puntos y comas en la
garganta
paréntesis de
escándalo en los tímpanos
las cartas no
escritas si algún día se escriben
se adornan con
palabritas y palabrotas
apelan a ardides en
plena sintaxis
y dicen lo que dicen
sin decirlo
EL MUNDO QUE RESPIRO
El mundo que respiro
huele a basura fértil
a memoria de incienso
de nafta y a McDonald
el aire llega mustio
sin nadie que lo
sople
sin ingenios en flor
ni ráfagas de tango
o ni siquiera llega
entonces respiramos
la bocanada oscura
del tiempo
transcurrido
por sus lentas
razones
por su falsa alegría
el mundo que respiro
es ceniciento y
lánguido
El mundo que respiro
es de nadie, es de
todos
me ahoga o me libera
me exige, me conmina
me agobia con
noticias
con odios, con
ternura
el mundo que respiro
trae provocaciones
indultos y milagros
me llena los pulmones
de ráfagas que ignoro
pero nunca es el
mismo
el mundo que respiro
tiene quejas de
mártires
mensajes de suicidas
explosiones de júbilo
y no obstante no
obstante
vivo porque respiro
LABERINTOS
De todos los
laberintos el mejor
es el que no conduce
a nada
y ni siquiera va
sembrando indicios
ya que aquellos otros
esos pocos que llevan
a alguna parte
siempre terminan en
la fosa común
así que lo mejor es
continuar vagando
entre ángulos rectos
y mixtilíneos
pasadizos curvos o
sinuosos
meandros
existenciales, doctrinas en zigzag
remansos del amor,
veredas del desquite
en obstinadas
búsqueda de lo inhallable
y si en algún momento
se avizora
la salida prevista o
imprevista
lo más aconsejable es
retroceder
y meterse de nuevo y
de lleno
en el dédalo que es
nuestro refugio
después de todo el
laberinto es
una forma
relativamente amena
de aplazar cualquier
postrimería
el laberinto, además
de trillada metáfora
frecuentada por Borges
y otros aventajados
discípulos y acólitos
del rey Minos
es simplemente eso,
un laberinto,
Cortázar se quejaba,
entre otras cosas,
de que ya no hubiera
laberintos
pero qué sino un
laberinto
es su rayuela descreída
y fértil
forzado a elegir
entre los más renombrados
digamos los
laberintos de Creta Samos y Fayum
me quedo con el de
los cuentos de mi abuela
que no dejaba
vislumbrar ninguna escapatoria
en verdad en verdad
os digo que la única fórmula
para arrendar la
esquiva eternidad
es no salir jamás del
laberinto
o sea seguir dudando
y bifurcándose y titubeando
o más bien simulando
dudas bifurcaciones y titubeos
a fin de que los
leviatanes se confundan
así y todo el
laberinto es tabla de salvación
para aquellos que
tienen vocación de inmortales
el único
inconveniente es que la eternidad,
como bien deben
saberlo el padre eterno
y su cohorte de
canonizados,
suele ser mortalmente
aburrida
MAS ACA DEL HORIZONTE
Más acá está la
siembra, están los sueños
una infinita
colección de rostros
la liturgia del mar y
sus arenas
están los fuegos y
está la ceniza
las inauguraciones y
los ritos
las redes de la vida
y la sencilla
la incorruptible
muerte, la de todos
el horizonte, borde
espurio y flaco
frontera del futuro,
nada en cierne
es un enigma manso,
tan hipócrita
que no asume su rango
en el espacio
el horizonte es filo
inofensivo
y sin embargo hiere
desde lejos
las gaviotas lo
asumen lo acompañan
y la noche lo cubre
como puede
pero su línea nos
persigue inmóvil
en la vigilia y en la
duermevela
más acá está tu
vientre tu espesura
la corteza del árbol
que olvidaste
el espasmo imprevisto
de los celos
las rondas de tu
sangre, tus indultos
tus muertos y los
míos, la campana
que se queja doliente
en su clausura,
tu estilo de vivir o
de apagarte
más acá estoy yo
mismo, fanal tenue
que no ilumina ni
desvela a nadie
escaso de propuestas
y de súplicas
con mi cuerpo vulgar
siempre a la espera
de tu cuerpo leal,
ese desnudo
más acá estoy yo
mismo, confundido
como un crédulo
espejo sobre el agua
y no reflejo olas
sino antorchas
que inventé como un
juego y ya no invento
el horizonte mientras
tanto vive
de su salitre y sus
amaneceres
la ojeada del alba lo
despierta
lo introduce flamante
en el mercado
de luces de tinieblas
y de sombras
el horizonte cesa cuando
llueve
velado tras un llanto
que no es suyo
o simplemente cuando
tu mirada
deja de vislumbrarlo
enceguecida
el tiempo en cambio
no se esconde, ocurre
nos deja turbios y
turbados, pobres,
desengañados de éstas
y otras ferias
de otros huecos de
Dios y otras visiones
la verdad es que todo
lo que amamos
todo lo que nos duele
y lo que somos
existe más acá del
horizonte
MELANCOLIAS
Como es sabido la
melancolía
no es sinónimo de
soledad
aunque una y otra
lleguen
con un llanto
sequísimo
una ternura en trozos
una tristeza que no
tiene nombre.
con la melancolía no
se juega
sobre todo si sube
desde los huesos
y se abre temblorosa
y delirante
hay una melancolía
que se engancha a la vida
y otra melancolía que
se asoma a la muerte.
pero los melancólicos
no son candorosos
conocen por lo
general de qué se trata
la asumen como una
fiebre recurrente
como una propensión a
la dulzura
o un modo inédito de
respirar.
normalmente
la soledad y la
melancolía
tienen vergüenza de
mostrarse
sólo el amor les
infunde coraje
y las convierte en
pájaros de fuego.
NO OLVIDAR
Yo no quiero olvidar
ni las heces del
norte
ni las mieles del sur
yo no quiero olvidar
ni el jilguero de
infancia
ni el odio a
martillazos
yo no quiero olvidar
ni la luna de abril
ni el árbol del
destierro
yo no quiero olvidar
tu alerta de ojos
verdes
ni mi exilio sin
tacto
yo no quiero olvidar
las curvas del futuro
ni el mar con sus
salmones
y no quiero
olvidarlos
porque la vida es una
y olvidada no sirve
para nada
OCTOGESIMO
A los ochenta años
uno empieza
a olvidar las
ausencias, los vacios,
los orificios de la
duda
los nombres de las
calles
el motivo irreal de
las nostalgias
las lagunas del
tiempo pordiosero
después de todo hay
que aceptar
que esa desolación ya
no hace daño
más bien ayuda sin
quererlo
a que la talla
espiritual se pula
y hasta la soledad se
vuelva amena
a los ochenta ya no
es necesaria
la respuesta
humillante del espejo
uno ya sabe la
orografía de las arrugas
la mirada sin fe de
los insomnios
el fiordo inaugural
de la calvicie
el futuro se ha
vuelto milimétrico
no conviven en él
dulces sospechas
las expectativas son
flaquísimas
y uno se va
habituando a una quimera
tan breve como
inmóvil
a los ochenta las
paredes miran
y a veces hablan y
aseguran
que todavía no van a
derrumbarse
pero uno por si acaso
sale a la intemperie
y encuentra que es un
refugio acogedor
POR QUE SERA?
Por qué será que uno
fabrica sus recuerdos
y luego los olvida?
por qué será que uno
procede de algún Dios
para volverse ateo?
por qué será que la
luna tiene una barriga blanca?
por qué será que
cuando abro el ropero
las mangas me
saludan?
y que tu boca dice
ternuras tan solo cuando calla?
por qué será que un
cuerpo virgen tiene pezones de burdel?
por qué será que si
decido morir nadie me cree?
por qué será que los
pájaros cantan después de los entierros memorables?
por qué será que si
beso tu beso me siento renovado?
por qué será que me
haces tanta falta?
REMONTAR LA NOCHE
Me gustaría remontar
la noche
de la infancia con
lágrimas y miedo
para verla por fin en
su crudeza
en su signo verídico
y sencillo.
la inocencia no es
sólo de los niños
es también de los
bravos y los viejos
y no es blanduzca ni
condescendiente
ni se distrae en su
mudez balsámica.
los años no recorren
implacables
soportamos el cuerpo
a duras penas
los años son maestros
de abandonos
y nos dejan más solos
que la una.
nadie se esconde el
corazón es fácil
todavía produce
sentimientos
algún rencor que otro
ojos de lluvia
mitos que son del
enemigo.
por qué no puedo
concentrarme
en los cordones de mi
sombra?
por qué no puedo
entrar a saco
en el ardid del
horizonte?
me gustaría remontar
la noche
para nacer de nuevo
duelo y fiesta
con todas las
lecciones aprendidas
y el corazón un poco
más difícil.
TE ACORDAS HERMANO
Te acordás hermano
qué tiempos aquellos
cuando sin cortedades
ni temor ni vergüenza
se podía decir impunemente
pueblo?
cada uno estaba donde
correspondía
los capos allá
arriba, nosotros aquí abajo
es cierto que no
siempre
logró colarse el
pueblo en las constituciones
o en las reformas de
constituciones
pero sí en el
espíritu de las constituciones,
los diputados y los
senadores
todos eran nombrados
sin boato
como representantes
de ese pueblo
ahora el requisito
indispensable
para obtener curules
en los viejos partidos
y algunos de los
nuevos
es no arrimarse al
pueblo
no soñar con el
pueblo
incluso hubo un
ministro mexicano (Sabines Dixit)
que en el sesenta y
ocho
unos meses después de
Tlatelolco
dijo, con el pueblo
me limpio el culo,
después de todo el
tipo era sincero
por otra parte en las
obras más doctas
de los historiadores
con oficio
el pueblo aún figura
en las notas al pie
y en el último tramo
de la bibliografía
pero el voquible pueblo,
en general,
es contraseña de las
catacumbas
de los contactos
clandestinos
de las exhumaciones
arqueológicas
de vez en cuando
surge un erudito
que descubre que
Engels dijo pueblo
que Gramsci el che Guevara
y rosa Luxemburgo
que Mariátegui y Marx
y pablo iglesias
dijeron pueblo alguna
que otra vez
y ciertos profesores
que todavía tienen
en sus almarios un
pañuelo rojo
llevan a sus alumnos
al museo
para que tomen nota
disimuladamente
de cómo eran las
momias y los pueblos
y claro los muchachos
que absorben como esponjas
se levantan sonámbulos
en mitad de la noche
y trotan por los
blancos corredores
diciendo pueblo
saboreando pueblo
mas como en la
vigilia vigilada
ya nadie grita ni
murmura pueblo
hay en las calles y
en las plazoletas
en los clubes y
colegios privados
en las academias y en
las autopistas
una paz algo densa, a
prueba de disturbios
y un silencio
compacto, sin fisuras
algo por el estilo
del que encontró Neil Armstrong
cuando anduvo
paseando por la luna sin pueblo.