La pintura de los
Estados Unidos tiene una historia de dos siglos, a partir de la independencia
del país. A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los artistas pintaron
sobre todo paisajes y retratos en un estilo realista. Sin duda que al
momento de aparecer el movimiento impresionista, alrededor de 1850, los
pintores americanos irrumpieron con maestría en el mundo de las artes.
Si bien
los clásicos estadounidenses también brillan por su excelencia, la profusión de
los impresionistas americanos y la calidad de sus trabajos da para concluir que
lo llevan en la sangre. La mentalidad innovadora del pueblo americano se
manifiesta, en forma magistral, a través de muchos de sus artistas. La
influencia europea no fue suficiente para impedir la identidad de los pintores
americanos, que hacen gala de su naturalismo romántico con estilo y técnica
propia.
Las tendencias del
arte moderno en Europa llegaron a los Estados Unidos a través de exposiciones
en Nueva York como el Armory Show de 1913. Con anterioridad, los artistas
estadounidenses habían basado la mayoría de su obra en la pintura occidental y
las artes europeas. Después de la Segunda Guerra Mundial, Nueva York reemplazó
a París como el centro del mundo artístico. Desde entonces, muchos movimientos estadounidenses
han marcado el arte moderno y postmoderno.
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Francis Guy
(1760–1820)_Winter Brooklyn 1819
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Fanny Palmer (1812-1876)_Winter Morning 1861 |
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Charles Christian Nahl (1818-1878)_The Dead Miner |
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Eastman Johnson (1824-1906)_On Their Way to Camp
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Nelson Augustus Moore (1824-1902)_April Snow
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William Hahn (1829-1887)_Snowstorm in the Sierras |
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Samuel S. Carr (1837–1908)_A Cold Walk Home
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Otros