Ayer todo lo tenía;
familia, hogar, trabajo y amigos… Hoy solo es un mendigo vagabundo, embargado, despojado
de todos sus bienes materiales y desahuciado por las deudas, desterrado por los
amorales prejuicios de una sociedad globalizada en descomposición, que
amparándose en la impía pulcritud de su sátira eutanasia moral y recatada indigencia
emocional, le condena a ser extranjero en su tierra.
Vagabundo de vidas
malgastadas, que en las desamparadas vigilias de sus trashumantes noches de
madrugadas desiertas de esperanzas, labra sumiso los surcos de baldías tierras
que acogen en su seno, las raíces de las vides de la ira, cosechando el amargo
fruto de su obligada soledad, embriagándose con sus caldos fermentados durante
años en las barricas de su tristeza.
Mendigo de glorioso
pasado, de vahído presente y futuro incierto, que en los aledaños de las
candelas de su inherente mirada, perdiéndose en el lecho de los ateos destinos
de su memoria, arrastra su injusta miseria, persiguiendo la huella de su
pasado, buscando en el inasible reverso del espejo, la cara oculta de su
reflejo.
Mendigo vagabundo,
sin patria ni bandera, sin familia ni hogar, sin trabajo ni amigos, sin futuro
ni esperanzas, sin nada que esperar de la vida… Solo es un marginado social
más, que solitario vaga por las calles de la ciudad, mendigando limosnas entre la
multitud, que con irascible soberbia, le mira recelosa, murmurando mientras se
apartan a su paso, temerosos de que les robe, criminalizándole por ser
indigente, sin pensar que algún día ellos pueden también estar en su misma
situación.
Los Mendigos son personas
que viven al margen, vencidos, durmiendo en portales y estaciones, existen en
toda clase de sociedades. Ahora bien, la nuestra pasó de ser la que más iba a
preocuparse por los humildes a mirar a otra parte y fingir que no están ahí;
dicho de otro modo, parece que nuestros menesterosos no le importan a nadie.
Para cierto discurso, es como si su lastimoso estado fuese exclusivamente culpa
de ellos. Y eso es inaceptable porque si el individuo puede darse el lujo de
ser mezquino, el Estado no. ¿Para quién queda el bien común si de él se excluye
a los incómodos?.
En una ocasión
presencié cómo los vecinos de un elegante edificio llamaban a la policía para
que se llevara a un desventurado que llevaba días durmiendo a la entrada del
sótano cerca al deposito de la basura. A ninguno se le ocurrió ayudarle; a todos les molestaba.
De mi infancia
recuerdo la crueldad con que la gente se burlaba de los locos que deambulaban
sin rumbo fijo, hablando para sí, sucios y perdidos. Frente a mi escuela solía
pasar una mujer negra de cierta edad o eso me parecía entonces, tal vez no
rebasara la treintena; los niños se arracimaban para gritarle y enfurecerla. También, un loco joven que pasaba cantando y conduciendo un auto imaginario. La
gente se burla igual, se creen mejor.
Piden dinero,
soportan ferocidad e indiferencia, beben y rebuscan en la basura; los más
emprendedores venden latas. ¿Son estos técnicamente mendigos o no?, ¿Lo son las
mujeres que corren con un niño en brazos hacia el grupo de turistas?, ¿Lo son
los ancianos que venden maní?. En ciertos casos resulta difícil saberlo; con
todo y lo dramática que resulta su existencia cotidiana, lo peor no son los
pordioseros, sino cuán indistinguibles de ellos nos vamos haciendo los
ciudadanos corrientes.
Entre un vecino de
cualquier cuadra y un pobre diablo que duerme en la calle hay una línea cada
vez más fina y desdibujada. La gente no da limosnas sólo porque su corazón se
haya endurecido, sino porque lo que lo separa del indigente es apenas que uno
de los dos está tumbado y el otro de pie.
La Locura se define
como el trastorno patológico de las facultades mentales, o como la falta de
prudencia y sensatez en los actos, o la acción irreflexiva y destinada que
implica imprudencia.
En este concepto de
locura, cabe mencionar algunos personajes históricos del mundo como:
"CALIGULA",
quien se consideraba divino y como costaba mucho la alimentación de las fieras
destinadas a los espectáculos, los alimentaban con la carne de los condenados a
muerte, arrojándoselos vivos para ser devorados. Un día un romano que fue
expuesto a las fieras, grito que era inocente, entonces Calígula le hizo sacar
de la arena, le corto la lengua y volvió a mandarle al suplicio.
"JUANA LA LOCA",
como mejor conocían a La reina de Castilla, Juana, quien fue obligada a casarse
a la edad de dieciséis años con Felipe "el hermoso", quien
frecuentaba diversas féminas de su época y ello desencadeno la fiebre de la
locura de Juana, surgiendo el terrible sentir de los celos rabiosos y fundados,
pues Felipito se encargaba notoriamente de llevar una vida licenciosa y sin
pudor alguno. Un claro brote psicótico, con estados de melancolía, llanto,
noches sin dormir, ya con la muerte de Felipe, Juana se niega a aceptarlo, hasta
el punto de mantener el cuerpo del "hermoso", insepulto, mientras
vaga junto al mismo con una comitiva por los campos de Castilla.
"MARIA AMALIA
CARLOTA", al ver a Napoleón retiro al ejercito francés del territorio
Mexicano, viaja a Francia para pedir apoyo a su imperio de arena desmoronada y
en ese periplo, es aprendido y fusilado. Sus últimos días
se le vio caminando por su mansión acompañada por sus damas de cuidado y ya
entrado el siglo XX fallece, repitiendo: "pobre Carlota, pobre Carlota y
pensar que no conocía la seta teyhuinti".
"FEDERICK
NIETZSCHE" de carácter solitario, con sífilis, sufre la soledad hasta
que la enfermedad se desato el día que abrazado a un caballo no paró de llorar
y desde ese instante no volvió a recobrar el juicio nunca más. La extraña
sensación de ver hacia el otro lado y no poder regresar cuando uno quiere. El padre de NIETZSCHE, había muerto loco, se
le diagnostico "reblandecimiento cerebral", extraña forma de llamarle
a algo que viene de otro mundo y que no sabemos explicar. Después de todo, los
males del cerebro son difíciles de conocer.
"VICENT VAN GOGH",
uno de los grandes maestros de la pintura y genio loco. Gauguin pintaba un
retrato de Vicent y este al contemplarlo, dice: "Soy Yo, desde luego, pero
Yo loco".
"ADOLFO HITLER"
tenía una tremenda capacidad oratoria (viene de orate). El supo expresarle a la
gente lo que deseaban oír y así obtuvo el poder de Alemania hasta llevarla a
una guerra gigante y sin moral. Sus delirios de grandeza, su prepotencia le
llevaron a iniciar la guerra, síntomas inequívocos de un esquizofrénico,
psicótico asesino.
Los locos de alguna
manera, poseen esa capacidad del verbo, que puede resultar creador o
destructivo, con facilidad para la palabra, amén de su velocidad en la salida
de su voz. Por algo después del silencio vino la voz y se hizo así mismo.
En el campo médico y
psicológico, el término "Demencia" se refiere al deterioro progresivo
e irreversible de las facultades mentales que causa trastornos de conducta. Así, en cualquier
parte del mundo, en cualquier ciudad, en cualquier pueblo, existen mendigos,
vagabundos, pordioseros, locos y dementes.
La tercera hoja periodística
que existió en La Virginia, con el nombre de AVANCE, inicia labores el 15 de
Octubre de 1944, es decir diez (10) años después de "Ecos de La
Virginia" y comenzó bajo la dirección de don Carlos Angel Llano y la
administración de don Isaac Rodríguez. Sus creadores lo iniciaron bajo la
acción del esfuerzo con las palabras célebres:
"Una voluntad enérgica es
el alma
de todos los grandes caracteres;
donde ella se encuentra hay vida, donde ella no existe,
únicamente hay debilidad, impotencia y desaliento".
En los números 31 y
32 de 1945, "AVANCE", menciona la comisión integrada por los señores
Carlos Gómez Jurado, Luis A. Pinzón y Abel Botero Montoya, Inspectores de
Sanidad, comisión que aplico por primera vez el D.D.T. para combatir el paludismo.
También hace referencia sobre la mendicidad que en un número desbordante,
pululaba en la población y la Inspección toma medidas.
Yo los observo, casi
desde que tengo memoria, sobretodo, los de mi pueblo, porque todos los
conocemos y sabemos de sus orígenes, tales como:
Emilio Fó |
"EMILIO FO", paisa
antioqueño, lucia espesa y abundante barba negra, vestido muy majo de sombrero,
saco y corbata, gran mochila de cabuya en un lado y carriel antioqueño del
otro, asiduo fumador de tabaco en pipa y portador de vistosos anillos en sus
manos que sujetaban el bastón que le ayudaba a recorrer diariamente las calles
del pueblo para contar los sucesos y decesos de las personas o las ocurrencias
que había visto o le habían comentado en el parque, puerta a puerta; como
vocero de las grandes noticias diarias. Asistía a todas las misas que se
realizaban en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen y no se perdía ninguna de
las misas del día, sin importar la hora.
En el carriel de un
arriero antioqueño, según reza la tradición popular, debe haber los objetos
necesarios para desvararse en el camino, algunos dicen cincuenta (50) otros
ciento uno (51), pero realmente es todo cuanto le quepa y le sirva al arriero.
Esta lista detalla algunos de los objetos portados en un carriel:
Dinero que les confiaban los comerciantes de las
poblaciones, para ser entregados a los mayoristas de las capitales, en pago de
grandes remesas de mercancías. Un arriero que llevara doscientas mulas
cargadas, llevaría fácilmente mercancías por valor de tres millones de pesos,
como mínimo.
Una barbera y brocha para la afeitada.. Los
arrieros, después de dos, tres, o diez días de penoso viaje, acostumbraban
detenerse en alguna quebrada a la orilla del camino para asearse, peinarse y
afeitarse, dado que no era bien visto presentarse desaseado ante los
comerciantes de la plaza.
Una peinilla y un espejito con tapa. La tapa era para proteger el espejo,
que sin ella se quebraba rápidamente en las bregas del camino.
Un farolito, usualmente
de tela, plegable, para alumbrar el camino cuando los cogía la noche, y para
alumbrar dentro de la tolda.
Una vela de sebo y un guarda-vela, para
mantener iluminado el farolito y para
que la vela no se quebrara y se aplastara dentro del carriel ensuciando todo lo
que iba en su interior, el arriero se hacía a su guarda-vela, que era un
estuche pequeño de lata, como una especie de estilógrafo grande, donde guardaba
la vela de sebo.
Un par de dados, para
su entretención.
La baraja española, para
jugar tute mientras estaban los frisoles o mientras venía el sueño.
Cartas, para la
correspondencia con su pareja (usualmente).
Un mechón de pelo de
la novia, que estaba atado con una cinta rosa, y perfumada para recordarla.
Tanto la carta de amor como el mechón de pelo, iban, naturalmente, ocultos en el
bolsillo llamado "la secreta".
Leche de Sandio, que
era envuelta en un pedacito de capacho de maíz; porque había que mantenerla
para curar el polvillo en los cascos de las bestias, y para las inflamaciones y
para tapar gusanos en los "güeisis".
Una pitica, por lo
general era cáñamo, que se guardaba enrollada, por si acaso una carga se rompía
en el camino.
Un pedacito de
cabuya, la cual tenía el mismo uso del cáñamo.
Una aguja di' arria,
que no siempre iba dentro del carriel, ya que muchos la pegaban en la copa del
sombrero y aún la utilizaban para sujetar el ala del sombrero, contra la copa,
al estilo mosquetero.
Agujas e hilo para
coser, cualquier deterioro en sus ropas.
Aguja capotera, para costuras mas gruesas y resistentes.
Yesquero y fósforos, para iniciar el fuego de las lámparas.
Clavos de errar y herramienta para clavar.
Un pedazo de sebo, para varios usos.
Una navaja capadora ó
pico' e loro, la cual servía desde para cortar callos y sacar niguas, hasta
para pelar alguna fruta o hacerle alguna intervención quirúrgica a algún
compañero o a algún animal.
Uno o dos amuletos.
Eran los más comunes: La uña de la Gran Bestia. La Cola del gurre, buen agüero
y la cual, calentándola en una vela, servía para quitar el dolor de oído o para
quemarlo.
El Colmillo del
Morrocoy, llamado así, generalmente a cualquier desecho animal imposible de
identificar. El Colmillo del Tigre (jaguar o tigrillo) y, a veces, una pepita
cualquiera que creían ellos, era la contra de una culebra, que según los
arrieros, había dejado en la orillita de la quebrada para irse a beber agua.
El Ojo de Venado, era
una cierta semilla muy dura que, según creencias, tenía la cualidad de defender
a quien la cargase, del mal de asiento o "Almorrana".
Tabaco para fumar
durante largos trayectos del viaje.
Chamiza del fogón ó
la vela del farol, para encender los tabacos.
Recado de sacar
candela. Una piedra de castilla, un "deslabón" y yesca.
La estampita de la
Virgen del Carmen, o un "Cristico" (pequeño Crucifijo).
La estampita de San Marcos
de León: para amansar.
La estampita de San
Judas Tadeo patrón de las causas perdidas y San Expedito patrón de las causas
imposibles y urgentes.
Una libreta de
apuntes y un lápiz, para llevar el registro de todos los acontecimientos.
Un pito de cacho,
para hacer señales a los compañeros.
Yango |
"YANGO", sociable y
amigo de las charlas y enseñanzas de la vida cotidiana con grupos de
estudiantes, era llamado así por su parecido físico con el actor de cine
americano Charles Bronson, y quien en las mañanas muy temprano, en su estado
psíquico normal, sentado en el parque de los fundadores, ayudaba a resolver
grandes y complicados problemas de trigonometría y algebra que nos habían
puesto de tarea en el colegio, ya que el tenia preparación académica sobre el
tema desde su natal Manizales (Caldas), pero era consumidor de estupefacientes,
lo que le producía condiciones atléticas admirables, porque trotaba hasta caer
rendido del cansancio.
"JULIO EL CIEGO" procedente de Cartago (Valle), con su bastón para orientar el rumbo
indicado y evitar caer en algún hueco o tropezar con algún obstáculo en su
camino, cargaba consigo un costal lleno de cosas recogidas de la calle, tenia
además de la limitación física visual, un grotesco acerbo gramatical para
referirse a cualquier cosa o persona que estuviese a su alrededor y criticara
su irreverente actuar, ya que para Julio, era natural, hacer uso de cualquier
espacio o lugar público, para hacer sus necesidades fisiológicas. Acompañado de
una vieja armónica musical, interpretaba algunas melodías que hacían vibrar su
espíritu con alegría y motivación para darle rienda suelta a su imaginación.
Buscando novia |
"BUSCANDO NOVIA", romántico
personaje que expresa el sentimiento de afecto y cariño para las mujeres de
forma respetuosa y a la usanza de nuestros antepasados, recitando poemas y
prosas de amor y desamor para todas las mujeres que se encuentra y las
considera un amor a primera vista.
"PEDRITO BOLLEYO", un
adorable anciano que hacia mandados y cuando algunas personas hacían burlas con
él, rompía en ira y provocaba pánico.
"MARTIN GALLO", quien perseguía a todo aquel que le hubiera gritado su apodo, ya que esto le enfurecia y desalojaba el parque principal a punta de cauchera.
Choco |
"CHOCO", era el apodo
que le daban a este mendigo, quien después de una jornada diaria, contaba el
dinero que había recogido y fue encontrado muerto bajo uno de los grandes
árboles de la hacienda balsillas.
"CORRIENDITO", hacía
mandados todo el día. Era una persona bajita de estatura pero presto a salir
raudo y veloz con su líchigo hasta la tienda o plaza de mercado y regresar
cargado con todos los pedidos, colgado de la cabeza, para recibir su
correspondiente propina. Entre otros comentarios, se decía que el tenia varias
propiedades, que fue vendiendo poco a poco.
Había un señor de tez
morena, de pocas palabras en su expresión verbal, de rostro duro y contextura
delgada, con un gran machete colgado al cinto, que recorría toda la extensión
territorial del pueblo, anunciando la venta de sus productos de hierbas
naturales y limones, las cuales tenían efectos curativos para algunas
enfermedades, y que eran cultivadas en sus terrenos, con un característico
grito de: "LIMON PAL' PICO" en tono muy lírico, fuerte y alto, el cual
se escuchaba desde adentro de las casas. Representó creo Yo, si mal no
recuerdo, al primer vendedor ambulante por las calles de nuestro pueblo.
Muchos son
pordioseros y me imagino que esta palabra pordiosero viene de lo que, en otro
tiempo, al pedir dirían: una limosna, por Dios. Y, de este por Dios saldría la
palabra pordiosero, aunque, bien mirado, casi ningún mendigo es peligroso. Más
bien estos desvalidos dan una mala imagen de la población donde están.
Yo creo, sin embargo,
que de pordioseros lo somos o lo deberíamos ser todos. A ver si me explico:
todos somos humanos. Algunos pordioseros son ricos, llenos de salud, hasta
incluso tienen tiempo de pasear, divertirse; tienen tiempo de ocio. Pero a la
vez, sabemos que todos somos limitados: tenemos necesidad de los demás, de
compañía, de amistad.
Creo que deberíamos
aprender a pordiosear por la vida. Nosotros no lo podemos hacer todo y
necesitamos de la ayuda de los demás. No es indigno pedir y tampoco es ofensivo
que te pidan. Tan solo es humano. Te pueden pedir de lo económico, porque pocos
van tan escasos de recursos que no puedan ayudar con lo que les sobra.
Hay personas que te
piden un poco de tu tiempo, que les escuches, que les hables, que les visites. Cuánto
nos necesitamos mutuamente los humanos y cuántos te piden tu compañía o
amistad.
Tenemos un mendigo
muy conocido de todos nosotros: El Sagrado Corazón de Jesús. Él es un mendigo
de amor. Nos pide que le amemos.
¿Quién de nosotros
negará alguna cantidad de dinero, un poco de tiempo, unas cuantas palabras, un
poco de compañía a quien nos lo pida?.
"Entre tinto y tinto tomo nota
sobre tanto que escucho y
dejo que mi imaginación reconstruya
la historia de mi pueblo"
sobre tanto que escucho y
dejo que mi imaginación reconstruya
la historia de mi pueblo"
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