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Salve tierra fecunda y cariñosa,
salve valle de noble inspiración,
salve tierra emporio de riqueza
salve valle de encantos y de amor.
1
En gestas de heroísmo
llegaron los colonos,
el hacha y el machete
cumplieron su misión,
las selvas milenarias
rindieron pleitesía,
y el humus fue el
incienso de fe y adoración.
2
Los cauces de tus
ríos se abrieron majestuosos
el trepidar del barco
sembró la confusión,
la mano del progreso
cursó por tus plantíos,
y nuevos horizontes
rindieron culto a Dios.
3
La Pacha y la
Canchelo hembraje de tu entraña
en vida tormentosa
sembraron el placer,
los hombres la
lascivia de vida escandalosa
burlaron la doctrina
de Cristo y de su ley.
4
Un hombre
apocalíptico de estampa castellana,
su brazo y su mirada
hicieron doblegar
los árboles gigantes,
los negros atrevidos
las hembras
voluptuosas sin patria y sin hogar.
5
No sé si el cielo
tuvo alguna preferencia,
pero aquí es más
visible la acción del Hacedor,
el valle de grandeza
cruzado por sus ríos
le forman con sus
puentes la cruz al Redentor.
6
Los pueblos tienen
todos coraza de grandeza,
cuando sus hijos
quieren hacerlos progresar
aquí se tiene siempre
una alma palpitante,
de fe, amor y
esfuerzo, constancia y libertad.
7
No puede haber
grandeza si no hay entrega noble,
no puede haber
progreso donde hay cohibición,
los pueblos que se
aman coronan sus esfuerzos
si todos les entregan
su propio corazón.
El poema CANTO A LA
VIRGINIA, autoría del señor Abel Osorio Restrepo, (quien me asistió como
Padrino de bautismo) inspiraron y motivaron mis sentimientos, para dar rienda
suelta a la narrativa de hechos con sentido histórico y compromiso moral, que
durante el paso de los años he escuchado en voz de mis antepasados familiares,
para generar amor y sentido de pertenencia, por esta tierra que nos vio crecer
y contribuir al aporte histórico de "LA HISTORIA DE MI PUEBLO".
La vereda el Madroño
fue fundada según la tradición oral de la vereda, por los señores Ricardo y
Joaquín Aguirre, Lucio Cardona y Erasmo Foro. Esta vereda era una montaña que
fue abriéndose camino por el señor José Ramírez para transitar con su cuadrilla
de indios los cuales cargaban cacao desde Cartago a Riosucio y de ella traían
abarrotes para toda esta región y fue llamada El Madroño porque en un descanso
que hizo el señor José Ramírez descubrió que lo más notorio de esta región eran
los arboles de madroños.
Después de estos
pobladores llegaron otros de Marsella los cuales fueron Marco Antonio Toro,
Benjamín Morales, Luis Evelio Osorio con sus respectivas familias. En el año
1914, llegaron los primeros misioneros a la vereda el Madroño, provenientes de
Buga, Valle; dieron la primera misa y construyeron una cruz de madera, donde
posteriormente se construyó la escuela.
La primer finca de
café y plátano la levantaron en el año de 1915. El producto del café era
despulpado en maquinas de madera y secado en camillas para después ser tostado
y molido, para hacer el tinto, bebida del sustento de la vereda. Hacían de
comer en ollas de barro y servían los alimentos en platos de madera o en cocos
de totumo.
Después del año 1916,
empezaron a llegar más y más pobladores a la vereda, así fue como el señor Joaquín Hoyos colocó la
primera tienda de abarrotes y la primer carnicería.
Esta pequeña
descripción sobre la vereda el Madroño del municipio de Belalcázar, demuestra
las raíces y la procedencia de mis antepasados. Hago referencia a mi abuela
Materna MARIA ENRIQUETA VALENCIA quienes llegaron la primera vez a La Virginia
en 1938 procedentes de Belalcázar, más exactamente de la finca
"Verdun", pero tiempo después regresaron a la finca
"Chapetón", ubicadas en la vereda el Madroño y a mi madre LILIA
VALENCIA quienes, la segunda vez volvieron al pueblo en el año 1943, a la casa
de balcón que en el local de abajo, estaba la tienda de víveres y abarrotes de
don Enrique Henao cerca al parque, llamada "la frontera" donde
vivieron por muchos años.
Mientras que mis
abuelos Paternos JORGE LUIS PATIÑO y ANA GLORIA DIAZ con todos sus hijos entre
ellos mi padre LUIS ALFONSO, llegaron en 1940 a La Virginia procedentes de
Manizales.
Entre todas las
historias que he escuchado en voz propia de mis ancestros, a través de los
años, recuerdo que:
En La Virginia había
un señor que se llamaba Juan Pio Quinto Franco, que era uno de los fundadores y
se dedicaba al cultivo del tabaco y el cacao, así como a la elaboración del
aguardiente de contrabando, que era intercambiado por panela, zarazas y víveres
de todas las especies en Cartago, usando el rio La Vieja como única vía de
transporte y las grandes canoas o balsas como medio para transportar todos
estos productos.
Las casas que
conformaban el pueblo, estaban construidas, unas de bahareque y otras con hojas
de zinc, no había fluido eléctrico, ni agua para el consumo de sus habitantes.
Las mujeres debían ir hasta la hacienda pozo rubio, al otro lado del puente
mocatan, en el rio Risaralda para lavar la ropa, en algunos casos como jabón,
usaban lejía resultante de la ceniza que se producía al cocinar en fogones con
leña.
Los habitantes del
pueblo durante los días de la semana (lunes a sábado) se iban a trabajar a las
diferentes fincas que estaban alrededor del pueblo y áreas vecinas. El mercado
dominical, se realizaba en un costado del parque principal y se instalaban
mesas de madera con toldos para exhibir la variedad de productos.
Juvenal Gutiérrez,
hermano de Mercedes Gutiérrez compradora de café, abrió un negocio contiguo al
desarticulado rancherío, una cuadra de la calle principal, una cantina con
expendio de licor y presencia de mujeres de dudosa reputación; colocándole el
nombre de Gato Negro, que se convertirá en lugar de placer y punto de encuentro
de la peonada los fines de semana.
La Trilladora Royal,
dependiente de la Compañía Cafetera de Manizales, ubicada contiguo a la plaza
de carros, ha ocupado en todas las épocas gran numero de obreras que han
devengado de ella su subsistencia y en un comienzo durante varios años estuvo
gerenciando la empresa don Juan Escobar.
La Trilladora de la
American Coffee o más conocida como trilladora América fue otra gran compañía
generadora de empleo. Las mujeres y muchachos del pueblo comenzaron a trabajar
haciendo varios oficios en la trilladora América, porque les daban casa para
vivir cerca al lugar de trabajo.
La Trilladora la
Greis, como era llamada popularmente, la trilladora de la Compañía Cafetera
de Manizales (ubicada al otro lado del puente - hoy corregimiento de Caimalito -, su planta fue acabada y trasladada a Buga), estaba compuesta por
una portada grande que daba acceso al parqueadero de los camiones que llegaban
de Medellín en camiones con motor a ACPM, de la marca Saurer, cargados con 250
bultos y eso era todo un acontecimiento en el lugar o salían cargados con 50
sacos de café con destino a Pereira.
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Enseguida había una
tienda grande donde uno mercaba y pagaba con vales pero después cuando en la
trilladora le pagaban, venía a recoger los vales y pagaba el total de la cuenta
con dinero contante y sonante.
Más acá en la
carretera central había un restaurante que era frecuentado por las personas que
tenían mas modo (me refiero a tener más dinero) y muchos residentes de La
Virginia venían en busca de licor, baile, grescas, mujeres que vendían amor y
hombres que compraban compañía al otro lado del puente, hasta los bares cerca
de la estación.
Había un embarcadero
de ganado cerca a la estación del tren, ya que llegaba ganado de toda la región
para ser embarcado en tren hacia Cali. Después del embarcadero estaba la
trilladora que quedaba en el rincón y para obtener el agua que requería la
caldera de la trilladora para su funcionamiento, se instalo una bomba cerca al
puente que traía el agua del rio Cauca y la depositaba en un tanque grande que
además surtía de agua a unos ocho (8) o diez (10) sanitarios comunales que
habían construido para uso de los habitantes de esa zona, que eran unas pocas
casas al lado y lado de la carretera y no tenían acueducto.
Otras compañías
Cafeteras de la época, fueron:
La Agencia de Antonio
Montoya, José, Carlos y Gabriel Trujillo C., bajo la razón social: Montoya y
Trujillo que desde 1956 ha ocupado gran número de personas y beneficiado buena
cantidad del café en la región.
La Federación de
Cafeteros que aunque fue ubicada en terrenos del municipio de Pereira, presto
el servicio de compra de café a los municipios del Occidente de Caldas, tales
como: La Virginia, Santuario, Apía, Balboa, La Celia, Viterbo, Anserma,
Riosucio, etc..
Ir al otro lado del
puente, era lo mismo que ir a la estación del tren o ir a Caimalito (como en la
actualidad se llama) y era allá en donde se arrancaban las lombrices más
grandes y carnosas para usar como carnada en la pesca diaria. Las familias
completas con todos sus hijos realizaban caminatas hasta la estación del tren a
modo de diversión, para observar la llegada del tren y la cargada del mismo.
El 8 de Julio de
1944, se efectúa la primera reunión de aficionados al deporte para crear dos
(2) equipos de futbol, los cuales jugaron con los nombres de: LOCAL y ESTACION.
El primer encuentro deportivo fue contra el equipo NACIONAL de la ciudad de
Pereira, encuentro que termino empatado. El equipo Local cambio su nombre por
el de ROYAL PORTEÑO y el equipo Estación por el de FERROCARRILES.
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Los partidos de
futbol inicialmente se realizaban cerca de la estación del tren porque en el
pueblo de La Virginia estaban las casas, los bares, las tiendas y otras cosas,
pero no había terreno adecuado como cancha, mientras que al otro lado, en la
estación había un corredor grande que permitía ubicar una portería abajo y la
otra portería arriba, para poder jugar y terminar "repelaos hasta el jundillo",
como me lo dijo uno de los jugadores del equipo de futbol.
Quien además trata de
recordar el nombre de los compañeros de equipo y menciona a:
Derecha a Izquierda
(pie)
(1) n/n, (2) Carlos
Saldarriaga, (3) Ovidio Londoño, (4) n/n, (5) Congo, (6) José Ramón Sánchez,
(7) n/n
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Derecha a Izquierda
(sentados)
(1) Riascos, (2)
Jaime Mejía, (3) Carlos Castañeda, (4) n/n, (5) n/n
Íbamos a jugar a
Pereira, Cartago y Belalcázar. Pero cuando nos tocaba que ir a jugar en
Belalcázar, la situación se ponía candela e incluso antes de terminar el
partido en algunos casos nos sacaban a pedradas. Recuerdo que los camiones que
usábamos para transportarnos en esa época para ir a jugar los partidos, no
tenían varillas que formaran el techo de la carrocería, sino que colocaban un
palo adelante y otro palo atrás, para formar un techo y evitar la lluvia o el
sol, entonces cuando la gente de Belalcázar nos tiraban piedras, todas caían
dentro del planchón del camión y llegábamos a casa: cansados, sudados y
heridos.
Las personas
dedicadas a sacar la arena y materiales del rio Cauca, eran: Rafles y Salomón
Suarez, que después monto una panadería diagonal al café Limber. El empleado de
la panadería del señor Suarez, fue Miro, quien tiempo después se salió y abrió
al público el bar de Miro.
El Negocio de la
venta de guadua y esterilla, elementos muy usados en la construcción de la
época, estaba ubicado enseguida del puente y a cargo de Quiñones, un moreno
alto, fornido y muy grande, que perdió ambas manos debido a la explosión
ocasionada por un taco de dinamita que usaba para la pesca en el rio. No
obstante este accidente, no lo alejo de seguir dedicado al corte de la guadua
en las orillas del rio Risaralda, usando un machete que amarraba en el zoco del
brazo para abrir la esterilla, que luego vendería y poder así obtener su
sustento económico.
El doctor Mariano
Ospina Pérez en campaña política como candidato presidencial de la Republica de
Colombia, llegó a La Virginia y pronunció un discurso desde la ventana del
segundo piso en la casa de don Sofonías Gómez, ubicada enseguida del café
Limber en la plaza de carros, quien por esa época era el Jefe del Partido
Conservador en La Virginia.
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Le correspondió
atenderlo al joven Octavio Patiño Díaz, quien tenía para esa fecha quince años
de edad, preparar una taza de café muy especial ya que él trabajaba en el café
Limber, según las indicaciones del señor Sofonías Gómez. Me cuenta el tío
Octavio, en tono emotivo y lleno de orgullo, que para él, ese momento de
entregar el café y saludarlo personalmente fue maravilloso e inolvidable, no
solo, por el carácter y la forma tan sencilla de ser del doctor Ospina Pérez,
sino por lo que represento para Colombia y "era lo más pesado" que
había llegado de visita, hasta ese entonces a La Virginia.
El 9 de abril de
1948, tras defender hasta bien entrada la noche al teniente Jesús María Cortés
en los tribunales, Jorge Eliecer Gaitán reposó y luego salió al mediodía del
viernes 9, en compañía de varios amigos desde el Edificio Agustín Nieto (su
sitio de trabajo) para almorzar en el Hotel Continental y a la espera de varias
reuniones que tendría ese día. Un hombre, hipotéticamente, Juan Roa Sierra, lo
esperaba en la entrada del edificio y disparó en su contra con un revólver,
causándole heridas mortales. Gaitán fue llevado a la Clínica Central donde
murió cerca de las 2:05 de la tarde. El asesinato provocó una violenta reacción
popular y represión gubernamental conocida como El Bogotazo. La violencia por
el magnicidio no se concentró solo en la capital, también en ciudades
importantes cercanas a Bogotá como Zipaquirá. Los municipios y regiones
Gaitanistas reaccionaron en igual o mayor proporción y en casos como
Barrancabermeja, la situación se extendió por más de un mes. En La Virginia no
fue la excepción, afirma el tío Octavio, quien ese día estaba trabajando en el
bar Limber y cuando dieron la noticia, el señor José Jaramillo a quien llamaban
toto, era miembro del directorio Liberal en La Virginia y al ver toda la
violencia (agresiones físicas que terminaban en muertes) que estaba ocurriendo
alrededor, me envía a casa para protegernos y permanecer encerrados hasta que
tropas conservadoras bajaron ya llegada la noche a reemplazar a las otras
tropas.
En 1952 las
personalidades municipales más destacadas, eran:
De izquierda a
derecha (pie)
(1) Hernando Arbeláez
(primer Tesorero Municipal), (2) Jaime Gómez (Gerente Bavaria), (3) Mario Bravo
(Gerente Banco Industrial Colombiano), (4) Alberto Aristizabal (Gerente
Trilladora Royal), (5) Roberto Obando (Médico).
De izquierda a
derecha (sentados)
(1) Pedro Muñoz
(Dentista), (2) Gerardo Trujillo (Tesorero Banco Industrial Colombiano), (3)
Tulio Vargas (Comerciante), (4) Iván Mejía (Comerciante), (5) Bernardo García
(Inspector de Higiene), (6) Alfonso Becerra (Comerciante).
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Tuve la fortuna de
nacer en los bajos de la casa de balcón de la esquina cerca al parque, más
conocida como la frontera y esto me permitió disfrutar con lujo de detalles el
parque, no solo su zona verde sino también sus amplios pasillos internos que
permitían el acceso desde cualquier lado y la calle de la frontera, que por
aquella época aunque no estaba pavimentada, por lo menos tenia andenes para
desplazarme en triciclo y pasados los años, en bicicleta; además era el punto
de partida y el paso obligado de las competencias deportivas, como también de
los desfiles civiles y eclesiásticos que se realizaban.
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El agua que llegaba a
las casas por la tubería, era de color opaco, con sabor a pantano y por esta
razón había que filtrarla usando grandes vasijas de barro que tenían un pequeño
orificio en la parte inferior para que pasara gota a gota el agua sobre el
filtro de tela que era colocado debajo y cubriendo el segundo recipiente que contenía
el agua tratada y lista para el consumo.
El Médico Guillermo
Giraldo Arango llegó al Centro de Salud de La Virginia que estaba ubicado en
los bajos de la Alcaldía Municipal y como Auxiliar de Enfermería inició Bertha
Patiño Díaz. La atención médica era gratuita y auspiciada por el Gobierno, se
aplicaban vacunas, atendían consultas, heridos que por esta época de mucha
violencia, llegaban en cantidades para atención de emergencias y los heridos
más graves eran remitidos al hospital de Pereira.
Entre los médicos que
la tía Bertha recuerda, estaban: Dr. Hernando García Jaramillo, Dr. Fabio Saenz Hurtado,
Dr. Guillermo Giraldo Arango, Dr. Ciro Blackbum y Dr. Oscar Soto Montoya.
Después de dos (2)
años, el local es trasladado a las nuevas instalaciones del hospital San Pedro
y San Pablo que fue dado al servicio el 15 de Abril de 1956, atendiendo toda
clase de enfermedades, servicio de cirugías y maternidad. Para la celebración
de inauguración del hospital, se hizo un brindis con champaña, en la fotografía
aparecen de izquierda a derecha, las enfermeras: María Pinilla, Padre Roberto
Naranjo Duque, Rosabel Peña y Bertha Patiño Díaz.
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En 1966 es nombrada
como la primer Enfermera Obstetra del Seguro Social en La Virginia: Bertha
Patiño Díaz, para atender los partos de las señoras en sus propias casas y las
atenciones medicas primarias para los beneficiarios del Seguro. Recuerda ella,
que el primer local ocupado, fue al frente del parque en una casa del segundo
piso, propiedad de los señores Betancur, después se traslado a una casa al
frente de la plaza de mercado, cerca al hospital y por último, se trasladan al
segundo piso del edificio de la prendería la guitarra, propiedad de don José
Osorio.
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Juan Manuel Ruiz:
"Gracias Orlando por recordar mi niñez, el negocio de mi abuelo Ramón un
gran hombre".
María Enerieth
García: "Yo recuerdo los helados de las Ruices, los hacían con suero, una
uva y trozo de coco".
Carmen Gloria Marín:
"Vale la pena recordar la familia Toro que eran los dueños por años de la
farmacia Samaritana, y Guillermo Velásquez y Libia Montoya que vendían leche y
quesos, y la familia Díaz Herrera , también con negocio de leche y quesos, e
inolvidable la bomba de gasolina de don Humberto Castaño de toda la vida, hoy
administrada por sus hijos".
Alvaro Bedoya Hoyos:
"No se si se acuerdan cuando todos los días a las cinco de la mañana
regalaban cinco panes y dos botellas de leche nosotros con koke los Mejías en
fin una gallada al igual el papa de Albeiro alias neuroco pobre ancianito como
lo jodiamos. lo mismo cuando le cortaron la colita a cinco vaquitas una de los
Trujillos la otra de sierra la otra de los rojas en fin eran cinco".
Leonardo Vásquez
Palacio: "Vale recordar dos locos famosos Julio el ciego que era demasiado
vulgar, se mantenía en la esquina de la flota occidental y Yango, si alguien
tiene fotos de otros personajes especiales, ojala las subiera en esta página.
El famoso Morato que
vendía cremas en la occidental y el componedor de los que se lesionaban los
pies o los brazos. No sé si estoy equivocado pero la Lonja siempre fue de
Hernando Valencia (tolosa) papá de Augusto Valencia (pitillo) quedaba enseguida
del negocio de don Iván Mejía. si mal no estoy en la esquina donde estaba el
negocio de Iván Mejía, el tenia la carnicería ahí mismo el granero que no
recuerdo el nombre creo que lo manejaba un señor Vanegas de estatura baja, creo
que era el papá de Juan Antonio Vanegas".
James Augusto
Chamorro Restrepo: "Estos fueron los reemplazo de los llevos, una vez le
pregunte a mi tío León, tío porque le llaman zorras a las carretillas de dos
ruedas y el caballo?, si no se parecen en nada, y me contesta mi tío: será porque
dicen llevo, llevo, llevo".
Lida Estella Giraldo
González: "Esas zorras como tú (James Augusto Chamorro) le dices; las
deben cambiar por motos con carrocería pequeña, pero mira que es muy difícil
cambiar la cultura de la gente, se supone que deben pasar caminando". Lo
anterior, es una reflexión sobre el aviso que esta al comienzo del puente,
sobre la circulación permitida.
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Nelson Orozco
Vásquez: "Qué condiciones tan difíciles para estudiar había en otras
épocas... niños descalzos, acurrucados en el suelo, sentados en tres ladrillos.
Nada que ver con los jóvenes de hoy en día: zapatos de marca, celular,
computador, moto para ir al colegio... Cómo cambian los tiempos.
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Creo que ese tractor
era de don Tiberio Tangarife. De hecho, quién lo iba manejando debe haber sido
Gustavo, ahí van los chachos del pueblo, colaborando (noveleriando), en esas
inundaciones tan tenacez. Que me refresque la memoria mi hermano William,
porque él iba en ese combo.
El que sostiene la
bicicleta del joven de la derecha es Guillermo Velmoral (no sé si ese fuera su
apellido real), El Bastón que Canta, cuando, evidentemente, no tenía bastón....
ni cantaba, creo.
Me acuerdo de esos
baños, Jairito. Era una zanja pavimentada a lo largo de varias puertas,
normalmente los alumnos más aventajados solían empujar duro la puerta y el que
estuviera en cunclillas y descuidado cataplum, mijo. A pedir permiso para ir a
la casa a cambiarse el pantalón cortico. Así eran los baños de la escuela
Antonio Ricaurte en los años 60's y 70's.
En los años 70's vino
a dirigir la Estación un señor de Cali que tenía dos hijos. Eran un poco
gorditos y de ojos más bien rasgados. Los recuerdan?. Les decíamos, los
"Maos". Fui varias veces a la Estación a estudiar con ellos, pero
muuucho antes, iba a la zona de tolerancia en los diciembres a recoger tapas de
gaseosa y cerveza y luego de aplanarlas con una piedra y quitarles el corcho, a
los rieles para que el tren terminara de aplancharlas y hacer las panderetas
para las novenas".
Jaime Alfonso Díaz
Herrera: "Estoy de acuerdo con Mario, que profesorazo, Yo le aprendí mucho
y más en sus consejos. La última vez que lo vi hace varios años estaba en el
Uribe Uribe en Pereira, con Alberto Santa, Armando Hoyos y otros".
Nely López Gutiérrez:
"El Play Boy, la taberna en casa de los Naranjos".
Rafael Antonio
Valencia Arroyave: "Recuerdo que en las procesiones, nos pegaba si
hacíamos desordenes". Al referirse al Padre Roberto Naranjo Duque.
Alirio Díaz Herrera:
"En la foto, El Sargento González, Monseñor Leonel Álzate Gómez, El
excelentísimo Padre Roberto Naranjo Duque, sigue don Baltazar Mejía, que tuvo
la bomba Esso muchos años, sigue don Ramón Ocampo, y sigue el Dr. Javier
Echeverri, en la Calle Real de La Virginia Rda.".
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William Orozco
Vásquez: "Reconozco a Morrocoy el segundo con bicicleta de izquierda a
derecha, Jairo Julio Betancourt, un poquito más atrás; Uñia, a la izquierda del
tercero en bicicleta, Néstor Raúl Cardona, un poco atrás y con bicicleta, a
Guillermo Velmoral: El Bastón que canta y a Jairo. Buenos tiempos esos
definitivamente. Te acordas hermano qué tiempos aquellos.... Que buenas
fotos... todas!!!!!
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Jairo Gallego
Quintero: "Por ahí era donde quedaba la carnicería de
"Galileo"? Todas esa
bicicletas las alquilábamos donde Caneco, el Mocho y el Sordo obviamente".
Mariela Quiceno Bedoya:
"Que foto tan espectacular y qué lindo quedo mi papá. uyyyyyyy siiiiiiiiii que chévere ver a
nuestro padre cuando trabajaba tanto por la comunidad". Fotografía del
grupo de La Cruz Roja.
Wilson Palacio
Vásquez: "Ese fue el primer grupo de la cruz roja, lo mejor fue el día del
campamento, como requisito para la graduación".
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Guiomar Vélez:
"Como es que no la tenía en mi álbum que buen detalle, están: Luz Elena,
Juan Manuel, Francy Elena, Luz Estella, Beatriz, Wilson, Luz Mila, Humberto,
Alcides".
Carlos Rúa: "Ese
es Cesar Díaz el lechero de uniforme, Samuel Botero, Beatriz la hermana de
gulli, Humberto Salazar. Que chévere esa foto".
Balves Villa Zapata:
"A mi sinceramente me hubiera gustado que el Colegio Bernardo Arias
Trujillo (Francisco José de Caldas) al ser fundado fuera mixto,
desafortunadamente las mentes de los dirigentes civiles y eclesiásticos no les
daba para más en esa época. Las citas con nuestras novias en silencio era por
intermedio de boletas o la charladita después del rosario o la misa sin que los
padres se dieran cuenta. Ah que bella época como la recuerdo".
Jairo Agudelo Bedoya:
"Que foto Dios mío , me trajo muchos recuerdos de todos los buenos amigos,
de los fallecidos etc. añoro todo lo vivido en esa época".
Diego Mauricio Soto:
"El Director Técnico era mi abuelo Julio César Escobar Salazar".
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Javier Rendón:
"Yo estudie con el mayor de los Maos y fuimos muy llaves en la escuela
recuerdo que parecían japoneses y me toco varias veces viajar de la Virginia a
Cali en ese tren en vacaciones que para mí era un placer o más placentero cada
año".
John Jairo Vinasco
Fernández: "Eran tres uno de Ellos John Jairo, Mario y uno que se ahogo en
El cauca junto Al puente. El señor me parece se llamaba don Gonzalo".
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Adriana Patricia
Correa: "Que lindo, a zapatos que si se me fueron por esas tablas,
jajajjaja". Anotación al transitar sobre el puente Bernardo Arango.
Nelson Ríos
Santamaría: "huy me removiste los recuerdos cuando me tiraba del puente al
rio".
Germán Murillo:
"Caimalito tiene grandes monumentos históricos y arquitectónicos que ya
desearían cualquier ciudad del mundo. La estación del ferrocarril y este maravilloso
puente".
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Gladys Prado Medina:
"Y pensar que siendo un patrimonio, no le hacen mantenimiento por puros
tramites burocráticos donde los alcaldes se lavan las manos diciendo que a
ninguno les toca, mientras tanto se deteriora cada día más".
James Augusto
Chamorro Restrepo: "Yo me acuerdo, que cuando íbamos a Pereira, se hacían
las colas a cada lado a esperar que dieran la orden, mi hermano dice que yo
estaba muy pequeñito pero me acuerdo".
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Lucy Tangarife:
"Gracias por compartir con nosotros y hacer recordar nuestro puente cuando
íbamos a caimalito a la estación y montarnos en las marranitas".
Y como reflexión
final, recuerda siempre y no olvide las cosas:
Que pasan y nunca
regresan:
El tiempo, las
palabras y las oportunidades.
Que nunca debes
perder:
La paz, la honestidad
y la esperanza.
Que no son seguras:
El éxito, la
felicidad y los sueños.
Que forman a una
persona:
La sinceridad, el
compromiso y la constancia.
VIRGINIANO DE NACIMIENTO,
|
PEREIRANO POR ADOPCION,
|
COLOMBIANO DE CORAZON Y
|
EXTRANJERO POR CONDICION.
|
"Entre tinto y tinto tomo nota
sobre tanto que escucho y
dejo que mi imaginación reconstruya
la historia de mi pueblo"
Página siguiente: 25. Personajes especiales