Luis Aldemar Restrepo
Alzate nació el 8 de Diciembre de 1942 en La Virginia. Ingreso a la institución
del Cuerpo de Bomberos el 12 de Marzo de 1970 y se desempeño como Comandante en
el grado de Mayor del 4 de Abril de 1992 al 31 de Diciembre de 1998 y del 6 de
Abril de 2004 hasta nuestros días.
Recordar las épocas
doradas, necesariamente nos hace pensar en todas aquellas personas
colaboradoras, demasiado acuciosas, que tenían un sentido más arraigado de
pertenencia cuando se hacían eventos deportivos, sobre competencias de
ciclismo, de boxeo, de futbol y celebraciones como por ejemplo la semana Cívica, bastantes importantes que ha decir verdad, le
daban altura y renombre a nuestra Virginia, a La Virginia en que nacimos y que
todos hemos querido y estamos siempre pendientes con nuestro municipio.
Las fiestas
aniversarias no eran como hoy día que es abierto a todo el público, en esa época
habían dos (2) empresas grandes en el país que se peleaban la organización y el
desarrollo de las fiestas en los pueblos, que eran Bavaria y Pilsen Cervunion,
se hacían grandes casetas, se cobraba la entrada y había mucho más deporte en
la semana en que se realizaba el aniversario del Municipio. En esa época, la
gente prácticamente pagaba para festejar, en cambio hoy día hay que pagarles
para que festejen, para que vayan.
La gente de aquella
época tenia la información sobre las fiestas en La Virginia y por tradición
desde su fundación La Virginia fue un folglorio lleno de alegría, de mucho ambiente
festivo, tal como lo cuentan los historiadores: "después de un buen
alicoramiento, la gente se prendía a machete y todo terminaba bien porque
fiesta donde no había muerto no estaba buena".
Recuerdo una época
(1950 - 1960), cuando el pueblo era única y exclusivamente lo que se llama
"el centro", compuesto desde donde está el parque principal (hoy día)
frente a la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, por el barrio Bavaria, el
centro y calle larga, la cual, iba por el cementerio abajo derecho y luego lo
recogieron y formaron los diferentes barrios del Municipio.
El campo de futbol inicialmente
estaba ubicado en el terreno donde está la escuela Gabriela Mistral.
Los circos llegaban
al terreno que había donde hoy queda el Centro comercial Arroyave. Un día llega
el circo "Royal Dumbar" y a las 12 del día se produjo un incendio que
consumió todo. Entre los comerciantes de La Virginia recogieron plata y
compraron nuevamente la carpa, por lo anterior es que la solidaridad era mucha.
En esa época era verdaderamente extraordinario, porque la gente colaboraba
mucho, había mucho entusiasmo y mucha animación.
Al frente del bar La
Sombra y sus alrededores, las casitas eran construidas con hojas de zinc.
La plaza de mercado
era en el parque principal, donde se instalaban unas mesas de madera con toldos
de tela blanca.
La expansión y
construcción en La Virginia fue muy pausada, debido en gran parte a la no venta
de terrenos que rodeaban los limites ya edificados por parte de la propietaria
de la hacienda Balsillas. Hoy el Municipio es una localidad con aproximadamente
35.000 habitantes, que ha iniciado una etapa de progreso y desarrollo.
COMPETENCIAS
DEPORTIVAS
En La Virginia había
muy buen ciclismo, gente de buenas condiciones físicas y fue practicado por: Enoc
Montoya, Jorge Arias, Héctor Castañeda, Alberto Mejía, Luis Alfonso Patiño y
Aldemar Restrepo, entre otros.
Las competencias de
ciclismo se transmitían por la radio con el patrocinio de los diferentes locales
comerciales como y el recorrido se iniciaba en la calle central, daba la vuelta
por la frontera hasta llegar a la plaza de carros y completar el circuito que
consistía en dar 30 o 40 vueltas. El premio al ganador era una gaseosa con pan,
un ramo de flores y un beso de las madrinas, entre ellas, recuerdo a Irma Martínez
y Norma Mejía.
Era muy bueno porque
la gente gozaba y todo el mundo se entretenía al ver las competencias.
El recorrido más
largo era entre La Virginia y Puente Lázaro. También se hacían recorridos como
el de la vuelta a Occidente que consistía en dar la vuelta entre La Virginia,
Viterbo, Apia y La Virginia o competencias entre La Virginia y La Isla, en la
entrada a Belén o entre La Virginia y Asia, en la entrada a Viterbo. Hay que
tener presente que las carreteras eran destapadas, lo cual aumentaba los
riesgos y era mayor el esfuerzo físico.
Para esta época, el
ciclismo Colombiano estaba marcado por los nombres de: Ramón Hoyos, Honorio Rúa,
el príncipe estudiante, Efraín el cipa forero, Jairo Grijalva, Martin Emilio
Rodríguez, el negro Lucumi (que siempre llegaba de ultimo) y Carlos la bruja
Montoya, quien participo en muchas vueltas a Colombia y nunca gano nada. Las
transmisiones de radio las hacia Carlos Arturo Rueda C. subido desde un poste
de los teléfonos y narraba lo que su imaginación le permitía creer que estaba
ocurriendo, manteniendo una vasta audiencia.
Había muy buen
futbol, no solo se jugaba acá, sino que habían competencias entre los equipos
de los municipios vecinos, como: Anserma viejo, Anserma nuevo, Belalcázar,
Santuario y Pereira.
Yo jugué en el Royal
Porteño como arquero y aprendí mucho de Carlos Magno, quien fue un gran arquero
de la época y fundador del Cuerpo de Bomberos. Otros jugadores del Royal
Porteño fueron Carlos Castañeda, Marcial, Percuto y Jaime Palau, quien además
practico también el boxeo. También estaba el equipo de Molduras Lucas.
Los Domingos se
llenaban la cancha de futbol con las personas que venían a ver jugar y los
visitantes que consideraban a La Virginia, un sitio muy agradable para ser
visitado. Tiempo después pasan la cancha de futbol para el terreno al frente de
las instalaciones del Cuerpo de Bomberos y los partidos de futbol se
transmitían desde allí, a través de la ventana.
No sé porque se
perdió tanto el sobresalir dentro del contexto deportivo en La Virginia, porque
aquí han habido muy buenos deportistas, como lo fue el caso de Jorge Uribe a
quien le decían "el tieso" y estuvo jugando en la Selección Colombia.
El profesor César López Fretes marcó una gran época con del Deportivo Pereira,
formando lo que los periodistas llamaron el Kínder de López Fretes en el que
militaron: Alfonso Tovar, Miguel Escobar, Gustavo Santa, el "Tato"
González, el defensa Urrea, "Pancha" Agudelo, Jorge "el
Tieso" Uribe, Afranio Cabal y el diminuto Millán. Otros jugaron en el
Deportivo Cali, Bernardo Bolívar estuvo en el Atlético Quindío y Cesar Ruiz en
las filas del Atlético Nacional.
En la actualidad hay
un buen estadio para la práctica del futbol y la gente no asiste, tal vez será
que se jugaba mejor en la cancha Bernardo Bolívar, quizás en el terreno donde
está el hospital donde durante muchos años se practico buen futbol.
Las Carreras de
Caballo se hacían desde la 15a. hasta acá abajo y desde el puente Mocatan hasta
la frontera. Los Lunes después de las 2 0 3 de la tarde, sacaban dos (2)
caballos y escogían dos (2) muchachos que corrieran esos caballos a pelo (sin
silla de montar) y se hacían apuestas en dinero.
Uriel Roche fue
jockey en el hipódromo de techo en Bogotá.
Gilberto y Gildardo
Zapata, los hijos de don Alejandrino Zapata también fueron jockey.
Había buena y sana
diversión para todo el mundo, como: carreras de canoas, carreras de
encostalados, peleas de gallos, natación en el rio Cauca y todos los muchachos
andábamos con los bolsillos llenos de bolas y cajetillas de cigarrillos
pielroja o lucky strike, para jugarlas.
El mejor nadador se
llamaba Gilberto Arredondo, le decían "Calilla" y competían en
resistencia y esfuerzo físico al venir nadando desde la hacienda Portobelo por
el rio Risaralda hasta el puente Bernardo Arango en el rio Cauca.
LA RADIO
Se inicio en
el centro, en un lugar al frente donde en aquella época era la droguería de don
Gonzalo Montes, enseguida de la heladería "La Selva" propiedad de don
Carlos y mas contiguo quedaba "La Funeraria Cardona" de don Baudilio
Cardona.
Fue creada entre
Desiderio Clavijo y Conrado Betancur, llamada: RADIO CULTURAL RELIGIOSA (RCR) y
los pioneros de esa radio en La Virginia fueron Aníbal Vallejo y Aldemar
Restrepo.
Después aparece don
Manuel Serna Román, quien construía a base de tubos referencia 707 y 608,
equipos de sonido con muy buena calidad de sonido para todos los municipios
aledaños, con la marca "MASERNA", fabricados y vendidos en su local
ubicado al lado del hotel Berrio. Luego trasladan del centro al local de
Maserna, la emisora y el primer locutor de planta que tuvo La Virginia fue el
Capitán de Bomberos Javier Henao Marín (q.e.p.d.).
Posteriormente
vuelven a trasladar la emisora a un local detrás de la Iglesia Nuestra Señora
del Carmen, donde funciono por muchos años bajo el amparo del padre Roberto
Naranjo Duque, porque la protección contra el Ministerio de Comunicaciones, fue
que era una radio Cultural religiosa, como sus siglas lo representaban (RCR).
Es en la radio donde
nace la inquietud de algunos muchachos de la época que veían sus sueños hecho
realidad, al estar junto a un micrófono, metidos en una emisora, ya que habían
programas culturales para aficionados, como lo fue: "Aquí nacen las estrellas".
Después, Orlaf Monsalve Velez reabre la emisora en un local del segundo piso del salón de belleza
"Chela" al frente del parque, quien al poco tiempo abandona el
proyecto y un locutor de Todelar, la regresa al salón de Maserna.
Más tarde estuvo
localizada encima del Banco Cafetero, manejada por un muchacho de Cartago.
Y así han sido los
cambios de la emisora hasta llegar al día de hoy, que está ubicada en La Plaza
de Mercado y dirigida por Oscar de Jesús Oliveros Restrepo quien creo la organización
desde 1990, con el nombre de "Azúcar Stereo 104.1 FM", La emisora
Comunitaria de La Virginia.
Como anécdota de
locutor me toco transmitir desde la hacienda "San Luis" el partido de
futbol entre el Deportivo Pereira y La Selección Colombia, la misma que nos
represento en Arica (Chile) cuando el famoso 4 - 4 entre Colombia y Rusia. Los
señores EMURA, japoneses que poblaron el sitio, construyeron una cancha de
futbol que parecía una mesa de billar y hasta este lugar vinieron a entrenar
los integrantes de la Selección Colombia y el Deportivo Pereira.
Las emisoras ayudaron
mucho al desarrollo del pueblo, porque la gente estaba pendiente de sintonizar
la radio, para darse cuenta de las cosas.
En la emisora llamada
Radio Cultural Virginia, al frente de Maserna, que la dirigía un señor llamado José
León Hernández, compañero de periodismo de Luis Alfonso Patiño en Pereira, en
un programa de concurso musical, nace como estrella "El Ruiseñor del
Puerto" y es llevado a concursar en Medellín para lograr un contrato
musical con los empresarios musicales, pero el manejador tuvo problemas en la negociación,
truncando la carrera como cantante de este muchacho, el cual, tenía una voz muy
similar a la de Joselito, según lo comparaban, expertos en el tema musical.
Es en programas de
aficionados donde nace artísticamente: Guillermo Velmoral "El Bastón que
Canta", que significa el seudónimo a su real nombre Guillermo Vélez
Morales, destacado escritor de música y muchos de sus éxitos fueron
interpretados por Luis Ramírez Saldarriaga más conocido como "El Caballero
Gaucho".
COMERCIANTES
Desde las 2 o 3 de la
mañana había vida comercial diaria, desde el local donde Luis Alfonso Patiño
tenia la fotografía hasta la compra de café de don Gustavo Montoya y la gente
iba y venía; unos salían a recolectar café, a mover arroz, a coger millo, a
vender tintos, a vender buñuelos o cualquier cosa. "Eso era una romería".
Se podían contar
entre 15 o más compras de café porque toda La Virginia recogía el café que se
producía en el Occidente. También habían peluquerías y sastrerías de prestigio
regional.
En la plaza de
mercado habían dos (2) hileras llenas de carne y los Domingos que era el día de
mercado no quedaba nada, todo se vendía, inclusive venían de otros pueblos
vecinos para comprar la carne y llevarla a sus lugares de origen.
El Almacén de don
Benjamín Castaño quedaba al frente de la Alcaldía. La calle estaba dividida por
un separador llena de arboles de Cadmia, que en la noche producía un agradable
olor y se mantenía por largas horas esa fragancia. Más abajo encontrábamos el
almacén de don Pedro Martínez, el cual pasaba de un lado al otro de la calle y
enseguida estaba el bar "el festival". En la esquina de la plaza de
carros, quedaban el bar Ayacucho, el bar Limber, el monta llantas en la esquina
de Oliva Cano, el Hotel Prado, el Juego de billar, el hotel de doña Vilma
Castrillón, "Los Cartagueños" don Salomón y doña Hortensia, unos de
los primeros habitantes de nuestro municipio.
Carlos Murillo, integrante del
trió "Los Pamperos" entrando a la panadería, verso a ellos, así:
"Salomón tiene
una tienda
y Hortensia
panadería,
si no fuera por
Hortensia
Salomón se
moriría".
De la plaza de carros
por la calle principal, estaba La droguería de Los Montes. La droguería La
Popular, donde empezó a formular don José Osorio como mediquillo de hierbas y
tiempo después abrió al publico la compra-venta.
El Club Social
Portobelo que en un comienzo estuvo en el centro de la cuadra y luego lo
pasaron a la esquina, que abajo quedaba la sastrería de don Félix Torres y don
Carlos García, donde se presento el primer incendio que tuvo La Virginia el 16
de Julio de 1955 y nace el Cuerpo de Bomberos.
La farmacia del
doctor Ciro Blackburn, el Almacén "La Feria de las Sedas" de don
Alfonso Becerra.
El granero de Marco
Tulio Betancur inicialmente quedaba en el lugar donde hoy día es "Andrómeda"
y luego lo pasaron por encima cerca al supermercado Olímpica. Habían otros
graneros como el de Ceferino Villada, Demetrio Rodríguez, Isaac Rodríguez al
frente del parque cerca a la frontera.
Las ventas
ambulantes, estaban a cargo de "las Cartagueñas" quienes llevaban
unos canastos grandes llenos de mecato y pandebono y Teresa a quien llamaban
"la gorda" vendía las mejores empanadas del pueblo.
Toda persona que iba
consiguiendo platica, producto de los negocios en La Virginia, se iba para otra
ciudad y no echaba raíces acá, tal vez, porque siempre fue un puerto fluvial
donde la gente llega y permanecen determinados años y luego se van.
Las gentes aseguraban
el negocio y después programaban el incendio que consumiría todo y de esta
forma hacían progresar al pueblo, porque cambiaban edificaciones viejas por
nuevas. Llego un momento en donde las agencias de seguros NO aseguraban ningún
negocio en el municipio de La Virginia, debido a la gran cantidad de incendios
intencionados.
Recorrer el pueblo
era muy sencillo, pues salíamos de la plaza de carros por la calle central
hasta el bar "la sombra" y una cuadra más abajo estaba barrio viejo,
gato negro o desde la plaza de carros hasta donde hoy está el supermercado
Olímpica y un poco para acá, estaba la casa de don Jesús Otalvaro, mayordomo de
la hacienda Pozo Rubio, quien además fue el primer instalador eléctrico
(quitaba y ponía la luz) y eso era todo, el resto era puro potrero y no existía
nada más.
"Entre tinto y tinto tomo nota
sobre tanto que escucho y
dejo que mi imaginación reconstruya
la historia de mi pueblo"
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