jueves, 5 de febrero de 2015

23. EPOCAS DORADAS

Luis Aldemar Restrepo Alzate nació el 8 de Diciembre de 1942 en La Virginia. Ingreso a la institución del Cuerpo de Bomberos el 12 de Marzo de 1970 y se desempeño como Comandante en el grado de Mayor del 4 de Abril de 1992 al 31 de Diciembre de 1998 y del 6 de Abril de 2004 hasta nuestros días.

Recordar las épocas doradas, necesariamente nos hace pensar en todas aquellas personas colaboradoras, demasiado acuciosas, que tenían un sentido más arraigado de pertenencia cuando se hacían eventos deportivos, sobre competencias de ciclismo, de boxeo, de futbol y celebraciones como por ejemplo la semana Cívica,  bastantes importantes que ha decir verdad, le daban altura y renombre a nuestra Virginia, a La Virginia en que nacimos y que todos hemos querido y estamos siempre pendientes con nuestro municipio.

Las fiestas aniversarias no eran como hoy día que es abierto a todo el público, en esa época habían dos (2) empresas grandes en el país que se peleaban la organización y el desarrollo de las fiestas en los pueblos, que eran Bavaria y Pilsen Cervunion, se hacían grandes casetas, se cobraba la entrada y había mucho más deporte en la semana en que se realizaba el aniversario del Municipio. En esa época, la gente prácticamente pagaba para festejar, en cambio hoy día hay que pagarles para que festejen, para que vayan.

La gente de aquella época tenia la información sobre las fiestas en La Virginia y por tradición desde su fundación La Virginia fue un folglorio lleno de alegría, de mucho ambiente festivo, tal como lo cuentan los historiadores: "después de un buen alicoramiento, la gente se prendía a machete y todo terminaba bien porque fiesta donde no había muerto no estaba buena".

Recuerdo una época (1950 - 1960), cuando el pueblo era única y exclusivamente lo que se llama "el centro", compuesto desde donde está el parque principal (hoy día) frente a la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, por el barrio Bavaria, el centro y calle larga, la cual, iba por el cementerio abajo derecho y luego lo recogieron y formaron los diferentes barrios del Municipio.

El campo de futbol inicialmente estaba ubicado en el terreno donde está la escuela Gabriela Mistral.

Los circos llegaban al terreno que había donde hoy queda el Centro comercial Arroyave. Un día llega el circo "Royal Dumbar" y a las 12 del día se produjo un incendio que consumió todo. Entre los comerciantes de La Virginia recogieron plata y compraron nuevamente la carpa, por lo anterior es que la solidaridad era mucha. En esa época era verdaderamente extraordinario, porque la gente colaboraba mucho, había mucho entusiasmo y mucha animación.

Al frente del bar La Sombra y sus alrededores, las casitas eran construidas con hojas de zinc.

La plaza de mercado era en el parque principal, donde se instalaban unas mesas de madera con toldos de tela blanca.

La expansión y construcción en La Virginia fue muy pausada, debido en gran parte a la no venta de terrenos que rodeaban los limites ya edificados por parte de la propietaria de la hacienda Balsillas. Hoy el Municipio es una localidad con aproximadamente 35.000 habitantes, que ha iniciado una etapa de progreso y desarrollo.

COMPETENCIAS DEPORTIVAS
En La Virginia había muy buen ciclismo, gente de buenas condiciones físicas y fue practicado por: Enoc Montoya, Jorge Arias, Héctor Castañeda, Alberto Mejía, Luis Alfonso Patiño y Aldemar Restrepo, entre otros.

Las competencias de ciclismo se transmitían por la radio con el patrocinio de los diferentes locales comerciales como y el recorrido se iniciaba en la calle central, daba la vuelta por la frontera hasta llegar a la plaza de carros y completar el circuito que consistía en dar 30 o 40 vueltas. El premio al ganador era una gaseosa con pan, un ramo de flores y un beso de las madrinas, entre ellas, recuerdo a Irma Martínez y Norma Mejía.

Era muy bueno porque la gente gozaba y todo el mundo se entretenía al ver las competencias.

El recorrido más largo era entre La Virginia y Puente Lázaro. También se hacían recorridos como el de la vuelta a Occidente que consistía en dar la vuelta entre La Virginia, Viterbo, Apia y La Virginia o competencias entre La Virginia y La Isla, en la entrada a Belén o entre La Virginia y Asia, en la entrada a Viterbo. Hay que tener presente que las carreteras eran destapadas, lo cual aumentaba los riesgos y era mayor el esfuerzo físico.

Para esta época, el ciclismo Colombiano estaba marcado por los nombres de: Ramón Hoyos, Honorio Rúa, el príncipe estudiante, Efraín el cipa forero, Jairo Grijalva, Martin Emilio Rodríguez, el negro Lucumi (que siempre llegaba de ultimo) y Carlos la bruja Montoya, quien participo en muchas vueltas a Colombia y nunca gano nada. Las transmisiones de radio las hacia Carlos Arturo Rueda C. subido desde un poste de los teléfonos y narraba lo que su imaginación le permitía creer que estaba ocurriendo, manteniendo una vasta audiencia.

Había muy buen futbol, no solo se jugaba acá, sino que habían competencias entre los equipos de los municipios vecinos, como: Anserma viejo, Anserma nuevo, Belalcázar, Santuario y Pereira.

Yo jugué en el Royal Porteño como arquero y aprendí mucho de Carlos Magno, quien fue un gran arquero de la época y fundador del Cuerpo de Bomberos. Otros jugadores del Royal Porteño fueron Carlos Castañeda, Marcial, Percuto y Jaime Palau, quien además practico también el boxeo. También estaba el equipo de Molduras Lucas.

Los Domingos se llenaban la cancha de futbol con las personas que venían a ver jugar y los visitantes que consideraban a La Virginia, un sitio muy agradable para ser visitado. Tiempo después pasan la cancha de futbol para el terreno al frente de las instalaciones del Cuerpo de Bomberos y los partidos de futbol se transmitían desde allí, a través de la ventana.

No sé porque se perdió tanto el sobresalir dentro del contexto deportivo en La Virginia, porque aquí han habido muy buenos deportistas, como lo fue el caso de Jorge Uribe a quien le decían "el tieso" y estuvo jugando en la Selección Colombia. El profesor César López Fretes marcó una gran época con del Deportivo Pereira, formando lo que los periodistas llamaron el Kínder de López Fretes en el que militaron: Alfonso Tovar, Miguel Escobar, Gustavo Santa, el "Tato" González, el defensa Urrea, "Pancha" Agudelo, Jorge "el Tieso" Uribe, Afranio Cabal y el diminuto Millán. Otros jugaron en el Deportivo Cali, Bernardo Bolívar estuvo en el Atlético Quindío y Cesar Ruiz en las filas del Atlético Nacional.

En la actualidad hay un buen estadio para la práctica del futbol y la gente no asiste, tal vez será que se jugaba mejor en la cancha Bernardo Bolívar, quizás en el terreno donde está el hospital donde durante muchos años se practico buen futbol.

Las Carreras de Caballo se hacían desde la 15a. hasta acá abajo y desde el puente Mocatan hasta la frontera. Los Lunes después de las 2 0 3 de la tarde, sacaban dos (2) caballos y escogían dos (2) muchachos que corrieran esos caballos a pelo (sin silla de montar) y se hacían apuestas en dinero.
Uriel Roche fue jockey en el hipódromo de techo en Bogotá.
Gilberto y Gildardo Zapata, los hijos de don Alejandrino Zapata también fueron jockey.

Había buena y sana diversión para todo el mundo, como: carreras de canoas, carreras de encostalados, peleas de gallos, natación en el rio Cauca y todos los muchachos andábamos con los bolsillos llenos de bolas y cajetillas de cigarrillos pielroja o lucky strike, para jugarlas.

El mejor nadador se llamaba Gilberto Arredondo, le decían "Calilla" y competían en resistencia y esfuerzo físico al venir nadando desde la hacienda Portobelo por el rio Risaralda hasta el puente Bernardo Arango en el rio Cauca.

LA RADIO
Se inicio en el centro, en un lugar al frente donde en aquella época era la droguería de don Gonzalo Montes, enseguida de la heladería "La Selva" propiedad de don Carlos y mas contiguo quedaba "La Funeraria Cardona" de don Baudilio Cardona.

Fue creada entre Desiderio Clavijo y Conrado Betancur, llamada: RADIO CULTURAL RELIGIOSA (RCR) y los pioneros de esa radio en La Virginia fueron Aníbal Vallejo y Aldemar Restrepo.

Después aparece don Manuel Serna Román, quien construía a base de tubos referencia 707 y 608, equipos de sonido con muy buena calidad de sonido para todos los municipios aledaños, con la marca "MASERNA", fabricados y vendidos en su local ubicado al lado del hotel Berrio. Luego trasladan del centro al local de Maserna, la emisora y el primer locutor de planta que tuvo La Virginia fue el Capitán de Bomberos Javier Henao Marín (q.e.p.d.).

Posteriormente vuelven a trasladar la emisora a un local detrás de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, donde funciono por muchos años bajo el amparo del padre Roberto Naranjo Duque, porque la protección contra el Ministerio de Comunicaciones, fue que era una radio Cultural religiosa, como sus siglas lo representaban (RCR).

Es en la radio donde nace la inquietud de algunos muchachos de la época que veían sus sueños hecho realidad, al estar junto a un micrófono, metidos en una emisora, ya que habían programas culturales para aficionados, como lo fue: "Aquí nacen las estrellas".

Después, Orlaf Monsalve Velez reabre la emisora en un local del segundo piso del salón de belleza "Chela" al frente del parque, quien al poco tiempo abandona el proyecto y un locutor de Todelar, la regresa al salón de Maserna.

Más tarde estuvo localizada encima del Banco Cafetero, manejada por un muchacho de Cartago.

Y así han sido los cambios de la emisora hasta llegar al día de hoy, que está ubicada en La Plaza de Mercado y dirigida por Oscar de Jesús Oliveros Restrepo quien creo la organización desde 1990, con el nombre de "Azúcar Stereo 104.1 FM", La emisora Comunitaria de La Virginia.

Como anécdota de locutor me toco transmitir desde la hacienda "San Luis" el partido de futbol entre el Deportivo Pereira y La Selección Colombia, la misma que nos represento en Arica (Chile) cuando el famoso 4 - 4 entre Colombia y Rusia. Los señores EMURA, japoneses que poblaron el sitio, construyeron una cancha de futbol que parecía una mesa de billar y hasta este lugar vinieron a entrenar los integrantes de la Selección Colombia y el Deportivo Pereira.

Las emisoras ayudaron mucho al desarrollo del pueblo, porque la gente estaba pendiente de sintonizar la radio, para darse cuenta de las cosas.

En la emisora llamada Radio Cultural Virginia, al frente de Maserna, que la dirigía un señor llamado José León Hernández, compañero de periodismo de Luis Alfonso Patiño en Pereira, en un programa de concurso musical, nace como estrella "El Ruiseñor del Puerto" y es llevado a concursar en Medellín para lograr un contrato musical con los empresarios musicales, pero el manejador tuvo problemas en la negociación, truncando la carrera como cantante de este muchacho, el cual, tenía una voz muy similar a la de Joselito, según lo comparaban, expertos en el tema musical.

Es en programas de aficionados donde nace artísticamente: Guillermo Velmoral "El Bastón que Canta", que significa el seudónimo a su real nombre Guillermo Vélez Morales, destacado escritor de música y muchos de sus éxitos fueron interpretados por Luis Ramírez Saldarriaga más conocido como "El Caballero Gaucho".

COMERCIANTES
Desde las 2 o 3 de la mañana había vida comercial diaria, desde el local donde Luis Alfonso Patiño tenia la fotografía hasta la compra de café de don Gustavo Montoya y la gente iba y venía; unos salían a recolectar café, a mover arroz, a coger millo, a vender tintos, a vender buñuelos o cualquier cosa. "Eso era una romería".

Se podían contar entre 15 o más compras de café porque toda La Virginia recogía el café que se producía en el Occidente. También habían peluquerías y sastrerías de prestigio regional.

En la plaza de mercado habían dos (2) hileras llenas de carne y los Domingos que era el día de mercado no quedaba nada, todo se vendía, inclusive venían de otros pueblos vecinos para comprar la carne y llevarla a sus lugares de origen.

El Almacén de don Benjamín Castaño quedaba al frente de la Alcaldía. La calle estaba dividida por un separador llena de arboles de Cadmia, que en la noche producía un agradable olor y se mantenía por largas horas esa fragancia. Más abajo encontrábamos el almacén de don Pedro Martínez, el cual pasaba de un lado al otro de la calle y enseguida estaba el bar "el festival". En la esquina de la plaza de carros, quedaban el bar Ayacucho, el bar Limber, el monta llantas en la esquina de Oliva Cano, el Hotel Prado, el Juego de billar, el hotel de doña Vilma Castrillón, "Los Cartagueños" don Salomón y doña Hortensia, unos de los primeros habitantes de nuestro municipio. 

Carlos Murillo, integrante del trió "Los Pamperos" entrando a la panadería, verso a ellos, así:
"Salomón tiene una tienda
y Hortensia panadería,
si no fuera por Hortensia
Salomón se moriría".

De la plaza de carros por la calle principal, estaba La droguería de Los Montes. La droguería La Popular, donde empezó a formular don José Osorio como mediquillo de hierbas y tiempo después abrió al publico la compra-venta.

El Club Social Portobelo que en un comienzo estuvo en el centro de la cuadra y luego lo pasaron a la esquina, que abajo quedaba la sastrería de don Félix Torres y don Carlos García, donde se presento el primer incendio que tuvo La Virginia el 16 de Julio de 1955 y nace el Cuerpo de Bomberos.

La farmacia del doctor Ciro Blackburn, el Almacén "La Feria de las Sedas" de don Alfonso Becerra.

El granero de Marco Tulio Betancur inicialmente quedaba en el lugar donde hoy día es "Andrómeda" y luego lo pasaron por encima cerca al supermercado Olímpica. Habían otros graneros como el de Ceferino Villada, Demetrio Rodríguez, Isaac Rodríguez al frente del parque cerca a la frontera.

Las ventas ambulantes, estaban a cargo de "las Cartagueñas" quienes llevaban unos canastos grandes llenos de mecato y pandebono y Teresa a quien llamaban "la gorda" vendía las mejores empanadas del pueblo.

Toda persona que iba consiguiendo platica, producto de los negocios en La Virginia, se iba para otra ciudad y no echaba raíces acá, tal vez, porque siempre fue un puerto fluvial donde la gente llega y permanecen determinados años y luego se van.

Las gentes aseguraban el negocio y después programaban el incendio que consumiría todo y de esta forma hacían progresar al pueblo, porque cambiaban edificaciones viejas por nuevas. Llego un momento en donde las agencias de seguros NO aseguraban ningún negocio en el municipio de La Virginia, debido a la gran cantidad de incendios intencionados.


Recorrer el pueblo era muy sencillo, pues salíamos de la plaza de carros por la calle central hasta el bar "la sombra" y una cuadra más abajo estaba barrio viejo, gato negro o desde la plaza de carros hasta donde hoy está el supermercado Olímpica y un poco para acá, estaba la casa de don Jesús Otalvaro, mayordomo de la hacienda Pozo Rubio, quien además fue el primer instalador eléctrico (quitaba y ponía la luz) y eso era todo, el resto era puro potrero y no existía nada más.



"Entre tinto y tinto tomo nota
sobre tanto que escucho y
dejo que mi imaginación reconstruya
la historia de mi pueblo"

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