miércoles, 21 de diciembre de 2016

DIÁLOGO


Diciembre 20

Meditación del Quinto día de la novena de navidad dedicado al DIÁLOGO.

San Francisco de Asís pasaba largas horas en oración, repitiendo todo el tiempo: “Deus meus et omnia” (Mi Dios y mi todo), a quien yo me imagino, hincado en adoración, con la mirada fija puesta en el horizonte, junto al vaivén de la luz de una vela, con respiración pausada repitiendo la misma frase, una y otra vez durante toda la noche hasta encontrar la presencia del Señor e iniciar un diálogo prolongado, personalizado de agradecimiento y alabanzas con Él.


Si deseamos hacer una oración; sigamos las instrucciones de este sencillo ejercicio espiritual, en silencio y con humildad, como quién va en busca de algo inesperado y empezamos por contemplar con los ojos del alma, al Niño Jesús en el seno de su madre para formarnos una exacta idea de la oración, el Divino Niño ora del modo más excelente que nos podemos imaginar, porque no habla, no medita ni se deshace en tiernos afectos. Su mismo estado de inocencia, aceptado con la intención de honrar a Dios, es su oración y ese estado expresa altamente todo lo que Dios merece.

El diálogo sereno que brota de un sincero amor y de un alma en paz es el mejor aguinaldo que nos podemos dar en Diciembre. Así evitamos que nuestro hogar, lugar de trabajo o estudio, sean lugares vacíos de afecto en los que andamos dispersos como extraños bajo el mismo techo. Dios nos concede a todos el don de comunicarnos sin ofensas, sin juicios, sin altanerías, con respeto, amabilidad y empatía, lo que genera acogida y mutua aceptación.

Señor Jesús, llamaste “Amigos” a los discípulos porque les abriste tu intimidad. Pero, qué difícil es abrirse, Señor!, cuánto cuesta rasgar el velo del propio misterio y cuántas trabas se interponen en el camino porque sin comunicación no hay amor y que el misterio esencial de la fraternidad consiste en ese juego de abrirse y acogerse unos a otros.

Hazme comprender, Señor, que fui creado no como un ser destruido, acabado y encerrado sino como una tensión y movimiento hacia los demás; que debo participar de la riqueza de los demás y dejar que los demás participen de mi riqueza; y es que abrirse a la intimidad es vida, libertad, madurez, por eso; danos la gracia de la comunicación, Señor Jesús.

¿Cómo ofrecer armonía entre estas dos personas enemistadas?
¿Cómo puedo ayudar a defender a estos oprimidos?
¿Cómo ayudar a solucionar alguna necesidad básica entre los más necesitados?

Rey de las naciones Emmanuel preclaro.
de Israel anhelo pastor de rebaño!
¡Niño que apacientas con suave cayado
ya la oveja arisca ya el cordero manso!
¡ven a nuestras almas!, ¡ven no tardes tanto!