viernes, 26 de septiembre de 2014

2. TRANSPORTE DE CARGA

En la actualidad no veo mucha intención real y visible para reconocer la importancia que tiene el RÍO CAUCA como ecosistema estratégico, por parte del Estado y los entes administrativos; como también la que tuvo la navegación a vapor por dicho río, lo cual fue el inicio de la perdida de grandes bosques debido al uso de la madera como combustible para los vapores, por parte de las generaciones de residentes en el área y entre las causas más relevantes de esta carencia, está la indiferencia histórica, el poco sentido de pertenencia y la falta de divulgación de la historia.
La única vía de comunicación rápida entre los años 1880 a 1930, entre las comunidades del valle del Cauca y Risaralda fue a través del rio Cauca. Gracias a su riqueza ictiológica (rama de la zoología dedicada al estudio de los peces) y abundante caudal se facilito que antes del monocultivo fuese una región altamente productiva en lo agrícola, y despensa alimenticia de la región; estos factores incidieron en la transformación radical de los grupos humanos asentados en las riberas del río Cauca, en su economía, cultura, crecimiento de las ciudades y el cambio de las relaciones entre las clases sociales.

El historiador Germán Patiño relata las dificultades por las que pasaron las empresa de transporte. Ellas se iniciaban con la decisión de comprar el vapor en Europa, traerlo al puerto de Buenaventura después de dar la vuelta por el estrecho de Magallanes, llevarlo a Buenaventura y allí desarmarlo. Transportar las piezas a loma de mula y de buey por el terrible camino de Buenaventura y luego armarlo en el río y ponerlo a funcionar. Esto último no era precisamente la tarea más sencilla, pues no se contaba con operarios capacitados ni con una tecnología medianamente apropiada.

Ante las dificultades para consolidar la empresa, un grupo de empresarios de Buga estableció una sociedad que llamaron "Sociedad de Navegación del Río Cauca". Esta sociedad contrató con el italiano Felipe Orosti la armada de un barco pequeño, el Caldas, que fue el primer vapor que navegó las aguas del Cauca, pero que para desánimo de los caucanos se hundió durante la inauguración de la empresa el 4 de febrero de 1884, debido a fallas en la caldera.

Aunque este fracaso de la compañía bugueña constituía un mal presagio para la navegación a vapor, se convirtió en una buena lección para la compañía dirigida por Simmonds, quien decidió comprar un barco construido sobre medidas. El problema era el desánimo de los socios quienes no se atrevían a arriesgar sus capitales, pero la solución la encontró Simmonds al convencer a Bartolomé Chávez, el más rico de los mineros caucanos y quien, según Eustaquio Palacios, estaba en capacidad de comprar por sí sólo el famoso "Leviatán". Con el apoyo financiero de Chávez, se pudo comprar el vapor "Cauca" que fue construido por los astilleros "Yarrow´s & Co." de Glasgow y agenciado por A. I. Henry & Company de Londres. Los barcos se construían sobre medida de acuerdo a las condiciones del río, las que fueron establecidas por Francisco Javier Cisneros en un trayecto que cubría desde el Paso del Comercio en Cali, hasta el paso de Anacaro, cerca a Cartago.
Los inicios de la navegación a vapor sólo se dieron cuando el vapor "Cauca" empezó a prestar sus servicios al público. Se trataba de un pequeño barco cuya capacidad no excedía las l00 toneladas, y viajaba entre Cali y Cartago arrojando utilidades cercanas a los $800 en cada viaje. Para esta época, la Compañía de navegación había cambiado su razón social por "Sociedad de Simmonds, Chávez y Cía.", y según Juan de Dios Ulloa -Presidente del Cauca-, prestaba un excelente servicio entre el Paso del Comercio y el paraje de la Virginia que cambiaron sus nombres por "Puerto Simmonds" y "Puerto Chávez"".

En 1891, las condiciones de navegación en el rio Cauca y el desempeño del vapor "Cauca" eran las siguientes, según lo expresó el viajero francés Jorge Brisson:
- Una legua separa a Cali del puerto de embarque [Puerto Simmonds] en el Cauca, en donde se toma el pequeño vapor fluvial, que en tres días baja hasta Cartago [Puerto Sucre]. Desgraciadamente el Cauca no tiene en todas las épocas del año una cantidad de agua suficiente, y la navegación se halla a menudo interrumpida, como por ejemplo actualmente desde hace dos meses. Sin embargo, la salida está anunciada para esta semana [...]

- Somos una docena de pasajeros, y (cosa digna de risa) 122 hombres de tripulación y empleados, un poco menos que en los grandes vapores de la Costa del Pacífico, que tienen 30. El precio del pasaje es de $9 de Cali a Cartago, en primera clase, sin camarote ni comida [...]

- A las 10 de la mañana almorzamos, y el almuerzo está a la altura del vapor, es decir, malísimo: plátanos asados, fritos, tostados, enteros, partidos por la mitad, en ruedas, bajo todas las formas; la sopa de yuca y arracacha, que reemplazan aquí la papa, que es muy cara, y arroz cocido en agua.

- Estos manjares con la carne, que algunas veces es de buena calidad; el tradicional cacao, molido con un poco de azúcar o panela y cocinado con agua; la leche; una especie de queso fresco y duro, que se parece más bien a leche cuajada; y la arepa, o pan de maiz, son las bases de la alimentación en estas tierras. El pan de trigo es por aquí un artículo de lujo y casi no se halla sino en las ciudades [...]

- Hacia las 12 paramos para hacer leña; los lugares de las riberas en donde el leñador corta y amontona la madera para abastecer los vapores de combustible [...] se llama leñateo. El metro cúbico vale aquí seis reales (60 centavos).

- Pero a pesar de las ventajas de la navegación, el viajero consignó que el vapor no era el único medio de transporte puesto que aún se conservaba el de las balsas, que permitía llevar las mercancías de Cali a Cartago:


- Encontramos a menudo grandes balsas de guaduas que trasladan mercancías: cacao, café, cueros, etc., o artículos de importación para los negociantes del interior. Estas balsas son conducidas por bogas, que se sirven para dirigirlas de largos remos de guaduas y palancas que apoyan sobre las orillas o en el fondo. Estas balsas son provistas en el centro de un rancho o techo de cañabrava. Estas embarcaciones bajan casi con tanta rapidez como el vapor.

"Entre tinto y tinto tomo nota
sobre tanto que escucho y
dejo que mi imaginación reconstruya
la historia de mi pueblo"

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