Se define como un sentimiento
que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido
hacer, y a corresponder a él de alguna manera. Cuando soy una
persona agradecida, me doy cuenta de que he recibido un regalo, reconozco el valor
del regalo y aprecio las intenciones del donante. El beneficio puede ser
material, emocional o espiritual. La
gratitud es más que un sentimiento, es actitud, consciencia, reconocimiento,
aprecio, es una virtud.
El filósofo Martin
Heidegger decía:
"Pensar es agradecer".
Lao Tsé decía:
"El
agradecimiento es la memoria del corazón".
Marco Tulio Cicerón
decía:
"La gratitud no es sólo la mayor de las virtudes,
está emparentada
con todas las demás".
La gratitud no solo
reanima a quien recibe, sino que reconforta a quien la ofrece, porque la vida mejora
con cada día que pasa, siempre y cuando demuestre una actitud positiva.
Las personas que son
agradecidas tienen un mayor nivel de bienestar subjetivo, son más felices, se
sienten menos deprimidas, menos estresadas y más satisfechas con sus vidas y
sus relaciones sociales.
Las personas
agradecidas también tienen mayores niveles de control de sus circunstancias,
crecimiento personal, propósito en la vida, y aceptación de uno mismo.
Las personas
agradecidas tienen formas más positivas de lidiar con las dificultades que
experimentan en la vida, siendo más propensos a buscar ayuda de otras personas,
reinterpretar y aprender de la experiencia, y dedicar más tiempo a la
planificación de cómo lidiar con el problema.
Las personas
agradecidas también tienen menos estrategias negativas de afrontar problemas,
siendo menos probable que traten de eludir los problemas, negar que existan,
culparse a sí mismos, o hacer frente a ellos a través del uso de sustancias.
La personas
agradecidas duermen mejor, y esto parece ser debido a que tienen menos
pensamientos menos negativos justo antes de irse a dormir. Se ha dicho que la
gratitud está mucho más relacionada con la salud mental que cualquier otro rasgo
de carácter.
A continuación una
historia para reflexionar.
Un vendedor que
estaba detrás del mostrador, miraba la calle distraídamente, cuando de repente
una niñita se aproximó al negocio y apretó la naricita contra el vidrio de la
vitrina. Los ojos de color azul cielo brillaban cuando vio un determinado
objeto y entonces, decidió entrar en el negocio y pidió ver el collar de
turquesa azul, es para mi hermana; Yo se lo quiero regalar.
¿Podría hacer un
paquete bien lindo? Pregunta la niña.
El dueño del negocio
miró desconfiado a la niñita y le preguntó: ¿Cuánto dinero tienes?
Sin dudar, ella sacó
del bolsillo de su ropa un pañuelo bien atadito y poco a poco, fue deshaciendo
los nudos, lo colocó sobre el mostrador y dijo feliz: "¿Esto
alcanza?".
Eran apenas algunas
monedas que ella exhibía orgullosa. "Sabe, quiero dar este regalo a mi
hermana mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene
tiempo para ella. Es el cumpleaños de ella y tengo el convencimiento que
quedará feliz con el collar que es del color de sus ojos".
El hombre fue para la
trastienda, colocó el collar en un estuche especial, lo envolvió con un vistoso
papel rojo e hizo un trabajado lazo con una cinta verde. "Toma hija,
llévalo con cuidado, dijo a la niña " y ella salió feliz corriendo y
saltando calle abajo.
Aún no acababa el
día, cuando una linda joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró
en el negocio y colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio deshecho e
indagó: "¿Este collar fue comprado aquí?.
"Si
señora".
¿Y cuanto costó?
preguntó de nuevo.
"El precio de
cualquier producto de mi tienda es siempre un asunto confidencial entre el
vendedor y el Cliente". Contestó el dueño del negocio.
La joven continuó:
"Pero mi hermana tenía solamente unas pocas monedas. El collar es
verdadero, ¿No?. Ella no tendría dinero para pagarlo".
El hombre tomó el
estuche, rehízo el envoltorio con extremo cariño, colocó la cinta de nuevo y lo
devolvió a la joven, diciéndole: "Ella pago el precio más alto que
cualquier persona puede pagar, dio todo lo que tenía".
El silencio llenó la
pequeña tienda y las lágrimas rodaron por la mejilla de la joven emocionada,
mientras que sus manos, apretaban con fuerza el pequeño envoltorio.
La verdadera donación
es darse por entero, sin restricciones. La gratitud de quien ama no coloca
límites para los gestos de ternura. Sea siempre agradecido pero no esperes el
reconocimiento de nadie.
Las investigaciones
sobre las emociones positivas como la
gratitud son un campo nuevo en la psicología, que comenzó a finales de los
90`s. Uno de los fundadores de este
nuevo campo es Martín Seligman de la Universidad de Pennsylvania, junto con los
pioneros, Robert Emmons de la Universidad de California y McCullough de la Universidad de Miami.
Robert Emmons fue
invitado en 1998 a dar una plática sobre
“Las Fuentes Clásicas de la Fortaleza Humana”: esperanza, sabiduría, amor,
espiritualidad, gratitud y humildad.
Emmons menciona que
la gracia, gratis y gratitud van juntos.
(la gracia) es un
término teológico, entregado inmerecidamente.
(gratis) que se debe
agradecer.
(gratitud) es una de
las claves para la felicidad y una forma de cultivar la felicidad es
aprendiendo a valorar que se tiene.
De acuerdo a
investigadores de la Universidad de Texas y
Jeff Larsen, y Amie McKibban de la Universidad Estatal de Wichita, Kansas,
dos ingredientes fundamentales en el logro de la felicidad son: el tener lo que
se quiere y apreciar lo que se posee.
“Simplemente el
poseer muchas cosas no produce felicidad”,
Larsen argumenta,
nuestros resultados reportan que para ser feliz, tienes que aprender a apreciar
las cosas que posees”.
De igual manara,
investigadores de la Universidad de California, Davis, Dickerhoof, R.,
Lyubomirsky, S., & Sheldon, K. M, encontraron que las personas que expresan
agradecimiento en forma constante, son en general más felices, más satisfechos
y tienen una actitud mas positiva ante la vida.
La Psicología
Positiva sugiere que se puede llevar un
"Diario de Gratitud",
donde se debe registrar de manera cotidiana algún momento del día, por el que uno se sienta agradecido.
El ser humano puede
sentirse agradecido varias veces durante
del día; por las grandes o
pequeñas cosas que le suceden, aunque
sea encontrar estacionamiento con facilidad,
tener un reconocimiento en el trabajo, recibir un pequeño
descuento, recibir un mensaje de alguien
especial, ver una puesta de sol, por los
alimentos, etc. También puede expresar gratitud a los otros,
no solo por hacerle algún favor, sino tan solo por formar parte de su vida, escucharlo,
acompañarlo, o no rechazarlo cuando tiene un mal día o se encuentran de mal
humor.
Ser agradecido no tiene nada que ver con ninguna religión o
la creencia en Dios. Se puede ser agradecido con el universo, con la vida, con el mundo, con la familia, con la pareja, etc. Con momentos
específicos o generales. Es tan solo generar esa emoción positiva de
agradecimiento.
Mercedes Sosa expresa
con la canción: Gracias a la vida, (Violeta Parra) un profundo
agradecimiento la vida. Y gracias a su mensaje positivo, esperanzador y lleno
de agradecimiento, logro cautivar e inspirar toda una generación de jóvenes
activistas en los años 70’ en Latinoamérica. Y la razón es que, de acuerdo a
los expertos, el acto de dar gracias nos energiza, nos vida y nos hace más
felices.
Fragmento de la canción:
"Gracias a la vida
que me ha dado tanto
Me dio dos luceros
que cuando los abro
Perfecto distingo lo
negro del blanco
Y en el alto cielo su
fondo estrellado
Y en las multitudes
el hombre que yo amo."
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sobre la canción: Gracias a la vida
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