Años: 1971 - 1985
Simpatizante de Juan Domingo Perón en su juventud, apoyó las causas de izquierda política a lo largo de su vida, afiliándose al Partido Comunista en los años sesenta. Tras el golpe de estado del 24 de marzo de 1976 fue incluida en las listas negras del régimen militar y sus discos fueron prohibidos. En 1976, recién instalada la dictadura, lanzó Mercedes Sosa, la mamancy, donde incluyó el Poema n.º 15 de Pablo Neruda (“Me gusta cuando callas, porque estás como ausente...”, de su famoso libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada) musicalizado por Víctor Jara. También incluyó Drume negrita del cubano Eliseo Grenet.
Desde 1976 realizó
giras por Europa y el norte de África con el joven guitarrista de Chabuca
Granda, el argentino-peruano Lucho González . Terminaron la gira en
Brasil, donde grabaron otra versión de Volver a los diecisiete con Milton
Nascimento.
Mercedes Sosa trató
de permanecer en la Argentina pese a las prohibiciones y las amenazas, hasta
que en 1978, en un recital en La Plata, fue cacheada y detenida en el propio
escenario y el público asistente arrestado.
El hecho fue relatado
por una admiradora llamada como ella Mercedes, que asistió al recital y dejó el
siguiente mensaje en la página oficial de Mercedes Sosa poco después de su
muerte:
"La única noche
que estuve presa fue después de un recital tuyo en La Plata, en el viejo
Almacén San José. Te habías entusiasmado y cantado canciones no permitidas,
habías abierto las ventanas para que escuchen los que no podían pagar.
Estábamos todos eufóricos. Pero llegaron ellos con sus armas, haciendo por fin
visible lo que sabíamos que pasaba. Nosotras en fila en el patio, apuntadas,
aterradas; vos, tal vez con tu propio miedo, en una oficina donde te hacían
escuchar los temas que cantaste, mostrándote tu desobediencia. A las seis de la
mañana, consideraron que ya nos habían dado la lección y salimos al sol. ¿Sabes
qué? Valió la pena. Si estás cansada, que tu partida sea en paz. Sabremos
entender".
Se exilió en 1979:
primero en París y luego en Madrid, durante la dictadura militar y mientras se
encontraba censurada lanzó varios álbumes, destacándose Mercedes Sosa
interpreta a Atahualpa Yupanqui (1977), uno de sus álbumes más logrados, y
Serenata para la tierra de uno (1979), tomando como mensaje la canción del
mismo título de María Elena Walsh:
"Porque me duele
si me quedo, pero me muero si me voy".
También en 1977
Mercedes grabó un simple con dos canciones de Milton Nascimento: Cio da terra
(con Chico Buarque) y San Vicente (con Fernando Brant). Inició así la costumbre
de incluir canciones brasileñas, una costumbre inhabitual en la música
hispanoamericana de ese entonces; algunas de ellas se convertirían en clásicos
de su cancionero, como María María (también de Nascimento y Brant) que
estrenaría al volver a la Argentina en 1982. Horacio Guarany y Mercedes Sosa,
en 1977 ambos registran Si se calla el cantor en un simple.
En 1981 grabó en
Francia el álbum A quién doy, con la dirección musical y artística de José Luis
Castiñeira de Dios, quien aportó un sonido renovado y un enfoque
latinoamericano del repertorio que influiría decisivamente en el canto de
Mercedes Sosa desde entonces. El título está tomado de la canción de Julio
Lacarra con que se inicia el álbum, referido al exilio (“A quien doy las
cuerdas de mi guitarra, para que no suenen tristes a la hora de mi adiós”).
El álbum incluyó otras canciones llenas de tristeza por el exilio, que permanecerían en su repertorio habitual, como La flor azul (“Dile, dile, chacarera, a esa flor azul, que de noche yo la busco por la Cruz del Sur”, de Mario Arnedo Gallo y A. R. Villar), Cuando me acuerdo de mi país (“Cuando me acuerdo de mi país, me escribo de sal, me atraso de bien, me angustio de tren, me agrieto de mar, me enfermo de andén”, del chileno Patricio Manns), y el clásico tango Los mareados (“Esta noche amiga mía, el alcohol nos ha embriagado, qué me importa que se rían y nos llamen los mareados”, de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo, el primer tango grabado por la cantante). A quien doy fue lanzado en Argentina con un repertorio diferente del original publicado en Francia, ya que la censura no admitió que se difundieran Sueño con serpientes (del cubano Silvio Rodríguez), Fuego en Anymaná (de César Isella y Armando Tejada Gómez), ni Gente humilde (de Garoto, Vinicius de Moraes y Chico Buarque).
El álbum incluyó otras canciones llenas de tristeza por el exilio, que permanecerían en su repertorio habitual, como La flor azul (“Dile, dile, chacarera, a esa flor azul, que de noche yo la busco por la Cruz del Sur”, de Mario Arnedo Gallo y A. R. Villar), Cuando me acuerdo de mi país (“Cuando me acuerdo de mi país, me escribo de sal, me atraso de bien, me angustio de tren, me agrieto de mar, me enfermo de andén”, del chileno Patricio Manns), y el clásico tango Los mareados (“Esta noche amiga mía, el alcohol nos ha embriagado, qué me importa que se rían y nos llamen los mareados”, de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo, el primer tango grabado por la cantante). A quien doy fue lanzado en Argentina con un repertorio diferente del original publicado en Francia, ya que la censura no admitió que se difundieran Sueño con serpientes (del cubano Silvio Rodríguez), Fuego en Anymaná (de César Isella y Armando Tejada Gómez), ni Gente humilde (de Garoto, Vinicius de Moraes y Chico Buarque).
El exilio fue muy
doloroso para Mercedes Sosa, ya que su segundo esposo, Pocho Mazitelli, había
muerto el año anterior, en 1978 y ella ha contado que en ese momento llegó a
pensar en suicidarse.
Regresó a Argentina
en febrero de 1982 y realizó una serie de famosos recitales, pero debió
volverse a exiliar cuando se enteró que uno de los genocidas, el almirante
Carlos Alberto Lacoste preguntó: ¿Quién dio permiso a Mercedes Sosa para estar
en mi país?.
En 1983 participó
junto a otros destacados músicos latinoamericanos en el histórico Concierto por
la Paz en Centroamérica en solidaridad con el gobierno sandinista de Nicaragua,
amenazado en ese momento por las acciones de los Contras sostenidos desde
Estados Unidos. El recital fue registrado en un álbum titulado Abril en
Nicaragua, que Mercedes Sosa cierra con Solo le pido a Dios (de León Gieco) y
Cuando tenga la tierra (de Daniel Toro y Ariel Petrocelli).
Recién podría volver
a radicarse en su país en 1984, una vez que la democracia fuera recuperada.