lunes, 3 de noviembre de 2014

MARGARITA Y MIGUEL (Salvadoreños)

Margarita y su pareja, salieron de El Salvador en octubre de 2008 buscando una vida mejor en Estados Unidos. 

En El Salvador, Margarita trabajaba en una fábrica de ropa y ganaba cinco dólares al día, una cantidad insuficiente para alimentar a sus dos niños pequeños y enviarlos al colegio.
Como la mayoría de las personas migrantes de América Central, la pareja se dispuso a viajar sin documentos, en el techo de un tren de mercancías que los llevaría a la frontera de México con Estados Unidos.

El 5 de noviembre de 2008, Margarita y Miguel iban en el techo de un vagón de mercancías en el estado de Chiapas, México, cuando el tren se detuvo inesperadamente y unas camionetas con personal armado (con uniformes) se aproximaron a las vías.
 
La pareja saltó del tren y corrió hacia unos arbustos, seguida por dos soldados armados que dispararon varias veces al aire hasta que los atraparon. 

Margarita contó:

“No te imaginas que tus sueños pueden 
desvanecerse en un momento durante el viaje. 
El soldado me tiró de la mano y
apuntándome con su arma, 
me dijo que anduviera con él hacia los arbustos.

Nos alejamos de las vías del tren 
hasta que estuvimos totalmente solos. 
Me dijo que me quitara la ropa 
para ver si llevaba drogas.

Cuando me negué, me bajó los pantalones 
y me agredió sexualmente. 
Me preguntó cómo iba a pagarle por el disparo 
que había tenido que hacer por mi culpa.

Dijo que tenía que acostarme con él para compensarlo. 
que si no me acostaba con él 
me haría regresar a mi país. 
Dijo que sería muy rápido y que si Yo no 
armaba un escándalo, me dejaría ir.”


Al final, el soldado dejó ir a Margarita y no la violó. Otras no logran escapar. 

Varios informes y denuncias públicas, demuestran que las migrantes son violadas con frecuencia, especialmente por bandas de delincuentes en México. 
Los autores de estas violaciones rara vez, responden por sus actos y continuan cometiendo delitos, sin ningún control.