El jengibre es de
origen asiático, recorría miles de kilómetros desde el oriente, montado en los
lomos de los camellos para llegar a otras civilizaciones. Las culturas Hindú y
China lo han utilizado por milenios para aliviar problemas digestivos. Los
chinos, griegos y romanos consideran esta planta como el yang (comida picante)
la cual equilibra la comida fría ying; en fines culinarios estos conceptos se
utilizan para crear armonía y balance en los alimentos.
Más tarde, se comenzó a
utilizar en América y Europa, tanto en la cocina como en aplicaciones
medicinales. En estos continentes el jengibre se utilizó para crear una bebida
muy popular que se conoce como Ginger Ale o Ginger Tea. Esta bebida es un
excelente tónico para problemas estomacales. En la Inglaterra medieval era
también muy apreciado, se utilizaba como confitura y como buen sazonador.
El aroma y sabor del
jengibre aderezaron platillos de la antigua Roma, la cual siguió utilizándolo
aún después de la caída de su imperio. En España, ocupaba un lugar especial en
las boticas de remedios medicinales naturales. Actualmente en la India, ocupa
un lugar importante en cuestiones medicinales. La nueva cocina está volviendo a
descubrir el jengibre experimentando su sabor en nuevos platillos, en Japón se
utiliza para marinar y acompañar al sushi (rollitos de arroz rellenos de
distintos guisos) y el sashimi; en Occidente, el jengibre se consume molido, ya
sea en ensaladas o sopas, o para aromatizar pan.
Es un ingrediente que
combina bien para aderezar arroz, verduras y comidas agridulces, así como
frutas cítricas; sabiéndola combinar va muy bien en sopas y para aderezar
pescados y carnes. El aceite de jengibre puede emplearse para hacer bebidas.
Al
igual que el ajo, hay que tener precaución a la hora de utilizarlo ya que tiene
un sabor penetrante. Se recomienda utilizarlo en pequeñas dosis e ir agregando
según se pruebe el alimento.
Se puede conseguir fresco, seco y en conserva. Si
es fresco, no hay que guardarlo por más de dos o tres día. Para guardarlo, hay
que hacerlo en una bolsa plástica bien sellada, y procurar no rallarlo hasta el
momento en que se vaya a consumir. En conserva, hay que tomar en cuenta que
puede llegar a perder la fuerza de su aroma.
También encontramos
que el jengibre esta disponible en dos presentaciones: jengibre joven (Young
Ginger) y el jengibre maduro. El jengibre joven es muy suave y es menos picante
que el jengibre maduro, el cual tiene una piel bien formada que preserva un
sabor y aroma dulce y muy picante.
Esta planta herbácea,
de sabor y olor picante, exótico y muy aromático, ha sido utilizado con fines
medicinales y culinarios desde hace miles de años. La hierba, de hasta 1m de altura
se cultiva en tierras calientes. La parte del jengibre que es útil para dichos
fines es la raíz (rizoma), un tubérculo de forma gruesa y abultada que puede
sugerir graciosas formas a la imaginación; por fuera, estos rizomas, carnosos y
gruesos, son de color cenizo, y entre
blanco y amarillento por dentro. La planta tiene hojas alargadas como las de
maíz, las cuales, cuando apenas germinan envuelven con su vaina el tallo. De
flores vistosas, están dispuestas en espigas cónicas y soportadas por escamas
empizarradas. Su fruto es seco.
El jengibre se come y
utiliza pelado y sin corcho. El consumo de esta raíz puede ser ya sea en forma
desecada, pulverizada, fresca, confitada, en tabletas, en jarabes, etcétera. En
la cocina es una especie muy útil, da un sazón especial a las sopas, ensaladas,
purés, guisos, pescados, vegetales al vapor, bebidas, dulces, postres,
etcétera. En la cocina oriental es un elemento muy utilizado. Su uso es
bastante extenso y se recomienda ir probando la preparación del alimento para
paladear el sabor que queremos conseguir.
Propiedades y usos
terapéuticos:
• Muy buen aperitivo
• Excelente tónico
estomacal: estimula jugos gástricos.
• Es
antiinflamatorio: muy útil en casos de reumatismo, alivia el dolor asociado a
la artritis reumática, osteoporosis, y pacientes con desordenes musculares.
• Alivia dolores
musculares y reumáticos.
• Antimareo: en el
siglo V se utilizaba para aderezar la comida de los marineros para evitar el
“mal del mar” o mareo, así como el escorbuto. Las enzimas del jengibre
catalizan muy rápido las proteínas digestivas presentes en el estómago, por lo
que dejan poco tiempo para sentir náuseas. Si vas a viajar en avión o en carro,
toma un poco de jengibre. Tiene muy buen
efecto en niños.
• Es anti-úlcera:
alivia los síntomas de inflamación, también protege la creación de úlceras
digestivas. Se han identificado aproximadamente 6 componentes anti ulcera
contenidos en el jengibre.
• Antioxidante: ayuda
a rejuvenecer y a combatir los radicales libres causantes de la degradación de
los tejidos. El jengibre contiene fuertes propiedades antioxidantes.
• Sistema
circulatorio: es beneficioso para combatir enfermedades de las arterias
coronarias, sin afectar los lípidos y la azúcar de la sangre.
• Ayuda a aliviar la
gripe y la tos.
• Se utiliza para el
tratamiento de la dispepsia, empacho o indigestión.
• Ayuda a combatir
hinchamiento del abdomen por gases.
• Combate flatulencia
y nauseas.
• Tiene propiedades como estimulante, provee ánimo, vitalidad y longevidad.
• Ayuda a combatir
infecciones.
• Previene ataques
del corazón.
• Previene cáncer de
la piel.
• Ideal en las dietas
para bajar de peso ya que ayuda a perder grasa extra.
• El brebaje o té de
jengibre de la raíz fresca ha sido usado en china e India por siglos como un
bajativo para ayudar a la digestión.
• No se recomienda la
toma de jengibre en casos de fiebre, ya que tiende a elevar un poco la
temperatura corporal, por lo que puede agravar las molestias.
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