jueves, 20 de noviembre de 2014

JENGIBRE

El jengibre es de origen asiático, recorría miles de kilómetros desde el oriente, montado en los lomos de los camellos para llegar a otras civilizaciones. Las culturas Hindú y China lo han utilizado por milenios para aliviar problemas digestivos. Los chinos, griegos y romanos consideran esta planta como el yang (comida picante) la cual equilibra la comida fría ying; en fines culinarios estos conceptos se utilizan para crear armonía y balance en los alimentos. 

Más tarde, se comenzó a utilizar en América y Europa, tanto en la cocina como en aplicaciones medicinales. En estos continentes el jengibre se utilizó para crear una bebida muy popular que se conoce como Ginger Ale o Ginger Tea. Esta bebida es un excelente tónico para problemas estomacales. En la Inglaterra medieval era también muy apreciado, se utilizaba como confitura y como buen sazonador.

El aroma y sabor del jengibre aderezaron platillos de la antigua Roma, la cual siguió utilizándolo aún después de la caída de su imperio. En España, ocupaba un lugar especial en las boticas de remedios medicinales naturales. Actualmente en la India, ocupa un lugar importante en cuestiones medicinales. La nueva cocina está volviendo a descubrir el jengibre experimentando su sabor en nuevos platillos, en Japón se utiliza para marinar y acompañar al sushi (rollitos de arroz rellenos de distintos guisos) y el sashimi; en Occidente, el jengibre se consume molido, ya sea en ensaladas o sopas, o para aromatizar pan.

Es un ingrediente que combina bien para aderezar arroz, verduras y comidas agridulces, así como frutas cítricas; sabiéndola combinar va muy bien en sopas y para aderezar pescados y carnes. El aceite de jengibre puede emplearse para hacer bebidas. 

Al igual que el ajo, hay que tener precaución a la hora de utilizarlo ya que tiene un sabor penetrante. Se recomienda utilizarlo en pequeñas dosis e ir agregando según se pruebe el alimento. 

Se puede conseguir fresco, seco y en conserva. Si es fresco, no hay que guardarlo por más de dos o tres día. Para guardarlo, hay que hacerlo en una bolsa plástica bien sellada, y procurar no rallarlo hasta el momento en que se vaya a consumir. En conserva, hay que tomar en cuenta que puede llegar a perder la fuerza de su aroma.

También encontramos que el jengibre esta disponible en dos presentaciones: jengibre joven (Young Ginger) y el jengibre maduro. El jengibre joven es muy suave y es menos picante que el jengibre maduro, el cual tiene una piel bien formada que preserva un sabor y aroma dulce y muy picante.

Esta planta herbácea, de sabor y olor picante, exótico y muy aromático, ha sido utilizado con fines medicinales y culinarios desde hace miles de años. La hierba, de hasta 1m de altura se cultiva en tierras calientes. La parte del jengibre que es útil para dichos fines es la raíz (rizoma), un tubérculo de forma gruesa y abultada que puede sugerir graciosas formas a la imaginación; por fuera, estos rizomas, carnosos y gruesos,  son de color cenizo, y entre blanco y amarillento por dentro. La planta tiene hojas alargadas como las de maíz, las cuales, cuando apenas germinan envuelven con su vaina el tallo. De flores vistosas, están dispuestas en espigas cónicas y soportadas por escamas empizarradas. Su fruto es seco.

El jengibre se come y utiliza pelado y sin corcho. El consumo de esta raíz puede ser ya sea en forma desecada, pulverizada, fresca, confitada, en tabletas, en jarabes, etcétera. En la cocina es una especie muy útil, da un sazón especial a las sopas, ensaladas, purés, guisos, pescados, vegetales al vapor, bebidas, dulces, postres, etcétera. En la cocina oriental es un elemento muy utilizado. Su uso es bastante extenso y se recomienda ir probando la preparación del alimento para paladear el sabor que queremos conseguir.

Propiedades y usos terapéuticos:

• Muy buen aperitivo
• Excelente tónico estomacal: estimula jugos gástricos.
• Es antiinflamatorio: muy útil en casos de reumatismo, alivia el dolor asociado a la artritis reumática, osteoporosis, y pacientes con desordenes musculares.
• Alivia dolores musculares y reumáticos.
• Antimareo: en el siglo V se utilizaba para aderezar la comida de los marineros para evitar el “mal del mar” o mareo, así como el escorbuto. Las enzimas del jengibre catalizan muy rápido las proteínas digestivas presentes en el estómago, por lo que dejan poco tiempo para sentir náuseas. Si vas a viajar en avión o en carro, toma un poco de jengibre. Tiene muy buen  efecto en niños.
• Es anti-úlcera: alivia los síntomas de inflamación, también protege la creación de úlceras digestivas. Se han identificado aproximadamente 6 componentes anti ulcera contenidos en el jengibre.
• Antioxidante: ayuda a rejuvenecer y a combatir los radicales libres causantes de la degradación de los tejidos. El jengibre contiene fuertes propiedades antioxidantes.
• Sistema circulatorio: es beneficioso para combatir enfermedades de las arterias coronarias, sin afectar los lípidos y la azúcar de la sangre.
• Ayuda a aliviar la gripe y la tos.
• Se utiliza para el tratamiento de la dispepsia, empacho o indigestión.
• Ayuda a combatir hinchamiento del abdomen por gases.
• Combate flatulencia y nauseas.
• Tiene propiedades como estimulante, provee ánimo, vitalidad y longevidad.
• Ayuda a combatir infecciones.
• Previene ataques del corazón.
• Previene cáncer de la piel.
• Ideal en las dietas para bajar de peso ya que ayuda a perder grasa extra.
• El brebaje o té de jengibre de la raíz fresca ha sido usado en china e India por siglos como un bajativo para ayudar a la digestión.
• No se recomienda la toma de jengibre en casos de fiebre, ya que tiende a elevar un poco la temperatura corporal, por lo que puede agravar las molestias.


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