Ayunar consiste en
tomarse un descanso de la comida, resulta increíble que una técnica tan
sencilla pueda llegar a ser efectiva contra algunas enfermedades y la razón es
porque nuestro cuerpo, es por naturaleza, curandero. Dentro de nosotros
hay una fuerza vital curativa, y cuando no agotamos esa fuerza por medio de la
actividad física, ni la consumimos, en la digestión, ni la debilitamos por el
estrés, está disponible para curar. El ayuno promueve la auto-curación por
medio de la eliminación de toxinas.
Recuperar la salud,
limpiando el cuerpo, es el principio básico del ayuno, ya que nuestro organismo
tiene una limitada capacidad para almacenar y/o eliminar sustancias extrañas o
no digestibles que hemos ingerido a través de nuestra alimentación que está
llena de colorantes, aromatizantes, conservantes artificiales, pesticidas,
insecticidas, aceites rancios y otros componentes que sobrecargan los riñones,
los intestinos, la piel, los pulmones y el hígado.
Los higienistas
naturales sostienen la teoría de que la contaminación es la causa de las
enfermedades, ya que el organismo de una persona enferma está plagado de
venenos que ha ido recibiendo a través de los contaminantes de su alimentación
(plomo, arsénico, fármacos, nicotina, desechos de celulares y metabólicos de
alimentos mal combinados), de las adicciones (a los dulces, al café, a los
cigarrillos) y a una ingesta excesiva, por no mencionar una nutrición inadecuada;
por ejemplo, puede ocurrir que al levantarse cada mañana tenga dolor de cabeza,
costra alrededor de los ojos, mal olor corporal, la lengua sucia y la nariz
taponada.
El cuerpo expulsa
toxinas de todas las formas posibles, como ocurre con:
Un resfriado, es
sencillamente una válvula de escape para descongestionar los pulmones, la
sangre, el hígado y el sistema linfático.
El estrés, junto con
la mala alimentación, agrava los efectos de esta sobrecarga, impidiendo el
flujo normal del pulso vital.
El sistema nervioso
no puede conducir adecuadamente el flujo vital de energía hacia las distintas
glándulas y órganos y es entonces cuando se pierde claridad y surge la
confusión, la frustración y la inestabilidad.
Si no prestamos
atención a estos venenos, se establecen en el cuerpo y con el paso del tiempo,
se convierten en patologías crónicas, es por lo anterior, que el ayuno invierte
esta tendencia toxica y libera los venenos almacenados.
Un ayuno total es
aquel en el que solo se consume agua o, a lo sumo, agua con un chorrito de limón.
El ayuno a base de
zumos supone la ingesta de zumos de frutas o verduras, además de agua. Los
ayunos a base de frutas son regímenes en los que solo se come fruta.
Las monodietas consisten
en comer un solo tipo de alimento cada día, por ejemplo: Un ayuno a base de
manzana, supone comer solo manzanas durante un día. No tienen por qué ser solo
de frutas. Los seguidores de la macrobiótica siguen a veces monodietas de arroz
integral, en las que solo comen arroz.
El liquidarianismo es
una dieta basada únicamente en líquidos sin fibra. El zumo es la bebida
principal de la dieta liquidariana, no obstante, un régimen liquidariano puede
incluir también otros líquidos, tales como infusiones, caldo de verduras y
leche de almendras o de otros tipos de frutos secos, por mencionar algunos,
pero si todos, deben ser líquidos colados y sin fibra.
Los ayunos implican
la purificación y la regulación del cuerpo, además de ofrecer una manera de
preparar el cuerpo y la mente al pasar de una dieta completa a un ayuno
completo.
El ayuno limpia el
flujo sanguíneo, los tejidos y las células para conseguir una limpieza a fondo
y radical, porque el ayuno más que curar, lo que realmente hace, es
rejuvenecer.
Históricamente se ha
utilizado el ayuno para superar una gran variedad de enfermedades, tales como:
Alergias:
Asma,
Bronquitis, Alergia al polen, Urticaria, Reumatismo, Obesidad, Insomnio,
Migraña, Inflamaciones, Arteriosclerosis, Hipo/hipertensión.
Enfermedades de la
piel:
Acné, Psoriasis, Ulceras, Forúnculos.
Afecciones
digestivas:
Problemas de hígado, Estreñimiento, Cálculos biliares, Diarrea,
Tumores.
El ayuno periódico
mantiene tu cuerpo a un nivel óptico de funcionamiento, además incrementa la energía
y prolonga la vida.
El ayuno es el más
reconfortante de los regímenes para acabar con adicciones alimentarias tales
como: la adicción al café, a los dulces, al alcohol, al tabaco, etc.
El ayuno mejora la
disposición mental y refuerza la disciplina y determinación propias a medida
que se va superando el reto personal que supone.
El ayuno en los
últimos años, ha sido utilizado como herramienta para reivindicar el cambio
político y social. Debido a que nuestra cultura identifica el ayuno con la
muerte, se ha llegado a identificar este como un acto dramático de rebeldía
mediante el cual el que ayuna lo hace para llamar la atención sobre su persona
y su causa.
Algunas figuras políticas
famosas que ayunaron, fueron:
Bobby Sands, ayuno
hasta la muerte
Dick Gregory, que
corrió 24 kilómetros en su centésimo día de ayuno a base de zumos.
Andrei Sajarov, el
físico ruso.
Mahatma Gandhi, el
padre de la India moderna.
El propósito de la
dieta preayuno es preparar al cuerpo, física y mentalmente, para el reto del
ayuno. Una dieta preayuno dura de uno (1) a tres (3) días. Todo lo que se
necesita es el tiempo suficiente para que el cuerpo haga la transición de la
comida solida a los zumos.
Primer día
A base de verduras
cocidas, ensaladas, frutas y zumos. Cualquier alimento dentro de estas
categorías puede valer y aun así es una dieta limitada, porque excluye
cereales, pan, productos lácteos, pescados y carnes.
Segundo día
Suele ser ligeramente
más limitado, pudiendo tomar solo ensaladas crudas, frutas y zumos.
Tercer día
Podría limitarse únicamente
a frutas y zumos.
Cada día va siendo
progresivamente más restringido hasta llegar al día del ayuno. Las frutas y
verduras deben tomarse, por supuesto, por separado. Por ejemplo, habría que
tomar la fruta para la comida y las verduras para la cena. Si tienes poco
tiempo y eres un ayunador experimentado, podrías elegir una dieta preayuno de
un solo día, consistente, por ejemplo, en una jornada a base de ensaladas o de
frutas y zumos. Toma siempre zumos y agua en tu dieta preayuno, ya que serán
los elementos principales del ayuno en sí.
Otro tipo de preayuno
puede ser la monodieta. Un día a base de uvas resultaría una dieta
profundamente purificadora, mientras que, a la vez, conservaríamos los
beneficios de una comida solida.
También puede elegir
comer un día a base de melón, manzana o cítricos. Todos ellos son alimentos muy
purificantes y acondicionaran y preparan el cuerpo para el ayuno, debido a su
capacidad desintoxicadora, estos alimentos pueden acortar el ayuno.