Paramahansa Yogananda nació en Gorakhpur (India), el 5 de enero de 1893 y muere en Los Ángeles (USA), el 7 de marzo de 1952, fue un yogui
y gurú hinduista, propagador del yoga en Occidente, particularmente del método
llamado kriya yoga. Introdujo a muchas personas en las enseñanzas de la
meditación y muchos conocieron por vez primera la filosofía oriental en su
famoso libro Autobiografía de un yogui.
Yogananda nació en el seno de una familia de clase alta, con el nombre de
Mukunda Lal Ghosh. Según Sananda (su hermano menor), Mukunda tenía desde niño
consciencia y experiencias extraordinarias de lo espiritual. En su autobiografía
relata que de niño tuvo una visión en que se le aparecieron santos de las escrituras
hindúes. También cuenta que durante sus años de adolescencia buscó a muchos de
los hombres santos de su tiempo, esperando encontrar un maestro iluminado que
le guiase en su búsqueda espiritual.
La búsqueda de
Yogananda terminó cuando, a la edad de 17 años y tras conocer a varios santos,
conoció a su gurú, Yukteswar Giri. Describió su primer encuentro con Yukteswar
como una renovación de una relación que había tenido lugar durante muchas vidas
anteriormente, y escribió lo siguiente sobre el comienzo de la relación con su
maestro: Entramos en una comunión silenciosa; las palabras parecían superfluas.
La elocuencia fluía como un canto silencioso del corazón del maestro al
discípulo. Con una antena de visión clara sentía que mi gurú conocía a Dios, y
que me conduciría hacia Él. La oscuridad de esta vida desapareció en la
alborada de recuerdos prenatales. El drama del tiempo, pasado, presente y
futuro y sus escenas cíclicas. Esta no era la primera vez que yo me encontraba
ante estos pies santos.
Tras terminar su
enseñanza secundaria en el Scottish Church College (de Calcuta), se graduó en
Religión en el Serampore College de la Universidad de Calcuta. Esto le permitió
pasar algún tiempo en el áshram (comunidad de monjes) de Sri Yukteswar en Serampore.
En 1915 formalizó sus votos ingresando en la orden monástica suami y pasó a
llamarse Swami Yogananda Giri.
En 1917, Yogananda
fundó una escuela para muchachos en Dihika (Bengala Occidental), combinando
técnicas pedagógicas modernas con la enseñanza del yoga y los ideales
espirituales. Un año después, la escuela se trasladó a Ranchi, y más tarde se
convirtió en la Yogoda Satsanga Society de India, que es la rama india de la
organización de Yogananda en Estados Unidos, Self–Realization Fellowship (SRF).
De esta escuela se
graduó su propio hermano, Bishnu Gosh, quien es considerado el maestro de
Bikram Choudhury, creador de Bikram Yoga
En 1920 se embarcó
hacia Estados Unidos, invitado a participar como delegado representante de
India en el Congreso de Liberales de la Religión que se celebró dicho año en
Boston. Ese mismo año fundó la sociedad Self-Realization Fellowship (SRF) y dio
conferencias durante varios años por la región de la costa este de Estados
Unidos, emprendiendo una gira de conferencias en 1924, a las que asistían miles
de personas.
El principal objetivo
de la sociedad SRF fue diseminar las antiguas prácticas y filosofía del yoga,
especialmente el kriyá yoga, enseñado por su maestro Swami Sri Yukteswar y los
maestros anteriores a él en su linaje de gurús. En 1924, después de una gira
por todo Estados Unidos, se estableció en Los Ángeles (California), en una
finca ubicada en Mount Washington, donde ha estado siempre la sede del trabajo
administrativo de su obra, que ha continuado creciendo hasta el presente.
Yogananda fue el primer maestro hindú de yoga que se estableció permanentemente
en Estados Unidos, donde vivió desde 1920 hasta 1952, salvo una visita a India
(entre 1935 y 1936).
Sus principales
enseñanzas hacían énfasis en experimentar y realizar a Dios a través de la
meditación y el uso de ciertas técnicas de yoga llamadas kriya-yoga.
En 1935 volvió a la
India para visitar a Sri Yukteswar y ayudar a establecer en India la sociedad
Yogoda Satsanga. Durante esta visita, según cuenta en su Autobiografía de un
yogui, conoció a Mahatma Gandhi (que posteriormente sería discípulo suyo), a la
santa bengalí Ananda Moyi Ma, y a la yoguini (mujer yogui) Giri Bala, uno de
los dos únicos casos conocidos de místicos que vivieron sin comer gran parte de
su vida; el otro caso es Teresa Neumann, la mística de Baviera, a quien también
visitó durante su viaje a Europa. Se encontró también al físico Chandrasekhara
Venkata Raman, ganador del premio Nobel, y con varios discípulos de Sri
Yukteswar. Estando en India, Sri Yukteswar le dio a Yogananda el título
monástico de Paramahansa, cuyo significado es ‘cisne espiritual’ (siendo param:
‘espiritual’ o ‘supremo’ y hansa: ‘cisne’), un título que indica el más alto
nivel de realización espiritual.
En 1936, mientras
Yogananda visitaba Calcuta, Sri Yukteswar murió en la ciudad de Puri.
Tras volver a Estados
Unidos, siguió dando conferencias, escribiendo y fundando centros en el sur de
California. En los días anteriores a su muerte, insinuó que su hora de partir
de este mundo había llegado. El 7 de marzo de 1952, asistió a una cena del
embajador de la India en Estados Unidos, Binay Ranjan Sen y su esposa en el
hotel Biltmore de Los Ángeles. Al terminar la comida, Yogananda habló de India
y Estados Unidos, de sus contribuciones a la paz mundial y al progreso humano,
y de su colaboración en el futuro, expresando su esperanza por un mundo unido
que combinaría las mejores cualidades de la eficiente Estados Unidos y la
espiritual India.
Según un testigo Daya
Mata, un discípulo directo de Yogananda, quien dirigió la Self-Realization Fellowship
entre 1955 y 2010 Yogananda terminó su discurso leyendo un poema de su autoría:
Mi India, que concluye con estas palabras: Donde el Ganges, los bosques, las
cuevas del Himalaya y los hombres sueñan con Dios, he sido bendecido; mi cuerpo
pisó esta tierra. Al pronunciar estas palabras, levantó los ojos hacia el
centro de Kutasha, y cayó al suelo.
Yogananda enseñaba a
sus discípulos la necesidad de la experiencia directa de la verdad en oposición
a la fe ciega. Decía que La verdadera base de la religión no es la fe, sino la
experiencia intuitiva. La intuición es la capacidad del alma de conocer a Dios.
Para saber lo que es realmente la religión hay que conocer a Dios.
Repitiendo las
enseñanzas tradicionales hindúes, enseñaba que el universo entero es una
película de Dios, y que los individuos son simplemente actores en este drama
divino, cambiando de papel en cada reencarnación. Enseñó que el sufrimiento
profundo de la humanidad viene de identificarse demasiado con el cuerpo y el
lugar de nacimiento actual, en vez de identificarse con el productor de la
película, Dios.
Enseñó que el kriyā
yoga, y otras prácticas de meditación, ayudan a las personas a alcanzar esa
comprensión, que llamó self realization (en inglés ‘darse cuenta de de sí
mismo’, siendo realize: darse cuenta’), que en español se ha copiado como auto-realización.
La autorrealización
es el conocimiento integral y experimental de que el cuerpo, la mente y el alma
poseen la capacidad de experimentar la unión con Dios, pues la omnipresencia de
Dios está también en nuestro interior, en forma latente, y lo único que
necesitamos es mejorar nuestro conocimiento.
El kriya yoga es la
forma práctica de las doctrinas del yoga, la unión con Dios mediante la
devoción activa y la realización correcta de los deberes diarios).
Yogananda aprendió el
kriya yoga a través de su línea de gurús: Sri Yukteswar, quien fue discípulo de
Lahiri Mahasaya, quien a su vez fue discípulo de Mahavatar Bábayi.
En su Autobiografía
de un yogui, describió el kriya yoga del modo siguiente:
El kriya yogui dirige
mentalmente su energía para que oscile, ascendiendo y descendiendo, por los
chakras (seis centros de la columna vertebral, relacionados con los plexos
medular, cervical, dorsal, lumbar, sacral y coccígeo), relacionados también con
los doce signos astrológicos del zodíaco, el simbólico «Hombre Cósmico». Medio
minuto de actividad de esta energía a lo largo de la columna vertebral del
hombre tiene tal efecto en el progreso de su evolución que dicho medio minuto
de kriya equivale a un año de evolución espiritual natural.
Yogananda publicó la
historia de su vida en 1946 bajo el título de Autobiografía de un yogui, que es
apreciada en su género como un éxito de ventas y ha sido traducida a 25
idiomas. En 1999, la editorial Harper Collins (que lo publicó) lo declaró uno
de los 100 libros más importantes del siglo XX. En este libro, Yogananda
describe su infancia, su juventud, y el tiempo de su búsqueda espiritual.
También da cuenta de
su encuentro con varios personajes destacados de su tiempo, tanto en el campo
de la religión (como Sri Ramana Maharshi), de la política (Mahatma Gandhi, que
posteriormente fue discípulo suyo), de las letras (Rabindranath Tagore) y de la
ciencia (el bengalí Jagdish Chandra Bose).
Yogananda describe
cómo fue su primera experiencia de samādhi, o superconsciencia, en el capítulo
14, titulado: Una experiencia de conciencia cósmica. Por ejemplo, al empezar a
ver por primera vez a través del simbólico tercer ojo del espíritu, relata que
podía ver en todas direcciones, no solamente hacia adelante, sino también por
los lados, hacia atrás, hacia arriba y hacia abajo, pudiendo además ver a
través de los objetos sólidos como paredes, etc.
Para alcanzar y
experimentar este estado de samādhi sería necesaria la cesación absoluta de
todo movimiento y actividad del cuerpo, parándose la respiración, la actividad
cerebral, y el metabolismo, con lo que se produciría la desconexión total y
absoluta con el mundo exterior y con lo que nos ata al mismo, el cuerpo, que a
su vez limita y ata nuestra conciencia, que, una vez libre de la limitación de
la conexión con el cuerpo podría ampliarse de forma inconcebible.
Yogananda llama a
este estado corporal (llamado samādhi en yoga), animación suspendida, que sería
una especie de muerte reversible o temporal, en que el cuerpo está totalmente
muerto, pero la consciencia totalmente despierta, expandiéndose sin límites de
forma inimaginable hasta hacerse una con Dios. El universo se siente entonces
como el propio cuerpo. Este estado solo se alcanzaría después de varias vidas
de práctica de la meditación. Primeramente es una experiencia esporádica e
incontrolada (savikalpa samādhi), similar a los trances místicos de santa
Teresa de Ávila, san Juan de la Cruz y otros místicos de otras culturas
religiosas. Tras larga práctica adicional finalmente se conseguiría el control
total (nirvikalpa samādhi), pudiendo entrar y salir de este estado a voluntad.
Este estado habría
sido alcanzado por pocas personas, entre las que Yogananda cita a Jesús y a
Krisná a quienes consideraba los más altos maestros y yoguis de Occidente y Oriente
respectivamente. Jesús según el Evangelio de Acuario (libro escrito en 1908 por
el escritor estadounidense Levi Dowling [1844-1911]) y otros habría viajado a
la India entre los 14 y 30 años, habría aprendido y practicado meditación con
los más altos yoguis y gurús, y habría alcanzado el grado más alto, el grado de
Cristo.
Entre los más de
veinte de libros de Yogananda publicados destacan tres. Los dos
primeros, los más extensos de todos los publicados, son sistemáticos, con
minuciosas explicaciones técnicas, y por ello constituyen auténticos libros de
texto sobre yoga. El segundo es el más extenso de todos sus libros. El tercero
es un resumen del segundo, pero con especial enfoque en Jesús y la Biblia. Los
tres contienen algunas innovadoras explicaciones o interpretaciones sobre las
interacciones entre cuerpo, mente y alma.
En el libro La
Segunda venida de Cristo, de Paramahansa Yogananda, se menciona que entre los
santos cristianos que vivieron sin comer alimentos (y que también eran
estigmatizados) están Santa Lidwina de Schiedam, la Beata Elisabeth de Rent,
Santa Catalina de Siena, Dominica Lazarri, la Beata Ángela de Foligno y Louise
Lateau (que vivió en el siglo XIX). San Nicolás de Flüe (el Hermano Klaus),
Suizo, se abstuvo de ingerir alimentos durante 20 años. También menciona a la
santa bengalí Giri Bala que en 1936 había estado sin ingerir alimentos durante
56 años.