domingo, 7 de diciembre de 2014

MURALES: BREAKING BAD

Como reconocimiento a todos los logros de sintonía que tuvo la serie: breaking bad, algunos artistas crearon murales de arte urbano en diferentes lugares del mundo con la imagen de su principal protagonista. 
Salt Lake City, Utah (USA)

El imperio de drogas de Walter fue una organización criminal estadounidense dedicada al tráfico de metanfetamina con base en Albuquerque, Nuevo México. Al principio estaba liderado por Walter White, Jesse Pinkman y Mike Ehrmantraut, aunque posteriormente el jefe es únicamente Walter.

La organización trató de ocupar el espacio vacío dejado por el imperio de drogas de Gus tras el asesinato de Gustavo Fring, el de Tuco Salamanca, y anteriormente, Crazy 8. Así, Walter pasa a establecerse como único proveedor principal en Albuquerque.

"La metilamina sigue fluyendo sin importar qué, 
no nos rendiremos ahora. 
Solo estamos comenzando, 
nada detiene este tren. NADA"  
(Walter White)
Belfast (Irlanda del Norte)

La epopeya criminal de Walter White, alias Heisenberg, alias el hombre en calzoncillos al que se le encasquilla la pistola cuando está a punto de matarse, ha conocido finalmente el momento de una muy anticipada caída del telón.

Han sido cinco fantásticas temporadas de gran nivel consiguiendo lo más difícil: que ninguna de esas temporadas terminase desmereciendo al conjunto de la serie. Afortunadamente, Breaking Bad ha terminado a tiempo, antes de que el argumento pudiera salirse definitivamente de contexto por el afán de continuar sorprendiendo o diluirse en un marasmo rutinario. De manera encomiable, sus autores la han cerrado en el momento justo.
San Petersburgo (Rusia)

Cuando una serie ha conseguido semejante logro, está claro que el desenlace concreto que elijan para la historia nos parezca un desenlace mejor, peor o regular es casi lo de menos, porque no se puede juzgar toda una serie en su conjunto ni olvidar todos sus méritos acumulados solamente porque no nos gusten las decisiones que los guionistas toman para decidir su final.

Después de ver el último episodio de Breaking Bad escuché comentarios fogosamente entusiastas por parte de amigos o conocidos que me preguntaban si ese final me había parecido tan brillante como a ellos. Un tanto turbado, o quizá debería decir perplejo, me dediqué a leer infinidad de críticas en la red, la mayoría de ellas mostrando un entusiasmo similar al de mis conocidos. Y lo cierto es que a mí el final me ha parecido, si no malo, sí ligeramente decepcionante. Como decía, normalmente no le daría más vueltas a esto porque el desenlace de un gran programa es solamente la guinda del pastel que ya hemos disfrutado: si te gusta la guinda te la comes, y si no, la dejas y no pasa nada. Sin embargo, creo que en Breaking Bad han perdido la oportunidad de cerrar a lo grande y confieso que no comparto las alabanzas hacia su desenlace.
California (USA)

Y eso que el antepenúltimo capítulo de la serie, titulado Ozymandias (el decimocuarto de la temporada) me hacía anticipar un desenlace épico. La descomposición moral del personaje de Walter White estaba llegando a su culmen: el descubrimiento progresivo de que su maldad llega mucho más lejos de lo que habíamos imaginado le confería una aureola diabólica que estaba próxima a la satanización.


En consecuencia, anticipaba un final de connotaciones casi bíblicas. Sabíamos que no podía terminar bien, que era imposible. Diversos sucesos del argumento no tenían vuelta atrás, a riesgo de terminar pareciendo una amable comedia de Disney donde todo se resuelve mágicamente al final. Y sin embargo, aunque no lo parezca a primera vista, algo de eso ha habido.
Vancouver, BC (Canada)