domingo, 7 de diciembre de 2014

PARAMAHANSA YOGANANDA

Paramahansa Yogananda nació en Gorakhpur (India), el 5 de enero de 1893 y muere en Los Ángeles (USA), el 7 de marzo de 1952, fue un yogui y gurú hinduista, propagador del yoga en Occidente, particularmente del método llamado kriya yoga. Introdujo a muchas personas en las enseñanzas de la meditación y muchos conocieron por vez primera la filosofía oriental en su famoso libro Autobiografía de un yogui.

Yogananda nació en el seno de una familia de clase alta, con el nombre de Mukunda Lal Ghosh. Según Sananda (su hermano menor), Mukunda tenía desde niño consciencia y experiencias extraordinarias de lo espiritual. En su autobiografía relata que de niño tuvo una visión en que se le aparecieron santos de las escrituras hindúes. También cuenta que durante sus años de adolescencia buscó a muchos de los hombres santos de su tiempo, esperando encontrar un maestro iluminado que le guiase en su búsqueda espiritual.

La búsqueda de Yogananda terminó cuando, a la edad de 17 años y tras conocer a varios santos, conoció a su gurú, Yukteswar Giri. Describió su primer encuentro con Yukteswar como una renovación de una relación que había tenido lugar durante muchas vidas anteriormente, y escribió lo siguiente sobre el comienzo de la relación con su maestro: Entramos en una comunión silenciosa; las palabras parecían superfluas. La elocuencia fluía como un canto silencioso del corazón del maestro al discípulo. Con una antena de visión clara sentía que mi gurú conocía a Dios, y que me conduciría hacia Él. La oscuridad de esta vida desapareció en la alborada de recuerdos prenatales. El drama del tiempo, pasado, presente y futuro y sus escenas cíclicas. Esta no era la primera vez que yo me encontraba ante estos pies santos.

Tras terminar su enseñanza secundaria en el Scottish Church College (de Calcuta), se graduó en Religión en el Serampore College de la Universidad de Calcuta. Esto le permitió pasar algún tiempo en el áshram (comunidad de monjes) de Sri Yukteswar en Serampore. En 1915 formalizó sus votos ingresando en la orden monástica suami y pasó a llamarse Swami Yogananda Giri.

En 1917, Yogananda fundó una escuela para muchachos en Dihika (Bengala Occidental), combinando técnicas pedagógicas modernas con la enseñanza del yoga y los ideales espirituales. Un año después, la escuela se trasladó a Ranchi, y más tarde se convirtió en la Yogoda Satsanga Society de India, que es la rama india de la organización de Yogananda en Estados Unidos, Self–Realization Fellowship (SRF).

De esta escuela se graduó su propio hermano, Bishnu Gosh, quien es considerado el maestro de Bikram Choudhury, creador de Bikram Yoga
En 1920 se embarcó hacia Estados Unidos, invitado a participar como delegado representante de India en el Congreso de Liberales de la Religión que se celebró dicho año en Boston. Ese mismo año fundó la sociedad Self-Realization Fellowship (SRF) y dio conferencias durante varios años por la región de la costa este de Estados Unidos, emprendiendo una gira de conferencias en 1924, a las que asistían miles de personas.

El principal objetivo de la sociedad SRF fue diseminar las antiguas prácticas y filosofía del yoga, especialmente el kriyá yoga, enseñado por su maestro Swami Sri Yukteswar y los maestros anteriores a él en su linaje de gurús. En 1924, después de una gira por todo Estados Unidos, se estableció en Los Ángeles (California), en una finca ubicada en Mount Washington, donde ha estado siempre la sede del trabajo administrativo de su obra, que ha continuado creciendo hasta el presente. Yogananda fue el primer maestro hindú de yoga que se estableció permanentemente en Estados Unidos, donde vivió desde 1920 hasta 1952, salvo una visita a India (entre 1935 y 1936).

Sus principales enseñanzas hacían énfasis en experimentar y realizar a Dios a través de la meditación y el uso de ciertas técnicas de yoga llamadas kriya-yoga.

En 1935 volvió a la India para visitar a Sri Yukteswar y ayudar a establecer en India la sociedad Yogoda Satsanga. Durante esta visita, según cuenta en su Autobiografía de un yogui, conoció a Mahatma Gandhi (que posteriormente sería discípulo suyo), a la santa bengalí Ananda Moyi Ma, y a la yoguini (mujer yogui) Giri Bala, uno de los dos únicos casos conocidos de místicos que vivieron sin comer gran parte de su vida; el otro caso es Teresa Neumann, la mística de Baviera, a quien también visitó durante su viaje a Europa. Se encontró también al físico Chandrasekhara Venkata Raman, ganador del premio Nobel, y con varios discípulos de Sri Yukteswar. Estando en India, Sri Yukteswar le dio a Yogananda el título monástico de Paramahansa, cuyo significado es ‘cisne espiritual’ (siendo param: ‘espiritual’ o ‘supremo’ y hansa: ‘cisne’), un título que indica el más alto nivel de realización espiritual.
En 1936, mientras Yogananda visitaba Calcuta, Sri Yukteswar murió en la ciudad de Puri.

Tras volver a Estados Unidos, siguió dando conferencias, escribiendo y fundando centros en el sur de California. En los días anteriores a su muerte, insinuó que su hora de partir de este mundo había llegado. El 7 de marzo de 1952, asistió a una cena del embajador de la India en Estados Unidos, Binay Ranjan Sen y su esposa en el hotel Biltmore de Los Ángeles. Al terminar la comida, Yogananda habló de India y Estados Unidos, de sus contribuciones a la paz mundial y al progreso humano, y de su colaboración en el futuro, expresando su esperanza por un mundo unido que combinaría las mejores cualidades de la eficiente Estados Unidos y la espiritual India.

Según un testigo Daya Mata, un discípulo directo de Yogananda, quien dirigió la Self-Realization Fellowship entre 1955 y 2010 Yogananda terminó su discurso leyendo un poema de su autoría: Mi India, que concluye con estas palabras: Donde el Ganges, los bosques, las cuevas del Himalaya y los hombres sueñan con Dios, he sido bendecido; mi cuerpo pisó esta tierra. Al pronunciar estas palabras, levantó los ojos hacia el centro de Kutasha, y cayó al suelo.

Yogananda enseñaba a sus discípulos la necesidad de la experiencia directa de la verdad en oposición a la fe ciega. Decía que La verdadera base de la religión no es la fe, sino la experiencia intuitiva. La intuición es la capacidad del alma de conocer a Dios. Para saber lo que es realmente la religión hay que conocer a Dios.
Repitiendo las enseñanzas tradicionales hindúes, enseñaba que el universo entero es una película de Dios, y que los individuos son simplemente actores en este drama divino, cambiando de papel en cada reencarnación. Enseñó que el sufrimiento profundo de la humanidad viene de identificarse demasiado con el cuerpo y el lugar de nacimiento actual, en vez de identificarse con el productor de la película, Dios.

Enseñó que el kriyā yoga, y otras prácticas de meditación, ayudan a las personas a alcanzar esa comprensión, que llamó self realization (en inglés ‘darse cuenta de de sí mismo’, siendo realize: darse cuenta’), que en español se ha copiado como auto-realización.
La autorrealización es el conocimiento integral y experimental de que el cuerpo, la mente y el alma poseen la capacidad de experimentar la unión con Dios, pues la omnipresencia de Dios está también en nuestro interior, en forma latente, y lo único que necesitamos es mejorar nuestro conocimiento.
El kriya yoga es la forma práctica de las doctrinas del yoga, la unión con Dios mediante la devoción activa y la realización correcta de los deberes diarios).
Yogananda aprendió el kriya yoga a través de su línea de gurús: Sri Yukteswar, quien fue discípulo de Lahiri Mahasaya, quien a su vez fue discípulo de Mahavatar Bábayi.

En su Autobiografía de un yogui, describió el kriya yoga del modo siguiente:
El kriya yogui dirige mentalmente su energía para que oscile, ascendiendo y descendiendo, por los chakras (seis centros de la columna vertebral, relacionados con los plexos medular, cervical, dorsal, lumbar, sacral y coccígeo), relacionados también con los doce signos astrológicos del zodíaco, el simbólico «Hombre Cósmico». Medio minuto de actividad de esta energía a lo largo de la columna vertebral del hombre tiene tal efecto en el progreso de su evolución que dicho medio minuto de kriya equivale a un año de evolución espiritual natural.

Yogananda publicó la historia de su vida en 1946 bajo el título de Autobiografía de un yogui, que es apreciada en su género como un éxito de ventas y ha sido traducida a 25 idiomas. En 1999, la editorial Harper Collins (que lo publicó) lo declaró uno de los 100 libros más importantes del siglo XX. En este libro, Yogananda describe su infancia, su juventud, y el tiempo de su búsqueda espiritual.

También da cuenta de su encuentro con varios personajes destacados de su tiempo, tanto en el campo de la religión (como Sri Ramana Maharshi), de la política (Mahatma Gandhi, que posteriormente fue discípulo suyo), de las letras (Rabindranath Tagore) y de la ciencia (el bengalí Jagdish Chandra Bose).

Yogananda describe cómo fue su primera experiencia de samādhi, o superconsciencia, en el capítulo 14, titulado: Una experiencia de conciencia cósmica. Por ejemplo, al empezar a ver por primera vez a través del simbólico tercer ojo del espíritu, relata que podía ver en todas direcciones, no solamente hacia adelante, sino también por los lados, hacia atrás, hacia arriba y hacia abajo, pudiendo además ver a través de los objetos sólidos como paredes, etc.
Para alcanzar y experimentar este estado de samādhi sería necesaria la cesación absoluta de todo movimiento y actividad del cuerpo, parándose la respiración, la actividad cerebral, y el metabolismo, con lo que se produciría la desconexión total y absoluta con el mundo exterior y con lo que nos ata al mismo, el cuerpo, que a su vez limita y ata nuestra conciencia, que, una vez libre de la limitación de la conexión con el cuerpo podría ampliarse de forma inconcebible.

Yogananda llama a este estado corporal (llamado samādhi en yoga), animación suspendida, que sería una especie de muerte reversible o temporal, en que el cuerpo está totalmente muerto, pero la consciencia totalmente despierta, expandiéndose sin límites de forma inimaginable hasta hacerse una con Dios. El universo se siente entonces como el propio cuerpo. Este estado solo se alcanzaría después de varias vidas de práctica de la meditación. Primeramente es una experiencia esporádica e incontrolada (savikalpa samādhi), similar a los trances místicos de santa Teresa de Ávila, san Juan de la Cruz y otros místicos de otras culturas religiosas. Tras larga práctica adicional finalmente se conseguiría el control total (nirvikalpa samādhi), pudiendo entrar y salir de este estado a voluntad.

Este estado habría sido alcanzado por pocas personas, entre las que Yogananda cita a Jesús y a Krisná a quienes consideraba los más altos maestros y yoguis de Occidente y Oriente respectivamente. Jesús según el Evangelio de Acuario (libro escrito en 1908 por el escritor estadounidense Levi Dowling [1844-1911]) y otros habría viajado a la India entre los 14 y 30 años, habría aprendido y practicado meditación con los más altos yoguis y gurús, y habría alcanzado el grado más alto, el grado de Cristo.

Entre los más de veinte de libros de Yogananda publicados destacan tres. Los dos primeros, los más extensos de todos los publicados, son sistemáticos, con minuciosas explicaciones técnicas, y por ello constituyen auténticos libros de texto sobre yoga. El segundo es el más extenso de todos sus libros. El tercero es un resumen del segundo, pero con especial enfoque en Jesús y la Biblia. Los tres contienen algunas innovadoras explicaciones o interpretaciones sobre las interacciones entre cuerpo, mente y alma.


En el libro La Segunda venida de Cristo, de Paramahansa Yogananda, se menciona que entre los santos cristianos que vivieron sin comer alimentos (y que también eran estigmatizados) están Santa Lidwina de Schiedam, la Beata Elisabeth de Rent, Santa Catalina de Siena, Dominica Lazarri, la Beata Ángela de Foligno y Louise Lateau (que vivió en el siglo XIX). San Nicolás de Flüe (el Hermano Klaus), Suizo, se abstuvo de ingerir alimentos durante 20 años. También menciona a la santa bengalí Giri Bala que en 1936 había estado sin ingerir alimentos durante 56 años.